We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Andalucía
Decenas de barrios en Sevilla, Granada y Almería viven otro verano récord en calor con cortes de luz diarios

Otro verano más, las alertas rojas y amarillas por altas temperaturas son el pan diario en Andalucía. Unas temperaturas extremas que ya se han llevado la vida de dos personas en la comunidad y ante las que las instituciones y las personas expertas coinciden en la misma recomendación anual: no salir de casa y mantenerla aislada y fresca. Un consejo, muchas veces vital, que no pueden seguir decenas de miles de personas en distintos barrios de Sevilla, Granada y Almería, donde los cortes de luz diarios los dejan desprotegidos ante las temperaturas de más de 40 grados. “Nuestras casas son hornos”, explica Laura Cárdenas, portavoz de la plataforma Barrios Hartos y vecina de Sevilla, acerca de los cortes de luz que afectan a media Sevilla, especialmente a los barrios de Palmete, Torreblanca, El Cerezo, Su Eminencia, Padre Pío, El Cerro del Águila, Parque Alcosa, algunas zonas de Triana y la localidad colindante a la capital, San Juan de Aznalfarache. Según los datos de habitantes por distritos del Ayuntamiento de Sevilla, estos cortes podrían afectar a más de 100.000 personas.
El 1 de julio, varias vecinas de Palmete se encerraban en el centro de salud de la zona “por desesperación” ante los cortes de suministro en sus hogares y las temperaturas de más de 40 grados, al ser el “edificio público con aire acondicionado más cercano”. Tras varias horas, la policía desalojó al vecindario congregado. “A las pocas horas un vecino del barrio se murió en su casa tras un golpe de calor”, sostiene Cárdenas y apunta que en los años que llevan con cortes en distintos puntos de la ciudad han fallecido seis personas a consecuencia de los cortes de luz diarios, la mayoría de ellas por tratarse de pacientes electrodependientes. “Las instalaciones tienen muchísimos años, y desde que se privatizó la empresa (Endesa) no tienen mantenimiento alguno, por lo que cada vez más barrios van cayendo como una baraja de naipes”, expone Cárdenas.
“La alcaldesa dice que no es su responsabilidad los apagones, pero lo que sí es responsabilidad suya es el bienestar de los vecinos, cada vez que vamos al pleno a intentar hablar con ella, se va por la puerta de atrás”, explica Rafael Gil, afectado por los cortes de luz en Almería
Desde Barrios Hartos denuncian además que el Ayuntamiento está incumpliendo con el acuerdo firmado el pasado julio de 2024, tras la intervención en un pleno de varias vecinas, una acción que tuvo como consecuencia la detención de un activista. En el documento, el alcalde de la localidad, José Luis Sanz, se compromete a la creación de una mesa de diálogo entre la empresa Endesa, instituciones y el vecindario afectado. En el texto se acuerda que “por parte de los servicios municipales se adopten las medidas necesarias para paliar los cortes de suministros eléctricos en la población más vulnerable”; además, se expone el compromiso de dejar espacios públicos como centros cívicos y centros de salud abiertos en los días de altas temperaturas e instar a la compañía eléctrica a que realice una restauración de la red eléctrica en las zonas afectadas. Unos compromisos que el colectivo social denuncia no se están llevando a cabo: “El acuerdo está metidito en un cajón y no lo han sacado”, sentencia Laura Cárdenas.
Pobreza energética
Sevilla Sin luz y a 44 grados: Endesa apaga los barrios periféricos en plena ola de calor
El 3 de julio, el Ayuntamiento de Sevilla anunciaba “nuevas medidas” para “mejorar la capacidad de respuesta ante los problemas en el suministro eléctrico”, entre ellas la cesión de espacio para cuatro nuevas unidades eléctricas en la ciudad, una reunión con Endesa y la apertura de colegios públicos para que el vecindario se refugie del calor. “Es mentira, están cerrados; si no cumple lo que firmó hace un año, ¿cómo va a cumplir lo que dice?”, insiste Cárdenas. Este martes, 8 de julio, las personas afectadas han vuelto a citarse en una manifestación frente a la sede de Endesa con el objetivo de ser escuchadas; a finales de junio tuvieron una concentración semejante. Una estampa que ya es común en la ciudad durante los meses de verano e invierno desde hace varios años.

Sin luz en Almería y Granada
El pasado sábado, Rafael Gil, vecino y portavoz de la Asociación de Vecinos La Traiña, sacó como cada mañana su coche del aparcamiento en el barrio de La Chanca (Almería). Al rato, el generador ubicado en el lugar donde se encuentran aparcados más de 80 coches explotaba, provocando daños materiales en diversos edificios y en el propio garaje. “Por suerte no había nadie y no pasó nada grave”, explica este vecino. No es la primera vez que, en los más de diez años que esta barriada almeriense lleva con problemas en la infraestructura eléctrica, que tienen como consecuencia apagones continuos, un generador explota por la sobrecarga. “Cada vez abarca más zonas; si el año pasado afectaba a 50 calles, ahora afecta a unas ochenta en barrios como La Chanca, Pescadería o El Quemadero”, sostiene Rafael. Desde la Asociación de Vecinos, insiste en que el Ayuntamiento les prometió una solución al problema y la convocatoria de una Mesa de Diálogo que se reuniría cada tres meses, unos encuentros que no se están cumpliendo y que desde 2023 no se convocan. “La alcaldesa dice que no es su responsabilidad los apagones, pero lo que sí es responsabilidad suya es el bienestar de los vecinos, cada vez que vamos al pleno a intentar hablar con ella, se va por la puerta de atrás”, se queja Gil.
“Nadie puede vivir actualmente sin electricidad; Endesa no está cumpliendo con quienes estamos pagando y hemos contratado un servicio, es una empresa que tiene muchísimo dinero y no quiere invertir en que tengamos instalaciones adecuadas”, expone Teresa vecina afectada en Granada
En Granada, en la zona norte de la ciudad, en barrios como La Paz, es imposible enfrentar el día a día con normalidad desde hace más de veinte años, cuando empezaron a surgir los primeros cortes de luz, al principio de unas horas al día. Actualmente, muchas calles de la zona tienen interrupciones en el servicio eléctrico que duran varios días. Ana María trabaja como costurera y tiene fibromialgía. “Hoy mismo me he tenido que ir con la máquina a cuestas a la casa de mi hermana para poder acabar un encargo”, explica cómo los cortes de luz le impiden trabajar con normalidad. “Además, con la enfermedad no debería exponerme al calor, ni al frío, ni a la tensión que supone no tener electricidad. Esta situación hace que las crisis sean cada vez peores”, añade. Esta vecina, como cientos de personas de su barrio, sigue pagando el recibo de la luz con normalidad. En el año 2023 exigió a Endesa que le devolvieran las facturas pagadas por falta de suministro y, sin embargo, la empresa le exige el pago de 500 euros por un error de envío en las facturas. Actos tan cotidianos como encender el ventilador, cocinar o enfriar agua se vuelven utopías del día a día. “Se nos echa siempre la comida a perder, neveras enteras llenas que tienes que tirar. Los pobres compramos al mes, congelamos y gastamos; todo lo demás es demasiado caro, ¿eso quién nos lo paga?”, comenta Ana María.

La cotidianidad con esta deficiencia erosiona la salud de las personas afectadas, según indica el estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia, Cuando los cortes de luz te quitan la salud, realizado por dos sanitarias granadinas, Maribel Valiente González y Marta García Caballos. Un texto que expone que “la falta de suministro eléctrico aumenta la mortalidad y la incidencia de accidentes domésticos, enfermedades cardiovasculares y respiratorias, gripe, asma y bajo peso al nacer, entre otras”. Además, aumenta el riesgo de padecer trastornos mentales. “Yo nunca me he medicado, pero ahora tomo ansiolíticos a diario”, explica otra vecina de La Paz. Teresa, vecina afectada y parte de la Plataforma contra los cortes de luz se muestra tajante: “Nadie puede vivir actualmente sin electricidad; Endesa no está cumpliendo con quienes estamos pagando y hemos contratado un servicio, es una empresa que tiene muchísimo dinero y no quiere invertir en que tengamos instalaciones adecuadas”. Todo el vecindario de las zonas afectadas tiene cuadernos repletos de números de incidencias, decenas de llamadas diarias al servicio de clientes de la compañía eléctrica sin recibir nada más allá de un lo siento. “Los operadores me han llegado a decir que lo que pasa es que el barrio es muy conflictivo”, explica una afectada.
Abandono institucional
“Estamos atrancadas, estamos destinadas siempre a generaciones de fracaso porque no tenemos las necesidades básicas que cualquier persona necesita para vivir”, explica Teresa acerca de la difícil situación que afronta el conjunto del barrio a la hora de poder prosperar. Teresa está pensando abandonar la carrera porque los cortes de luz le impiden poder estudiar. Los cortes de luz en Sevilla, Almería y Granada han tenido distintos recorridos institucionales sin que se haya llegado a realizar ningún cambio que consiga mejorar una situación que en muchos casos lleva años enquistada en los barrios. En el caso de la ciudad de Granada, la situación llegó a la Comisión de Peticiones de la UE que en 2023 remitió una carta instando al Gobierno, Junta de Andalucía y Ayuntamiento a “abordar la situación con la cooperación de agentes nacionales, sociales y privados”. La compañía eléctrica, así como distintos dirigentes políticos, han evadido las responsabilidades señalando que la única causa del problema son los cultivos ilegales de marihuana enganchados a la red eléctrica, una justificación que desde colectivos como Barrios Hartos tildan de “maniobra para criminalizar a la clase obrera”.
Endesa cerró el primer trimestre de 2025 con un beneficio neto de 583 millones de euros, según la propia compañía. Mientras en algún lugar de Granada, Sevilla o Almería una niña hace los deberes a la luz de las velas, una mujer tira una bolsa de comida echada a perder o un hombre no duerme porque la máquina que le ayuda a respirar por la noche no encuentra con qué encenderse.