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Falsos autónomos
El juez del caso Glovo carga contra el Estatuto de los Trabajadores y la libre competencia


Coordinador de la sección de economía
Que haya jueces en España que se pongan de parte de los empresarios y en contra de trabajadores y sindicatos es algo que no nos debe sorprender. Pero que elogien a empresas que se saltan sentencias del Tribunal Supremo parece algo fuera de lugar. Más todavía cuando el caso se da en una denuncia por competencia desleal entre empresas, algo que deberían defender los sectores liberales proempresa. Pues eso exactamente es lo que ha ocurrido con el juez Álvaro Lobato, que ha tumbado la demanda de Just Eat a Glovo por su uso de los falsos autónomos, tal y como ha adelantado elDiario.es.
Si a la caverna judicial de este país le faltaba alguna careta por quitarse, el texto que libra a Glovo de la demanda por competencia desleal que le interpone Just Eat es una clara declaración de intenciones: se opone a lo que dice el Estatuto de los Trabajadores, que normalmente se defiende desde la izquierda, de paso ignora las sentencias del Tribunal Supremo, pero también se pasa por el forro la libre competencia entre empresas que debería defender la derecha liberal y aquellos que dicen defender la seguridad jurídica.
¿Cómo es posible que en este país haya jueces que alaben prácticas laborales y empresariales que nuestra instancia judicial más alta ya ha declarado que son ilegales?
“Es difícil imaginar una empresa en régimen de trabajo asalariado que conceda a sus trabajadores tan extraordinario grado de autonomía para organizar libremente su trabajo y disponer de su tiempo”, ha afirmado el juez en el texto que tumba la petición de Just Eat sobre la práctica de explotación laboral ilegal que practica Glovo. Lo de que sea ilegal no lo digo yo. Lo dijo el Tribunal Supremo en septiembre de 2020, basándose en el Estatuto de los Trabajadores. Y, por si no fuera suficiente, la sentencia y los sindicatos como RidersXDerechos impulsaron una nueva normativa que el Ministerio de Trabajo y Economía Social sacó adelante y que fue conocida como la ‘Ley Rider’.
¿Cómo es posible que en este país haya jueces que alaben prácticas laborales y empresariales que nuestra instancia judicial más alta ya ha declarado que son ilegales? Según dice el señor juez, el marco laboral que regula la relación laboral entre las empresas y trabajadores para que no se de la figura del falso autónomo es “controvertido y obsoleto”. Un magistrado dice que el Estatuto de los Trabajadores y la sentencia del TS son “controvertidas”. Defiende, sin ningún rubor, que la ley específica aprobada en 2021 para que no quedara ni una rendija legal por la que se pudieran colar estas empresas es una legislación “obsoleta”. Creo que lo que es controvertido es que tengamos jueces que no apliquen leyes y lo obsoleto es el título de este señor.
Si no le gusta su trabajo, cuelgue la toga y dedíquese a otra cosa, pero ahórrenos el sonrojante bochorno del texto que ha publicado usted hoy
En otras frases que harían sonrojar a la mismísima Margaret Thatcher, el magistrado señala que las acciones de la Inspección de Trabajo representan el “eco de la España sindicalizada” y lo enmarca en un “anhelo de un mundo completamente administrado”. Supongo que el señor Lobato anhela mundos en los que los sindicatos eran apaleados, incluso asesinados, en los tiempos oscuros de la dictadura franquista. También entiendo que no le gusten las normativas administrativas que regulan el funcionamiento de las empresas y el mercado laboral, todo el mundo es libre de pensar lo que quiera, pero es que usted es juez de lo mercantil, su trabajo consiste, precisamente, en velar por que esas normas se cumplan. Si no le gusta su trabajo, cuelgue la toga y dedíquese a otra cosa, pero ahórrenos el sonrojante bochorno del texto que ha publicado usted hoy.
Al juez tampoco le gusta el libre mercado
Luego está el tema de la denuncia en sí. No es que una empresa como Just Eat sea santo de mi devoción, pero lo que pide con su demanda es totalmente legítimo y los propios liberales deberían defenderlo: Glovo le hace competencia desleal al no cumplir con las normas y legislaciones que ellos sí que respetan. La empresa de las cajas amarillas ahorra costes laborales no contratando de forma directa a sus repartidores y así puede reducir costes, con ello bajar sus tarifas y hacerle la competencia de forma injusta a las empresas que sí que cumplen con la regulación y pagan salarios y cotizaciones como es debido.
¿Dónde está la defensa de la libre competencia que suelen hacer los liberales y los sectores políticos y empresariales de derechas? ¿No van a defender a la empresa que pretende ser competitiva dentro de las reglas y marcos jurídicos que se le imponen?
¿Saldrán Feijóo y Garamendi a gritar como papagayos eso de ‘en España falta seguridad jurídica’ al leer las barbaridades que ha escrito este juez?
También es reseñable cómo ha mancillado ese término tan de moda en los últimos años: la seguridad jurídica. No ha sido solo Just Eat la que ha puesto el grito en el cielo. En marzo de 2022, Uber Eats mandó una carta al Gobierno de España exigiendo que todas las empresas cumplieran las normas por igual, en referencia a que la compañía había arrancado su proceso de convertir en asalariados a sus falsos autónomos mientras Glovo se la seguía saltando. En el texto remarcaban que era bastante vergonzoso que la empresa que se saltaba la legislación era la única de capital español, lo que en opinión de la empresa suponía un agravio comparativo a las empresas extranjeras a las que sí se les hacía cumplir la ley y el Estatuto de los Trabajadores.
¿Qué seguridad jurídica pueden tener las empresas extranjeras si ven como un juez tumba sus demandas por competencia desleal contra empresas que claramente se están saltando la ley e incurriendo en competencia desleal? ¿Saldrán Feijóo y Garamendi a gritar como papagayos eso de ‘en España falta seguridad jurídica’ al leer las barbaridades que ha escrito este juez? ¿O la derecha se quedará calladita mostrando una vez más que no están a favor de un ecosistema de empresas competitivo sino que están siempre del lado de la empresa que más explota a los trabajadores?
Lo que viene a decir el magistrado Álvaro Lobato es: genera polémica, explota a empleados, cabrea a ‘los zurdos’ y te ganarás el favor de algunos jueces
Esta sentencia debería ser una alarma para cualquier defensor de una economía de mercado, porque los que sabemos que gran parte del poder judicial de este país está del lado de las empresas tampoco nos vamos a llevar muchas sorpresas. Lo que viene a decir el texto del magistrado es que una empresa se puede saltar la ley y joder a otras siempre y cuando su caso sea mediático. Si una ministra de izquierdas como Yolanda Díaz te señala, entonces habrá jueces de tu parte, incluso si en el banquillo frente a ti no hay un sindicato o un trabajador, sino otra empresa. Lo que viene a decir el magistrado Álvaro Lobato es: genera polémica, explota a empleados, cabrea a ‘los zurdos’ y te ganarás el favor de algunos jueces.
La defensa de este juez a Glovo es una muestra más de que no solo tenemos un sistema judicial a favor de las empresas, sino a favor de explotadores que se saltan la ley. Un ejemplo más de que en este país no hay liberales que defiendan la libre empresa, sino alimañas que intentan sacar lo máximo posible de la explotación del resto (sea desde el punto de vista laboral o el rentista) y que esos buitres van a tener a medios de comunicación, políticos y jueces de su lado.