Amazonía
Amazonía, cuando los pueblos arden

Hoy no solo la selva amazónica arde, sino que la casa de 400 pueblos está en llamas. Son cientos de conocimientos y sabidurías para la sostenibilidad de la madre tierra, abocadas a desaparecer. Son cientos de miles de personas en riesgo de ser expulsadas de su casa para engrosar la miseria de los barrios marginales de Sao Paulo, Río de Janeiro, Lima o Bogotá.

Manifestación incendios Amazonía 2
Protesta en defensa de la Amazonía en Sao Paulo el viernes 23 de agosto. Foto de Romerito Pontes.

Mugarik Gabe

24 sep 2019 12:58

Hicieron falta dos semanas de agosto para que los medios de comunicación occidentales empezaran tímidamente a hacerse eco de los incendios en la Amazonía; aún hoy, ya en pleno septiembre, siguen negándose a informar sobre los aún mayores en el África ecuatorial (Congo, Angola…). Ya ha pasado más de un mes desde que los primeros se declararon y tras unos pocos días en los informativos, la Amazonía ha desaparecido de nuevo de portadas y primeras noticias, aunque la situación persiste en su gravedad y el fuego abre nuevos espacios de vaciamiento del bosque.

Un dato que nos ilustra con absoluta claridad esta visión y el desinterés verdadero por lo que allá ocurra es el que nos dieron los gobiernos que se autodenominan como los más poderos del planeta, el G-7, durante su reunión en Biarritz. Coincidente ésta con el fuego que consumía miles y miles de hectáreas, y a fin de no parecer del todo insensibles y tener cierto protagonismo en los medios apareciendo como preocupados, se dignaron aprobar casi veinte millones para apagar el incendio; dinero que, posiblemente, nunca llegará a hacerse realidad.

El ridículo fue escandaloso, cuando las redes sociales les recordaron que el año anterior el compromiso internacional para recuperar el techo de Notre Dame en París había ascendido en escasas horas a varios cientos de millones. Resulta ser una evidencia triste del hecho de que hay destrucciones de ciertas “catedrales naturales” que nuestras poderosas e “inteligentes” autoridades siguen sin comprender; evidencia también de la hipocresía absoluta de estas élites.

Primó, una vez más, en la inmensa mayoría de las crónicas, de las imágenes televisivas, la siempre presente invisibilización de quienes durante siglos han cuidado, vivido y respetado la Amazonía.

Otra cuestión claramente mostrada en esos días fue la preocupación por la defensa de los ecosistemas en peligro. Primaron los análisis sobre el riesgo de acabar con el “pulmón del mundo”, sobre lo que eso supondría para el cambio climático, sobre las lluvias y sequías que vendrían, etc. Grave y preocupante situación, desde luego, y los análisis más o menos acertados haciendo un llamado a la conciencia de nuestras sociedades sobre el futuro que estamos definiendo para nuestro planeta y las generaciones que vendrán.

Pero, a pesar de lo encomiable del llamamiento y de la necesidad de todas esas reflexiones para la conciencia humana primó, una vez más, en la inmensa mayoría de las crónicas, de las imágenes televisivas, la siempre presente invisibilización de quienes durante siglos han cuidado, vivido y respetado la Amazonía.

Las informaciones tienden a trasladarnos una imagen de selva idílica donde habita en absoluta libertad y armonía solo fauna salvaje y flora endémica. Sin embargo, son más de 400 los diferentes pueblos indígenas, sobrepasando el millón las personas, que viven en este territorio. De alguna forma, es cómo si ardiera en dos semanas una de nuestras grandes ciudades y los medios de comunicación y la clase política solo nos hablaran, solo se preocuparan por el estado en el que quedarían edificios, calles y parques de la misma.

Lo cierto es que, una vez más, los intereses económicos de las élites han primado en los escasos pero unidireccionales análisis, declaraciones y reflexiones. Cierto es también que ha habido honrosas excepciones en esta visión, pero es innegable que cuando los medios y la clase política nos hablan de la Amazonía solo nos transmiten la idea de un paraíso o infierno verde y vacío. Y posiblemente, es en esto último donde una vez más está el quid de la cuestión.

Históricamente los procesos de colonización nos han trasladado la imagen de territorios vacíos, los famosos “terra nullius”, o territorios sin dueños. Ambos conceptos, sobre todo el segundo, despejaban el campo y la conciencia para la posterior invasión y ocupación colonial. Así, cuando ahora se habla de la Amazonía ésta es la idea que quieren imponer desde hace muchos años.

Históricamente los procesos de colonización nos han trasladado la imagen de territorios vacíos, o territorios sin dueños. Conceptos que despejaban el campo y la conciencia para la posterior invasión 

La comunidad internacional en diferentes momentos ha planteado la necesidad de que sea ésta la que se ocupe, la que administre la extensa cuenca amazónica por su importancia para la supervivencia del planeta. Por otra parte, los gobiernos de los ocho países que son parte de esta cuenca defienden que son ellos los responsables soberanos de la misma. Y unos y otros siguen ignorando a los verdaderos dueños del territorio, aquellos pueblos indígenas que han demostrado durante cientos de años que son los únicos que han sabido y saben de su correcto uso, conservación y disfrute sin poner en riesgo la biodiversidad y la sostenibilidad de los sistemas integrales de vida allí existentes.

Hoy, gobiernos pseudofascistas como el de Brasil consideran a las mujeres y hombres indígenas como un estorbo a eliminar para poder entregar esa tierra a mineros, ganaderos y agroindustriales. Y muchos otros gobiernos, como la mayoría de los que forman la “preocupada comunidad internacional” que, bajo la dirección de los poderes económicos, siguen viendo la Amazonía como un espacio inexplorado, repleto de riquezas hídricas, minerales, forestales, hidrocarburíferas, agroindustriales que hay que repartirse y poner en producción cueste lo que cueste. Incluso a costa de ese millón de personas que en sus declaraciones dicen defender pero ignoran, y que han demostrado verdaderamente saber cuidar la naturaleza, muy al contrario de quienes se presentan como sus teóricos defensores.

Por todo ello, hoy no solo la selva amazónica arde, sino que la casa de 400 pueblos está en llamas. Son cientos de culturas, de conocimientos y sabidurías, vitales entre otras, para la sostenibilidad de la madre tierra, abocadas a desaparecer. Son cientos de miles de personas en riesgo de ser expulsadas de su casa para engrosar la miseria de los barrios marginales de Sao Paulo, Río de Janeiro, Lima o Bogotá.

Y la pregunta, algunos dirán que ingenua, es si en este caso y ante esta realidad, actuaciones irresponsables de gobiernos como el brasileño y de quienes se mueven tras la cortina de humo del incendio, los intereses económicos de hacendados, oligarcas y transnacionales, verdaderos responsables últimos de esta situación, no pueden ser juzgados por crímenes de lesa humanidad. Otra pregunta en la misma línea es saber si esa hipócrita e interesada comunidad internacional que ha calificado como genocidios la muerte masiva, consciente y provocada de pueblos como el judío, no puede en este caso aplicar el mismo calificativo cuando se pone sobre la cuerda floja de la existencia a más de un millón de personas. O tendremos que suponer, nuevamente, que para este sistema neoliberal no todas las vidas y pueblos tienen la misma dignidad y derechos.

Límpiense sus lágrimas de cocodrilo, dejen de ver la Amazonía como un mercado de beneficios económicos para las élites locales y transnacionales y respeten la existencia de quienes han sabido construir modelos de vida respetuosos con la naturaleza. Saquen unos y otros sus manos de la Amazonía y ésta nos sobrevivirá. De lo contrario, no ya las generaciones venideras, sino nuestros inmediatos hijos e hijas verán morir y desaparecer ese espacio de rica diversidad humana y natural.

Archivado en: Amazonía Amazonía
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Deforestación
Medio ambiente La Comisión Europea sucumbe ante la agroindustria y propone retrasar un año su ley contra la deforestación
El reglamento, pionero en el mundo, tenía previsto entrar en vigor a finales de 2024. La noticia se conoce en un año especialmente devastador para las sabanas y selvas sudamericanas.
Crisis climática
Cine y crisis climática Muyuna Fest, cine selvático para aprender a flotar en un mundo que se hunde
La primera muestra de cine flotante de la historia emerge sobre las aguas del barrio de Belén, en la ciudad de Iquitos (Perú) para fomentar la conservación de la Amazonía y la soberanía audiovisual de los pueblos originarios.
Deforestación
Deforestación y soja Un informe implica a los siete grandes supermercados de España en el colapso de la Amazonía
Un estudio de la ONG internacional Mighty Earth señala a Carrefour, Mercadona, Alcampo, Lidl, El Corte Inglés, Día y Aldi por su responsabilidad en la deforestación de la selva más grande del planeta.
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.