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Laboral
La pobreza laboral alcanza al 17% de las familias con hijos y al 32% de los hogares monomarentales

La pobreza laboral y la pobreza infantil no son fenómenos independientes y, así, la falta de ingresos suficientes por parte de las personas adultas del hogar propicia la situación de pobreza de niños, niñas y adolescentes que viven en estos hogares.
Así lo indica el estudio Cuentas que no salen. Radiografía de la pobreza laboral en los hogares de España, hecho público hoy por Save The Children, y que cifra en un 17,1% las familias con hijos e hijas a cargo en España viven en situación de pobreza laboral —la situación de pobreza laboral es aquella en la que se encuentran las personas que aunque tengan trabajo viven en situación de pobreza—, seis puntos más que la cifra de personas que se encuentran en situación de pobreza laboral, que es de un 11,7%.
La situación empeora cuando se trata de familias numerosas, y llega a un 36% en el caso de las familias numerosas (con 3 o más menores). Especialmente en riesgo están además las familias monomarentales: un 32% de hogares monoparentales se encuentran en situación de pobreza laboral.
En hogares donde conviven dos personas adultas, pero solo una trabaja, la tasa de pobreza empeora hasta el 21%, y crece de manera sustancial cuando se añaden hijos a cargo: hasta un 33% si hay un hijo, 38% con dos hijos y puede llegar al 63% si hay tres o más hijos. En contraste, si ambos adultos trabajan, las cifras bajan significativamente (6,3% en hogares con un hijo, 8,9% si hay dos y 14,7% si hay tres o más).
Para este estudio, se han analizado las bases de datos oficiales más relevantes: la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la Muestra Continua de Vidas Laborales (MCVL) ofrecida por la Seguridad Social. Además, se han incorporado entrevistas realizadas a familias que participan en los programas que Save the Children desarrolla en España.
El estudio evidencia que el empleo, tradicionalmente visto como la vía principal para salir de la pobreza, ya no garantiza unas condiciones de vida aceptables
Este fenómeno evidencia una de las grandes paradojas del mercado laboral actual: el empleo, tradicionalmente visto como la vía principal para salir de la pobreza, ya no garantiza por sí solo unas condiciones de vida mínimamente aceptables, dice el estudio. La pobreza laboral no es solo una estadística: es el resultado de un sistema en el que, a pesar de que muchas personas cumplen con todo lo necesario para alcanzar una vida digna, no logran acceder a ella.
El estudio de Save The Children baraja dos posibles hipótesis como causas principales del origen de la pobreza laboral en España: salarios insuficientes y la intensidad en el empleo. Respecto a la primera, las diferentes subidas del Salario Mínimo Interprofesional han permitido superar —al menos de forma teórica— el umbral de la pobreza para aquellos trabajadores y trabajadoras que disponen de un contrato a jornada completa y trabajan la mayor parte del año. No obstante, es en la segunda hipótesis donde podemos ahondar en el dato de que una de cada cuatro personas empleadas que ha trabajado en algún momento del año no ha ganado lo suficiente como para salir de la pobreza: la parcialidad y la discontinuidad en el empleo.
Cuando la intensidad laboral es baja —es decir, cuando se trabajan pocas horas o se hace solo de forma parcial o intermitente— los ingresos derivados del empleo tienden a ser insuficientes para cubrir las necesidades básicas de la familia. Esta situación es especialmente común en empleos a tiempo parcial involuntario, con contratos temporales o de corta duración. Así, aunque formalmente haya personas ocupadas, los ingresos generados son demasiado bajos para superar el umbral de pobreza.
Cerca del 65% de las personas que logran trabajar entre 180 y 300 días al año consiguen superar el umbral de la pobreza. Asimismo, casi la mitad de quienes trabajan menos de 180 días al año tienen contratos temporales de manera habitual.
El perfil sociodemográfico también juega un papel crucial: jóvenes, mujeres y nacionalidad son factores determinantes
El perfil sociodemográfico también juega un papel crucial. Los jóvenes entre 16 y 29 años son los más afectados: solo el 12,5% de aquellos que han trabajado el último año superaron el umbral de la pobreza. Un 24% de este grupo trabaja más de medio año o con medias jornadas, y la falta de continuidad laboral dificulta su capacidad de emancipación y su acceso al mercado de la vivienda.
Las mujeres también enfrentan a una mayor parcialidad que los hombres. Mientras existen en España 806.400 hombres que disponen de un empleo a tiempo parcial, esta cifra se eleva a más de 2.250.000 para las mujeres. De las mujeres con contrato parcial, casi 400.000 señala el cuidado de hijos o adultos como motivo, en comparación con solo 30.000 hombres en la misma situación. Además, el 74% de los empleos a jornada parcial son desarrollados por mujeres.
La nacionalidad también es un factor determinante de la pobreza laboral: una de cada cinco personas en situación de pobreza laboral es extranjera, mientras que solo uno de cada diez trabajadores que logran salir de la pobreza son extranjeros.
Infancia
Ley de Familias Las familias monomarentales exigen que la Ley de familias garantice un mínimo marco protector
Medidas a implementar
Desde Save the Children, se plantean recomendaciones en tres ámbitos de políticas públicas.En primer lugar, mejorar la calidad del empleo, a través de incentivos a empresas, formación y recualificación, flexibilidad horaria y actualización de las políticas activas de empleo con perspectiva de familia e infancia.
En segundo lugar, mejorar las condiciones de conciliación, mediante la compensación de la reducción de la jornada por cuidados, el aumento de los permisos por nacimiento o el desarrollo de programas públicos de cuidados.
Por último, el acceso a prestaciones familiares: tanto la puesta en marcha de una prestación universal a la crianza, como la mejora de acceso a prestaciones focalizadas como el Complemento de Ayuda a la Infancia.