Opinión
“Ellos” nunca serán “nosotros”

Las sociedades atravesadas por el virus identitario se han ido polarizando, y tras el covid-19, las viejas y desgastadas costuras que contenían la fragmentación se rasgarán un poco más. Entonces, ¿cómo crear comunidades que dejen de lado los particularismos y que construyan el bien común?

Samuel Aranda Confinamiento New York Times
Mafus Rohman y su esposa, Samina, viven en un apartamento de dos habitaciones en Barcelona con una prima y sus gemelas de 5 años, Misha y Maliha. Retrato de Samuel Aranda para New York Times. Samuel Aranda
13 may 2020 06:00

Hace unos días, el fotógrafo Samuel Aranda fue vilipendiado en diferentes medios por ilustrar el artículo “En España, un llamado a 'liberar a nuestros hijos del encierro' de coronavirus”, en el New York Times, con una fotografía de una familia española originaria de Bangladesh. Da igual que la familia llevara diecisiete años por estas tierras y que sus hijos, nacidos aquí, fueran españoles. La opinión pública, basándose en las diferencias superficiales y visibles, consideró que “ellos” no son “nosotros” y que su representación como ciudadanos autóctonos daña gravemente al imaginario de España, que a su entender ya estaba deteriorado. 

Probablemente la representación racial moleste tanto como la de clase. Pues lo que están diciendo es que “nosotros no somos así”. Pero a esta familia, como a muchas otras personas (entre las que me incluyo), se les niega la pertenencia en un gesto de diferenciación física. La raza, etnia y nación, lo que Stuart Hall llama el “triángulo funesto”, funcionan como elemento de exclusión. Este suceso también dice mucho de los tiempos que corren, donde la concepción de pueblo se entiende desde la estrechez, mientras que la pugna contra la alteridad se hace notar por diferentes vías, a saber, el rechazo en la representación iconográfica de la nación, las muestras de racismo o todas las narrativas anti-inmigrantes impulsadas por los fundamentalistas. 

Durante el confinamiento, pensé que podíamos reimaginar otro mundo impulsado desde las bases para reinventar lo colectivo. Sin embargo, hoy, cuando todo parece menos aterrador, soy más escéptica. Si bien espero que el optimismo de la voluntad supere este pesimismo del intelecto, tengo la sensación de que pecamos de un exceso de retórica en el empeño por retomar las utopías para hacerlas reales. Pero a esta reciente “nueva normalidad” que nos espera no le sentarán nada bien las mezclas y las migraciones. Los episodios en torno a la identidad nacional serán recurrentes y, a mi entender, este rechazo a la diferencia dificultará cualquier tarea de construcción colectiva.

Los episodios en torno a la identidad nacional serán recurrentes y, a mi entender, este rechazo a la diferencia dificultará cualquier tarea de construcción colectiva

El mundo se transforma a marchas forzadas. Aunque en esta era en la que Occidente ha puesto la comunidad electiva por encima de cualquier otra, arrasando con toda comunidad tradicional, “lo común” no ha dejado de ser una especie de quimera, ya que las sociedades atravesadas por el virus identitario se han ido polarizando, y tras el covid-19, las viejas y desgastadas costuras que contenían la fragmentación, se rasgarán un poco más. Entonces, ¿cómo crear comunidades que dejen de lado los particularismos y que construyan el bien común?  

Todo apunta a que la pandemia levantará más fronteras entre grupos, pues el “nosotros” que excluye a la familia española de origen bangladesí es el mal endémico de esta sociedad, un apartheid en toda regla. Cuando el “nosotros” se crea con parámetros identitarios, ya sean religiosos, raciales, de clase o políticos no hay posibilidad de articulación de situaciones comunes, porque los “nosotros” son enemigos, tienen autorreferentes focalizados en su ideología o en su razón de ser. 

Por otro lado, quizás a nadie se le haya ocurrido pensar que a la familia tampoco le interese lo más mínimo convertirse en “nosotros”, lo que no significa que no tenga derecho a la pertenencia. En cualquier caso, me cuesta ver, a día de hoy, que podamos pasar de las fronteras del individuo a “lo común” sin pagar los peajes identitarios; las fronteras de naciones dentro de las naciones. Tal vez hasta que no aprendamos a vivir en la complejidad y asumamos la vulnerabilidad a la diferencia habrá que centrarse en comunidades efímeras, fast food ante la imposibilidad de otros estamentos, de otras afiliaciones más transversales que nos dignifiquen en medio del capitalismo más arrasador. 

Este episodio de la fotografía de Samuel Aranda apunta de dónde veníamos y la dirección hacia dónde vamos: la hostilidad y estrechez de miras hacia lo racial y la “alteridad”. Desgraciadamente estas no son las únicas batallas. La del poder nacional es aún más cruenta. Pero sea cual sea la pugna, los pensamientos grupales —políticos, religiosos, raciales…—, no hacen más que reforzar las nociones jerárquicas; unos quieren ejercer el poder sobre otros, e imponer su voluntad. Existe una incapacidad de velar por el bien común. Con esta atmósfera no hay posibilidad de solidaridad, ni de diálogo. Supongo que todos estamos siendo testigos de la política de la continuación de la guerra, pero por otros medios. 

Me pregunto cómo es posible velar por “lo común” en la era de distanciamiento social. Con la brecha digital como telón de fondo, la vida colectiva se convierte en una ficción

Por último, me pregunto cómo es posible velar por “lo común” en la era de distanciamiento social. Con la brecha digital como telón de fondo, la vida colectiva se convierte en una ficción, pues si ha de atender a una realidad compartida tendría que dar voz a grupos y personas menospreciadas por el sistema. Quien incita el debate y las políticas públicas vuelve a mantener al margen muchas sensibilidades. Por todo, desconfío del giro hacia “lo común” y de que el rearme del contrato social sea más humanista y menos utilitario. La realidad juega en contra y saldremos perdiendo si nos abrazamos a la imposibilidad de rehacer “otro” común, en el que proyectemos otro tipo de relaciones.

Mientras, y en medio de todo este caos, la única comunidad que parece vislumbrarse es la vinculada a la economía de subsistencia, la comunidad estamental, de la sangre y de la raza. Volveremos atrás, claro, y el plato de la desigualdad se servirá de nuevo, y la familia, y no tanto el Estado, se presenta como nuestra la gran salvadora.

Por eso entiendo que es necesario, como uno de los grandes retos, pensar otra vez la idea de familia, eliminar de ella cualquier resquicio relacionado con eso que Gabriela Wiener ha llamado “el mandato bíblico y biológico, clasista, despolitizado, nada diverso. A esa [familia] cuyo fin es la acumulación y la propiedad privada, y que ha sido tan útil al control social”. Tal y como dice la escritora, tendremos que ir hacia “nuevas unidades familiares elegidas en las que colectivizar cuidados y recursos, apoyarse mutuamente para autogestionar la supervivencia del enjambre”.

Archivado en: Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Portugal
Juicio a 11 activistas climáticos La revolución portuguesa está vieja, ¿verdad hijo?
En vísperas del cincuentenario de la Revolución de los Claveles, 11 activistas de Climáximo estarán en los tribunales por haberse levantado para detener la guerra contra la sociedad que es la crisis climática.
Opinión
Opinión ¿Sirve de algo la condena internacional del genocidio?
Somos nosotros, países testigos de cuanto ocurre, los que somos juzgados con cada vida humana a la que negamos la justicia.
#60403
13/5/2020 18:30

Hola, un comentario un poco chorra pero es que ya lo he visto en varios artículos de El Salto... COVID19, con la D de Disease y no de Diciembre, es femenino pues se refiere a una enfermedad (Disease). El virus, el SARS2, que es quien provoca la enfermedad, la COVID19, si sería masculino.
Un saludo.

0
0
#60402
13/5/2020 18:25

Una reflexión interesante y bastante realista de lo que se nos viene encima

0
0
#60321
13/5/2020 12:25

Vivo en cataluña y entiendo el articulo. El racismo empleado por algunos independentistas contra quien venimos de otras comunidades autonomas es para estudiarlo. No son todos tan cerrados pero de forma general no esta mal visto el desprecio al de fuera...a no ser que seas de fuera de españa

5
0
#60524
14/5/2020 10:10

El nacionalismo catalán se construye, en su mayor parte, mediante la oposición a lo "español". En el fondo te necesitan para su propia identidad, sin ti no serían "ellos". Esto sucede cuando las diferencias entre grupos culturales son mínimas, es entonces, cuando la diferenciación constante es básica para la propia existencia del grupo. Vamos, que si existen es, en parte, gracias a ti.

0
0
#60301
13/5/2020 9:17

Vivo en cataluña y entiendo el articulo. El racismo empleado por algunos independentistas contra quien venimos de otras comunidades autonomas es para estudiarlo. No son todos tan cerrados pero de forma general no esta mal visto el desprecio al de fuera...a no ser que seas de fuera de españa

0
0
Palestina
Flotilla de la Libertad Los cargos públicos integrantes de la Flotilla a Gaza regresan a España
Mientras la flota que llevará ayuda a Gaza permanece en Estambul por los impedimentos de Israel para que zarpe, las políticas españolas deciden retornar a España, ante el anuncio de Pedro Sánchez.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.
Galicia
Redes clientelares Todas las veces que la Xunta de Feijóo contrató a sus familiares y a los de otros altos cargos
Mientras Sánchez reflexiona sobre su dimisión tras el ‘lawfare’ contra su mujer, el líder del PP ha prometido que no consentiría a su pareja contratar con un Gobierno del que él formase parte, pero sí lo permitió con su hermana, su prima y su cuñado.
Ley de Memoria Histórica
Niños y niñas de la polio Víctimas de la polio y postpolio, desesperadas ante la nula respuesta de las administraciones a sus demandas
Claman por un apoyo inmediato o “van a acabar extinguiéndonos después de años de sufrimiento y abandono”, afirman desde la Plataforma niños y niñas de la polio que este viernes se concentran frente a Sanidad.
Racismo
Delitos de odio La fiscalía pide tres años de cárcel para el excomisario que vinculó migración y delincuencia
Ricardo Ferris, en un acto organizado por Vox en el Ateneo de València en 2022, incitó a los “españoles a dejar de ser pacíficos" después de haber equiparado la inmigración con la delincuencia.

Últimas

Palestina
Genocidio en Gaza La Flotilla de la Libertad acusa a Israel de parar su salida con una nueva maniobra de presión
Los esfuerzos de Israel para impedir la partida del barco Adkeniz con destino a Gaza ponen otra traba que puede ser definitiva para el destino de una misión que pretende romper el bloqueo marítimo sobre Gaza.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Migración
Migración València suprime el Consejo municipal donde se abordaban las problemáticas migrantes
La supresión de este órgano consultivo pone en riesgo las iniciativas realizadas para facilitar la relación de la administración con el 22% de la población local.
Madres protectoras
Madres protectoras Escúchalas
Si un niño o niña le cuenta a su madre que su padre le toca, lo más probable es que al cabo de unos años ella acabe perdiendo a su hijo. Mira a tu alrededor, porque es posible que alguna de tus conocidas esté a punto de vivir algo como esto.
Más noticias
Crisis climática
Crisis climática ¿Cómo sería una transición ecosocial en la industria española?
El sector industrial es el segundo consumidor de energía, solo por detrás del de transporte. La transición ecosocial debe pasar obligatoriamente por la transformación de este sector de la economía.
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.