Opinión
Voluntad de no mirar: justicia para Verónica

Verónica se suicidó hace un año por culpa del acoso que sufrió al circular por la empresa en la que curraba un vídeo sexual grabado hacía años. Lo difundió su expareja y lo compartieron sus “compañeros”.

Nos putoqueremos vivas lavapies violencia machista
"Nos putoqueremos vivas", carteles en el barrio de Lavapiés en Madrid. Álvaro Minguito
30 may 2020 06:00

Esta mañana salimos a pasear en bici antes de que apretara el calor. Nos perdimos por los caminos que bordean el Duero, y nos dejamos llevar entre los chopos y los campos de amapolas. Hacía fresco a la sombra, olía a tierra y los pájaros cantaban tan fuerte como en el trópico. Me adelanté un poco para sentir el aire fresco y la adrenalina de ir esquivado las raíces que salían del suelo. De repente, me crucé con un hombre que andaba por ahí y que me miró fijamente. Le saludé y él me devolvió el saludo. Continué sin más, pero no pude evitar sentir un poco de miedo. Estaba demasiado lejos del pueblo. Demasiado sola. Demasiado en mitad de la nada. Luego recordé que mi compañero venía detrás, y me tranquilicé. Podía seguir haciendo como que me perdía sola por los estrechos caminos. Y aún así, varias veces en el paseo tuve que recordar que no lo estaba para volverme a relajar. 

Todo el camino fui pensando en Verónica, que se suicidó hace un año por culpa del acoso que sufrió al circular por la empresa en la que curraba un vídeo sexual suyo grabado hacía años. Lo difundió su expareja, lo compartieron sus “compañeros”, que incluso se acercaban a verla a su lugar de trabajo entre risas y cuchicheos. Verónica tenía dos hijos. Un bebé de 9 meses y otro peque de 4 años. Condenados de por vida a no tener madre porque un grupo —demasiado amplio— de personas decidió hacer de la intimidad de alguien su sádica diversión.

Somos soberanas de nuestra mirada, dueñas de lo que consumimos y de nuestra atención: me pregunto si alguien decidió no ver las imágenes

Me pregunto si alguien decidió no ver las imágenes. Si alguien, incluso en la mayor de la soledad, tuvo la voluntad de no verlo. Voluntad de no mirar. Yo hace tiempo que aprendí que a veces está bien cerrar los ojos. Por ejemplo, cuando los medios muestran violencia sin ética ni miramientos. Somos soberanas de nuestra mirada, dueñas de lo que consumimos y de nuestra atención. Porque, no nos engañemos, ver también es subordinarse a lo mirado. Y lo cierto es que casi todo el mundo mira, aunque algo sea repugnante, aunque sea con cara de espanto, y entonces se mira entornando los ojos o frunciendo el ceño. Sin darnos cuenta de que, si no lo vemos, tampoco pasa nada. Que, incluso, la voluntad de no mirar puede ser una manera de cuidarnos a nosotras, de cuidar a las demás.

Me duele Verónica del alma a los pies. Me duelen sus hijos que aún no saben ni decir mamá. Me duele que se archive su caso, que no quieran condenar la violencia que somete a una mujer a un sufrimiento tal que acabe decidiendo que es mejor morir que seguir adelante. Cuánto dolor. Tanto que es inimaginable. Me gustaría ver comisarías ardiendo aquí también por la muerte de Verónica y porque se haya archivado su caso. Me encantaría ver el apoyo masivo de sindicatos y compañeros señalando que el castigo y las agresiones  a las que se le sometió sucedieron en un entorno laboral, que es también una responsabilidad de una empresa que no hizo nada para parar el acoso, que en Recursos Humanos le dijeron que eso era un tema personal. ¡Y qué no es personal! Quiero que Estopa también apoye su caso en Twitter y que todos los putos famosos compartan el hashtag #justiciaparaveronica.

Me duele Verónica. Desde el alma a los pies.

Me duele lo poco que se cuestiona lo que le ha pasado. Y que la solidaridad sólo venga de colectivos feministas mayormente formados por mujeres. Veo el cierre de plantas de Nissan y otras industrias, y pienso en que hay que apoyar la lucha siempre, pero también me pregunto quién en Iveco apoyó a Verónica. Pienso en cómo aún colegas muy anarquistas o mucho comunistas me dicen que la lucha feminista —e identitaria, ¡juas!— divide la lucha de clases ¿y vosotros?

A veces me dicen que si no se estará sobredimensionando; yo les pregunto a ellos si alguna vez han sentido miedo yendo a correr solos 

A veces me dicen que si no se estará sobredimensionando el temita. Entonces yo les pregunto a ellos si alguna vez han sentido miedo yendo a correr solos por caminos estrechos. Si se permiten perderse por los bosques cuando pasean en bici. Si alguna vez intentaron violarles en el baño de una discoteca. Si alguna vez se despertaron cuando un supuesto colega les estaba metiendo mano. Si alguna vez tuvieron que cambiarse de colegio porque les estaban llamando puta. Tenía diez años.

Y agachan la cabeza.

No me puedo imaginar cómo el dolor de Verónica le hizo quitarse la vida. Tampoco puedo dejar de pensarlo. Sigo paseando en bici y me acuerdo de que, en una de las últimas charlas a las que fui antes de la pandemia, se habló de la idea de muerte social. No recuerdo si era por temas de exilio o yo qué sé, qué más da. Y pienso si no es eso lo que le pasó a ella, que ya estaba muerta, que ya la habían matado hasta el punto de que suicidarse sólo era la materialización de lo ya perpetrado. Y encima archivado.

Violencia machista
La ‘happy hour’ masculina: el ‘not all men’ ante el suicidio de Verónica

Verónica, la trabajadora de Iveco que se suicidó porque se viralizó entre los compañeros de su empresa un vídeo íntimo suyo, murió porque se coordinaron tres perfiles de hombres.

Pienso en mis imágenes más íntimas y en la posibilidad de que vieran la luz. Y digo, bueno, yo estoy muy lejos de círculos tan tóxicos. Juas. Se me ocurre que, si me pasase a mí, a lo mejor podría empoderarme a través de eso y hablar a partir de ahí de la libertad sexual para disfrutar como me salga de las narices y del derecho a la intimidad. Hacer activismo de ello. De mi capa un sayo. Pero a lo mejor no. Seguramente no. A lo mejor me hundiría en la mierda, me moriría socialmente y en vida. A lo mejor lo abandonaría todo. No lo sé. Me pregunto si yo también me suicidaría. Y de verdad que no lo sé.

Me duele Verónica desde el alma a los pies.

Te llevo clavada en el pecho aunque no nos conociéramos de nada.

Siento todo el sufrimiento que tuviste que soportar.

Y ojalá tus hijos no hereden el dolor.

Yo, nosotras, no te vamos a olvidar.

Archivado en: Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Opinión
14 - D 14D: Por el derecho a la vivienda y contra la mercantilización de nuestras vidas
En Euskal Herria, hoy, sábado 14 de diciembre, la red de sindicatos de vivienda Euskal Herriko Etxebizitza Sindikatuen Sarea (EHESS) y el Sindicato de Vivienda Socialista han convocado una movilización masiva contra la mercantilización de la vivienda.
Opinión
Tribuna Tódalas razóns para dicir ‘Altri non’
Aquí van unhas cantas razóns para xuntarnos este domingo en Compostela e deixar clara a nosa postura fronte a un espolio que nos están tratando de impoñer disfrazado de progreso, pero que só trae beneficio económico a uns cantos indesexables.
#62104
30/5/2020 22:56

"Me gustaría ver comisarías ardiendo aquí también por la muerte de Verónica y porque se haya archivado su caso." ¡Totalmente de acuerdo! Cuánta hipocresía y silencio ante la violencia machista de cada día :(

2
0
#62097
30/5/2020 20:27

madre mía, gracias por el artículo, pones palabras a mi cuerpo encogido con la noticia de que archivaban el caso. Tampoco he dejado de pensar en la familia que se queda, en su exposición, y en el asco que da todo. No lo entiendo. Lo siento muchísimo de verdad.

2
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
VV.AA.
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.

Últimas

Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Opinión
Opinión La oportunista invasión israelí de Siria
Desde la caída de Bashar al-Assad, Israel ha llevado a cabo una invasión de Siria sin provocación previa y con el apoyo de Estados Unidos. Los objetivos son claros.
Más noticias
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.