¿Caben los sueños de las niñas gitanas en los centros educativos?

Entidades gitanas apuestan por abordar el abandono escolar temprano a través de la escucha de las necesidades y metas de adolescentes y jóvenes en contextos marcados por la segregación.
Bandera gitana Congreso
7 dic 2022 06:23

Un 13,3% de estudiantes abandonaron en 2021 sus estudios antes de haber completado la etapa obligatoria. La tasa ha mejorado notablemente en la última década, reduciéndose prácticamente a la mitad. Frente a estas cifras, el sistema educativo todavía arrastra una gran falencia: la exclusión de algunos colectivos, un 63,7% del alumnado gitano abandona tempranamente sus estudios.

Para afrontar este tendencia excluyente desde las perspectiva de las niñas y jóvenes gitanas una alianza de asociaciones creó el proyecto (J)itana, una J que según sus promotoras apunta a poner en el centro la justicia social y reproductiva, y que une bajo ese propósito a diversas entidades gitanas de todo el Estado —la valenciana FAGA, la FAGIC en Catalunya, la Federación de Mujeres Gitanas Kamira, las asociaciones de mujeres Akherdi i Tromipen y Yilo', y la navarra Gaz Kaló— junto a la Universidad de Sevilla.

Daniela Miranda, investiga desde hace años, junto a activistas gitanas, cuestiones relativas a la justicia reproductiva y al empoderamiento de las mujeres en el pueblo gitano. La investigadora apunta que es a partir de las conversaciones informales con estas activistas, y desde las historias de vida de las mujeres cómo se puso en evidencia una deuda: “A nosotras nunca nos han preguntado por nuestros sueños”, explicaban. La investigadora reconoce que la universidad es un espacio atravesado por el antigitanismo, donde no se ha considerado a este pueblo como generador de conocimiento. Por ello, en (J)itana: “recogemos evidencias conjuntamente con las organizaciones y con las mujeres. Queremos asegurarnos de que es una práctica reflexiva entre todas, compartiendo estos espacios de reflexión entre iguales, de forma horizontal”. Se trata, explica Miranda, de pensar en este “derecho a soñar”, de forma práctica. Los sueños son prioridades, y para conseguirlas se necesitan recursos. Por ello considera que lo que se aborda en la investigación debe traducirse en políticas públicas.

Para poder hablar de sueños y necesidades, Sandra Heredia, concejala en el Ayuntamiento de Sevilla y activista de Yilo', considera que es necesario generar espacios seguros no mixtos donde las niñas puedan “hablar en libertad de todas sus inquietudes”, o trabajar cuestiones complejas como la de los matrimonios tempranos al tiempo que abordan cómo les afecta el antigitanismo, y en particular, el antigitanismo de género.  Heredia explica cómo para hablar de esos sueños propios, se centran mucho en que las facilitadoras sean gitanas, y en pensar en referentes “para que ellas conozcan otro modelo diferente de mujeres, otra realidad”. Para ello miran en su propio entorno, poniendo el foco en “mujeres referentes de su propio barrio, porque al final ser una mujer gitana no te convierte en un referente porque sí, necesitas referentes de tu día a día y de tu cotidianidad”. 

“Cuando trabajamos con el tema de las referentes, apuntamos que conseguir tu objetivo laboral o tu sueño no te hace ser menos gitana si no poner en valor toda la potencialidad que tienes dentro de tu cultura y tu entorno inmediato”

Heredia incide en que, al contrario de lo que ciertos discursos antigitanos pueden pretender, no hay ninguna contradicción entre elegir el propio camino y pertenecer a tu familia y tu entorno. “Cuando trabajamos con el tema de los referentes, apuntamos que conseguir tu objetivo laboral o tu sueño no te hace ser menos gitana si no poner en valor toda la potencialidad que tienes dentro de tu cultura y tu entorno inmediato, combatimos el antigitanismo para que se vea la realidad y la diversidad que existe dentro de nuestro pueblo”.

Para Celia Montoya, de La Fragua Projects el hecho de que los actores implicados sean en su mayoría gitanos es fundamental para que tenga potencial transformador: compartir códigos facilita entender las diversas situaciones que pueden afrontar las jóvenes. “Lo fundamental de todo es que aquí a las chicas no se les obliga a nada, ni se les dirige hacia ningún sitio, sino que lo que tratamos es de que vean qué hay fuera de su entorno. A una muchas veces es su entorno lo que la limita, te limita la visión de las cosas que quieres hacer o incluso tu propia autoestima, a dónde puedo llegar y dónde no. Y más, cuando las niñas viven en un entorno social que está guetizado, que tienen precariedades no solo económicas”.

La Fragua Projects —primera empresa social constituida por profesionales gitanos— es una de las entidades implicadas en el proyecto y ha tenido un rol fundamental en hacer incidencia política, trabajando para llevar a las participantes del proyecto al Congreso de los Diputados y el Ministerio de Derechos Sociales con el fin de trasladar las demandas recogidas por las niñas y adolescentes en los espacios de trabajo, en unas jornadas que organizaron el pasado septiembre.

En aquella ocasión habló Nayra, de ocho años, quien participó en el proyecto de la mano de la Federación de asociaciones gitanas de Navarra, Gaz Kaló. La niña habló de la necesidad de facilitar becas para el estudio. Nayra,  que quiere ser futbolista, valora el proyecto en conversación con el Salto. “Hemos hablado de nuestros sueños: Tania quería ser peluquera —ahora no sé si ha cambiado, pues cambia de opinión de un día para otro, ríe—, Laura quería ser psicóloga… este espacio nos ha dado la posibilidad de hablar entre nosotras de qué queremos y cómo lo podemos conseguir”.

Maria Jesús es la madre de Nayra, y también ha ejercido como facilitadora en Gaz Kaló. Hace un repaso de las actividades en las que han participado las niñas, que van desde talleres de fotografía orientados a hablar de emociones, conversaciones sobre qué personas son importantes para ellas, o un viaje conjunto, decidido por ellas mismas, a Senda Viva, un parque natural de Navarra.  Las actividades, como esta en Senda Viva, incluían a las familias, especialmente a las madres, algo que desde el proyecto se considera vital.

La perspectiva intergeneracional permite también ahondar en algo que Montoya ve claro: “no hay ninguna contradicción entre tradición y avance. Para mí, una de las mejores formas de luchar contra el antigitanismo es apoyar a personas gitanas, tanto hombres y mujeres empoderadas, capacitadas para poder exigir sus derechos porque los conocen y que trabajen en cosas que les gustan y que les hagan vivir lo mejor posible”. Pese a que en muchas ocasiones se estigmatiza al entorno familiar para explicar el abandono escolar, Montoya invita a ampliar la mirada. “Se minusvalora al alumnado gitano, ya en el ámbito educativo se tienen muchos prejuicios. Yo creo que el profesorado también tiene que deconstruirse y formarse, y darse cuenta de hasta dónde llega el racismo”. En todo caso, apunta, se trata de algo tan básico como garantizar a todas las personas el acceso a derechos humanos. 

Y es que el entorno es mucho más que la familia, defiende Montoya, que como todas las familias pueden ser conservadoras y machistas o pueden no serlo. Estudiar en un colegio guetizado en un barrio guetizado, o en zonas rurales sin muchas oportunidades, “la sociedad que te rodea, la gente del cole, cómo te tratan en las tiendas”, todo eso forma parte del entorno, apunta la integrante de La Fragua Projects.

“Se minusvalora al alumnado gitano, ya en el ámbito educativo se tienen muchos prejuicios. Yo creo que el profesorado también tiene que deconstruirse y formarse, y darse cuenta de hasta dónde llega el racismo”

Antigitanismo o falta de oportunidades, Heredia trae a colación un caso práctico de uno de los barrios sevillanos donde trabajan, Torreblanca. “En el instituto al que van no tienen la oferta educativa que tienen en otro instituto, por ponerte un ejemplo muy concreto: muchas niñas quieren hacer estudios de estética y peluquería, pero en su centro educativo no existe esa opción. Ahí lo que llevamos es esta demanda para que en este centro incorporen esta formación para que las niñas no abandonen los estudios y al final se puedan formar en algo que ellas realmente quieren”.

La lucha por una mejora del sistema educativo que tenga en cuenta las demandas de este alumnado, son pasos imprescindibles para encarar este problema: “Al final lo que vamos trabajando también,  junto con la comunidad educativa — estamos recibiendo un gran apoyo de su lado— es que ellas se sientan escuchadas por todas las partes”, explica Heredia.  La cuestión de la guetización no se reduce a lo escolar, apunta, y fuera de las aulas se suman otras demandas: “Por poner un ejemplo, en Polígono Sur tienen que andar casi dos kilómetros hasta una cafetería para juntarse con las amigas a tomarse un café”. Frente al abandono de las instituciones, las chicas propopen autobuses más frecuentes al centro, bibliotecas para estudiar, o actividades de ocio por la tarde. 

Desde la universidad, Miranda considera que la mezcla de entidades de distinto tipo le ha dado mucha potencia al proyecto. Desde La Fragua Projects y su experiencia en la lucha contra el antigitanismo y de incidencia política, a Gaz Kaló, que cuenta con una forma de trabajo muy desde local, a Yilo', en Sevilla “yo he construido mi identidad como investigadora y como feminista con ellas”.

Para Sandra Heredia, este tipo de alianzas “es también abogar por otro tipo de modelo asociativo del mundo gitano, que al final no sea solamente de prestación de servicios o asistencialismo”, un proceso “empoderador” que busca, reflexiona Heredia, “implicar al mismo nivel a todos los agentes que están conectados en la transformación real en sus propios barrios”. Más allá de posibilitar la escucha, y que las niñas y adolescentes puedan acceder a las asociaciones de barrio, centros educativos o instituciones, se trata de que el proyecto sea un “espacio de decisión”, y ahí cobra especial sentido, tanto las intervenciones ante el ayuntamiento de Sevilla o el Parlamento andaluz, como la visita a Madrid que “sirvió para llevar a la instituciones las demandas reales. Las propias mujeres, cuando intervenían en el Ministerio y en el Congreso hablaban de la realidad de su barrio. Polígono sur es el barrio más pobre de todo el Estado español, las mujeres querían saber en qué se destinan los fondos públicos que se dirigen a sus barrios”. 

Maria Jesús y Nayra reconstruyen qué se dijo ahí sobre las necesidades expresadas durante el proyecto “acceso a becas de estudio, oportunidades laborales, que se sientan apoyadas por las personas que las rodean, como es el centro educativo, la familia y la sociedad en general” apunta la madre. Para la hija, que habló desde la tribuna, se trata de “ayudar a que otras niñas puedan hacer lo que ellas quieren, que no piensen que no lo pueden hacer”. Comprender, concluye Montoya, que “tienes todo el derecho de decir lo que tú tengas que decir, porque eres una persona y tienes derechos”.
Pueblo gitano
Un feminismo propio para combatir el antigitanismo
Mujeres gitanas de diversas generaciones reivindican un espacio propio desde el que narrarse en su heterogeneidad y combatir el odio contra su pueblo.
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Aborto
Gritos de “asesina” y citación en comisaría: así es abortar cuando te acosan grupos antielección
A finales de junio, una mujer fue increpada al entrar en la clínica a la que acudió para someterse a una IVE. Su caso no es una excepción. La reforma aprobada en 2022 para castigar estas conductas no ha frenado los hostigamientos.
Siria
La justicia, el gran reto de la transición siria
Con más de 100.000 personas desaparecidas y decenas de miles de muertos, la población siria busca justicia mientras el país echa a andar.
Opinión
Con todos ustedes: España
Os vengo a presentar a vuestra España racista, esa que no habéis querido ver y lleváis ignorando demasiado tiempo.
Murcia
Extrema derecha
La Fiscalía de Murcia investigará si el presidente de Vox Murcia ha incurrido en delitos de odio
El órgano judicial responde a las denuncias de PSOE, Izquierda Unida y Podemos que apuntan a José Ángel Antelo como instigador de las razzias que se están llevando a cabo en Torre Pacheco.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
México
Si México fuera verde: niñas madres, leyes muertas y la lucha por decidir
La viralización de la información sobre partos infantiles revela la realidad de una violencia ignorada en un marco legislativo que obliga a actuar
Análisis
La carrera que nunca termina: una respuesta a Quinn Slobodian
La continuidad del pensamiento neoliberal se sostiene en que las sociedades solo sobreviven ganando carreras competitivas.
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
La primera retrospectiva completa de Barbara Kruger en España presenta los distintos formatos y soportes con los que ha trabajado en las últimas cinco décadas: ‘paste-up’, instalaciones de vídeo, obras en LED y vinilos murales.
Opinión
Superman y el ‘reset’ de los superhéroes en crisis
‘Superman’ no es una película de Costa-Gavras, pero ya las declaraciones de Gunn durante la promoción, destacando que es la historia de “un inmigrante”, soliviantaron al trumpismo.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Comunidad de Madrid
Los bomberos forestales madrileños inician una huelga de un mes
Cerca de 80 trabajadores se han encerrado en la sede de Tragsa a la que acusan de no negociar mejoras laborales y ante la “desidia” de la Comunidad de Madrid.
Opinión
Lo de Torre Pacheco tiene un nombre: terrorismo supremacista blanco
Lo que está pasando en la localidad de Murcia es responsabilidad de una narrativa supremacista blanca alimentada por políticas migratorias racistas y por la criminalización y estigmatización que sufren las poblaciones migrantes y racializadas.
Opinión
Integración, valores europeos, y otros grandes chistes racistas
El poder ha sabido rentabilizar bien las migraciones: se explota su fuerza de trabajo para engordar las sacas del capital, se explota su alteridad para que la gente no piense en la desposesión que sufren por culpa de este régimen de la avaricia.
Economía
¿Cómo funciona el mecanismo de defensa que Europa podría activar contra los aranceles de Trump?
Varios gobiernos europeos apuestan y presionan a la Comisión Europea para que active el Instrumento contra la coerción económica contra las amenazas estadounidenses.
Más noticias
Maternidad
La discriminación de las familias monoparentales por los permisos de nacimiento llega al TEDH
Una familia monoparental demanda al Estado español por entender que se ha vulnerado su derecho a la no discriminación.
Fronteras
Las devoluciones en caliente de solicitantes de asilo pasan a ser política oficial en Alemania
La Alemania de Friedrich Merz consagra una política de mano dura y devolución en caliente de solicitantes de asilo que las ONG de apoyo a migrantes denuncian como ilegal.

Recomendadas

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...