Partidos políticos
Los satélites de Sumar activan la “operación Bustinduy”

Existe un viejo axioma político que asegura que, como en las leyes de la física, todo espacio vacío tiende a ocuparse. A veces no es inmediato o las transiciones son largas, pero se sabe que los espacios vacantes se pagan caro.
Conscientes de ello, muchos importantes dirigentes en las confluencias dentro de la coalición electoral Sumar comienzan a operar en favor del reemplazo del liderazgo de Yolanda Díaz, a quien prácticamente nadie ve como futura candidata a presidenta del Gobierno (al menos, con los mismos apoyos con los que compitió en 2023). Para el mencionado reemplazo ya hay un elegido que cultiva consensos: Pablo Bustinduy.
Madrileño de apellido vasco y graduado de politólogo, estuvo en los inicios de Podemos y fue uno de los portavoces del grupo parlamentario de aquel entonces. Varias características hacen que haya sido seleccionado como el primer intento serio de sustituir a Díaz. “No hablan de derrocar sino más bien de una sustitución”, señala una fuente que estuvo en los inicios de la conformación de Sumar y que acabó distanciado de la ministra.
Operación en marcha
‘Busti’, como lo llaman casi todos, “es el único que tiene potencial, que no está quemado ni abrasado por las internas y se lleva bien con todas las partes en disputa”, señala a El Salto una fuente calificada de Izquierda Unida. Asegura que su formación “no quiere liderazgos a dedo”, por lo que el reemplazo de Díaz deberá ser un proceso consensuado.
“Está claro que con él se puede conversar, no está agotado. Pero tampoco se puede decir que ya es la persona que pueda aglutinar a todos”, explican con cautela. En IU lamentan que haya “tanto una parte de Podemos como una de Sumar que solo quieran machacarse unos contra otros” y ven que el próximo posible (aunque todavía no del todo probable) acuerdo electoral en Andalucía será clave para ir dibujando un horizonte. “No sirven acuerdos de última hora... esa cultura política de la negociación in extremis lleva al fracaso”, sentencian.
Menos prudente, un dirigente de Más Madrid asegura que crecen hace rato las conversaciones dentro de su partido para comenzar a instalar a Bustinduy como la persona que debe ser el futuro candidato en unas elecciones generales que podrían adelantarse al año que viene, aunque desde la cima del Gobierno se deje caer que se agotará la legislatura.
“Sí, se está hablando de eso. Y la intención es impulsarlo, de que tome el relevo, aunque no sé si sería el indicado”, explica a El Salto un dirigente con escaño. Además afirma que a la vicepresidenta del Gobierno “ya todos la dan por amortizada”.
Un dirigente alejado de la política electoral pero que conoce de cerca a todas las partes involucradas señala que el intento de ungir al ministro de Derechos Sociales ya es un hecho y que cuenta con el apoyo no solo de Más Madrid e IU sino con el de los ‘comuns’ y Compromís. La operación tiene una motivación especial: el recelo personal con Díaz es mayúsculo con casi todos sus socios, no por su labor como ministra de Trabajo sino por su conducción política.
Quienes conocen del intento de instalar al exdiputado apuntan a varios hechos que, sumados, van mostrando el sendero. El primero es el informe que presentó Bustinduy hace dos meses, en el que identificaba 15.200 pisos turísticos ilegales en Madrid. La excusa legal es que las competencias de Consumo que antes ostentaba Alberto Garzón ahora están bajo su mando.
Se considera que Bustinduy puede ayudar a abrochar a las formaciones bajo un mismo paraguas y negociar en situación de mayor fortaleza frente a Podemos
Ese informe fue utilizado, mencionando al ministro varias veces, por la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, en el consistorio, en uno de sus ásperos intercambios con el alcalde Martínez Almeida. También Maestre y la portavoz regional, Manuela Bergerot, dieron en abril un paseo por Lavapiés denunciando la situación y mencionando el informe de Bustinduy.
Otro hecho: hace dos semanas se realizó en Bruselas una jornada para abordar el problema de la emergencia habitacional en la Unión Europea, impulsada por los eurodiputados electos de Sumar. Allí estuvieron también, acompañando a Jaume Asens, la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, Rita Maestre y el exalcalde de València, Joan Ribó. ¿Quién participó como invitado? Pues el ministro Bustinduy, que no ostenta competencias de Vivienda.
Algunos en la izquierda confederal sitúan a ‘Busti’ como un independiente (de hecho no está afiliado a ninguno de los partidos que integran Sumar) y consideran que esa condición lo posiciona a favor. Tiene solidez técnica y puede ser una figura que despierte consenso fácilmente entre las partes. Y, sobre todo, puede ayudar a abrochar a las formaciones bajo un mismo paraguas y negociar en situación de mayor fortaleza frente a Podemos.
“Entramos en el ecuador de la legislatura, hay que ponerse las pilas y dejar en claro que somos socios, pero no somos lo mismo”, explican desde Sumar
“En Podemos seguramente quieran llegar a un acuerdo, pero van a preferir ir en solitario antes que un mal acuerdo”, comenta alguien que conoce bien a la cúpula actual de la formación morada. Creen que el partido fundado por Iglesias busca el desguace de Sumar para negociar bilateralmente con las diferentes partes en una correlación de fuerzas más favorable.
Bustinduy acabó enemistado con los llamados ‘pablistas’ porque él optó por el sector liderado por Errejón en Vistalegre II. Acabó renunciando a todos sus cargos y luego fue Rodrigo Amirola quien lo puso en contacto con Yolanda Díaz para recuperarlo. Su anterior vínculo con el fundador de Más País, Íñigo Errejón, podría ser un problema en una eventual campaña, aunque el ministro se desmarcó en octubre inmediatamente: pidió perdón por el “fracaso colectivo” que representaban las denuncias de acoso y abuso y dijo sentirse “avergonzado”.
Cambio de tono
En Movimiento Sumar, el partido creado por Díaz y en el que ha puesto a Lara Hernández como alter ego para conducir su rumbo, empiezan a criticar abiertamente a Podemos, exhibiendo hartazgo con lo que tachan de ataques permanentes.
“No tienen altura histórica, no hay responsabilidad allí y nosotros no podemos agachar más la cabeza”, dicen desde la cúpula del espacio, en referencia a los gestos que tuvieron convocando a un acuerdo electoral en el documento político del mes pasado y que no fue correspondido.
Un dirigente clave que suele decir lo que Díaz prefiere callar, admitía: “Vosotros (la prensa) habláis más con Podemos que nosotros. Podemos intoxica mucho el debate”. También preparan varios gestos de desmarque con el PSOE y comenzar a exigir más en materia de corrupción. “Entramos en el ecuador de la legislatura, hay que ponerse las pilas y dejar en claro que somos socios, pero no somos lo mismo”, explican.
En Movimiento Sumar apuntan a septiembre como un momento bisagra e insisten en que comenzará allí el modo electoral por las elecciones en Andalucía, que serían en junio. Hasta ahora no hay indicios reales que den a entender que podrían adelantarse, pero sin embargo los ‘yolanders’ creen que el próximo semestre ya será atravesado por esos comicios. Ellos apuestan a un acuerdo electoral con Podemos y tampoco rechazan pactar con el Adelante Andalucía de Teresa Rodríguez. Sin embargo, desde este partido han asegurado a El Salto que “nadie de Sumar ha llamado para negociar nada”.
“Podemos no quiere ir con nosotros en la papeleta pero dependerá del ecosistema creado alrededor”, señalan en Sumar. Cuesta creer que un pacto entre personas que se desprecian entre sí pueda motivar a los votantes de las izquierdas; aunque es cierto que en otros territorios no se vive la política igual de cainita como en Madrid.
¿Y Yolanda? Sabe los intentos de sustituirla y está abocada a la labor técnica. Su obsesión es ahora aprobar la reducción de jornada laboral y está implicada en la negociación con Junts. Es optimista y cree que es posible lograrlo, y pide mantener máxima discreción.
A su equipo más cercano le ha comentado su preocupación por lo que ve en sus viajes internacionales por Estados Unidos, Argentina y la UE, el crecimiento de los partidos de ultraderecha y la desafección con la política. “Yo lo tengo claro, esto va de demócratas versus autoritarismos. Sé lo que hay que hacer”, les ha comentado tras bambalinas. En su mente, anhela un gran frente amplio transversal que defienda la democracia frente a la internacional reaccionaria.
Es improbable que, de conseguirlo, ella tenga los apoyos para liderar algo así. No hay liderazgo hoy día a la izquierda del PSOE que cautive e ilusione. Bustinduy mismo es mirado con escepticismo por algunos. Un dirigente de una de las confluencias opina con amargura y resignación: “No entienden que, en algunos aspectos, la izquierda apesta, es elitista y excluyente y tiene mucho desprecio por lo popular”.
Izquierda Unida (IU)
Antonio Maíllo: “No puede ser que en el campo de la izquierda alternativa brille el narcisismo”
Opinión
Cuando fuimos los peores
Relacionadas
Catalunya
‘Esas Latinas’, choques entre la defensa del catalán y de las personas migrantes
Energía
Podemos deja en manos del PP la aprobación del ‘decreto antiapagones’ del Gobierno
Galicia
Un grupo de periodistas y fotógrafos se lanzan a documentar los vacíos del rural gallego para que no se olvide
Palestina
Genocidio
Israel secuestra al doctor Marwan Al-Hams, responsable de los hospitales de campaña de Gaza
Museos
Pablo Martínez
“No se puede descolonizar los museos de uno en uno, hay que hacerlo en conjunto”
Justicia
El futuro de Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, vuelve a manos de la justicia española
Crisis climática
¿Es posible el bienestar humano en un planeta finito? Sí, pero con “cambios extraordinarios”
Crisis climática
Friederike Otto
“La industria fósil tiene un lobby; los trabajadores que mueren bajo el sol no”
València
La presión vecinal frena 24 bajos turísticos ilegales en Patraix (València)
Últimas
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Racismo
Miles de personas por todo el Estado se concentran contra la ola racista de Torre Pacheco
Opinión
Entre neonazis y el momento posfascista
Galicia
Las embarazadas de Ourense exigen dar a luz con seguridad mientras la Xunta maniobra para trasladar el paritorio
Análisis
La descentralización de la guerra y el fin de la Agenda de Paz Internacional
Psicoactivos
Psiquedélicos, patentes y trumpismos: el campo antagonista que inaugura el renacimiento psiquedélico
Desahucios
CaixaBank pretende desahuciar a una familia con una hija estudiante en Jerez de la Frontera
Recomendadas
Memoria histórica
Tantos muertos que nos faltan
Extrema derecha
Nuria Alabao
“Frente a la lógica reaccionaria que explota el odio, una política cara a cara y apoyo mutuo”
Siria
Wael Tarbieh
“Israel hace que tu vida sea un infierno para que huyas por tu cuenta”
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!