Transexualidad
¿Las personas trans cabezas de turco? No, gracias

La oscuridad medieval a donde nos quieren retrotraer no se combate apagando las luces, sino empuñando con más fuerza y valentía la antorcha que siempre ha iluminado el progreso del ser humano.

Ley Trans en el Congreso de los Diputados
Foto de familia de la plataforma Trans en el Congreso de los Diputados. Dani Gago

Las personas trans llevamos esperando más de cuarenta años para ser tratadas en igualdad en los ámbitos de la educación, la atención sanitaria, el mercado laboral, la práctica del deporte, la consideración legal de nuestro sexo y nombre en documentos oficiales; el derecho humano al reconocimiento de la identidad. Esta vulneración sistemática de derechos humanos no cambio ni siquiera con la entrada de la democracia.

Gobiernos democráticos de distinto color, unos y otros, han ido sorteando evitar entrar en una legislación que nos reconozca como ciudadanía. Lo han hecho para no enfadar a los pilares que sostenían la anterior dictadura, representados en la moral a través de la iglesia y excusados en una visión psicomédica cuya vertebración no es la ciencia sino la ideología que ha patologizado las identidades trans, siendo una excusa perfecta para la vulneración de los derechos humanos de las personas trans y que ha tenido una influencia determinante en las legislaciones.

Las personas trans hemos sido violentadas tradicionalmente desde esa ultraderecha española política y religiosa y, en los últimos tiempos, con asombro hemos visto cómo algunas voces desde ciertos sectores progresistas y feministas coinciden al cien por cien con los planteamientos de la ultraderecha. Ambas corrientes han argumentando sus ataques en una pretendida defensa de la biología y desde un esencialismo carente de rigor que supone una cosificación, deshumanización y demonización de las personas trans, cuyo impacto es grave al tratarse de un grupo vulnerable que se ve expulsado a los márgenes.

La demonización para la conculcación de derechos y la deshumanización, es decir, desprender de la consideración humana al sujeto para que resulte más fácil el trato subhumano, han sido prácticas que se han llevado a cabo con otros grupos humanos como las minorías étnicas, mujeres y gays.

Las personas trans no podemos ser la cabeza de turco que pague los desmanes del capital que es lo que abre la puerta al fascismo

Tenemos, por tanto, claro que este es el mecanismo empleado para la subyugación de nuestras identidades al sistema cispatriarcal, el único sistema de organización social que el ser humano ha conocido desde que en la noche de los tiempos apareció la propiedad privada ligada a un apellido masculino, y que se ha perpetuado en todas las esferas de nuestras vidas con la eficacia y peligrosidad de estar sublimado en nuestras formas autómatas de relación social. Lo traviesa todo, hasta las clases sociales, por eso la reacción del sistema aglutina desde el ultraconservadurismo a sectores de la progresía española.

Los últimos años han supuesto un gran avance en derechos sociales y libertades civiles que, en el caso concreto de las personas trans, ha sido una auténtica revolución con el reconocimiento como derecho humano fundamental de la libre determinación de la identidad sexual, plasmado por primera vez en la ley trans de Andalucía y que se ha extendido como un tsunami al resto de legislaciones del Estado español como es el caso de Madrid, Valencia y Aragón, y siendo reclamada también desde el resto de comunidades con proyectos más o menos avanzados. El procesó culminó con el registro en el Congreso de los Diputados, el 23 de febrero de 2018, del primer proyecto de ley trans estatal impulsado por los sujetos políticos, la Federación de Asociaciones Trans de España y la Plataforma Trans, y cuyos principios legislativos se rigen por la plena y real despatologización de las identidades trans.

Siempre que se produce un movimiento de avance, el cispatriarcado se revuelve y produce otro movimiento de fuerza directamente proporcional a ese avance

A eso se le une el espacio social, político y mediático que ha ido conquistando el colectivo trans, pudiendo hacer llegar cada vez más información veraz sobre la diversidad de las identidades sexuales y que ha propiciado la eclosión de la visibilización de los menores trans.

Siempre que se produce un movimiento de avance, el cispatriarcado se revuelve y produce otro movimiento de fuerza directamente proporcional a ese avance. A esto se le llama reacción.

Y como cité anteriormente, las fuerzas reaccionarias son de la misma condición que el propio sistema; transversales. Por eso se pueden observar en ambos lados del espectro político, aunque con diferentes relatos, y ahí es donde tenemos que ser analíticos para darnos cuenta de que, aunque diferente prosa, es el mismo verso.

Desde el ultraconservadurismo patrio la respuesta se ha canalizado a través de organizaciones como Harte Oír o partidos políticos como VOX, que plasman sin ninguna ambigüedad y de frente todo un ideario dispuesto a revertir los avances en políticas trans, LGB y hacia la protección de las mujeres. Pero hemos visto con alarma cómo desde algunos sectores feministas y de izquierda se utiliza el avance de estas formaciones ultras para frenar también el avance en derechos del colectivo trans con la excusa del miedo. Atacando las políticas de diversidad sexual como algo nocivo para la izquierda que provocaría una desafección de las clases populares hacia estas y sería caldo de cultivo para la extrema derecha.

Es llamativo y sangrante que vaya a hacer un año desde aquel registro histórico en el Congreso de los Diputado de la primera Ley Trans estatal sin que el grupo proponente, Unidos Podemos, haya sido capaz de llevar la ley al pleno para su aprobación a trámite, lo que ya motivó hace unos meses el inicio de una huelga de hambre de 17 activistas trans.

¿Qué esta pasando con la izquierda?

Los factores que provocarían un crecimiento del populismo de extrema derecha serían tema para otro artículo pero en ningún caso se puede atribuir a la construcción de una sociedad de progreso, donde todos los ciudadanos tengan igual reconocimiento, oportunidades y dignidad, máxime cuando España está a la cabeza en la aceptación de la realidad trans, según una encuesta realizada por Ipsos en 16 países y publicada en enero del 2018.

La izquierda y el progresismo no pueden caer en la trampa del miedo, las personas trans no podemos ser la cabeza de turco que pague los desmanes del capital que es lo que abre la puerta al fascismo.

La oscuridad medieval a donde nos quieren retrotraer no se combate apagando las luces, sino empuñando con más fuerza y valentía la antorcha que siempre ha iluminado el progreso del hombre.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Feminismos
Resumen del año 2023, el año del SeAcabó y del doble mazazo a Irene Montero
La reforma de la ley del solo sí es sí y la reacción colectiva ante el machismo en el fútbol marcan un 2023 en el que también hay que hablar de transfobia, violencias machistas y madres protectoras.
Feminismos
Salud y disidencias ¿Qué aporta la perspectiva transfeminista al campo de la salud?
Un análisis a propósito del libro 'Posología. Microdosis transfeministas para la salud' (Txalaparta, 2023).
Transexualidad
Bru Madrenas “Ser trans tiene una parte muy bonita de tejer red y romper con el binarismo de género”
Le autore de ‘Transgresorxs’ (2023) habla de identidades no binarias, de cómo acompañar una transición siendo cis y de la alegría de ser trans en un libro pensado para compartirse con la familia.
#28831
7/1/2019 23:52

Comparar al feminismo que afirma que el género son estereotipos sociales creados para subyugar a la mujer, con grupos ultracristianos que afirman que los estereotipos de género son algo natural relativo a la biologia, me parece mal intencionado y destructivo. Este debate ya se ha tenido en U.K. y sólo ha servido para fracturar y llevar a las distintas corrientes feministas a extremos enfrentados.
No caigamos en el mismo error. Aceptemos un debate honesto sin transfobia ni misoginia por parte alguna.

0
49
#28829
7/1/2019 23:37

Que se pongan a trabajar si quieren un sueldo, como hacemos todos. Ya está bien de tantas ayudas mientras los demás nos levantamos a las 7 para llevar un salario a casa. Una cosa es ser de izquierdas y otra que se rían en tu cara.

0
51
Anónimo
8/1/2019 11:41

Yo me levanto a las 6 de la mañana y sigo siendo trans. He encontrado un trabajo por pura suerte en mi entorno familiar, sino seguiría sin encontrar nada. Antes de criticar, informarse. Que no tenemos ni ayuda ni subvenciones ni nada de lo que suelta la gente por su boca sucia.

50
0
Laura fp
7/1/2019 14:05

Exacto no queremos más fascismo queremos ser libres y ya

52
1
Derechos Humanos
Libertades y derechos Amnistía Internacional acusa al Estado de no investigar casos graves de violación de los derechos humanos
El informe anual de esta organización de derechos humanos denuncia “la persistente falta de rendición de cuentas por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado español”.
Palestina
Palestina La Flotilla hacia Gaza anuncia un retraso de la salida de los barcos de ayuda
La organización refiere presiones internacionales para que no se lleve a cabo una misión que pretende entregar 5.500 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad a la población atrapada en el territorio palestino.
Tratado de la Carta de la Energía
Tratados El Parlamento Europeo aprueba la salida del Tratado de la Carta de la Energía
Con una inmensa mayoría, la eurocámara vota la salida de un tratado que era incompatible con los objetivos climáticos y que España ya anunció que abandonaría.
Derecho a la vivienda
Derechos a la vivienda Catalunya se adelanta al Gobierno central y regula los alquileres de temporada y por habitaciones
El Banco de España recomienda en su informe anual “medidas restrictivas” para controlar los alquileres turísticos, de temporada y por habitaciones, convertidos en la vía predilecta de grandes y pequeños propietarios para eludir las legislaciones.

Últimas

Sanidad pública
Sanidad Pública Vecinas de Madrid preparan otra gran manifestación en defensa de la sanidad pública
Después de que Madrid supere el millón de pacientes en lista de espera y del éxito de las dos convocatorias anteriores, el espacio vecinal de barrios y pueblos prepara una gran marcha para el próximo domingo 19 de mayo.
El Salto Twitch
El Salto TV Los caseros se comen tu sueldo
En el programa en directo de Economía Cabreada del 23 de abril analizamos el mercado del alquiler y las legislaciones de vivienda con Javier Gil del Grupo de Estudios Críticos Urbanos (GECU) y Martín Cúneo de El Salto.
Especulación urbanística
Especulación urbanística El proyecto de las torres de la Ermita del Santo va al pleno de Madrid con la oposición del barrio
Los vecinos de San Isidro acusan al Consistorio de simplemente cambiar las torres de sitio pero no modificar lo sustancial del “pelotazo” y se alían en sus protestas con el Sindicato de Inquilinos y las asociaciones de Puerta del Ángel.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Más noticias
Derechos reproductivos
Derechos reproductivos Feministas de ocho países piden que la UE garantice el derecho al aborto a todas las europeas
El movimiento Mi voz, mi decisión comienza la recogida de firmas que forma parte de su campaña para pedir que la Unión Europea cree un mecanismo para financiar abortos en otras países a aquellas mujeres que no tienen acceso garantizado en el suyo.
Bilbao
Ayuntamiento de Bilbao LAB pide el cese de los responsables del área de Espacio Público tras despreciar a trabajadoras en un informe
La subdirectora Carmen San Ementerio firma un informe de cinco páginas en las que desprestigia a trabajadoras. Mientras que el director, Asier López, reenvió el informe a un mail de libre acceso para las empleadas.
Galicia
Ley del litoral El Constitucional avala la ley gallega con la que la Xunta se atribuye las competencias en la costa
El tribunal ha rechazado por unanimidad el recurso del Gobierno español contra 69 preceptos del texto, pero anula el que permite que los sistemas de vertido de aguas residuales puedan ocupar el dominio público marítimo-terrestre.
Portugal
Juicio a 11 activistas climáticos La revolución portuguesa está vieja, ¿verdad hijo?
En vísperas del cincuentenario de la Revolución de los Claveles, 11 activistas de Climáximo estarán en los tribunales por haberse levantado para detener la guerra contra la sociedad que es la crisis climática.

Recomendadas

Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).