Huelga feminista
Huelga 8M: voces desde el feminismo anticapitalista


Este 8 de Marzo está convocada una gran huelga de mujeres en el Estado Español y a escala internacional. 5 mujeres, militantes feministas y anticapitalistas nos cuentan sus impresiones sobre este día histórico.

8 de marzo
Concentración feminista. Álvaro Minguito
7 mar 2018 11:14

Paqui Camacho es delegada sindical en la limpieza, en Cádiz, y forma parte del sindicato Autonomía Obrera

Como mujer y anticapitalista la convocatoria de la huelga feminista del 8 de marzo en lo laboral, los cuidados, estudiantil y consumo es un gran paso dado por muchas mujeres que vamos a ver como organizándonos y parando seremos capaces de darle al capitalismo y al patriarcado donde mas le duele.. ya no solo es en el bolsillo de las arcas de las cotizaciones, si no en como se han unido estos cuatro ejes invisibles con el feminismo para concienciar a una gran parte de compañeras que solo creían que podíamos parar en los centros de trabajos. Lo vamos a hacer también donde no pensaban que pararíamos, en los cuidados y el consumo: eso dolerá más aun que lo económico. Mujeres y trabajadoras, doblemente explotadas, doblemente poderosas.

La unión de los sindicatos para convocar huelga legal en todos los sectores es un gran paso. Eso sí, he de ser crítica con la convocatoria de los paros parciales de los sindicatos mayoritarios CC.OO, UGT y USO, ya que realmente con dos horas de huelga y en una franja horaria precisa, no se está valorando suficiente lo que realmente significa parar. Para mi es mas una pausa, pausa que no debemos dar a quienes nos hacen y nos imponen sus reglas. Espero que todo este proceso nos sirva para mejorar y construir el sindicalismo que la clase trabajadora necesitamos, participativo, democrático y sobre todo combativo. Mejor ni que habla de aquellos que no apoyan la huelga.

No podemos llamar esquirolas a las compañeras que por diferentes motivos no puedan secundar la huelga: llamamos a la organización e información porque seremos mas fuertes. Queda mucho por hacer juntas. No debemos dejar que sea sólo esa fecha 8 de marzo como algo grande que hicimos. El 8 de marzo tiene que ser una constante durante todo los días del año, en los centros de trabajo, en las escuelas, en el consumo y en nuestras casas. Necesitamos creer en nosotras mismas y dejar de ser invisibles para ser invencibles. Si paramos nosotras, el mundo se para. Si tocan a una, nos tocan a todas.

María Lobo forma parte de la Comisión 8M y milita en el movimiento feminista en Madrid

Esta medianoche, con el ruido de las cacerolas, dará comiendo el “día internacional de la mujer”, este año, el día de la Huelga Feminista. A unas horas de su inicio, desde la comisión 8 de marzo tenemos claro que ya ha sido un éxito, porque para nosotras lo importante es el proceso, no solo el hito.

Desde el feminismo expusimos que la división sexual del trabajo, propia de las sociedades patriarcales, hace que sean mayoritariamente las mujeres quienes se encargan de ese trabajo que sostiene la vida, que es invisible para su economía. Y que las mujeres realizamos todo ese trabajo de cuidados, que es una precondición para que pueda existir el propio sistema capitalista (que necesita de esas vidas, de esa mano de obra que se incorpore al mercado, que consuma...) en condiciones extremadamente precarias, tanto cuando hay remuneración remunerado como cuando trabajamos fuera del mercado. Y que el rol de cuidadoras que se nos ha asignado no es porque estemos biológicamente mejor preparadas para cuidar, porque sabemos que los cuidados son universales y todos los podemos hacer.

Estamos por tanto ante un problema estructural, que hay que abordar poniendo en el centro lo importante, que es el cuidado de la vida, y transformando este sistema que desvincula economía (valor) y vida, por otro que satisfaga las necesidades y que nos permitan tener una vida que merezca la pena ser vivida.

Ante un conflicto de intereses, dada la incompatibilidad descrita capital - vida, y nosotras nos situamos en el lado de la vida. Y no nos da miedo hablar de transformación radical, porque para modificar una situación, hay que ir a sus causas, a la raíz.

Y en este sentido la huelga feminista, al incorporar los ejes de huelga de consumo y de cuidados, que se añaden a los de laboral y estudiantes característicos de las huelgas generales, nos permite visibilizar las raíces que normalmente están enterradas y no se ven. Hay que ser, por tanto, radical, bonita y denostada palabra.

Ángeles Ramírez es profesora de Antropología en la Universidad Autónoma de Madrid

La huelga y el feminismo anticapitalista ¿blanco?

La huelga feminista de 2018 ha sido una ocasión –una vez más- por la que muchas organizaciones han unido fuerzas. La huelga, antes de que se lleve a cabo, ha alcanzado uno de los objetivos fundamentales, que es la visibilización de las opresiones de las mujeres y de la lucha feminista. Gracias a la labor que miles de feministas han llevado a cabo, los medios –incluso los hegemónicos-han terminado difundiendo la convocatoria. Ya hemos triunfado. En lugares como la universidad, donde hace apenas un año existía una penalización institucional sobre aquella que osaba declararse feminista o solicitar que por favor, se hablara también en femenino, ahora se lanzan comunicados oficiales de apoyo a la huelga.

La preparación de la huelga además, ha logrado convocar a muchas mujeres que hasta ahora no habían estado tan presentes en el movimiento (migrantes, trabajadoras del servicio doméstico, amas de casa, mujeres gitanas o mujeres trans). La diversidad ha sido otro de los logros. Pero el éxito de la convocatoria ha visibilizado también otras cuestiones que se debaten en el movimiento feminista. Una de ellas es la sospecha de que el hecho de que la industria y las instituciones abracen ahora el feminismo acabe banalizándolo y entronizando un feminismo cooptado por el sistema neoliberal, que persigue la igualdad por arriba y que necesita y legitima la explotación de mujeres y hombres. Otra es el ataque a la huelga, amplificado por algunos medios, por parte de mujeres autodenominadas racializadas, que argumentan que es una huelga del feminismo blanco.

Lo primero tendremos que aprender a manejarlo, saliendo de nuestro lugar de marginalidad para competir en la arena pública, trabajando para ganar esa batalla cultural no solo por abajo, sino también por arriba.

Lo segundo nos interpela duramente porque la huelga surge del movimiento feminista, mayormente anticapitalista y enfrentado justamente a ese feminismo liberal – al que se le añade el adjetivo de blanco, que no es válido fuera del contexto anglosajón- del que Nancy Fraser decía que se había convertido en la criada del capitalismo. Es cierto que la protesta surge de una ínfima minoría, pero sorprende descubrir la relativa facilidad con la que es culpablemente aceptado en diferentes contextos por las propias feministas ¿qué hacer entonces?

Pensamos que tenemos que luchar desde un feminismo anticapitalista como sinónimo de feminismo, porque sitúa el corazón de nuestra opresión en el capitalismo y no concibe un mundo feminista en un mundo capitalista, convirtiéndose en una herramienta política para luchar contra el capitalismo y por tanto, contra todas las situaciones de desigualdad. La unión de muchas mujeres –diversas- en una acción como la huelga feminista se sitúa en el polo opuesto del esencialismo neoliberal de lo femenino: las mujeres no comparten la misma opresión únicamente por ser mujeres (ni por “ser” negras o indígenas o “racializadas”). Sin embargo, solo unidas y colectivamente podremos luchar contra el capitalismo y contra las segmentaciones –también entre nosotras- que genera. No nos hace iguales tener el mismo enemigo. Pero tiene que hacernos aliadas.

Patricia Grela es educadora social

Esta huelga nos interpela a todas las que compartimos el rasgo común de haber sido discriminadas, oprimidas o ignoradas a lo largo de nuestras vidas. Nos interpela a las que estamos cansadas de que las mujeres sigan subordinado por el machismo.

Como educadora social, trabajando en precario, coincidí con mujeres de distintas procedencias, razas, religiones, edades y situaciones, con ese rasgo compartido, haber sido discriminadas por razones de género. Con muchas de las que están especialmente invisibilizadas pero que son parte indiscutible del “nosotras” que estamos construyendo.

Muchas que se han dedicado a cuidar, cuando ellas mismas necesitaban ser cuidadas, que han sido maltratadas por el sistema en trabajos precarios, que han vivido la pobreza en distintos grados o que normalizaban los abusos sexuales sufridos, muchas veces, en sus casas. Mujeres a las que el patriarcado y el capitalismo llevan mucho tiempo silenciando, pero que hoy se han cansado de callar y visibilizan todas estas discriminaciones.

A todas las mujeres nos afecta el machismo, pero no de la misma manera, y también es necesario visibilizarlo, sobretodo para tener en cuenta a las que tienen peores condiciones socioeconómicas, ya que ellas son las que rara vez se colocaban en el centro, pero esta huelga también consiguió colocarlas en primer plano.

Buscamos un feminismo que rompa con las condiciones estructurales de la desigualdad, que no tenga miedo a enfrentarse al neoliberalismo. Por eso esta huelga es mucho más que un paro laboral, es una ocasión para plantar cara al patriarcado, para visibilizar que no existe esa falsa separación de la esfera reproductiva de la productiva, que sin nosotras el mundo no gira, y por tanto, el capitalismo no gira. Paramos para construir un mundo radicalmente distinto, para que nosotras estemos en el centro.

Marta Blanco es estudiante y participa en el proceso “Abrir Brecha”

En un momento en que el feminismo está en auge incluso de moda y vemos como el capitalismo se aprovecha de ello y sino entrar en cualquier tienda de Inditex, para darse cuenta de ello. También ha sido clave para que muchísimas chavalas jóvenes digamos: ¡BASTA, HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO! Que nos hemos hartado de la precariedad, del acoso constante en el espacio público (las aulas, las calles y las fiestas también son nuestras), de la falta de referentes femeninos, de leyes machistas, de la brecha salarial, de violaciones y feminicidios. Y que además siempre se nos cuestioné a nosotras, nuestra ropa, nuestras amistades, aficiones.

Que hemos entendido que no son piropos, que es acoso, que el amor que nos venden ni es romántico ni es sano, que si no somos nosotras quienes nos cuidamos y autoorganizarnos para defendernos y golpear al patriarcado, no va a ser nadie. Que Abrir Brecha es feminismo contra el patriarcado, es construir movimiento feminista y el espacio para compartir las distintas experiencias: la creación de colectivos no mixtos en las universidades de todo el Estado, de asambleas feministas en los institutos y de protocolos contra las violencias machistas en las fiestas, entre muchas otras cosas.

Por eso, este 8 de marzo es la oportunidad de que jóvenes estudiantes o trabajadoras: lo vamos a parar todo, porque de motivos nos sobran.

Sobre este blog
Somos una fundación de pensamiento crítico. Tenemos como referencia un marxismo abierto, crítico y autocrítico, y el encuentro con otras corrientes del pensamiento emancipatorio. Editamos una revista, una web con análisis de la actualidad política en vientosur.info, publicamos libros, organizamos foros. En nuestro blog en El Salto encontraras artículos sobre la actualidad estatal e internacional, feminismo, ecosocialismo e historia de los movimientos anticapitalistas.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Huelga feminista
Represión Siete participantes de la huelga feminista del 2018 son condenadas a un año y medio
La sentencia exige a las activistas catalanas más de 26.000 euros de indemnización a la empresa ferroviaria, así como hacer frente a las costas judiciales.
8 de marzo
8 de marzo Los feminismos andaluces llenan las calles un 8M marcado por el apoyo al pueblo palestino
Decenas de miles de mujeres se movilizan en las convocatorias del 8M de los feminismos diversos centrados en denunciar el genocidio en Palestina y la defensa de los derechos de las mujeres trans
Represión
Euskal Herria Denon Bizitzak Erdigunean Donostia celebra un guateque para pagar las multas de la huelga feminista general
El goteo de multas ha empezado esta semana. La primera asciende a 800 euros, 400 con pronto pago. El 30 de noviembre hubo 24 identificadas y 5 detenidas solo en la capital guipuzcoana.
#10265
8/3/2018 19:50

Vaya el primer comentario, parece que esto tiene poca lecturas...mi pregunta es: anticapitalista significa ser comunista? Y si es así (pues sólo hay dos sistemas económicos el del mercado y el dirigido) en las sociedades comunistas los trabajos de la casa, cuidado de niños, etc. los realizan por igual los hombres? Yo Korea del Norte no lo conozco pero Cuba desde 1991 y puedo asegurar que son las mujeres igualmente las que realizan mayoritariamente estas labores. Por cierto que tampoco han llegado al poder. Conclusión no es el capitalismo el que distribuye los roles sino el patriarcado y los usos machistas

1
1
Sobre este blog
Somos una fundación de pensamiento crítico. Tenemos como referencia un marxismo abierto, crítico y autocrítico, y el encuentro con otras corrientes del pensamiento emancipatorio. Editamos una revista, una web con análisis de la actualidad política en vientosur.info, publicamos libros, organizamos foros. En nuestro blog en El Salto encontraras artículos sobre la actualidad estatal e internacional, feminismo, ecosocialismo e historia de los movimientos anticapitalistas.
Ver todas las entradas
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Más noticias
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.