Huelga feminista
Yo paré

No es fácil aceptar que nada de lo que haces es valorado, que tu trabajo no suma en tu currículum, ni en tu prestigio social, ni en tu bolsillo, como sucede con las personas asalariadas.

delantal 8M
Ecologistas en Acción Extremadura.
12 mar 2019 09:00

Cuando he estado en paro y llevaba a la prole al colegio siempre ha habido, incluso mujeres, que me decían: “pero tú no trabajas”. Siempre respondí: “de forma remunerada no, pero trabajo todo el día”.

Cuando te das cuenta de que tu trabajo como “cuidadora del entorno familiar” es de 365 días al año y de 24 horas diarias y, sin embargo, como trabajas “en casa”, te dicen: “pero, tú no trabajas”... no es fácil de asumir. Cuando esto sucede comprendes que los cuidados a los que dedicas tu tiempo son invisibles para la sociedad, no importan. No es fácil aceptar que nada de lo que haces es valorado, que tu trabajo no suma en tu currículum, ni en tu prestigio social, ni en tu bolsillo, como sucede con las personas asalariadas.

Cuando observas que las personas que trabajan de forma remunerada tienen derechos: al descanso, a las vacaciones, a las pensiones, e incluso pueden ampliar su círculo de amistades y quedan para cenas o comidas, para viajes, etc., que pueden estar “de baja” por enfermedad y tú tienes que “tirar” aún estando enferma; cuando pasan los años sientes que las personas a las que has cuidado han crecido en el ámbito personal, social y económico, y tú sigues con el mismo currículum, con las mismas perspectivas de años atrás y sin un “gracias por todo”, sin derechos como las personas trabajadoras con salario; entonces sientes que en algo debes ayudar a cambiar, como otras lo hicieron por ti.

Por desgracia, también conocí a compañeras que tuvieron que dejar de estudiar, a pesar de ser brillantes, porque su familia decidía dar estudios solo al hermano por ser hombre

El primer día que escuché “vosotros y vosotras” sentí que por primera vez se dirigían a mí, que me incluían en su discurso. Comencé a comprender que una red se tejía y yo debía “tejer” en esa red, aunque no sea tan valiente como considero a las que me regalaron los derechos que hoy tengo, pero por las pequeñas-os niñas-os que crecen a mi alrededor, creo que merece la pena “tejer”.

Así, cuando vas siendo consciente de todo esto puedes entristecerte y algunas pueden llegar a deprimirse. Cuando comienzas a darte cuenta de que tú eres un “todoterreno”, que eres muy capaz, aunque nadie, y digo nadie conscientemente, valore lo que has hecho y sigues haciendo, comienzas a cambiar y a cambiar tu entorno, como tantas otras mujeres poco a poco, y no sin sufrimiento, hicieron por los derechos de todas en el pasado. Comienzas a sentirte agradecida al ver qué derechos tienes, porque otras mujeres nos los regalaron, comienzas a agradecer los múltiples cuidados que recibiste de esas mujeres que te rodearon y a pensar en qué quiero cambiar, no sin antes valorar el cambio producido por su trabajo.

Cuando algunas mujeres dicen que no se ha conseguido nada, que estamos peor, pienso que ese “nada” no es cierto. Necesito parar y reconocer cuánto camino se ha andado, para no caer en el desánimo por todo lo que queda por cambiar, para coger aire y seguir.

Sé que mi madre no tenía derecho a escoger su trabajo, ni a abrir un negocio sin el consentimiento de mi padre; a mí no me ha pasado. Cuando era pequeña sé que si quedaba una mujer embarazada sin estar debidamente casada por la iglesia, era rechazada por la sociedad; ya no sucede. Vivir solas era visto como raro y, si pasados los veinticinco años no estabas casada, quedabas “para vestir santos”; ya no es así. Algunas tenían la posibilidad de ir a la universidad, la mayoría para ser fantásticos “floreros” de su amante esposo al que debían recibir bien arregladas y con todo previsto en casa para el “descanso del guerrero” que volvía, cuando y como quería, para recibir sus “cuidados”.

Queda mucho por hacer, sobre todo cuando hemos entendido que, en este planeta, somos muy pocas a las que se nos reconocen algunos derechos

Por desgracia, también conocí a compañeras que tuvieron que dejar de estudiar, a pesar de ser brillantes, porque su familia decidía dar estudios solo al hermano por ser hombre, era el que “llevaría el dinero a casa”, la mujer se casaría y tendría “la vida resuelta”. ¡Qué pensamientos aquellos tan dañinos para nosotras! Los libros estaban, y están, llenos de nombres de hombres, héroes, filósofos, navegantes, matemáticos, guerreros, pintores, arquitectos… Nosotras solo estábamos como santas, vírgenes o prostitutas, salvo raras excepciones; comienza a no ser solo así.

Queda mucho por hacer, sobre todo cuando hemos entendido que, en este planeta, somos muy pocas a las que se nos reconocen algunos derechos. Pero aún por “esta isla de algunos derechos reconocidos” queda otro largo camino.

Debemos romper esos “techos de cristal” que nos impiden acceder a las decisiones que nos incumben. Tenemos que romper las dinámicas por las que accedemos a los trabajos más precarios por hacer frente a “los cuidados” de nuestras familias, con lo que, cuando nos queramos jubilar, tendremos menos derechos en el futuro. Hay que reconocer a las mujeres del ámbito rural su labor “en la sombra”, trabajando doblemente por los cuidados de la sociedad en la que viven, sin reconocimiento, muchas veces sin registro alguno, sin cotizar y/o cobrar de forma oficial por su actividad.

Debemos cambiar las leyes machistas; esas que nos hacen salir, por fin, a las calles a protestar contra la violencia sufrida y las muertes lloradas, por ser leyes injustas e insuficientes. Falta incluir, en los libros, a tantas mujeres sabias y olvidadas; y un lenguaje inclusivo en el que todas las personas se sientan reflejadas.

Tenemos que comprender que el lenguaje hace pensamiento y este se muestra en actitudes y formas de asumir la vida, el lenguaje inclusivo es imprescindible para las personas de ahora y las del futuro. Es fundamental no equivocar quién es el enemigo: no es el hombre, es el machismo, el heteropatriarcado imperante en pensamientos, actos, leyes y formas. La desigualdad estructural es la que debiéramos cambiar, por un mundo más justo e inclusivo.

Por todo esto y muchas más “YO PARÉ” el 8M de 2019, como ya lo hice en ese otro 8M de 2018, en el que todas y todos llenamos las calles haciendo Historia.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cooperación internacional
Tribuna Extremadura ante el espejo del rearme: ¿más tanques o más derechos?
Una reflexión, con mirada extremeña y desde el mundo de la cooperación, sobre el preocupante giro hacia la militarización de las políticas públicas y de la economía.
Memoria histórica
Memoria histórica Buenos y sabios: el paso por Extremadura de Odón y Sadí de Buen
Memoria de Odón de Buen —científico, librepensador y republicano— y de su hijo Sadí —asesinado por el fascismo— y de su lucha para la erradicación del paludismo.
José Luís Viviens
12/3/2019 21:15

Gracias, Carmen por tu artículo. Lo firmo contigo. Yo también paré.

1
0
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez resiste, los aliados se ilusionan y Feijóo se llena de barro
Se apaga el ciclo político antes del receso de verano con un líder del PSOE que ve la luz al final del túnel, a pesar del desplome en las encuestas.
Barcelona
Chatarreros El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Pesca
Pesca ¿Sostenible para quién? Detrás de las bambalinas del acuerdo de pesca sostenible entre la UE y Madagascar
Gracias a un acuerdo pesquero con la Unión Europea, en 2023 Madagascar autorizó el acceso a sus aguas territoriales a 65 barcos europeos. Aunque el acuerdo promueve una pesca “sostenible”, las técnicas empleadas agravan la crisis ecológica.
Países emergentes
Cumbre de Brasil BRICS en la encrucijada: la cumbre que expuso su poder (y sus grietas)
Los próximos cinco años constituyen una ventana crítica para los BRICS, donde su hoja de ruta post-Río despliega ambiciones transformadoras cargadas de fragilidad.
Salud mental
Salud mental Familia y escuela son los principales factores de protección para la salud mental de adolescentes LGTBI+
Las personas con una orientación sexual divergente con la heterosexualidad muestran mayor grado de depresión e ideación suicida que las heterosexuales. Los vínculos son clave para mitigar los riesgos, según un estudio.
Medios de comunicación
Medios de comunicación El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Entrevista La Poderío
Andalucía Virginia Piña: “Con la Guerra Civil y su posguerra intentaron aniquilar nuestra conciencia”
Quien tiene el poder, tiene los recursos, y quien tiene los recursos también tiene la palabra. Virginia Piña (Jaén, 1988) la lleva tomando en los últimos seis años, dándole forma para hablar de figuras clave en la historia de las mujeres en Andalucía

Últimas

Justicia
Juana rivas La defensa de Juana Rivas pide a España escuchar al menor ante la contradicción de la justicia italiana
La defensa de Juana Rivas alerta sobre una “grave contradicción” en el proceso judicial italiano y pide a los tribunales españoles que escuchen al hijo menor para evitar contravenir los principios fundamentales de protección a la infancia.
València
València Huelga de celo en el Consorcio de Bomberos de València en plena campaña de incendios
La plantilla denuncia sobrecarga, falta de efectivos y abandono institucional, mientras la Diputación oculta el conflicto y prioriza su relato de normalidad.
Genocidio
Genocidio Israel asesina a diez niños que esperaban suplementos nutricionales en un hospital
La Unión Europea sigue evitando la imposición de sanciones al régimen de Tel Aviv. Estados Unidos anuncia sanciones contra la relatora de la ONU que ha denunciado el lucro de las empresas colaboradoras de Israel.
Más noticias
Fronteras
Fronteras europeas Un año más, la Caravana Abriendo Fronteras denuncia las políticas antimigratorias de Europa
Desde Baiona y Girona saldrán los grupos que recorrerán puntos críticos de fronteras europeas como Irún, Calais, Dunkerque y Toulouse donde se encontrarán con otros colectivos para movilizar la solidaridad con las personas migrantes.
Migración
Migraciones Entre la incertidumbre y la esperanza
El aumento de las muertes en el último año está relacionado con las condiciones cada vez más peligrosas con que se encuentran las personas para llegar a Reino Unido.
Opinión
Opinión Del malismo al imbecilismo
Los patanes en traje con poder que infestan nuestro ecosistema como moscas plastas, son el reflejo de un régimen que busca la imbecilidad masiva.

Recomendadas

Laboral
Laboral Jornadas de 50 horas semanales haciendo tareas de categoría superior: así se trabaja en hostelería
Es uno de los sectores con más sanciones e intervenciones de la Inspección de Trabajo, con más de 12.000 trabajadores extranjeros aflorados en las intervenciones y que cuenta con el 21% de las sanciones emitidas por este organismo.
Derechos Humanos
Flotilla de la Libertad Yanis Mhamdi: “Israel es el Estado que mata más periodistas en todo el mundo”
Este periodista de Blast fue uno de los integrantes de la Flotilla de la Libertad. En esta entrevista cuenta cómo transcurrieron las horas en las que este grupo de defensores de derechos humanos estuvieron bajo detención ilegal en Israel.
Genocidio
Genocidio La segunda consultora más importante del mundo es señalada por su papel en el despiece de Gaza
Boston Consulting Group está considerada una de las “big three” del sector. Ahora, una serie de informaciones señalan cómo ha estado detrás de la fundación antiUnrwa encargada de la distribución de ayuda y de los planes de expansión en la costa.
Unión Europea
Unión Europea La sociedad del miedo al declive
La angustia ante el futuro acompaña a las sociedades europeas desde hace tiempo y precede a la Unión Europea. Se manifiesta con mayor claridad en los períodos de declive económico y las turbulencias políticas y sociales que los acompañan.