Capitalismo
Anticapitalismo o colapso

El modelo de acumulación capitalista no sólo explota a la clase trabajadora. Como consecuencia de su expansión y de la suma de externalidades negativas, ha provocado la explotación de aspectos como el medio ambiente, la cultura, las diferentes formas de vida de las sociedades, o la Democracia.
Sede de Blackstone en NuevaYork
Sede de Blackstone en NuevaYork.
Economistas sin Fronteras
11 feb 2023 07:00

Hace justo dos años escribí un artículo titulado El ‘Green New Deal’: retos y oportunidades. En ese artículo pretendía mostrar algunas contradicciones que yacen en esta visión de la lucha contra el Cambio Climático. Retomando el análisis, y después de dos ventanas de oportunidad desaprovechadas, creo que puede ser interesante acercarnos a alguno de esos argumentos.

En la contraportada del libro de Naomi Klein, ‘Esto lo cambia todo’[i], se destaca la siguiente cita: “La verdad, aunque sea realmente incómoda, es que la culpa no la tiene el dióxido de carbono, la culpa es del capitalismo”. Esta afirmación es tan cierta como preocupante. El modelo de acumulación capitalista no sólo explota, en su concepción marxista, a la clase trabajadora, sino que, como consecuencia de su expansión y de la suma continuada de externalidades negativas, ha provocado la explotación de otros aspectos, no economicistas, como el medio ambiente, la cultura, las diferentes formas de vida de las sociedades, o la Democracia, entre otras.

Según James O’Connor, la primera contradicción del Sistema Capitalista es un ataque al capital desde el lado de la demanda global, mientras que la segunda es un ataque por el lado de los costes, y teniendo en consideración ambas apreciamos el elevado poder autodestructivo del propio sistema. Es su propia idiosincrasia la que nos lleva atadas por las manos hacia una crisis ecosocial definitiva.

La primera tarea que debemos emprender si queremos salvarnos es soltar nuestras manos. Para ello deberíamos convencernos de que, para evitar el colapso, las opciones que tenemos han de ser, ineludiblemente, anticapitalistas. Esto resulta, objetivamente, muy complicado cuando desde hace siglos -y especialmente en las últimas décadas- nos han convencido de que el Capitalismo es un sistema que genera progreso y riqueza infinita sin causar apenas algunos daños colaterales.

Cabría plantearse, por este orden, si el sistema es realmente esa máquina perfecta, o si simplemente ha sido así durante un tiempo en el que los beneficiados no hemos visto, o no hemos querido ver, el terreno sobre el cual sosteníamos nuestro bienestar. Ahora, en cambio, somos conscientes de que el estatus alcanzado no es eterno y, por tanto, empezamos a sufrir algunas consecuencias negativas de esa forma de “progresar”.

Medio ambiente
Max Ajl, sociólogo “Las propuestas para un Green New Deal hechas desde el Norte continúan con la dominación neocolonial del Sur”
Este sociólogo ha escrito la que es quizá la mejor crítica al Green New Deal, tanto en su versión neoliberal como su alternativa socialdemócrata, y da herramientas para imaginar un futuro ecosocialista de la mano de un decrecimiento socialmente justo.

Tampoco podemos, además, cerrar la posibilidad de que aquellos que nos han convencido de lo anterior estén contaminados por el propio sistema. Los intereses corporativos se han instalado en los centros de saber de múltiples formas, aunque la más evidente parece ser la financiación de las cátedras; a la vez, los centros de decisión política están mostrado evidencia de estar infectados en cualquiera de sus niveles, aunque quizás resulte más evidente en niveles supranacionales y nacionales, junto a alguna institución autonómica por ser centro de poder. Finalmente estarían los medios de comunicación, que son fieles amplificadores de esos intereses trasladando a la opinión pública aquello que deben de pensar. ¿Podemos desengancharnos de los centros de saber, del Estado o de los medios de comunicación? Lo que sí tengo claro es que debemos hacerlo, y que el proceso va a ser muy complicado.

Para empezar, cambiar el comportamiento social no es tarea baladí. Expertos en esa materia hablan de aprovechar ventanas de oportunidad que se van abriendo ante hechos que distraen a las personas de sus dinámicas dentro del propio sistema. La oportunidad que supuso, paradójicamente, la pandemia de la COVID-19, fue rápidamente desaprovechada con unas políticas destinadas, principalmente, a devolvernos a la senda anterior de crecimiento económico. Efectivamente, lo que se vendió como una forma diferente de salir de una crisis no fue más que un estímulo keynesiano para volvernos a situar sobre el carril hacia el precipicio. Es por ello que no debemos confiar en estas instituciones dispuestas a ganar tiempo a costa de una futura escasez y un coste de financiación creciente.

La oportunidad que supuso la pandemia de la COVID-19 fue rápidamente desaprovechada con unas políticas destinadas a devolvernos a la senda anterior de crecimiento económico.

Otra de las ventanas desaprovechadas se ha manifestado con la Guerra en Ucrania, donde hemos visto lo poco estable de la promesa de transformación verde, en tanto en cuanto se prima el crecimiento económico y, ante cualquier eventualidad, se puede volver al carbón sin ningún tipo de prejuicio, como ha ocurrido en Alemania. Pero no olvidemos que esta transformación verde prometida, cara y acelerada en tiempo de pandemia, debe ser JUSTA y esto resulta imposible bajo el paraguas capitalista.

Dentro de toda esta dinámica autodestructiva, no obstante, podemos sacar algunos aspectos positivos que han roto esa espiral de silencio, definida por la politóloga alemana Noelle-Neumann. Algunas ideas existentes, contrarias a las mayoritarias, han pasado del silencio o de la marginalidad impuestos por la mayoría social controlada a través de los medios, a formar parte del debate en la arena pública. Hace unos años nadie se hubiese planteado en público si la “gigafactoría” que Volkswagen ha decidido construir en Sagunt pudiera generar, al menos, un debate sobre la idoneidad de esta inversión, financiada en gran parte con ayudas públicas, y su encaje con el futuro que deseamos como sociedad. Otro debate que se está viviendo, ahora en el seno del propio Gobierno del Botànic, está relacionado sobre la manera en la que se están expandiendo las renovables sobre nuestro territorio, muy cercano al vivido con la burbuja inmobiliaria. Incluso se ha cuestionado el criterio de algunos dirigentes políticos y su pasión por las luces de Navidad, o los atascos.

Si soltarse de las manos ha resultado complicado, como segunda tarea podemos plantearnos enlazarnos otra vez, pero ahora eligiendo nosotros a quiénes nos queremos atar, y no puede haber mejor manera que cogernos de la mano de aquellos que ya conocemos, con los que ya tenemos cierta cooperación y complicidad porque somos vecinos. Si bien cambiar las dinámicas de Estados y/o autonomías parece, razonablemente, complicado, nos queda el Municipio en el que se puede empezar a dar la batalla por nuestra salvación.

Si bien cambiar las dinámicas de Estados y/o autonomías parece, razonablemente, complicado, nos queda el Municipio en el que se puede empezar a dar la batalla por nuestra salvación.

Es en este nivel de decisión en el que se puede crear un bloque transformador que englobe a todos los colores, desde el rojo, verde, violeta … del blanco al negro, y que empiece por romper las dinámicas propias del sistema, todo ello si se consigue superar el partidismo propio de nuestro sistema electoral. Ejemplos de lo que digo encontramos en grandes ciudades como, por ejemplo, Barcelona, con las Superilles, o la transformación de València buscando recuperar el espacio para las personas. Con todo, donde más capacidad de mejora podría producirse es en las pequeñas y medianas poblaciones con un tejido económico más diverso al de las grandes ciudades. Las redes de apoyo se han demostrado muy resilientes a los golpes de las crisis capitalistas, como ya vimos en la anterior crisis financiera y durante el confinamiento por la COVID-19.

Por las grietas abiertas en el sistema deberíamos inocular la vacuna de la crítica razonada ante las propuestas que se nos van a plantear este año 2023, electoralmente intenso. Huir del negacionismo trumpista patrio es una obligación, aunque quizás sea más complicado identificar y rechazar las opciones desarrollistas típicas de la socialdemocracia y algunas izquierdas, caracterizadas por el cherry-picking de políticas que consigan aunar crecimiento y ecologismo, pero que simplemente compran tiempo.

En cambio, tendremos que poner en valor aquellas propuestas encaminadas a situar el valor de uso por encima del de cambio. Ahora bien, si no empezamos las tareas de desacople del sistema y reajuste inmediatamente, la batalla contra las consecuencias del cambio climático supondrá la derrota más general y dura para nuestra especie, con consecuencias todavía inimaginables. El decrecimiento debería darse antes del colapso. Esa es la condición.

Economistas sin Fronteras no se identifica necesariamente con la opinión del autor y ésta no compromete a ninguna de las organizaciones con las que colabora.



[i] Naomi Klein. Esto lo cambia todo. El capitalismo contra el clima. Paidós Ibérica (2015)

Sobre este blog
Economistas sin Fronteras Somos una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios, activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Nuestro objetivo principal es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Decrecimiento
Saber Sustentar 'A Substancia': unha lectura decrecentista
'The Substance', de Coralie Fargeat, unha das películas merecidamente de moda, ten entre outras moitas unha lectura moi necesaria a prol da solidariedade interxeracional como única ferramenta para a supervivencia da nosa especie.
Sobre este blog
Economistas sin Fronteras Somos una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios, activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Nuestro objetivo principal es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
Ver todas las entradas
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.