Coronavirus
Macron, Sarkozy y el brindis al sol keynesiano

La crisis desencadenada por el coronavirus ha quebrantado el dogma de la austeridad. ¿Estamos ante un cambio de paradigma en la hegemonía neoliberal? El precedente de la estafa de 2008 invita a la prudencia.

Emmanuel Macron Elecciones
Emmanuel Macron. Archivo El Salto

“El Estado providencial no representa un coste, sino un bien precioso, indispensable cuando nos confrontamos con la amenaza del destino”. Emmanuel Macron anunciaba el 12 de marzo con estas palabras su repentina metamorfosis de neoliberal obstinado a partidario del estado del bienestar. Pocos días después, la Comisión Europea suspendería las reglas de la austeridad presupuestaria. El exministro Guindos se erigiría en partidario de una renta básica. Berlín ha presentado esta semana un plan de más de un billón de euros para frenar el impacto del coronavirus. El ciclón de la pandemia ha hecho volar por los aires (al menos de forma provisional) el dogma de la austeridad. Y la izquierda se regodea de ello.

“Esta declaración de la Comisión Europea no solo tiene alcance histórico, señala además el camino a los Estados para proteger a sus pueblos”, presumía el vicepresidente Pablo Iglesias después de que la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunciara la suspensión del pacto de estabilidad y crecimiento, que limita al 3% el déficit público. Algunos opinadores hablan de la aparición del “keynesianismo del siglo XXI”, después de que Italia, España o Francia hayan anunciado partidas considerables de gasto público para mantener en pie la economía durante la hibernación que impone el confinamiento. Otros, más envalentonados, ya pronostican un cambio de paradigma.

¿Pero realmente estamos ante el fin de la hegemonía neoliberal? Sin duda, la crisis desencadenada por el covid19 representa una ventana de oportunidad. La esperanza de una sociedad fundamentada en el cuidado humano y de la naturaleza. “La impostura del neoliberalismo ahora se ha visto expuesta y debe ser denunciada alto y claro. La época en que un actor económico solo tenía como objetivo llenarse sus bolsillos debe acabarse de una vez por todas”, defendía la socióloga francoisraelí Eva Illouz en la revista L’Obs. “El capitalismo solo se reforma en el dolor”, sostiene el economista Frédéric Farah, quien recuerda que las grandes concesiones sociales del capital se produjeron tras la Segunda Guerra Mundial y para frenar el “espectro del comunismo”. 

En un momento de crisis como el actual, no se deben sobrestimar los brindis al sol keynesianos de los poderosos, sobre todo, cuando el recuerdo de la estafa de la Gran Recesión aún es tan palpable

¿La doctrina de shock ha cambiado de lado? Así lo defendía el compañero Diego Delgado Gómez la semana pasada en El Salto en un artículo lleno de optimismo. Es una posibilidad. Pero resulta de sobra conocida la fe de la izquierda por los momentum que cambian el rumbo de la humanidad. También su convicción de influir en el curso de la historia a través de la superioridad intelectual. Pero el progreso no cae del cielo, sino que es fruto de las luchas de los de abajo. En un momento de crisis como el actual, no se deben sobrestimar los brindis al sol keynesianos de los poderosos. Sobre todo, cuando el recuerdo de la estafa de la Gran Recesión aún es tan palpable.

El precedente de la estafa de 2008

Entre finales de 2008 y principios de 2009, las potencias económicas movilizaron el equivalente del 50,3% de su PIB para sacar el sistema financiero de la UCI, según datos del Fondo Monetario Internacional. España destinó únicamente al rescate bancario el 4,86%. Una cantidad bastante superior al 1,4%  prometido ahora por Pedro Sánchez para hacer frente al virus y que el dirigente socialista presentó como la inversión “más grande de la democracia española”. Como ahora, estas grandes cantidades de gasto público fueron justificadas como una necesidad para proteger a los más débiles.

“Los ahorradores que confiaron en los bancos, las compañías de seguros y las instituciones financieras de nuestro país no verán su confianza traicionada”, aseguraba Nicolas Sarkozy el 25 de septiembre de 2008 en su famoso discurso de Toulon en el que prometió “refundar el capitalismo”. “Una cierta idea de la globalización se acaba con el final del capitalismo financiero que había impuesto su lógica a toda la economía”, defendía el entonces presidente francés. Pero estas promesas quedaron en agua de borrajas y la crisis acentuó la precariedad y la desigualdad en el viejo continente. 

Esta semana amplió hasta 60 horas semanales el tiempo de trabajo en determinados sectores durante el “estado de emergencia sanitaria”, al mismo tiempo que permite que las empresas sigan repartiéndose dividendos

Igual de rimbombantes son las afirmaciones del actual inquilino en el Elíseo. “El día de después, cuando habremos ganado, no representará un regreso a los tiempos de antes”, afirmó Macron en su discurso televisado del 16 de marzo. Pocos días antes, ya había defendido que “algunos bienes y servicios deben situarse más allá de la ley del mercado” y puso como ejemplo “la sanidad” y “la alimentación”. Sin embargo, esta supuesta fibra social del joven dirigente se contradice con las decisiones del gobierno francés. Esta semana amplió hasta 60 horas semanales el tiempo de trabajo en determinados sectores durante el “estado de emergencia sanitaria”, al mismo tiempo que permite que las empresas sigan repartiéndose dividendos, bajo algunas condiciones.

Un flash keynesiano que nutre el neoliberalismo

Más que un cambio de paradigma, las medidas adoptadas hasta ahora representan un “flash keynesiano”, recuerda Romaric Godin, analista económico y periodista en el diario digital Mediapart. Por ahora, los gobiernos europeos se han concentrado en reemplazar al sector privado durante la hibernación de la economía, a la espera de un retorno no demasiado tardío a la normalidad. Pese a la distinta naturaleza de ambas crisis, esta respuesta mantiene cierta similitud con los planes de rescate de la Gran Recesión. En el diario Ara, Xavier Domènech lo describía como “una suerte de keynesianismo para ricos y neoliberalismo aumentado para pobres”, y alertaba que “nada indica, que no pueda volver a pasar, sino se lucha para evitarlo”.

La intervención del Estado para rescatar el capital en los momentos de crisis no contradice el dogma neoliberal

La intervención del Estado para rescatar el capital en los momentos de crisis no contradice el dogma neoliberal. En realidad, forma parte de su ADN. Como explica Godin en el ensayo La guerre sociale en France, “la particularidad del paradigma neoliberal es que mantiene un rol central para el Estado”.

A diferencia del laissez-faire que contraponía mercado y administración, el neoliberalismo utiliza el poder político para reforzar los intereses capitalistas en su pugna con el mundo del trabajo. De hecho, esta corriente nació con el coloquio Lippmann en 1938 en París como una reacción al crack del 29 y la crisis del liberalismo decimonónico. Pero se quedaría en la incubadora durante las décadas de hegemonía socialdemócrata.

De hecho, el desafío para la izquierda no son solo las medidas que se adoptan ahora para mantener la economía a flote durante el confinamiento, sino las que se tomarán más adelante para afrontar la más que probable crisis económica. ¿Cómo se financiará el incremento de la deuda y el déficit público? ¿Se impulsarán planes de transformación para afrontar la urgencia climática? ¿Volverá a producirse otra crisis en la zona euro?

La disputa que vendrá tras la crisis sanitaria

“Una vez la crisis se haya acabado, esperamos que sea en algunos meses, volveremos a la política de austeridad y lo antes posible a la política de equilibrio presupuestario”, aseguraba el martes el ministro de Economía alemán, el conservador Peter Altmaier, cercano a Angela Merkel. Dos días después, se evidenciaría la colisión entre los países del norte y los del sur en el debate sobre los “coronabonos” durante la reunión por videoconferencia de los líderes europeos. Un pulso en el que el gobierno holandés actúa como avanzadilla del ordoliberalismo alemán. Berlín se opone a la mutualización de la deuda europea. En el caso en que aceptara algún mecanismo de este tipo, lo haría seguramente con la exigencia de la aprobación de nuevas reformas estructurales.

Pese a ser uno de los nueve países que apuestan por los “coronabonos”, resulta sintomático el rol tímido del gobierno francés en esta confrontación

Pese a ser uno de los nueve países que apuestan por los “coronabonos”, resulta sintomático el rol tímido del gobierno francés en esta confrontación. Macron “intervino poco en el debate”, indicaron fuentes cercanas a la negociación al diario Le Monde. Aunque Francia es una de las naciones más perjudicadas por el euro, la alianza entre Merkel y Sarkozy consolidó en 2010 el marco de la austeridad europea, estableciendo los controles sistemáticos de los presupuestos nacionales. Una rigidez que impedió cualquier tipo de salida progresista a la crisis financiera.

Una década después, la crisis del coronavirus ha evidenciado la profunda debilidad de la Unión Europea. Francia y Alemania limitaron las exportaciones de material sanitario a los socios europeos más necesitados. Italia recurrió a la ayuda de China, Rusia y Cuba. En mayo se cumplirá el 70 aniversario del Plan Schuman —episodio fundacional de la UE— en un momento en que se confirma el fracaso de la estrategia Monnet: unir mercados no ha servido para favorecer la fraternidad entre los pueblos europeos.

Si la crisis del coronavirus puede incentivar un cambio de paradigma, la izquierda no debería evitar el complejo debate de la ruptura con la Europa neoliberal y el impulso de una nueva alianza en clave progresista. Y así ahuyentar el fantasma de Tsipras.

Archivado en: Economía Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madrid
Corrupción El novio de Ayuso, a un paso del banquillo por fraude fiscal y falsificación de documentos
La jueza que instruye la causa propone el procesamiento de Alberto González Amador, de uno de sus testaferros y de los tres presuntos colaboradores en el caso del fraude a Hacienda.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Suspendidas las declaraciones de los cabecillas de los protocolos de la ‘vergüenza’
Reclaman que no han sido llamados en tiempo y forma. Los familiares de los 7219 residentes fallecidos denuncian denegación de servicios por motivos discriminatorios a tres altos cargos de Isabel Díaz Ayuso.
Chernóbil
Cuba y Chernóbil Cuba, Chernóbil y COVID-19
Los médicos cubanos ya acudieron al rescate de los niños de Chernóbil.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel “La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Río Arriba
Río Arriba Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.
Análisis
Análisis La propuesta abolicionista de Igualdad, otro intento de regular el cuerpo de las trabajadoras sexuales
La figura de la prostituta no es solo una categoría laboral o una práctica sexual, sino que es uno de los dispositivos más antiguos y eficaces del patriarcado para disciplinar a todas las mujeres.
La vida y ya
La vida y ya La manera natural
Si te alejas un poco y miras a todo ese grupo desde fuera, podrías llegar a pensar que esa forma de construir vidas en común es un modo de resistir.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez resiste, los aliados se ilusionan y Feijóo se llena de barro
Se apaga el ciclo político antes del receso de verano con un líder del PSOE que ve la luz al final del túnel, a pesar del desplome en las encuestas.

Últimas

Pesca
Pesca ¿Sostenible para quién? Detrás de las bambalinas del acuerdo de pesca sostenible entre la UE y Madagascar
Gracias a un acuerdo pesquero con la Unión Europea, en 2023 Madagascar autorizó el acceso a sus aguas territoriales a 65 barcos europeos. Aunque el acuerdo promueve una pesca “sostenible”, las técnicas empleadas agravan la crisis ecológica.
Salud mental
Salud mental Familia y escuela son los principales factores de protección para la salud mental de adolescentes LGTBI+
Las personas con una orientación sexual divergente con la heterosexualidad muestran mayor grado de depresión e ideación suicida que las heterosexuales. Los vínculos son clave para mitigar los riesgos, según un estudio.
Países emergentes
Cumbre de Brasil BRICS en la encrucijada: la cumbre que expuso su poder (y sus grietas)
Los próximos cinco años constituyen una ventana crítica para los BRICS, donde su hoja de ruta post-Río despliega ambiciones transformadoras cargadas de fragilidad.
Partidos políticos
Partidos políticos La extrema derecha se dispara en un CIS en el que el PSOE acusa el golpe del Caso Koldo
El barómetro mensual señala un empate virtual entre PSOE y Partido Popular y anticipa un crecimiento de Vox. El CIS no pregunta por el caso Koldo, pero éste se hace notar en el resultado.
Más noticias
Justicia
Juana rivas La defensa de Juana Rivas pide a España escuchar al menor ante la contradicción de la justicia italiana
La defensa de Juana Rivas alerta sobre una “grave contradicción” en el proceso judicial italiano y pide a los tribunales españoles que escuchen al hijo menor para evitar contravenir los principios fundamentales de protección a la infancia.

Recomendadas

Barcelona
Chatarreros El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
Medios de comunicación El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Entrevista La Poderío
Andalucía Virginia Piña: “Con la Guerra Civil y su posguerra intentaron aniquilar nuestra conciencia”
Quien tiene el poder, tiene los recursos, y quien tiene los recursos también tiene la palabra. Virginia Piña (Jaén, 1988) la lleva tomando en los últimos seis años, dándole forma para hablar de figuras clave en la historia de las mujeres en Andalucía
Laboral
Laboral Jornadas de 50 horas semanales haciendo tareas de categoría superior: así se trabaja en hostelería
Es uno de los sectores con más sanciones e intervenciones de la Inspección de Trabajo, con más de 12.000 trabajadores extranjeros aflorados en las intervenciones y que cuenta con el 21% de las sanciones emitidas por este organismo.