Barrios
Cacerolas

En los barrios del sur las cacerolas humean, es lo que toca para que en serio y sin discursos de ocasión, nadie se quede atrás. Allí abajo se respiran dignidades y resistencias que, como los buenos platos, se cuecen a fuego lento.


Geena-voluntaria-VillanaVk
Geena, una vecina voluntaria que participa en la iniciativa de apoyo mutuo de Vallekas, sirve la comida caliente en los recipientes que traen las vecinas. Sara Garchi

En el sur huele a caldo recién hecho para los que rechazan las pizzas impuestas desde las alturas de un pisito de lujo que aísla de todo y de todas, lo más lejos posible de los latidos que contagian humanidad.

Hay cacerolas humeantes y miradas tristes porque en muchos casos es la primera vez que toca abrirse a la solidaridad barrial. Avergüenza haber sido y ya no ser, para quienes no tenían que pedir y ahora les toca. Ahogados en la angustia de la pandemia, sin aire por la incertidumbre de un futuro que augura rayos y tormentas.

Toca hacer la cola con el carro hambriento de ser llenado. No hay más miedo que la voz de una hija preguntando ¿qué hay de cenar?, mientras la luz de la nevera se desvanece sobre un plato de sobras mal tapado, que apuñala ahí donde más hiere.

Coronavirus
Redes de apoyo mutuo en los lugares más castigados por el coronavirus
VV.AA.

Recorremos Vallecas, Leganés, Fuencarral- El Pardo y Carabanchel, lugares que acumulan altas cifras de positivos, a través de los rostros del apoyo mutuo y las potentes redes vecinales reforzadas en tiempos de pandemia.

Y toca arremangarse para seleccionar alimentos, armar bolsas o descargar un coche con la mercadería que se ha juntando de donaciones a la salida de un supermercado. Apoyo mutuo, de eso se trata. Sin caridades, así se cocina en las ollas populares cuando las instituciones brillan por su ausencia.

Ahí están, jodidos, esperando por unas cajas de leche, paquetes de arroz o pasta, aceite y fruta. Y si hay suerte un poco de pescado que alguien llevó para repartir, o un pedazo de carne que meter al cocido. En otros lugares, los tuppers se van llenando uno a uno, hasta arrancar la última cucharada del fondo de un perol quemado de tanto uso.

Todo vale, pero en el transcurrir del tiempo nada tendrá tanto valor como el reconocerse en Miguel, el vecino de la otra cuadra; María, la de la tiendita, o Moha, el del quinto. En la cola están todas, la que criticaba a los okupas del edificio de la calle de atrás y hoy sufre por no poder pagar su alquiler, los que señalaban al mantero por ganarse la vida como buenamente podía y la que no entendía que si la gente iba a asuntos sociales era porque se había quedado afuera del sistema y no por vagancia o desgano. Espejos que devuelven a esa nueva normalidad de fango que para muchas vecinas ya era parte de su vida cotidiana. Para ellas, el bicho solo ha agudizado las cosas.

La pantalla de la tele escupe discursos grandilocuentes. “Nadie se va a quedar atrás”, repiten. Y uno se acuerda que hace años alguien montó un hospital “para los vecinos”, pero lo puso tan lejos que resultaba inalcanzable. Demasiadas familias no tenían para pagar el bus que las acercara y otras tantas tuvieron que elegir entre comer y comprar los medicamentos porque el mismo partido de gobierno se sacó de la chistera el copago farmacéutico. Otras muchas directamente dejaron de ir a la consulta cuando les robaron la universalidad del sistema sanitario.

Allí se vive apretando los dientes y el bolsillo. Y bajo el techo caben todas. Se convive con la abuela y el abuelo, porque forman parte de la esencia de sus barrios.

Las mismas familias que a cada comienzo de curso se agolpan a las puertas de parroquias y centros sociales en búsqueda de los libros para sus hijos e hijas. Otra vez, mientras la clase política les habla de excelencia educativa y enseñanza bilingüe, allí en ese sur de los barrios obreros, estudiar es una proeza y ─cada vez más─ una utopía, en un país donde la gratuidad de la enseñanza universitaria se perdió a lo lejos y hace tiempo. 

Allí se vive apretando los dientes y el bolsillo. Y bajo el techo caben todas. Se convive con la abuela y el abuelo, porque forman parte de la esencia de esos barrios que no han escatimado en luchas, contra el fascismo y por los derechos laborales y sociales. 

Y están en casa porque más allá de la imposibilidad de pagar dos o tres mil euros por una residencia, la palabra de la Yaya se escucha, se quiere y se respeta. Y si no hay imposibilidades físicas que exijan cuidados profesionales, no hay mejor vejez que el estar con los suyos. Lecciones que suben desde abajo.

Faltan los abrazos que ya se darán. Hay cierto recelo. La ambulancia se ha llevado a muchas y son muchas las que no han regresado. Es mentira que el bicho iguale a todo el mundo. Allí abajo se dispara, contagia y mata sin piedad.

Coronavirus
Las redes de solidaridad de Barcelona cuadruplican el reparto de alimentos

Las redes de apoyo mutuo de Barcelona, que antes alimentaban a 1.100 personas, ahora dan cobertura a 5.500. Han cuadruplicando el volumen de su intervención y cada semana sigue aumentando ante el desborde de los servicios sociales.

Que se lo cuenten a ellos lo de las desigualdades. Salir a la calle a tomar un respiro en medio del agobio de cuatro paredes que oprimen más allá de lo tolerable, ha significado miles de multas en el cinturón sur de este Madrid en pandemia, a veces acompañadas del palito de abollar ideologías que se crece chulesco en los barrios obreros, pero desaparece cuando un puñado de cacerolas hacen ruido en los rincones más pudientes de la ciudad.

En los barrios del sur las cacerolas humean, es lo que toca para que en serio y sin discursos de ocasión, nadie se quede atrás. Ya saldrán, que nadie dude que volverán a salir para recuperar derechos robados, como el de una sanidad pública y universal, de todas y para todos. Allí abajo se respiran dignidades y resistencias que, como los buenos platos, se cuecen a fuego lento. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Infraestructuras
Infraestructuras públicas La Junta y el Gobierno se enfrentan por el mérito del metro de Sevilla borrando el legado de la lucha vecinal
Pedro Sánchez y Juanma Moreno inauguran la nueva infraestructura buscando anotarse el tanto de un proyecto elaborado entre ambas administraciones mientras borran de golpe los años de lucha vecinal para que esta infraestructura se hiciese realidad.
Fútbol
Fútbol Dónde juegan quienes juegan
De mi infancia, casi recuerdo pasar más tiempo en las pistas de “futbito” del barrio que en el salón de mi casa.
Urbanismo
Urbanismo Los PAU de Madrid y otra lectura de clase sobre el deseo de mejorar socialmente
Sus habitantes se han vuelto una caricatura: aparecen como víctimas del consumismo y de un estilo de vida individualista. Pero, ¿cómo experimentan el espacio, la clase y la cotidianeidad más allá del estereotipo?
#60782
16/5/2020 18:55

Q tremendo pampa aca pasa lo mismo pero con la mitad de los argentinos

0
1
#60781
16/5/2020 18:55

Q tremendo pampa aca pasa lo mismo pero con la mitad de los argentinos

0
0
#60736
16/5/2020 13:18

Es la verdad

0
1
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Medios de comunicación
Opinión ¿Y qué esperabas, Pedro?
Los gobiernos de derechas llevan años alimentando con dinero público a sus medios afines que esparcen bulos y manipulan sin que el Gobierno haya hecho nada para evitarlo.
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Antifascismo
Antifascismo en Roma 25 de Abril, día de 'La Liberazione'
El movimiento antifascista celebra el fin de la ocupación nazi con una demostración de poder en las calles de Roma.
Más noticias
Portugal
Portugal Cuando los campesinos portugueses tomaron la tierra… y la contrarrevolución se la despojó a tiros
Tras el 25 de abril de 1974 una ola de ocupaciones agrícolas impulsó en Portugal una profunda reforma agraria que los gobiernos socialistas y conservadores tardarían más de una década en desmontar.
El Salto Twitch
El Salto Twitch La Catana 2x06, comunicación política y campaña
Nos preguntamos cómo la carta de Pedro Sánchez atraviesa un momento político y electoral que se estira desde las generales, pasando por elecciones gallegas y vascas, para cristalizar en unas catalanas y europeas que van a marcar nuestro imaginario.
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
Portugal
Memoria histórica 50 años del 25 de abril: la reforma agraria
Cuando se cumple medio siglo de la Revolución de los Claveles este catedrático y corresponsal de prensa en Portugal entre 1974 y 1975 relata una de las caras menos conocidas de este proceso histórico: la reforma agraria.
Medio ambiente
Minas en Andalucía La sinrazón de los vertidos mineros al Guadalquivir
Se cumplen 26 años del vertido minero desde la Mina de Aznalcollar al Río Guadiamar en abril de 1998. Ahora, los nuevos proyectos de vertidos mineros desde las minas Cobre-Las Cruces y Aznalcóllar-Los Frailes vuelven a poner en peligro la zona al no haber tenido en cuenta las características del lugar.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).