Violencia machista
Luces y sombras de una primavera contra la violencia machista

Desde la Plataforma de la Marcha Mundial de Mujeres de Euskal Herria (MMME) queremos compartir algunas reflexiones al hilo del surgimiento de nuevos modelos y formatos de respuesta que nos puedan ayudar a configurar una respuesta colectiva feminista más sólida y articulada.


Mani 8M Pamplona 3
Fin de la manifestación por la huelga feminista en la plaza del Castillo (Iruñea) Redacción Hordago
Militantes de la Euskal Herriko Emakumeon Mundu Martxa
19 sep 2018 08:32

Con el verano llegan las fiestas populares de pueblos, barrios y ciudades de todo Euskal Herria y con ellas un gran número de iniciativas contra las agresiones sexistas: los protocolos de actuación en fiestas, las manifestaciones nocturnas de autodefensa feminista, las campañas de concientización, etc.

Todo este conjunto de acciones no surge de repente, sino que es fruto de un trabajo en red, de años de esfuerzo y trabajo de los colectivos feministas. Sin embargo, la violencia machista en sus diversas manifestaciones no cesa, a lo que hay que sumar el tratamiento vergonzoso que muchos medios de comunicación realizan al respecto, responsabilizando a las víctimas, juzgando los comportamientos de las mujeres cuando se defienden o no encajan en la imagen patriarcal de cómo debe comportarse una víctima, reproduciendo una imagen victimista de las mujeres o incidiendo en el morbo y el sensacionalismo. Muchas veces no queda claro si los y las tertulianas de los medios de comunicación usan su influencia para sensibilizar a la población en materia de violencia, o más bien, refuerzan el discurso del miedo impulsando que se cometan nuevas agresiones. ¿Cuantas nuevas “manadas” han surgido en el estado español a partir del polémico caso de Sanfermines?

Medios de comunicación
La manada mediática enseña los dientes

Espiar a una víctima de violación no es una idea exclusiva de la defensa de La Manada: lo ha hecho también El Español. Los relatos mediáticos que exculpan a los acusados y cuestionan a la víctima contribuyen a revictimizar a las que se atreven a denunciar las agresiones.

En este contexto, desde la Plataforma de la Marcha Mundial de Mujeres de Euskal Herria (MMME), queremos compartir algunas reflexiones y debates al hilo del surgimiento en los últimos tiempos de nuevos modelos y formatos de respuesta que nos puedan ayudar en un futuro cercano a configurar una respuesta colectiva feminista más sólida y articulada.

Este 2018 está siendo claramente el año en el que el movimiento feminista está demostrando su capacidad movilizadora. Sin duda alguna, el pasado 8 de marzo fue una expresión compartida de enfado y rebeldía donde de manera masiva pusimos voces y cuerpo a un malestar profundo que venía forjándose desde tiempo atrás. Frente al precipicio al que nos conduce el actual sistema, las mujeres pusimos freno y paramos a través de una huelga feminista con resonancia internacional. Llevamos años haciendo una crítica radical al neoliberalismo más atroz que se basa en la explotación de los cuerpos de las mujeres y desvelando la máscara de una maquinaria heteropatriarcal que se articula con otros sistemas de dominación: el capitalismo, el colonialismo, el racismo y el capacitismo, entre otros, para seguir ejerciendo su poder a través de la herramienta de la violencia. En ese sentido, el feminismo viene denunciando sistemáticamente cómo las agresiones machistas no pueden reducirse a casos puntuales aislados leídos desde una mirada trágica o tildarlos de excepciones de unos pocos hombres. Son la expresión visible de un sistema estructural que sitúa a las mujeres como objeto en todos los ámbitos y que se reproduce y manifiesta gracias a sus pilares principales: el estado, los medios de comunicación, la familia, la educación y el mercado laboral.

Las concentraciones para denunciar los asesinatos machistas que se producen en Euskal Herria apenas reúnen, en el mejor de los casos, a 50 personas. ¿Por qué ocurre esto en los casos de expresión extrema de la violencia machista? ¿acaso hemos normalizado el feminicidio?

En el caso del juicio a La Manada, a pesar de presentarse como una excepcionalidad perpetuada por cinco hombres salvajes, es un ejemplo de la situación que sufrimos cotidianamente. Es innegable que la respuesta en las calles ha sido extraordinaria y ha posibilitado que el engaño a toda una generación joven que sentía vivir en una “aparente igualdad” haya quedado al descubierto. Sin lugar a dudas, las calles (tanto físicas como virtuales) temblaron bajo los gritos y lemas como: “Esto no es justicia” o “Autodefensa Feminista”.

Esta oleada de movilizaciones ofrece elementos interesantes a analizar sobre los nuevos formatos de participación, movilización y activismo que se están extendiendo: las respuestas masivas inmediatas de las redes sociales y los fenómenos alimentados por los medios de comunicación, o, por ejemplo, las convocatorias anónimas hechas sin consultar al movimiento feminista local. La rapidez con la que surgen iniciativas puntuales desde la rabia vehiculizadas a través de las redes sociales sin tener en cuenta a los colectivos feministas organizados, reduce el margen para que estos últimos puedan estudiar sosegadamente la situación, concretar un discurso y realizar propuestas.

Además, estas iniciativas virtuales que se generan sin una articulación política previa pueden acabar siendo útiles para el sistema. Por ejemplo, en el momento actual de deriva autoritaria en el que se encuentra el Estado español, que quiere fortalecer las instituciones penitenciarias, ¿no existe el riesgo de que se aproveche del feminismo para reforzar las propuestas punitivitas? ¿Esto puede vaciar el potencial político actual del feminismo? Sin una clara respuesta, lo que es evidente es que tenemos que estar atentas.

La Manada
La Manada: una visión desde el antipunitivismo

Pedir más castigo, incluso castigo sin control, extender la sanción a familias y amigos, es sin duda promover lo punitivo, es alimentar al enorme sistema penal-patriarcal que ya tenemos.

No obstante, en esta tensión de iniciativa puntual masiva vs músculo de movilización continuo, creemos que ambas son necesarias. Las movilizaciones puntuales generan la oportunidad de conformar nuevos colectivos, superar el veto mediático del feminismo y que nuestros discursos, lenguaje y punto de vista lleguen a más gente. Sin embargo, si queremos transformaciones políticas profundas la labor de coordinación y el trabajo de hormiguita cotidiano de las organizaciones feministas siguen siendo imprescindibles.

Nos parece reseñable que en comparación con estos fenómenos puntuales de movilización, otros llamamientos apenas tienen eco y seguimiento. Por ejemplo, las concentraciones en las capitales para denunciar los asesinatos machistas que se producen en Euskal Herria apenas reúnen, en el mejor de los casos, a 50 personas. ¿Por qué ocurre esto en los casos de expresión extrema de la violencia machista? Pareciera que hemos integrado en nuestra cotidianidad los asesinatos machistas y que las cifras de mujeres asesinadas anualmente ya no nos sorprendan. Esto nos lleva a cuestionarnos: ¿acaso hemos normalizado el feminicidio?, ¿o algunas formas tradicionales de responder se han quedado obsoletas? 

Por otro lado, la capacidad de movilización también varía dependiendo de quién es el sujeto agredido. Hace varios meses, a los pocos días de que apareciera la sentencia provisional del caso de La Manada que causó una gran movilización, la revista alemana Correctiv publicaba un informe sobre los abusos, violaciones, trato vejatorio y condiciones de hacinamiento en las que trabajan anualmente mujeres marroquíes en los campos de recogida de fresas de Huelva. Además de un menor seguimiento mediático, apenas nos movilizamos desde el movimiento feminista. Esto visibiliza el reto pendiente de ir más allá de la defensa de la interseccionalidad en el plano discursivo y comenzar a llevarla a la práctica en acciones concretas: ¿por qué nos estamos movilizando las mujeres? ¿y qué vidas son las que importan más que otras? Urge afrontar estas cuestiones de manera colectiva y autocrítica, y no dilatarlas en el tiempo si queremos construir un feminismo radical.

Desde la MMME hemos iniciado un proceso para abordar algunos de estos desafíos. En primer lugar, hemos ampliado, en el marco discursivo, el concepto de violencia a través de la definición de las violencias transistémicas. Los diferentes sistemas de dominación no están en el aire, atraviesan y se manifiestan en nuestros cuerpos en distintos momentos y de diferentes maneras, entrelazando varias opresiones. Esta re-conceptualización nos ha permitido visibilizar los distintos niveles de vulnerabilidad ante las violencias que existen entre las mujeres, además de intercambiar nuevas prácticas de resistencia. En este sentido, estamos realizando un trabajo específico con diferentes colectivos: mujeres con diversas funcional, mujeres migrantes y mujeres jóvenes, con el objetivo de recoger aquellas violencias que suelen quedar invisibilizadas en nuestras agendas.

Desde la Marcha Mundial de Mujeres de Euskal Herria estamos revisando el protocolo de actuación contra la violencia sexista y organizando espacios de discusión sobre nuevos formatos de respuesta que superen las clásicas concentraciones
En segundo lugar, estamos revisando el protocolo de actuación contra la violencia sexista que la MMME tiene en marcha desde el año 2013 y organizando espacios de discusión sobre nuevos formatos de respuesta que superen las clásicas concentraciones. Necesitamos desarrollar nuevos rituales que den espacio a la corporalidad, las emociones, la memoria y la creatividad. Este proceso de socialización y revisión del protocolo también tiene como objetivo fortalecer las alianzas políticas entre diversos sujetos, ya que para enfrentar las múltiples violencias necesitamos respuestas diversas y articuladas, para las que el trabajo en red es fundamental.

La lucha contra la violencia machista no es algo que brota espontáneamente. Por ello, desde la MMME queremos agradecer a todas las feministas y grupos que en estas últimas décadas han sostenido esta lucha y también a aquellos agentes sociales que la han hecho suya. Tenemos claro que en este camino la autodefensa feminista y el liderazgo del movimiento feminista, el cual no va a permitir ninguna captación ni instrumentalización política, siguen siendo las piedras angulares. Sabemos que la noche es larga, ¡pero con tambores, antorchas y redes de solidaridad seguiremos alumbrando la lucha contra las violencias machistas!

Archivado en: Violencia machista
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Justicia
Juana Rivas Francesco Arcuri, exmarido de Juana Rivas, irá a juicio en Italia por maltrato habitual a sus hijos
Arcuri ha perdido el último recurso previo a la vista oral en la audiencia celebrada este martes, el juez italiano competente ha fijado la fecha del juicio para el próximo 18 de septiembre.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Granada
Juana Rivas La Audiencia confirma que España remite la denuncia de malos tratos del hijo de Juana Rivas a Italia
La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado el envío del expediente judicial del hijo menor de Juana Rivas a la Corte de Cagliari (Italia) por una denuncia de presuntos malos tratos paternos. El menor sigue en España por una medida cautelar
#23361
22/9/2018 13:13

Personas anónimas, al margen de los colectivos feministas organizados, lanzan propuestas de respuesta rápida a las agresiones, como el Boikot a SanFermines Violadores. ¿Por que no? ¿que grupos organizados se arrogaran el poder de dar carnet de feminista y autorizaciones de acción? Aunque el peligro de caer en provocaciones o acciones irreflexivas sea real nadie podrá impedir nunca la creacion de grupos feministas informales al margen de las organizaciones clásicas reconocidas. Habrá acción individual y acción colectiva y todo es bueno para el convento, siempre que no se caiga en órbitas de partidos politicos de "izquierda".

0
0
#23216
20/9/2018 14:50

Poco se va a concientizar me parece

0
1
Corrupción
Caso Koldo Ábalos y Koldo no entran en prisión
El ex ministro socialista se desvincula de las acusaciones y asegura que los audios grabados por Koldo García podrían estar manipulados. Por su parte, su exasesor, obligado por el juez a presentarse a la vista de este lunes, se ha negado a declarar.
València
València Amnistía Internacional documenta la violación sistemática de derechos humanos durante la dana
En una investigación realizada tras la tragedia, identifica violaciones graves de los derechos a la vida, la integridad física, la información y la vivienda.
Turismo
Turismo Cómo terminar con la turistificación sin renunciar al turismo
Activistas de los movimientos sociales e investigadores académicos se reunieron esta semana en Barcelona para pensar alternativas populares al actual modelo turístico.
Palestina
Marcha Global a Gaza Bloqueados a 200 kilómetros de Gaza
Cuando se cumplen diez días del inicio de la Marcha Global a Gaza, el fotoperiodista Álvaro Minguito, que acudió como enviado de El Salto a participar en la movilización, relata cómo fueron esos días.
Ocupación israelí
Análisis De CAF a Sidenor: las empresas que hacen negocios en el genocidio
VV.AA.
CAF promueve la ocupación. Sidenor participa, lo conoce y no hace nada por evitar el genocidio. Los grandes bancos financian las industrias militares.
Ayuntamiento de Madrid
Madrid Obras nocturnas, recursos y licencias con otro nombre: las curvas que esperan a la Fórmula 1 en Madrid
Las obras del futuro ‘Madring’ siguen adelante en turnos de mañana y noche, también los recursos de oposición y plataformas vecinales, que tras ser admitidos a trámite esperan que les den acceso a toda la documentación.
Green European Journal
Green European Journal ¿Por qué los hombres blancos sucumben a la extrema derecha?
Aunque no solo son hombres quienes votan a la extrema derecha, la oleada ultra coge fuerzas a nivel global gracias a ellos. En vez de confrontar las desigualdades, los varones culpan a grupos minorizados de las dificultades económicas.

Últimas

La vida y ya
La vida y ya Perturbaciones intermedias
En los intervalos intermedios, donde la frecuencia de las perturbaciones no es alta ni baja, parece darse un equilibrio que favorece la biodiversidad.
El Salto Radio
EL SALTO RADIO Da La Nota: la música como herramienta de emancipación
El programa musicosocial, nacido en Lavapiés, cumple diez años brindando formación y acompañamiento psicológico a niñas, niños y jóvenes.
Madrid
Fotogalería Más de 10.000 personas se manifiestan en Madrid por los 20 meses de genocidio en Gaza
La marcha por el centro de la ciudad fue convocada por la plataforma Fin al comercio de armas con Israel y la Red solidaria contra la ocupación de Palestina.

Recomendadas

Sexualidad
Pitu Aparicio “Yo no he visto en el supermercado productos para el olor a pene”
Pitu Aparicio quiso centrar su formación en los dos tabús con los que creció: el sexo y las drogas. Una vez se hubo formado, decidió que su principal tarea era divulgar todo ese conocimiento que se nos había vetado.
Pensiones
Pensiones Cotizaciones ficticias, ¿un parche en la brecha de género en las jubilaciones?
La compensación por cuidados de hijos y familiares puede llegar a sumar hasta cinco años de cotización, pero no es suficiente para que muchas mujeres logren la pensión digna.
Galicia
Galicia La esperanza de la gestión colectiva frente al expolio: la Comunidad de Montes de Tameiga contra el Celta
Mientras varios proyectos industriales intentan privatizar y destruir los ecosistemas gallegos, algunos grupos de vecinos y vecinas organizadas hacen oposición social construyendo alternativas comunitarias. A veces, también ganan al gigante.
Italia
Enfoques Biocidio: la larga lucha contra la catástrofe ambiental en la Tierra de los Fuegos
Durante tres décadas, empresas, particulares y organizaciones criminales, con el beneplácito del Estado italiano, convirtieron esta región ubicada en Campania en una de las más contaminadas de Europa.