Crisis climática
Miles de personas se manifiestan por una Europa sin carbón en la cumbre COP23
Las organizaciones de la sociedad civil europea reclaman una fecha de caducidad al uso del carbón en el continente y alertan de que el Gobierno de Donald Trump toma la cumbre de cambio climático de Bonn como un escaparate para la promoción de las energías sucias como forma de hacer negocio con el clima.

Decenas de miles de personas se han manifestado durante la tarde del 4 de noviembre por las calles de Bonn para reivindicar un nuevo escenario climático basado en el abandono de los combustibles fósiles y la búsqueda del empleo de energías cien por cien renovables. La marcha se ha producido en la ciudad que acoge la COP23, el encuentro de mandatarios mundiales, empresas y sociedad civil para abordar el problema del calentamiento global.
El protagonista ausente de la manifestación, y de la conferencia sobre Cambio Climático, es el presidente de Estados Unidos Donald Trump, que en junio retiró a su país de los objetivos alcanzados en la cumbre de París de 2016 (COP21).
"Los países deben decidir si se inclinan hacia el negacionismo climático como la administración Trump o si mueven ficha hacia un futuro de energías limpias que sirvan para todos", explica en su manifiesto la organización 350.org, una de las convocantes de las acciones en torno a la cumbre alemana.
En España, varias organizaciones ambientalistas, entre las que están Greenpeace, Ecologistas en Acción, WWF y Amigos de la Tierra lanzaron esta semana la iniciativa "Europa: un futuro sin carbón". Con esta Plataforma pretenden que la UE marque una fecha para el abandono de la generación de energía mediante carbón, cuyas emisiones causaron 19.500 muertes prematuras y 10.000 casos de bronquitis crónica en adultos en 2015.
"Una central térmica en cualquier país del mundo es una responsabilidad de todas las personas y una amenaza para nuestro planeta a nivel global", declaró Kathrin Gutmann, responsable de la campaña europea Beyond Coal. En España, la generación de las centrales térmicas se ha reducido en los últimos años, pero sigue siendo la primera fuente –ya que también se utiliza en la generación por ciclo combinado– en el mix energético nacional.
Mientras las organizaciones de la sociedad civil presionan a la UE para que ponga fecha de caducidad a las energías sucias, las mismas organizaciones alertan de que la la Administración estadounidense acude a Bonn con el renovado empeño de promover el uso de la energía nuclear y los combustibles fósiles, en la línea de lo declarado por Trump.
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