Crisis climática
El movimiento español contra el cambio climático busca a sus rebeldes

No podemos permitirnos no hacer nada. No podemos permitirnos seguir esperando. ¿A qué y a quiénes estamos esperando?

Extinction Rebellion London
Protestas del colectivo Extinction Rebellion el pasado noviembre en Londres. Foto: Extinction Rebellion

Activista trans nobinarie, integrante de Disidencias del Sur, colectivo queer y transfeminista en Sevilla

4 dic 2018 07:01

Desafortunadamente, en el Estado español el movimiento contra el cambio climático es poco visible, lo cual no quiere decir que no exista.  Existen, de hecho, varias alianzas de organizaciones sociales y ONG trabajando sobre el cambio climático, como es el caso de Alianza por el Clima, formada por más de 400 organizaciones que representan al movimiento ecologista, sindical, de cooperación al desarrollo, consumo, ciencia e investigación . Además, existen plataformas menos amplias, como por ejemplo la Coalición Clima, además de, a nivel local, una multitud de plataformas y coaliciones similares.

Cuando se pregunta a la ciudadanía del Estado español directamente sobre el cambio climático su nivel de conciencia supera a la media europea: un 87% muestra alarma o preocupación, siendo el quinto país con mayor inquietud tras Portugal, Grecia, Chipre y Malta. Además, según una encuesta publicada por el Banco Europeo de Inversión, el 70% cree que el cambio climático es una amenaza para la humanidad. Sin embargo, hasta ahora estos niveles de conciencia e inquietud social no se están traduciendo en una movilización social.

No obstante, dicha preocupación aparece solo cuando la población es preguntada directamente sobre el cambio climático. Sin embargo, cuando se le pregunta acerca de cuáles son los problemas más importantes, los datos son menos favorables, de modo que los problemas medioambientales están muy lejos de estar entre los más importantes para la ciudadanía. Según datos del CIS, solo un 0,4% de las personas entrevistadas mencionan el medio ambiente como preocupación, muy por detrás del paro (59,8%), de la corrupción (30,5%), de los políticos y partidos en general (27,8%), de la economía (21%) y muchos otros temas.

La falta de activistas rebeldes significa que el movimiento nunca llegará a la fase de despegue y que seguirá atascado en el inicio de la fase de maduración del movimiento

Con estos datos no es de extrañar que en el Estado español haya un movimiento poco visible en torno al cambio climático. Tampoco que el débil movimiento existente esté centrando sus esfuerzos en hacer lobby y actuar prioritariamente en ámbitos como la educación o la investigación, al contrario que ocurre en otros países, como en Inglaterra con las acampadas de acción por el clima, en Alemania con campañas como EndeGelände, o a nivel internacional con 350.org, donde el movimiento se ha caracterizado por acciones de desobediencia civil.

De modo que podemos afirmar que el movimiento sobre el cambio climático en el Estado español tiene muy poco recorrido y casi no tiene historia: le falta acción, actividad en la calle, protesta y, especialmente, desobediencia.

Los cuatro roles activistas

Para analizar un movimiento y plantear el desarrollo de estrategias adecuadas me parece interesante recurrir a modelos que ya han demostrado su utilidad. Un ejemplo es el Plan de Acción de Movimiento (PAM), una herramienta que nos ayuda a entender el avance de un movimiento social.

Desarrollada en los años 80 por Bill Moyer, dicho modelo describe ocho fases de los movimientos exitosos y diferencia cuatro roles entre las personas activistas. Según Bill Moyer, todos los roles tienen que estar presentes y funcionar eficientemente para que un movimiento tenga éxito. Además, cada uno de los roles puede ser desempeñado de una forma efectiva o inefectiva. Los cuatro roles son:

• Rebelde: Es el rol que mucha gente identifica con los movimientos sociales, con las acciones directas noviolentas y diciendo públicamente “no”. Las personas rebeldes introducen el problema en la agenda política. Este rol es importante, sobre todo, para el crecimiento de un movimiento y hacerlo visible.
• Reformista: Este rol es valorado, en muchas ocasiones, de manera negativa en los movimientos, pero son las únicas personas que demuestran el fracaso de los canales existentes e impulsan soluciones alternativas.
• Ciudadano: Asegura que el movimiento no pierda contacto con la gente a la que representa. Demuestra que el movimiento actúa en el centro de la sociedad y lo protege frente a la opresión.
• Agente de cambio: Cuarto rol y, en cierto modo, el rol clave en todo movimiento, pues promueve la educación y convence a la mayoría de la sociedad, organiza las redes de base e impulsa estrategias a largo plazo.

Si aplicamos este modelo de cuatro roles al movimiento sobre el cambio climático en el Estado español nos damos cuenta de que existe una ausencia casi por completa del rol rebelde. El movimiento está conformado principalmente por ONG y alianzas de ONG en el rol reformista, quizás algunas personas y entidades están en el rol de agente de cambio (aunque también en una pequeña cantidad) y, a nivel local, podemos encontrar muchas personas de manera independiente, muchas ciudadanas.
Plan de Acción de Movimiento
Brevemente, las ocho fases de un movimiento social son:

• Fase 1: El problema subyace bajo un ambiente de normalidad. El objetivo principal de los grupos que componen el movimiento es conseguir que la gente empiece a darse cuenta de que existe un problema.
• Fase 2: Se muestra el fracaso de los canales establecidos. Mediante audiencias, procedimientos legales, participación en procedimientos administrativos... El movimiento tiene que demostrar que estas instituciones no actúan en nombre de la población para solucionar el problema y que es la propia gente quien tendrá que actuar por sí misma.
• Fase 3: Se dan las condiciones de maduración. La gente empieza a escuchar y a formar nuevos grupos, a realizar pequeñas acciones de desobediencia civil y comienza a dramatizar el problema, de modo que los detentadores del poder se irritan un poco, pero todo sigue más o menos como siempre.
• Fase 4: Se produce el despegue. Un suceso desencadenante, que puede estar organizado por el movimiento o algo hecho por los detentadores del poder, conduce a manifestaciones masivas, fuertes campañas de desobediencia civil y una extensa cobertura mediática.
• Fase 5: Hay una percepción de fracaso por parte de una gran cantidad de activistas. Esta percepción se intensifica debido a la menor participación en las actividades del movimiento y la cobertura negativa de los medios.
• Fase 6: Al mismo tiempo, el movimiento está ganándose a la mayoría social. Hasta ese momento, el movimiento se ha centrado en la protesta, ahora es importante ofrecer propuestas de solución. La mayoría de la sociedad está de acuerdo en que es necesario un cambio, pero que se haya logrado una opinión pública favorable no quiere decir que el cambio se producirá en la dirección deseada. Ahora es importante ganar la lucha en relación con cuál es el tipo de cambio que habrá que realizarse.
• Fase 7: El éxito es un proceso largo y a menudo difícil de reconocer. La labor del movimiento no es solo conseguir que sus reivindicaciones se cumplan, sino lograr un cambio de paradigma, una nueva manera de pensar.
• Fase 8: Después de que el movimiento gane, ya sea mediante una lucha de confrontación o por el debilitamiento a largo plazo de los detentadores de poder, tiene que conseguir que se implemente su éxito. Ahora la tarea del movimiento es la consolidar el éxito y pasar a nuevas luchas.

La falta de activistas rebeldes significa que el movimiento nunca llegará a la fase de despegue y que seguirá atascado en el inicio de la fase de maduración del movimiento. La ausencia total de este rol es una de las razones claves por las que el movimiento por el cambio climático en el Estado español no consigue aumentar la percepción de emergencia climática actual y se muestra incapaz, hasta el momento, de traducir esta alta concienciación en una movilización social potente.

Parece que las condiciones en el Estado español no son muy favorables para lograr a corto plazo una rebelión contra la extinción

De alguna manera, los roles presentes en el movimiento sobre el cambio climático español serían más propios de la composición de un movimiento que ya hubiera logrado convencer a la mayoría de la gente o hubiera tenido éxito. Algo que está muy lejos de la realidad, pues aunque el movimiento cuenta con una alta concienciación de la ciudadanía sobre el problema del clima, no hay ni ha habido una movilización ciudadana potente capaz de presionar al gobierno de turno. De hecho, podemos afirmar que el movimiento nunca ha despegado, de igual manera que tampoco ha convencido realmente a la mayoría de la necesidad de hacer cambios profundos en muchos ámbitos de las políticas económicas, energéticas, agrícolas o de movilidad, por mencionar algunos de ellos.

¡Organicemos la rebeldía!

Según una encuesta realizada por Greenpeace en 2017, el “35,1% y el 28,4% considera a la comunidad internacional y al Gobierno central, respectivamente, como los principales responsables para actuar frente al cambio climático”. Sin embargo, en respuesta a la pregunta de en quién se confía más para atajar el cambio climático transformando el modelo energético, “solo un 11,1% se decantaba por el Gobierno y un 9,4% por las empresas, mientras que la Comisión Europea llegaba al 21%”. 

Es decir, siguiendo el modelo del Pan de Acción de Movimiento, parece bastante probado que las instituciones no hacen lo que deberían hacer y están fracasando por completo a la hora de enfrentar la grave crisis ecológica y emergencia climática. Si queremos que el movimiento avance hacia su maduración y, en el momento oportuno, despegue, sería importante romper el silencio y conseguir una rebelión noviolenta y estratégica.

Parece que las condiciones en el Estado español no son muy favorables para lograr a corto plazo una rebelión contra la extinción, ya que, como he argumentado, el movimiento sobre el cambio climático tiene pocos o ningún antecedente de acciones masivas de desobediencia civil. Nos toca, por tanto, empezar por lo más pequeño, construir las bases y conseguir la experiencia que más tarde nos permita organizar acciones masivas.

No obstante, creo es es importantísimo empezar a formar los primeros grupos de acción de desobediencia civil que de forma coordinada se lancen a la acción y así hacer visible el movimiento y aumentar la importancia del problema. Según el Plan de Acción de Movimiento, “desde los nuevos grupos se organizan nuevas acciones noviolentas, incluso pequeñas campañas de desobediencia civil que dramatizan el problema y lo ponen en la agenda social. Estas acciones y campañas también sirven para obtener experiencias significativas sobre la construcción del grupo, resultan una fantástica piedra de toque en la que los nuevos grupos y las redes en las que han establecido alianzas se visibilicen y se empiecen a percibir como empoderadas”. 

Para ello, los objetivos principales ahora son crear y reconocer una serie de condiciones maduras para el despegue de un nuevo movimiento y crear e inspirar a nuevos grupos y redes, preparándolos para el despegue de un nuevo movimiento a través de formaciones en noviolencia, liderazgo y organización. 

Y las trampas principales a evitar son que las organizaciones profesionales —las ONG— tomen el liderazgo del movimiento, sofocando la creatividad, la independencia y la espontaneidad de los nuevos grupos del movimiento, y que aparezca un sentimiento de desesperanza y de falta del poder ante la carencia de una visión estratégica.

No podemos permitirnos no hacer nada. No podemos permitirnos seguir esperando. ¿A qué y a quiénes estamos esperando? Organicemos la rebelión contra la extinción.


Desafortunadamente, el Plan de Acción de Movimiento todavía no se ha publicado en castellano (en el futuro próximo un manual de La Transicionera lo incluirá). Quien lo quiera consultar en inglés puede hacerlo en: Bill Moyer, JoAnn McAllister, Mary Lou Finley & Steve Soifer: Doing Democracy. The MAP Model for Organizing Social Movements, New Society Publishers 2001. Resumen breve en español: Andreas Speck: El Plan de Acción de Movimiento, Internacional de Resistentes a la Guerra, Manual Campañas Noviolentas, 2a edición, 

Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Portugal
Juicio a 11 activistas climáticos La revolución portuguesa está vieja, ¿verdad hijo?
En vísperas del cincuentenario de la Revolución de los Claveles, 11 activistas de Climáximo estarán en los tribunales por haberse levantado para detener la guerra contra la sociedad que es la crisis climática.
Ecología
Ecotopías Planeta Madre
Relato finalista del I Certamen de relatos ecotópicos de Ecologistas en Acción
Teatro
Teatro Social Quiero colapsar a tu lado
Entrevistamos a Laura Presa y Sandra Arpa, actrices, que componen, junto con Fernando Gallego, la compañía La Rueda, una de las pioneras y más estables agrupaciones de teatro social.
Anónimo
30/12/2018 20:15

Nación

0
0
#27252
5/12/2018 19:15

Una referencia interesante para comunicar, generar debate (útil y no polarizado, que puede incluso producir efectos muy negativos) y para empoderar, el libro de George Marshall, Don't even think about it, y climateoutreach.org donde participa. Aunque me parece que en España la gente es mas receptiva y abierta comparado a paises como EEUU

0
0
#27246
5/12/2018 18:27

La "transición" ecológica solo interesa al stablishment para que todo el mundo cambie el coche fósil por el electrico cuya producción masiva (solo en baterias) ahondará los problemas existentes.

Rebeldía contra el coche particular y lucha por el transporte colectivo.

5
0
anonimander
5/12/2018 4:14

Los partidos ecologistas coaligados en grupos parlamentarios no pueden estar en este movimiento. La desobediencia civil significa otra cosa. Equo, citada aquí en otros comentarios, forma parte de un grupo cuyas políticas económicas socialdemócratas son parte del problema, son en definitiva una rémora para un grupo que debe, en mi opinión, atacar las políticas económicas basadas en el crecimiento económico, pues es éste parte fundamental inductora de la sobre-explotación de los recursos naturales, del «business as usual», y por todo ello del cambio climático. Plataforma de desobediencia civil no significa «per sé» ausencia de ideología o de conciencia política, pero sí movimiento apartidista. Podemos y su «gurú» económico Viçent Navarro han demostrado sobradamente su rechazo a todo lo que suponga postcapitalismo o decrecimiento económico.
Respecto a la iniciativa, y sin querer ser agorero (estoy interesado en participar), si no nos organizamos para manifestarnos contra la Ley Mordaza o luchar contra las reformas laborales difícilmente lo haremos contra algo que parece menos perentorio e inmediato en nuestras necesidades, como para hacerlo por ese "etéreo" e inconcreto Cambio Climático. La Crisis que se avecina -en la que habitamos- está, como muchos de nuestros problemas injusticias y precariedades, relacionado con los factores que provocan el Cambio Climático. Empezar por mostrar sin tapujos la relación entre Capitalismo y degradación de la biosfera y la corteza terrestre sería un bien comienzo didáctico y sensibilizador. Nuestro futuro y bienestar, nuestras posibilidades vitales y las de futuras generaciones dependen íntima e indefectiblemente de ello.

6
0
Alvaro
5/12/2018 16:47

Me quedo con tu reflexión aprovechando la COP24 que se está realizando estos días en Katowice. Para combatir el cambio climático y la degradación de la biosfera no hay sitio para medidas reformistas del capitalismo, hace falta un cambio radical de consumo y producción, de una economía lineal a una circular que prospere sin crecer. Hace falta romper con el marketing directo de consumo. Dudo que las élites mundiales vayan a querer cambiarlo, sólo van a llenarse la boca con energías renovables y eficiencia energética; medidas necesarias pero secundarias al cambio socio-económico.

4
0
#27137
4/12/2018 14:47

EQUO-INICIATIVA 15.009 0,42% No son muchos pero más de 6.000

2
0
#27120
4/12/2018 12:51

Los 6643 votantes de Equo en estas últimas elecciones andaluzas, hablan claro sobre la situación precaria del movimiento ecopolítico.
Si todos los desastres climatológicos como inundaciones, incendios y sequia no movilizan masivamente a la población, es que no hay base para los rebeldes.
Aceptarlo supone el primer paso para definir una estrategia.

3
1
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Palestina
Genocidio en Gaza La Flotilla de la Libertad acusa a Israel de parar su salida con una nueva maniobra de presión
Los esfuerzos de Israel para impedir la partida del barco Adkeniz con destino a Gaza ponen otra traba que puede ser definitiva para el destino de una misión que pretende romper el bloqueo marítimo sobre Gaza.

Últimas

Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Más noticias
Palestina
Genocidio en Gaza La Flotilla de la Libertad acusa a Israel de parar su salida con una nueva maniobra de presión
Los esfuerzos de Israel para impedir la partida del barco Adkeniz con destino a Gaza ponen otra traba que puede ser definitiva para el destino de una misión que pretende romper el bloqueo marítimo sobre Gaza.
Antifascismo
Antifascismo en Roma 25 de Abril, día de ‘La Liberazione’
El movimiento antifascista celebra el fin de la ocupación nazi con una demostración de poder en las calles de Roma.
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
El Salto Twitch
El Salto Twitch La Catana 2x06, comunicación política y campaña
Nos preguntamos cómo la carta de Pedro Sánchez atraviesa un momento político y electoral que se estira desde las generales, pasando por elecciones gallegas y vascas, para cristalizar en unas catalanas y europeas que van a marcar nuestro imaginario.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).