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Sanidad pública
Los síntomas de la enfermedad crónica del sistema de salud español
Hoy 7 de abril concluye el “Año Europeo contra la mercantilización de la salud” que arrancaría en la misma fecha del 2018. El 7 de abril es el Día Mundial de la Salud, cuando se conmemora el aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud en 1950. En toda Europa, muchos colectivos coinciden en que nada hay que celebrar, así lo denuncia la Marea Blanca en Catalunya que en ocasión de este día ha convocado una manifestación en Barcelona que transcurrirá de la Citadela a Plaza Sant Jaume, entre otras acciones en distintas localidades.
Listas de espera que aumentan año a año, escasez de personal en el ámbito rural, pérdida en la calidad de la atención primaria, falta de médicos especialistas fundamentales como los pediatras, colapso de las urgencias. Como vienen denunciando los colectivos que defienden la sanidad pública, todos estos síntomas de deterioro del sistema de salud tienen su origen en la agenda privatizadora que se aceleró en los años 2000. La reciente emergencia de unas listas de espera muy superiores de las reconocidas por la administración saliente en la Junta de Andalucía puso en relieve una de las principales falencias del sistema.
“Las listas de espera son falsas, eso ha quedado meridianamente claro en el momento en que al cambiar el gobierno en Andalucía han aparecido 500.000 personas más en lista de espera. El PSOE dicen que se trataba de gente que esperaba intervenciones, procesos banales, pero es que no sabemos qué es un proceso banal”, apunta Antonio Gómez, portavoz de la Coordinadora anti privatización de la Sanidad Pública en Madrid (CAS Madrid), uno de los colectivos que están organizando la Cuarta Jornada Estatal contra las listas de espera que tendrán lugar el 25 de abril, con movilizaciones y acciones en diversas partes del Estado.
La actividad del CAS comienza en 2004 cuando arranca el ansia privatizadora de Esperanza Aguirre. Desde entonces, recuerda Gómez, las listas de espera en la Comunidad de Madrid se han triplicado, listas de espera que ni siquiera reflejan la realidad. Este enfermero considera que el caso andaluz es paradigmático de la situación del Estado, donde “las listas de espera pueden ser incluso el doble de lo que dice el Ministerio, los datos que da eran de 600.000 personas a la espera de intervención quirúrgica y 1.900.000 a la espera de una primera consulta con el especialista”.
Mientras las listas de espera siguen aumentando, también lo hace el número de personas que recurren a seguros privados: “Ya estamos cerca de los 8,5 millones a los que se suman a los 2,5 millones de asegurados de mutualidades”, advierte Gómez
Esta realidad tendría una consecuencia clara: el auge de los seguros privados. “En los últimos tres o cuatro años han crecido de una forma brutal, ya estamos cerca de los 8,5 millones de asegurados por la privada que se suman a los 2,5 millones de asegurados de mutualidades”. Once millones de personas, casi una de cada cuatro de las que residen en el Estado español, calcula Gómez. Muchas de estas personas tuvieron que recurrir a un seguro privado por la deficitaria atención en la sanidad pública.
La crisis, comenta Gómez, es reconocida por el mismo Ministerio, que nunca había dado un número tan alto de personas en la lista de espera de intervención quirúrgica desde que se cuenta con datos. Para Antonio la crisis no es un fenómeno sobrevenido sino que responde a “una perfecta planificación, los seguros privados se disparan porque las listas de espera son insufribles”. Como trabajador en el área sanitaria conoce de primera mano hasta qué punto estas ya largas lista de espera están falseadas. En muchos casos, comenta Gómez, “las agendas para pedir pruebas diagnósticas están cerradas: el médico de cabecera te deriva a un especialista, pero a la hora de pedir turno, no lo hay, te piden el teléfono y dicen que llamarán”.
“En el caso de Madrid quien lleva el control de las agendas es Indra, pero todavía hay algunas cosas que se pueden derivar desde los centros públicos. Un ejemplo, en la zona del sureste de Madrid, que es donde yo trabajo”, cuenta Gómez, “el acceso a la lista de espera para mamografía o ecografía mamaria, la semana pasada llevaba cerrada en el hospital del Sureste y en el de Vallecas tres meses. Eso está pasando en todo el Estado. Estas personas no forman parte de la lista de espera desde el momento que se les deriva a un especialista. Es gente que está a la espera de la lista de espera”.
En la Comarca de la Sierra Sur de Sevilla, Mari Carmen Romero, portavoz de la Plataforma Médico 24 horas Sierra Sur, suma al problema de las listas de espera aquellos que son más específicos de las zonas rurales, como son las demoras respecto a las urgencias médicas, uno de los problemas que les llevaron a crear el colectivo, o el último de los grandes frentes de batalla que están abordando, la falta de pediatras. Todas estas dificultades remiten, para Romero, a un mismo problema de fondo: la graves carencias de personal.
“La cobertura sanitaria aquí es mínima, llevamos nueve años luchando por unas urgencias dignas: la ambulancia tarda dos horas, tres horas, incluso para urgencias vitales, de hecho ya hemos perdido varios vecinos de nuestros pueblos”, denuncia Romero. Lejos de mejorar, la situación ha empeorado, perdiéndose servicios en los últimos años pese a la resistencia planteada por los colectivos que lograron detener muchos recortes en el hospital de referencia, el de Osuna, según relata la activista. “Lo cierto es que cada vez tenemos menos médicos, menos ATS y menos sanitarios en general, estamos en una situación en la que el mismo personal sanitario del hospital de La Merced de Osuna, que es el que nos corresponde, ya lo llaman ‘hospital de campaña’”.
Romero: “La cobertura sanitaria aquí es mínima, llevamos nueve años luchando por unas urgencias dignas: la ambulancia tarda dos horas, tres horas, incluso para urgencias vitales, hemos perdido varios vecinosEn qué se traduciría esto: en unas listas de espera que se han casi doblado en poco más de un año: “Ir a un especialista te puede llevar más de un año y medio”, denuncia la activista. Especialmente duro es el caso de la atención pediátrica: “En cuatro de nuestro pueblos —Marinaleda, Casariche, Badolatosa y Mata Redonda— nuestros bebés no están siendo atendidos por pediatras y madres y padres se tienen que desplazar a 25 o 45 km para que les atienda un pediatra en algo tan importante como es la atención en los primeros meses”. La plataforma, y los padres, tiene pendiente una reunión con el nuevo director gerente donde quieren poner sobre la mesa una situación en la que la baja médica de dos pediatras se ha traducido en que miles de menores no tienen atención especializada.
Detrás del cierre de las consultas de pediatría en medios rurales están condiciones de trabajo muy precarias. “Están contratando por una semana, un mes, no consiguen atraer especialistas”, denuncia. La falta de personal contrasta con la modernidad y buen estado de los hospitales y centros de salud. “En cada pueblo tenemos un centro de salud magnífico, unas instalaciones nuevas, obras nuevas. El PSOE ha invertido en obras que ahora están casi desmanteladas porque no hay personal que las cubra”, concluye Romero.
“Hemos ido a peor”, denuncia Manel de los Riscos, de Rebelión Bellvitge, un resistente colectivo de activistas en defensa a la sanidad pública vinculados al hospital del mismo nombre. Antiguo trabajador del centro, De los Riscos rememora cómo en 2014 plantaron cara a la Generalitat que pretendía cerrar una de las plantas del hospital. Los trabajadores se negaron e implicaron a los pacientes, quienes se negaron a abandonar las habitaciones. “Con los profesionales te puedes meter, o con los sindicalistas, pero qué vas a hacerle a los pacientes?”, reflexiona De los Riscos quien destaca el rol de los usuarios para impedir que cerraran las camas: el enfrentamiento le costó al director del hospital su puesto.
Rebelion Bellvitge se sigue manifestando cada miércoles frente al hospital. De los Riscos cuenta que gran parte de la potencia que tienen se la deben a sanitarios jubilados, como él, que son en parte los que sostienen la lucha. “No son solo las listas de espera, todo ha ido peor, hasta la atención primaria. Cada vez hay más seguros privados. Las listas de espera afectan de manera particular a las personas mayores: una persona que se ha roto la cadera si no la intervienen no puede ni salir a la calle”. Por ello este antiguo delegado de la CGT considera que la resistencia es esencial, y que debe incluir a todos los colectivos posibles, siendo los pensionistas, ahora en estado de movilización, un refuerzo esencial.
De los Riscos: “Las listas de espera afectan de manera particular a las personas mayores: una persona que se ha roto la cadera si no la intervienen no puede ni salir a la calle
El lugar de las personas mayores en la defensa de la sanidad pública es central, una vez y otra emergen en la conversación, pues están en la primera línea de las personas perjudicadas por los recortes. En la Sierra Sur de Sevilla, una de las victorias de los activistas de la Plataforma 24 horas ha sido conseguir la reapertura de la planta del dolor, donde se daban cuidados paliativos, de los que la tercera edad hace un uso importante.
Desde Madrid, Gómez valora el plan de choque anunciado por el nuevo gobierno de la Junta: “Planes de choque hace todo el mundo, pero es coyuntural, no soluciona el problema. Lo que se hace es ampliar el horario del quirófano hasta las 10 y los fines de semana. Pero no se aumenta el personal sino que se hacen peonadas y se deriva a centros concertados”. El CAS se muestra frontalmente opuesto a las horas extras, denunciado algunos efectos perversos como cuando el personal médico ralentiza la actividad en el turno de mañana para tener más intervenciones quirúrgicas por la tarde. Hecho por el cual, desde CAS apunta a la necesidad de que haya incompatibilidad entre trabajar en la sanidad pública, y la privada, y sobretodo apuestan por algo que les parece de sentido común, subraya Gómez, un segundo turno en la sanidad pública que garantice la presencia del personal sanitario necesario por la tarde y permita que los hospitales funcionen a pleno rendimiento hasta las 10.
Contratar a profesionales en condiciones justas, es también la receta de Romero: “Si no se contratan médicos en el medio rural”, destaca, “es imposible que las listas de espera disminuyan. La mayoría de gente en este pueblo son gente que vive del campo. No nos podemos permitir ir a la clínica privada cuando eso vale un dineral. Estamos día a día pagando unos impuestos para la sanidad pública, para que ese dinero se destine a la privada, pensamos que ese no es el camino”.
Se tratan de problemas que ponen en riesgo la vida de la gente, “ya hemos perdido a vecinos, entre ellos mi padre porque los consultorios cierran todos a las 15 de la tarde. Así que si estás mal, después de esa hora, puedes jugarte la vida. También falleció gente mientras buscaba en la carretera una ambulancia”. “Las listas de espera”, apunta Gómez, también se cobran sus víctimas, gente que muere esperando. Muchas otras personas que pagan la angustia con su salud mental.
Han pasado años desde que la Marea Blanca ocupara las calles con sus reclamos, pero en todo este tiempo ha habido cientos de colectivos organizándose para defender la no mercantilización de la sanidad. “La movilización está cayendo en todos los sectores, pero entendemos que esta situación es particularmente grave, aquí se están jugando vidas”, reflexiona Antonio. “Nosotros lo que estamos haciendo son convocatorias anuales para que el problema siga estando en los medios pero implicando a cada vez más colectivos: es un problema tan grande que no admite diferencias, aquí tenemos que estar todos unidos”.
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Estoy totalmente de acuerdo con el articulo. Los recortes MATAN, aunque parece que algún ciudadano aún no se ha dado cuenta del potencial que tiene si sale a la calle (si se lo permite su cadera), a pedir que le devuelvan lo robado, y el potencial que tiene en las urnas con negar su voto a todo el que le siga recortando su derecho a la Salud Universal.
Solo quiero hacer una pequeña corrección. Hace más de 40 años que no se estudia para ATS, así que me gustaría que no se usase el término (un poco trasnochado). Nos atienden enfermeras, que tienen unos estudios mucho más elevados que los que en su día tenían los "extintos" ATS. Ahora son graduados en enfermería, y les gusta mucho más que las denominemos enfermeras, que es con lo que realmente se sienten identificados, o más bien identificadas (son mayoría mujeres).
Seguid con esa importante labor de difusión.
Las bajadas de impuestos de PP-VOX-CS quieren ahogar la financiación de la Sanidad, degradarla y finalmente privatizarla, esa es su estrategia.