Derechos Humanos
¿Nuevos derechos universales por venir?
La propuesta de Declaración Universal de los Derechos de la Humanidad busca aportar nuevos derechos ecológicos y humanos acordes con el siglo XXI y las necesidades actuales.
Embajador francés para el Reino Unido de la DDH
La Declaración Universal de los Derechos de la Humanidad (Universal Declaration Of Humankind Rights). Así se llama el texto que tiene como objetivo aportar nuevos derechos ecológicos y humanos.
Pese al silencio alrededor de ello, está siendo firmada a través del mundo antes de llegar a la ONU. El texto, de origen francés, ha sido escrito en su mayoría por expertos jurídicos y está dividido en un preámbulo de doce puntos, cuatro principios, seis derechos y seis deberes. El 21 de febrero de 2018 fue la primera vez que la Declaración se firmó por una universidad de derecho. El evento, muy discreto, tuvo lugar en la facultad francesa de Aix-Marseille Université.
Según Lepage, hemos llegado a un nuevo momento de la historia y este momento necesita nuevos principios universales
Corinne Lepage, exministra de Ecología para el antiguo presidente Jacques Chirac, es la representante y directora de este proyecto que tiene como objetivo hacer llegar a la ONU esta nueva declaración única. Lepage se lanzó hace cuatro años a la redacción y preparación de esta declaración, cuyo objetivo es dar nuevos derechos en correlación con nuestro siglo y nuestras necesidades.
“El principio de continuidad de la existencia de la humanidad garantiza la protección y la preservación de la humanidad y de la Tierra, mediante actividades humanas prudentes y respetuosas de la naturaleza, especialmente de los seres vivos, tanto humanos como no humanos, haciendo todo lo posible para evitar las consecuencias transgeneracionales graves o irreversibles”. Articulo 3 de los principios de la DDH (Declaración Universal de los Derechos de la Humanidad).
¿Por qué otra declaración de derechos ecológicos y humanos?
Los antiguos textos mayores, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), fueron y siguen siendo esenciales en el progreso de los derechos pero, según Lepage, hemos llegado a un nuevo momento de la historia y este momento necesita nuevos principios universales, tantos los escritos en esta declaración, como otros no aún escritos y que requieren reflexión.
La mayoría de las declaraciones no se respetan en absoluto y hay cada año se producen muchas violaciones de dichos textos como bien se conoce. Esta ya antigua constatación no ha derivado la ambición de la antigua ministra, elegida en 2015 por François Hollande, entonces presidente francés, para iniciar y llevar a cabo esta misión.
La DDH crea un puente entre dos mundos que necesitan pensarse juntos: la ecología y los derechos humanos
Del lado ecológico también existen acuerdos internacionales como el pacto climático de Paris, pero hasta el día de hoy no había ninguna protección intergeneracional que englobe el bien común, el cambio climático, la extinción de especies animales, la puesta en peligro por decisiones políticas de vidas humanas y de la fauna por uso de agentes químicos o el transhumanismo. Por eso hacen falta nuevas iniciativas que reflexionen y tomen acciones para prevenir abusos que ya están ocurriendo. La DDH crea así un puente entre dos mundos que necesitan pensarse juntos: la ecología y los derechos humanos.
¿En qué fase se encuentra la DDH?
Fue durante la muy contestada COP 21 de Paris en 2015 cuando a François Hollande le pareció una evidencia la necesidad de crear algo nuevo. Al principio, los primeros firmantes de la declaración fueron las Islas Comoras, quienes son ahora Estado embajador, luego las Islas Tonga, Mónaco y Yibuti. Este apoyo de los países pequeños coincide con la imagen del proyecto, que quiere incluir más que nunca a los países que más necesitan estos derechos.
De forma sorprendente, aunque algunos no quieran que se sepa demasiado, el parlamento italiano votó a favor de la firma de la declaración. El objetivo a corto plazo es que el texto sea firmado por países de la Unión Europea y por países de gran influencia en la ONU, y que eso lleve a otros a seguir el paso. De momento, ningún gobierno francés ha hablado de forma seria sobre la firma de la declaración.
“La humanidad tiene derecho a la preservación del patrimonio común, en particular el aire, el agua y el suelo, así como al acceso universal y efectivo a los derechos vitales. Las generaciones futuras tienen derecho a que este patrimonio le sea transmitido”. Articulo 8 de los Derechos de la DDH.
Otro punto muy importante y original que tiene es su forma, más interactiva con los ciudadanos y los pueblos, que permite que cualquier persona del mundo pueda firmarla, además de entidades institucionales como es el caso de los ayuntamientos. Es el caso de Estrasburgo, Paris y Módena. Además, personalidades como el exsecretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, comenzaron a apoyar el proyecto en 2017. El realizador y fundador de la Fundación Good Planet, Yan Arthus-Bertrand, y políticos como el eurodiputado Alemán Jo Leinen sostienen públicamente la declaración. Con respecto a la Unión Europea, se espera aún la respuesta del Consejo de Europa, así como del Consejo Económico y Social.
¿Cuáles son sus influencias?
Una de las influencias de la redacción fue la ecojusticia que quiere crear una vía en la que las personas y el medio donde viven sean acogidos y protegidos por derechos que les proporcione un entorno digno donde vivir. Dejar de separar “la naturaleza” —relacionada únicamente con bosques, selvas, etc...— y la vida humana —vinculada hoy más a ciudades— haciendo que se considere igual de importante y natural el medio en el que vivimos sea cual sea.
Asimismo, se ha visto un avance del derecho “blando” en comparación al “duro”. Es decir, el avance de un derecho no sancionable y, en general, más abstracto. Uno de los casos mencionados por Lepage es el del granjero peruano Saul Luciano Liuya, que llevó a la justicia al conglomerado Alemán RWE por ser uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero y haber alterado así su agricultura. Mediante estos ejemplos la antigua ministra también quiere iniciar un debate sobre el espacio dedicado a los valores universales porque para ella para hacer esta declaración, o cualquier otra, habría que trabajar con ONG, pueblos autóctonos, etcétera.
En los próximos meses la propuesta de la firma de la DDH llegará a Madrid
Es posible que la Declaración Universal de los Derechos de la Humanidad tarde años antes de llegar a imponerse con fuerza y que proteja así individuos y áreas naturales, o que constituya un arma de lucha para mejorar casas y barrios indignos, pero la voluntad humana de proteger los seres vivos está en crecimiento y no al revés. Todo indica que este texto llegará tan lejos como otros como el de la Declaración de los Derechos del Niño, que hace ya casi 60 años fue también solo una idea escrita en un papel, pero que hoy en día se utiliza y protege el derecho de los niños a través del mundo.
En los próximos meses la propuesta de la firma de la DDH llegará a Madrid y a la ciudad inglesa de Bristol, ciudades que podrán dar un paso adelante, haciendo entrar al Reino Unido y España en este movimiento mundial que se preocupa del mañana y de las próximas generaciones.
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