Opinión
La censura de internet de la UE censurará todo el internet mundial
En septiembre, la UE aprobó el camino de una nueva ley de copyright cuyos efectos trascienden los derechos de la ciudadanía europea y se ponen en conflicto con los derechos de personas de todo el mundo.

A medida que la UE hace avanzar la nueva Directiva de Copyright hasta convertirla en ley en sus 28 estados miembros, es importante darse cuenta de que el plan de la UE acabará censurando internet para todo el mundo, no sólo para los europeos. Un repaso rápido: bajo el artículo 13 de la nueva Directiva de Copyright, cualquiera que maneje una plataforma (suficientemente grande) donde la gente pueda publicar obras que puedan tener copyright (como texto, imágenes, vídeos, código, juegos, audio, etc.) tendrá que colaborar con una base de datos de “obras con copyright” que los usuarios no pueden publicar, y bloquear cualquier cosa que parezca corresponder con una de las entradas de la base de datos.
Estas bases de datos/listas negras estarán abiertas a todos (después de todo, cualquiera puede crear una obra con copyright): eso significa que miles de millones de personas de todo el mundo podrán presentar cualquier cosa en las listas negras, sin tener que probar que tienen su copyright (o, de hecho, que lo que presentan tiene copyright). La Directiva no especifica ningún castigo por reclamar falsamente un copyright, y una plataforma que decidiera bloquear a alguien por hacer repetidamente reclamaciones falsas correría el riesgo de ser responsable ante la persona bloqueada si un usuario publica una obra de la que la persona bloqueada sí posee los derechos.
Los principales objetivos de este plan de censura son las plataformas de redes sociales, y es lo “social” lo que debería hacernos reflexionar.
Esto se debe a que la divisa en las redes sociales es la interacción social entre usuarios. Yo publico algo, tú respondes, una tercera persona participa, yo respondo de nuevo, etc.
Ahora, cojamos un hipotético debate en Twitter entre tres usuarios: Alice (una estadounidense), Bob (un búlgaro) y Carol (una canadiense).
Alice publica una foto de una manifestación política: miles de manifestantes y contramanifestantes ondeando símbolos. Como es común en todo el mundo, estos símbolos incluyen imágenes con copyright, cuyo uso se permite bajo las reglas estadounidenses de “uso legítimo” que permiten la parodia. Como Twitter permite a los usuarios comunicar cantidades significativas de contenido generado por los usuarios, caerán dentro del ámbito del Artículo 13.
Bob vive en Bulgaria, un estado miembro de la UE cuya ley de copyright no permite la parodia. Puede que él quiera responder a Alice con una cita del disidente búlgaro Georgi Markov, cuyas obras fueron traducidas al inglés a finales de los 70 y todavía están en copyright.
Carol, una canadiense que conoció a Bob y Alice mediante su amor compartido por Doctor Who, decide publicar un ingenioso meme de “La marca de la Rani”, un episodio de 1985 en el que Colin Baker viaja al pasado para ser testigo de las protestas luditas del siglo XIX.
Alice, Bob y Carol están todos expresándose mediante el uso de obras culturales con copyright, en formas que pueden no ser legales en las jurisdicciones de copyright de la UE más restrictivas con la expresión. Pero dado que (bajo el sistema actual) normalmente sólo se requiere que la plataforma responda a las quejas por copyright cuando un titular de derechos pone objeciones al uso, todo el mundo puede ver las publicaciones de todo el mundo y llevar a cabo un debate usando herramientas y modos que se han convertido en norma en todo nuestro discurso digital y moderno.
Con el Artículo 13, la UE crearía un sistema donde los demandantes obtienen un palo enorme con el que golpear internet y donde la gente que abuse de este poder no se enfrenta a sanciones
Pero una vez que el Artículo 13 esté en vigor, Twitter se enfrenta a un acertijo imposible. El filtro del Artículo 13 será activado por los graciosos símbolos de protesta de Alice, por las citas políticas de Bob, y por el meme de Doctor Who de Carol, pero supongamos que sólo se requiere a Twitter que bloquee que Bob vea estos materiales infractores.
¿Debería Twitter ocultar a Bob los mensajes de Alice y Carol? Si la cita de Bob es censurada en Bulgaria, ¿debería Twitter seguir adelante y mostrárselo a Alice y Carol (pero esconderlo de Bob, que lo publicó)?. ¿Qué pasa cuando Bob viaja fuera de la UE y revisa su timeline? ¿O cuando Alice va a visitar a Bob a Bulgaria para una convención de Doctor Who e intenta recordar el hilo? Tengamos en cuenta que tampoco hay manera de estar seguros del lugar desde donde un usuario está haciendo la visita.
La opción peligrosa pero sencilla es someter todos los mensajes de Twitter a la censura de copyright europea, un desastre para la expresión en la red.
Y no es sólo Twitter, por supuesto: cualquier plataforma con usuarios de la UE tendrá que solucionar este problema. Google, Facebook, Linkedin, Instagram, Tiktok, Snapchat, Flicker, Tumblr... cada red tendrá que enfrentarse a esto.
Con el Artículo 13, la UE crearía un sistema donde los demandantes obtienen un palo enorme con el que golpear internet, donde la gente que abuse de este poder no se enfrenta a sanciones, y donde las plataformas que cometen un error del lado de la libertad de expresión serán golpeados en plena cara con ese palo.
Mientras el plan de censura de la UE sigue dando los pasos en su camino hasta hacerse vinculante en toda la UE, éste incumbe a todo el mundo, pero sólo un puñado de negociadores designados tienen voz.
Si eres europeo o europea, el resto del mundo estaría muy agradecido si dedicaras un momento a contactar con tus europarlamentarios e instarles a protegernos a todos en la nueva Directiva de Copyright.
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