Violencia machista
Terrorismo machista: perdonen, nos están matando
Mujeres que mueren a manos de hombres por el hecho de ser mujeres.

Ver los informativos y no echarse a temblar ante el número de víctimas de violencia de género es imposible. Hoy en día estos casos tiene más visibilidad, y esto no significa que se haya duplicado su número, sino que la sociedad va evolucionando y por fin nos preocupa este problema: mujeres que mueren a manos de hombres por el hecho de ser mujeres.
Y para todo aquel que vea este artículo y piense eso de “también hay hombres que sufren violencia por parte de mujeres” o “denuncias falsas”, hay que decir que esos casos no se omiten (1% del total), pero nos quedamos con esos casos que son mayoría (es decir el 99% restante).
El machismo impregna nuestra cultura, empezando por la televisión y terminando dentro del hogar y la propiedad privada. Este año las llamadas al 016 han sido 47.941 según datos de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. En lo que llevamos de año ya van 36 mujeres asesinadas en España de las cuales solo habían denunciado 7. De las 29 restantes no constaba denuncia.
Entendemos por terrorismo machista aquellas conductas por parte de hombres que tienen el fin de infundir terror hacia las mujeres, humillarlas, atacarlas, discriminarlas y forzarlas con el objetivo de demostrar la superioridad de éstos frente a las mujeres
Con los datos delante, se demuestra que durante años las mujeres han sido víctimas de violencia por parte de sus parejas. Pero las palizas y los asesinatos no son el único tipo de violencia que sufren las mujeres. La violencia psicológica, laboral (discriminación, abuso, acoso), sexual, económica, social (humillación, burla, descalificaciones en público) son parte del día a día en todas las sociedades. Es una generalización de la desigualdad de la mujer, de esa estructura patriarcal que ha hecho pensar que los hombres tienen derecho sobre esas mujeres y pueden tratarlas como simples objetos según sus intereses. Si pensamos en la sociedad creada por Margaret Atwood en El cuento de la criada, esto se explica por sí solo: los comandantes son los encargados de gobernar este Gilead, mientras las mujeres quedan relegadas a los quehaceres de la casa (feminismo doméstico llegan a llamarlo en cierta ocasión).
Por todo esto, calificar a la violencia machista de terrorismo es necesario. La RAE define terrorismo como “la dominación por el terror”, “la sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror” o “la actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos”. ¿Los machistas aterrorizan a las mujeres víctimas de sus ataques? Sí. ¿Los actos perpetrados por los machistas ocurren frecuentemente y su fin es crear miedo hacia la víctima? Sí. ¿Podemos calificar a los machistas como grupo que actúa de forma parecida, con comportamientos similares, que discriminan a las mujeres, se sienten con derechos sobre ellas y pretenden crear este tipo de pensamiento y normalizarlo (podemos calificar pensamiento como ideología)? Sí. En conclusión, llamar al machismo "terrorismo" es lícito.
Vivimos en una sociedad patriarcal y la única forma de acabar con ella es transformándola en una sociedad feminista e igualitaria
Por tanto, entendemos por terrorismo machista aquellas conductas por parte de hombres que tienen el fin de infundir terror hacia las mujeres, humillarlas, atacarlas, discriminarlas y forzarlas con el objetivo de demostrar la superioridad de éstos frente a las mujeres. El patriarcado es el sistema de dominación y el machismo su base ideológica.
Llamar terroristas a los asesinos de mujeres es lo correcto. Estos asesinos utilizan métodos de dominación contra las mujeres, tienen una forma parecida de pensar inspirada en esa ideología machista con un mismo fin. Estos hombres terroristas que se sienten ofendidos cuando no poseen el control y generan una guerra, dentro de ámbitos personales, que se generaliza entre aquellos que piensan de la misma forma, y a fin de cuentas, es una reacción contra el empoderamiento de las mujeres. Ellos desean parar ese cambio social que pretende dotar a las mujeres de los mismos privilegios que ellos tienen, y en el momento de conseguir acabar con esta desigualdad, ya no se hablará de privilegios si no de derechos.
Por fin nos preocupa este problema: mujeres que mueren a manos de hombres por el hecho de ser mujeres
Mientras sigan muriendo mujeres a manos de hombres, mientras sigan siendo víctimas de actitudes machistas, discriminaciones y faltas de respeto, el movimiento feminista seguirá siendo necesario. Su construcción dentro del espacio social es muy relevante porque su principal objetivo es acabar con el patriarcado y concienciar a una sociedad que sigue viviendo bajo su poder. Aunque se ha ido avanzando, aún queda mucho por hacer.
La historia nos da la razón. Las mujeres, a lo largo del tiempo, han sido discriminadas de varias maneras y catalogadas de "sexo débil". Estas cosas han ido cambiando hasta conseguir nuestra consideración de ‘ciudadanas’, el derecho al voto, la posesión de propiedad, la protección laboral, la igualdad de derechos dentro del matrimonio y los derechos de reproducción.
Todos estos cambios han venido de la mano del Estado. Por ello la acción política es fundamental a la hora de darle a la mujer los derechos que le corresponden como ciudadana.
Vivimos en una sociedad patriarcal y la única forma de acabar con ella es transformándola en una sociedad feminista e igualitaria. En este Estado feminista, hombres y mujeres tienen las mismas posibilidades, el mismo salario, las mismas responsabilidades familiares y tienen una consideración social, política y económica dentro de un mismo nivel. Aquí los crímenes machistas no son noticias diarias porque se habría acabado con la ideología del terrorismo machista. A día de hoy, nos siguen matando, por lo que aún no se puede hablar de igualdad y la lucha unida de las mujeres seguirá. Aún quedan muchas gafas moradas que repartir en esta sociedad, que aunque cada vez está menos ciega, sigue cometiendo crímenes en contra de la mujer.
Texto: Alba Martínez | Ilustración: LaRataGris
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