Redes sociales
Antirracismo vía Instagram

Los movimientos que piden justicia social están marcando a una de las generaciones que se está concienciando cada vez más pronto.

27 jun 2020 06:00

En un momento en el que salir a la calle puede facilitar la expansión del virus, las manifestaciones antirracistas están siendo más seguras por Instagram, Twitter y TikTok. Esto no es nuevo, pero la dimensión es distinta: las redes sociales ya no solo complementan las protestas; ahora son el escenario principal. Los zeta han adaptado sus propios espacios a la denuncia y los están aprovechando para amplificar el mensaje.

Ceder espacios de visibilidad

Una parte importante de ese proceso es la implicación de sus referentes. Estos días Shawn Mendes está compartiendo historias de activistas jóvenes antirracistas en Instagram. Les cede su espacio para que cuenten su experiencia y propongan soluciones. De hecho, el cantante ya tiene su propia fundación para trabajar en los derechos humanos y el acoso escolar.

Charli D'Amelio también ha compartido documentos sobre el Black Lives Matter en la descripción de sus perfiles y ha captado el mensaje: “Como persona a la que se le ha dado una plataforma para ser una influencia, me he dado cuenta de que tengo el deber de informar sobre las desigualdades raciales en el mundo (…) Seguiré transmitiendo el mensaje y siendo una aliada. Tenemos una voz. Debemos luchar por lo que está bien y seguir unidos”.

Han entendido (o al menos lo hacen ver, que ya es mucho) cuál es su responsabilidad derivada de una influencia bestial que les exige hacer algo, ya sea ceder espacios de poder o difundir el mensaje. No sabemos hasta qué punto es una conciencia real o pulida por sus asesores, pero está ahí y más útil que no hacer nada.

Y es curioso que asuman ese discurso crítico siendo tan jóvenes. La actriz Skai Jacksnon (Disney Channel) denunció hace poco en Twitter e Instagram el racismo que tenían que sufrir sus fans. Fue publicando información sobre los supuestos acosadores y consiguió algo imprescindible: que las instituciones actuaran (o que reaccionasen vía Twitter, que es la forma que tienen ahora de hacer ver que se preocupan).

Reconocer privilegios, compartir recursos y crear referencias nuevas

Hay algo bastante interesante en esa preocupación social de los referentes que están acostumbrados a hablar a millones de chavales a la vez: están creando una esfera de protección, inclusión y representación mutua entre comunidades enormes de zetas.

Y están haciendo esa burbuja con cambios fundamentales. Uno es la forma de conectar con los seguidores que más tienen que tragar con el racismo enquistado. Intentan no ser paternalistas (como sí lo han sido las plataformas al restringir vídeos de determinados colectivos para intentar evitar el acoso) y hacen suya una denuncia que explicita sus propios privilegios como blancos (en el caso de TikTok, muchos usuarios notaron que a los contenidos de creadores negros no se les daba tanta importancia).

Otra parte esencial de esa acción en redes es la de compartir recursos para hacerse un discurso e ir desactivando los racismos o incluso pedir ayuda. Muchos incluyen en su biografía o en sus historias documentos con enlaces a vídeos para entender el racismo sistémico, firmas de peticiones para cambiar leyes o donaciones a organizaciones sociales.

En España se está respondiendo al movimiento y también hay zetas como Maddy o Mad4Yu que contestan en sus vídeos. Son especialmente importantes porque incorporan a TikTok e Instagram un discurso más revulsivo y comparten experiencias racistas. Eso ayuda a crear referencias comunes para que los seguidores (cada vez más críticos) se sientan identificados y puedan gestionar mejor esas discriminaciones.

Los movimientos que piden justicia social están marcando a una de las generaciones que se está concienciando cada vez más pronto. Han abierto espacios para referentes nuevos que comparten sus inquietudes y ven sus problemas con una mirada parecida a la suya (por eso de la empatía). Eso es bueno porque quiere decir que la victoria durará mucho más cuando la lucha termine.

 

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