Comunidad de Madrid
Los bomberos forestales madrileños inician una huelga de un mes

Después de meses de protestas, reuniones y paros, los bomberos forestales de la Comunidad de Madrid han dicho ‘basta’. Este martes 15 de julio han entrado en el edificio de Tragsa, la empresa pública que gestiona sus servicios, y se han encerrado en el edificio en el primer día de huelga convocada en plena época de incendios. El presidente del comité de empresa -con presencia de CGT, UGT y el sindicato independiente Firet- ya advirtió a su salida de la Asamblea de Madrid, Jesús Molina Pino, que Tragsa y la Comunidad de Madrid, responsable última del servicios público, “tenían la llave" para desconvocar la huelga.
Pero no hubo ningún acercamiento. “Esperan que ya no tengamos tanto foco mediático y perdamos fuerza”, denuncia a este medio. Y es que el conflicto se ha alargado en el tiempo nada menos que 17 años, los que llevan sin renovar el convenio. “Después de años de promesas incumplidas y de soportar condiciones laborales inaceptables, la paciencia se ha agotado”, explica el colectivo, en referencia al convenio actual caducado desde 2008 y a las peticiones de seguridad para el cuerpo. También el salario congelado, la falta de contrataciones y la falta de reconocimiento profesional hace que denuncien condiciones laborales precarias en una profesión en la que se juegan la vida en los incendios cada verano.
Denuncian tener el convenio caducado desde 2008, los salarios congelados y necesitar mejoras en sus medidas de seguridad
“Mientras los incendios aumentan en frecuencia y peligrosidad, siguen desempeñando un trabajo de altísimo riesgo por sueldos que no permiten ni siquiera cubrir los costes básicos de vida en la Comunidad de Madrid”, explican en sus argumentos para convocar la huelga del 15 de julio al 15 de agosto. Para las y los trabajadores existen dos responsables de la situación: la empresa Tragsa y el consejero de medio Ambiente del Gobierno de Ayuso, Carlos Novillo Piris. “Han demostrado ser completamente incapaces de ofrecer una gestión eficaz y dar respuesta a las necesidades del colectivo, perpetuando una situación insostenible tanto para el personal como para la seguridad de la ciudadanía”, indica Molina Pino a este medio.
De la Comunidad de Madrid denuncian el “silencio absoluto” ante esta situación que les ha llevado ya concentrarse, encerrarse y convocar paros en varias ocasiones. “”Parece que al Gobierno regional le importa más maquillar cifras y hacer propaganda que atender a quienes arriesgan su vida en cada incendio”, explican e indican que hay que recordar que la Comunidad de Madrid decidió externalizar el servicio en 1996, “lavándose las manos” desde entonces según los empleados públicos.
“Esta huelga no es una amenaza: es una consecuencia directa del desprecio institucional y la miseria laboral a la que se les condena”, asegura el comité de huelga
Los trabajadores son conscientes de que esta huelga lleva en plena campaña del Plan Especial de Protección Civil por Incendios Forestales (INFOMA), es decir, en la mayor época de riesgo, por eso indican que “esta huelga no es una amenaza: es una consecuencia directa del desprecio institucional y la miseria laboral a la que se les condena”. Conscientes de la importancia de su trabajo, piden mejoras de seguridad, menos rotación y estacionalidad de los trabajo y una remuneración que les permita vivir en una ciudad donde no paran de crecer los precios de elementos básicos, como la vivienda. “La seguridad de nuestros montes no puede estar en manos de profesionales explotados, la dignidad no se negocia”, indican.
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