Vallecas
El bumerán de la droga en Vallecas

El miércoles 15 está convocada una manifestación que terminará en Puente de Vallecas contra la especulación y el aumento de los focos de venta de droga. ¿Qué pasa en este distrito? ¿Qué soluciones hay a la degradación de algunos de sus barrios?

Es periodista y miembro de PAH Vallekas.
15 nov 2017 06:08

A finales de septiembre una mujer era asesinada de un tiro por un hombre y su cómplice en la avenida de Monte Igueldo, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas. A escasos metros se había producido otro ataque a tiros apenas unos meses antes; la coincidencia y la persistencia de los problemas de inseguridad –relacionados en su mayoría con la venta y consumo de droga en pisos ocupados para ese fin– colmaron la paciencia del vecindario, primero de forma espontánea mediante caceroladas, luego a través de una manifestación liderada por la asociación vecinal y convocada para este miércoles 15 de noviembre con el lema Recuperemos Vallecas.

El problema de degradación urbana y social del conocido como casco histórico de Puente de Vallecas coincide aproximadamente con los límites del barrio de San Diego (40.000 habitantes), que se expande al sur de la avenida de la Albufera y hasta las vías del tren que lo separan de Entrevías. La parte más pegada a la almendra central de Madrid del antiguo arrabal de Puente de Vallecas ha saltado a las noticias locales por las denuncias vecinales sobre el menudeo de droga en los narcopisos, el proxenetismo, el abandono y los estallidos de violencia. Problemas que, en combinaciones e intensidades diferentes, no son nuevos ni en el distrito ni en el barrio, pero que se suceden tras 30 años de políticas urbanas neoliberales y tras el paisaje devastado de la crisis social y económica de estos años.

Un lento –y parece que definitivo– desmantelamiento de los puntos de venta en la Cañada Real estaría trayendo de vuelta al barrio a narcotraficantes y consumidores

Empecemos por el más inmediato: la venta de heroína y base en hasta 30 puntos de venta y consumo (según la Junta y la asociación vecinal) conocidos como ‘narcopisos’ o ‘guetos’, que se concentran especialmente en la zona más pegada a la M30 y hacia el final de la avenida Monte Igueldo. Simplificando mucho, fue otra movilización vecinal, la de las Madres contra la Droga, la que consiguió alejar los puntos de venta de heroína (instalados en los conocidos como Bulevar o la Plaza Vieja, entre otros lugares), que a partir de los 90 pasarían a localizarse en los poblados.

Un lento –y parece que definitivo– desmantelamiento de los puntos de venta en la Cañada Real estaría trayendo de vuelta al barrio a narcotraficantes y consumidores. Pero este bumerán vuelve 15/20 años después a otro barrio: afectado por los recortes de los dispositivos sanitarios de atención a drogodependientes, y trufado de pisos y bloques vaciados por nueve años de desahucios masivos (o pisos que nunca llegarían a terminarse ni a habitarse de manera regular).

La permisividad de las propiedades –bancos y fondos, de nuevo según la Junta– con las ocupaciones de narcopisos contrasta con la política de desahucios masivos ejecutada por entidades como Bankia en el barrio, con 60 personas desalojadas de las casas –sin alternativa alguna en la mayoría de casos– en las que habitaban como deudores hipotecarios, como inquilinos no regulares o como ocupas solo entre abril y junio de este año, tal y como denunció PAH Vallekas.

La sospecha vecinal es que se está dejando morir al barrio. Aunque se recupera desde 2015, San Diego tiene menos población que al inicio de la crisis: inmigrantes retornados (la población extranjera ha pasado de un 33% en 2008 a un 25% según el padrón municipal), nueva migración juvenil, parejas mayores que se vuelven al pueblo o parejas que prefieren vivir en el Ensanche, o en la vecina Rivas, por sus mayores zonas verdes, equipamientos y tranquilidad.

La petición de responsabilidades apunta alto, desde el Gobierno central con su Ley Montoro, al Gobierno autonómico, pasando por una leve crítica al Ayuntamiento de Ahora Madrid

La escasez de oferta de pisos en alquiler no concuerda con los anuncios de grupos inversores que siguen adquiriendo casas procedentes de desahucios, ni con la persistencia de vivienda vacía. Un deterioro que puede ir a más si, como adelantó la Junta en el último pleno, los recortes a los que obligará la aplicación de la Ley Montoro se concretan en cinco millones menos para el distrito, cuando todavía el Ayuntamiento no ha ejecutado la mayoría de inversiones acordadas con las asociaciones vecinales.

En todo este proceso de movilización vecinal, podemos alegrarnos del discurso que el tejido asociativo y la asociación vecinal de Puente de Vallecas han logrado imprimir a la indignación espontánea: la petición de responsabilidades apunta alto, desde el Gobierno central con su Ley Montoro, al Gobierno autonómico –al que acusan de desatender el distrito-, pasando por una leve crítica al Ayuntamiento de Ahora Madrid.

No obstante, más allá del discurso la realidad es que las asambleas vecinales (una de más de 300 personas) tienen un claro sesgo generacional (más de 50 años) y de raza, dos caras de la misma moneda en un barrio donde la media de edad de la población extranjera (30 años) es diez años menor que la española. Sin un claro protagonismo de los sectores más precarizados, el peligro de que se pretendan barrer los problemas bajo la alfombra es grande. Es difícil pasar por alto el racismo y xenofobia de algunas expresiones de descontento en grupos de Facebook y en las propias asambleas vecinales.

Por último, en una ciudad cada vez más desigual, este tipo de protestas suponen también una prueba para el Gobierno de Ahora Madrid. Con un papel completamente subalterno con respecto al bloque de poder oligárquico del PP, puede ser fuerte la tentación de atender sólo a la parte más ‘securitaria’ de las reivindicaciones vecinales, en un barrio donde la abstención no ha bajado del 39% en ninguno de los últimas convocatorias electorales, incluidas las municipales donde se rozó el 44%. El papel del concejal, Paco Pérez Ramos y de su equipo tanto en las asambleas como en artículos publicados en prensa apunta ahí: valga como ejemplo la absurda reivindicación de la instalación de cámaras, o su insistencia en dotar de comisario de Policía Nacional al distrito.

Dichas propuestas tienen el dudoso mérito de enmarañar la reivindicación principal de las protestas –el cierre de los narcopisos ocupados–. Merece la pena detenerse en esto, dado que tanto la Delegación del Gobierno como los mandos policiales insisten estos días en que el desalojo de pisos ocupados se hace ahora en 15 días tras poner la denuncia. Una de dos: o mienten (nuestra experiencia en la PAH es que el plazo efectivamente se ha acortado), o pasan por alto el doble rasero de la propiedad en los juzgados al presentar denuncias, algo que merecería la pena ser investigado. Llama la atención que la Junta señale genéricamente a ‘los fondos’ propietarios de los edificios donde se trafica y no se publique una lista de estos fondos, ni se les envíe requerimiento alguno para que presenten denuncias en los juzgados con respecto a aquellos pisos o bloques donde quede demostrado que se está moviendo y consumiendo droga a gran escala.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sphera
Sphera Trans y creyente: viviendo la identidad dentro de la espiritualidad
Niurka Gibaja es una mujer trans y es teóloga. Defiende poder aunar identidad y espiritualidad y se basa en su formación académica para argumentar que las enseñanzas de la Biblia no son tan conservadoras como la Iglesia hace creer.
Comunidad de Madrid
Huertopías Ecourbanismo o cómo combatir la crisis climática en las ciudades y desde lo comunitario
En los últimos años han ido floreciendo, en su mayoría desde organizaciones de base anticapitalista, numerosos proyectos sociales basados en la agricultura urbana. Todos ellos ofrecen alternativas sostenibles y cooperativas frente al sistema actual.
Vallecas
Vallecas ¿Qúe es un barrio?
El fotógrafo Nacho Goytre, a fuerza de fotografiar edificios, calles y sus vecinos para obtener un retrato fiel de Vallecas, ha terminado realizando también un autorretrato de su barrio, que se ha convertido en libro.
#3250
17/11/2017 10:15

Al periodista me dirijo. Si es tan absurda la peticion de camaras y un comisario,porque rn Tetuan SI ya se han instalado cientos de camaras de seguridad?? Dejeme decirle que ah i ra en Vallecas toda precaucion son pocas y medidas de seguridad son ahora mismo casi inexistentes. Llevaria usted allí a sus hijos y a su mujer a vivir? Vamos a ser serios y dejemos de llamar absurdo a medidas que siempre van a ser de ayuda cuanto menos.

0
3
#3329
18/11/2017 15:39

Yo soy vecina de Vallecas, y no quiero que me graben, primero x violar mi intimidad, y segundo porque las cámaras no solucionan los problemas, sólo los graban. Con las necesidades del barrio, no servirán para disuadir a nadie, la gente tiene que comer, ojalá pudieran comer sin necesidad de participar en negocios chungos :(

3
0
#3177
16/11/2017 11:35

Soy vecino de Entrevias y estoy totalmente de acuerdo con la carta del periodista pero quiero recordar que en mi barrio nos vimos SOLOS para expulsar a toda la gentuza de la droga en la zona denominada PIES NEGROS los vecinos cortamos el tren, la M30 y nunca encontramos ayuda de los políticos de Vallecas ni tampoco los periódicos denunciaban las ventas de droga de esta gentuza EL BARRIO LUCHÓ SÓLO HASTA QUE LOGRAMOS EXPULSARLOS

5
0
#3149
15/11/2017 18:53

En Entrevías estamos igual o peor. Claramente quieren desmantelar el barrio. Yo estoy afectada por un edifico de la Sareb. La policía municipal se guasea de mi con los ocupas. No sólo han ocupado el edifico se han apoderado de la calle. Llevo 5 años denunciando de todo lo que inclumple las ordenanzas municipales y sólo he conseguido tener más molestias y dicho por los agentes 'no les ponen multas porque no las pagan' como si a los demás nos las preguntaran si nos las pueden poner. En cuanto a la Policía Nacional, normalmente se portan mejor, yo no he conseguido denunciar a la Sareb por permitir que nuestras calles sean inseguros lo máximo que he llegado es a decir que es culpa de la alcadesa, como si esta situación fuera de ahora. El caso mío es general y peor, llegando a la agresión a personas, incluso a gente muy mayor. El IVIMA a regularzado a 332 familias ocupas. Yo estoy luchando desde la asociación de vecinos La Viña de Entrevías. Llamen Uds y pregunten. Esta barriada es muy atractiva por la situación, las vistas y Demografía. Es mi barrio de toda la vida y yo voy a luchar, porque el legado de mis antepasados no se pierda.Entre todos nos han robado, pues el valor de nuestros pisos se ha derrumbado.

11
3
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas e intercambio de misiles entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.

Últimas

Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Más noticias
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.
Estados Unidos
Estados Unidos “No Kings”: más de 2.000 manifestaciones en EEUU para protestar contra la deriva autoritaria de Trump
Con el nombre de movimiento No Kings (sin reyes), millones de personas están convocadas a manifestarse en todo el país este sábado y enfrentar el desfile militar organizado por Trump el día de su 79 cumpleaños.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.