Aborto
Gritos de “asesina” y citación en comisaría: así es abortar cuando te acosan grupos antielección

“El aborto no es la solución”, “sois una asesinas”, “locas”. Son los gritos que una mujer que acudió a abortar a una clínica de Madrid tuvo que escuchar cuando intentaba entrar en un centro para acceder a un procedimiento de interrupción voluntaria del embarazo (IVE), una situación que se viene repitiendo a pesar de las medidas con las que se ha intentado frenarla.
Las dos personas que proferían estos gritos, un hombre y una mujer de mediana edad, trataron de bloquear el paso a la mujer y a sus dos acompañantes. Una de ellas llegó a agarrarla con intención de zarandearla, como figura en el atestado policial que recoge la declaración de las acompañantes, al que ha tenido acceso este medio.
Tras este episodio, el hombre se refugió en un local de una organización antielección que se encuentra en las cercanías de la clínica. La mujer y sus acompañantes se encontraron con que, al salir de la clínica, la Policía estaba esperando y días después fueron citadas a declarar en una comisaría.
“La situación ya de por sí era desagradable, no es agradable acudir a un procedimiento así, y este altercado solo ha servido para añadir más estrés y más sufrimiento innecesario”
“La situación ya de por sí era desagradable, no es agradable acudir a un procedimiento así, y este altercado solo ha servido para añadir más estrés y más sufrimiento innecesario”, cuenta a El Salto la paciente acosada por este grupo. “Me sentí violentada en ese momento porque estas personas no te conocen ni saben por qué estás ahí, y lo que me gritaron no me parece ni medio normal teniendo en cuenta que esa gente sabe un poco para qué estás ahí”.
Aunque el altercado no le afectó en el momento del procedimiento, asegura que sí ha dificultado luego su proceso de recuperación de lo ocurrido. Además, le preocupa cómo esto puede afectar a sus acompañantes si esto llega a concretarse en una denuncia y en un eventual proceso judicial. “Sabía que esto ocurría, que repartían octavillas y que había protestas en la puerta, pero no me esperaba que un hombre pudiera ir a gritarnos lo que nos gritó”.
Cuando la Policía llegó al lugar donde una paciente había sido acosada cuando acudía para practicarse una IVE, el hombre que había iniciado la situación de acoso se había escondido en el local una organización anti derecho al aborto
Los hechos se produjeron a finales de junio en las inmediaciones de la clínica Dator, centro autorizado para practicar estas intervenciones y una de las clínicas que lleva años denunciando estas prácticas de grupos contrarios al derecho al aborto. “No es un caso aislado, el acoso y el hostigamiento que sufren las mujeres que vienen a ejercer su derecho a la interrupción del embarazo es frecuente”, explica Rocío Martínez, responsable de comunicación de este centro.
Según detalla Martínez, una testigo de la clínica vio cómo un hombre “reincidente en el acoso” se acercó a la paciente con un folleto. “Al ignorar a esta persona, este la llama ‘asesina’ y entonces se suma al acoso otra mujer que coge de los brazos a la paciente”. Fueron estas personas quienes llamaron a la Policía, mientras que la clínica se puso en contacto con el comisario. Cuando la Policía llegó al lugar de los hechos, el hombre que había iniciado la situación de acoso se había escondido en el local que una organización anti derecho al aborto tiene en las proximidades de la clínica.
Un acoso sistemático
Un estudio de 2019 cifraba en 8.000 las mujeres que habían sido acosadas cuando acudían a solicitar una IVE en alguna clínica. La llamada Plataforma Pro Derechos, que reunía a unas 60 clínicas, presentó ese año un estudio junto a la campaña #AbortoSinAcoso para denunciar el “hostigamiento” que sufren las mujeres que acuden a las clínicas autorizadas para realizar una IVE. La plataforma calificaba entonces los datos como “conservadores” y decía que las clínicas reportaban una media de cien acciones de este tipo en sus puertas. Y pedían medidas para frenar estas situaciones.
Las medidas llegaron: una modificación del Código Penal aprobada en 2022 sanciona las concentraciones en las puertas de las clínicas. La propuesta, impulsada por el PSOE, consistió en una modificación del artículo 172 de forma que quedó establecido como punible cualquier acto de quien “para obstaculizar el ejercicio del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo acosare a una mujer mediante actos molestos, ofensivos, intimidatorios o coactivos que menoscaben su libertad”. Penas de entre tres meses y un año o de trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 80 días y extensión del esta pena también para quien acose a trabajadoras de estos centros formaban parte de esta iniciativa.
Desde que se aprobó la modificación del Código Penal que sanciona las concentraciones en las clínicas, los grupos antielección han cambiado de estrategia para seguir acosando a las mujeres
Pero, desde entonces, el acoso no ha parado y los grupos han buscado nuevas estrategias. La clínica Dator es el paradigma del modus operandi de estos grupos. Su local está rodeado de organizaciones antielección desde antes de 2022. Ese año se sumó uno más, Refugio Provida. Este local es el que dio cobijo al acosador de la mujer que tuvo que enfrentarse a estos grupos a finales de junio. Uno más abrió en marzo de este año.
Piden más medidas
“El acoso es constante, las medidas no son suficientes, y las respuestas por parte de la policía son siempre las mismas: no podemos hacer nada porque ‘solo’ están rezando, o ‘solo’ están repartiendo folletos”, explica Martínez. Pero, sigue, se trata de “acoso, intimidación y hostigamiento”, que se produce por la mera presencia de estas personas.
“Mientras no exista ese perímetro de seguridad y existan medidas más rigurosas, van a seguir cometiendo delitos”, explica”, dice Rocío Martínez, responsable de comunicación de la clínica Dator
“Mientras no exista ese perímetro de seguridad y existan medidas más rigurosas, van a seguir cometiendo delitos”, explica. Establecer un perímetro de seguridad, implicar a las administraciones en sus tres niveles (local, autonómico, estatal) o actuar mediante ordenanzas municipales son algunas ideas sobre la mesa.
Según Martínez, la clínica ha tenido contactos con el Delegado del Gobierno y el Comisario de Tetuán, sin que hasta ahora se haya actuado contra estos hostigamientos. “La solución, que el aborto esté en la Constitución”, dice Martínez.
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