Derecho a la vivienda
Los cinco bloques de vivienda que se han negado a pagar las subidas de alquiler impuestas por Blackstone
Ya son más de cien las familias de cinco bloques de viviendas que se han plantado y han dicho no a la subida de alquileres en las viviendas que Fidere, filial de Blackstone, compró a la EMVS en 2013.

Los vecinos de un bloque de la calle El Boalo, en Ensanche de Vallecas, fueron los primeros en plantarse. Fidere, filial del fondo buitre estadounidense Blackstone y propietaria del edificio desde que se lo compró a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) en 2013, había presentado los nuevos precios del alquiler de sus viviendas. De repente, se encontraron con alquileres hasta un 80% más altos, y en algunos casos, además, obligaba a los inquilinos a pagar el IBI y la comunidad de vecinos. Los vecinos no lo aceptaron, se lo hicieron saber a su casero, y siguieron pagando el alquiler de siempre. A ellos se unieron dos bloques más en Ensanche de Vallecas —en Honrubia y el Bulevar de la Naturaleza—, y otro más en el PAU de Carabanchel.
“El de Torrejón de Ardoz ha sido el último bloque hasta ahora en unirse”, explica a El Salto José Luis de la Flor, miembro del Sindicato de Inquilinos e Inquilinas. “Acaban de mandar un burofax a Fidere diciéndoles que no admiten su subida abusiva”, continúa. Con este bloque, de 17 viviendas en la calle Juan Gris, son ya cinco los que se han negado a aceptar las subidas de alquileres dictadas por Fidere. Más de cien viviendas en las que viven más de cien familias.
“Hace un mes empezamos a tener contacto con vecinos de Ensanche de Vallecas”, explica De la Flor. Desde entonces, ya han conseguido varias victorias: sus denuncias tienen más eco y, como señala el activista, “se está estableciendo una línea de confrontación social contra Blackstone”. También han llegado los primeros frutos. Tras el envío de un burofax conjunto por parte del bloque de El Boalo, en Ensanche de Vallecas, el fondo de inversión les ha ofrecido a todos los vecinos del edificio un 15% de descuento sobre la subida del alquiler impuesta en un principio, además de un “bonus” de 500 euros a final de año. Fue en una segunda reunión después de que la primera fuera cancelada por el fondo de inversión al llegar los vecinos con pancartas. “Se pusieron nerviosos”, recuerda De la Flor.
Ha sido, además, la primera vez que Fidere ha respondido a los vecinos de estos bloques, señala el activista, quien subraya la necesidad de la acción en colectivo y la búsqueda de soluciones a nivel de bloque, no de manera individual. “Lógicamente, los vecinos no han aceptado, pero es el primer movimiento que Fidere ha hecho de reconsideración de los precios que está obligando a los vecinos a firmar”, señala el activista del Sindicato de Inquilinos e Inquilinas.
En los juzgados en las calles, Fidere contra la pared
De la Flor subraya que cada vez tienen más apoyo y hay más colaboración entre vecinos y vecinas afectadas. También que su denuncia se ha visto reforzada a partir de la resolución conocida, hace pocos días, del Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid, que investiga la venta de estas viviendas desde las EMVS a Fidere en 2013 y que, además de imponer a Fermín Oslé —consejero delegado de la EMVS en esos años— y Alfonso Benavides —apoderado de Fidere Vivienda— una fianza solidaria de 29 millones de euros, ha prohibido al fondo de inversión vender o alquilar las viviendas sin informar que todo el lote está sujeto a un proceso judicial.También se le multiplican los frentes al fondo de inversión. A los ya cinco bloques en lucha en la Comunidad de Madrid se suma la lucha de los vecinos de El Raval, en Barcelona, para evitar, con dos semanas de actividades para llenar el barrio, el desalojo del bloque de Hospital 99.
“Entre todas estamos construyendo, desde el ámbito jurídico y social, un contexto favorable para una transformación que asegure la posibilidad de alquileres accesibles”, concluye De la Flor.
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