Opinión

‘A cuatro patas’, de Miranda July, ha encendido conversaciones sobre deseo, libertad y reinvención en la mediana edad. Como una Woolf del siglo XXI, su protagonista se recluye en un motel para explorar otra vida posible.

En el pueblo de Aracena, los locales no fueron —no son— una utopía sino un espacio intergeneracional al que los chavales presentes y futuros van a tocar música, a hablar, a hacer lo que les da la gana.

La gestión del territorio no es solo una cuestión ambiental, sino un eje central para garantizar derechos básicos como la alimentación, la vivienda o los servicios públicos.

Póren marcha as ideas propostas pola academia e polas persoa do agro posúe a capacidade de converterse nun efecto dominó que repercuta na mellora de dereitos básicos como o acceso a unha boa alimentación, á viven.

Cuando el mercado convierte pedagogías nacidas de la escasez en objetos de deseo y la culpa materna en motor de consumo.

Un cambio de paradigma territorial que aplique o modelo de paisaxe en mosaico conseguiría o seu adecuado control ademais de proporcionar un escenario para un futuro mais ecolóxico e economicamente sustentable.

Los extraterrestres no vinieron. No hizo falta. Bastó una noche electoral, un silencio incómodo y la vieja maquinaria del poder funcionando como siempre.

El caso de Badalona es una gota más dentro de lo que se viene viviendo en los últimos años en las plataformas migrantes y de vivienda.

Legalmente Gobierno Vasco no puede colaborar, ni directa ni indirectamente, en la producción, comercialización o financiación de armamento o tecnología militar. No se trata de un matiz técnico, sino de un límite ético explícito a la acción pública.