Filosofía
El mercado de la mentira, las mentiras del mercado

En muchos sentidos, podríamos decir que vivimos en la sociedad de la mentira, en una sociedad en la que se produce una constante inadecuación entre lo que se nos dice y lo que realmente sucede. El mercado, bajo los parámetros capitalistas, es una gigantesca máquina de producción de mentiras.

Publicidad del Banco Santander en prensa impresa.
La publicidad de las becas para prácticas en pymes del Banco Santander ocupó la portada de los siete diarios de mayor tirada en enero de 2015.
Profesor de Filosofía, Universidad de Zaragoza
26 oct 2018 09:30

Hay un elemento fundamental en el planteamiento de Marx que no ha sido hasta el momento suficientemente subrayado. Me refiero al papel que concede a la práctica como criterio de verdad. En su tesis segunda sobre Feuerbach, redactada en 1845, Marx escribe:

“El problema de si a propósito del pensamiento humano puede o no hablarse de verdad objetiva no es un problema teórico, sino práctico. El hombre ha de acreditar la verdad, esto es, la potencia y realidad, la cismundaneidad de su pensamiento en la práctica misma. La disputa acerca de la realidad o irrealidad del pensamiento –un pensamiento aislado de la práctica- es una disputa netamente escolástica”.

Frente a la postura tradicional de la filosofía dominante, que hace de la teoría el lugar exclusivo de la verdad, Marx, con su ruptura materialista del canon filosófico, atribuye a la práctica una tarea de corroboración epistemológica que hasta el momento le había resultado ajena. La imagen dogmática del pensamiento, tal como la denomina Deleuze, hace del pensar, del pensar correcto que nos lleva a la verdad, el resultado del ejercicio de una facultad, es decir, lo define como un proceso específicamente teórico al alcance de cualquier sujeto capaz de aplicarlo con eficacia. De ahí, siglos y siglos de obsesiva búsqueda de la Verdad, un concepto que, por otro lado, no se sabe muy bien a qué remite, pero que parecía ser el objeto privilegiado del pensamiento filosófico. Solo equiparable a la obsesión con el Ser, sobre la que tan convenientemente cantaba Chicho Sánchez Ferlosio.

No voy a entrar a desarrollar las poderosas implicaciones que esta concepción de la práctica tiene en el pensamiento de Marx y que le lleva, por ejemplo, a proponer una teoría del sujeto político colectivo en el que este queda configurado por las prácticas y no por cuestiones de índole sociológica (pertenece a la clase obrera todo aquel que se implica en la lucha de clases contra el capital, no quien trabaja en la cadena de montaje), pero sí que, siguiendo esa estela propuesta por Marx, me detendré en analizar la influencia que las prácticas del mercado poseen en el ámbito de la verdad.

La verdad del mercado, como muestra su práctica, no es la de responder a las necesidades sociales, sino la de producir beneficio a quienes lo controlan.

El mercado y la sociedad de la mentira

En muchos sentidos, podríamos decir que vivimos en la sociedad de la mentira, en una sociedad en la que se produce una constante inadecuación entre lo que se nos dice y lo que realmente sucede. El mercado, bajo los parámetros capitalistas, es una gigantesca máquina de producción de mentiras, hasta el punto de que la intensidad de su flujo ha acabado por normalizarlas. Los individuos sabemos que vivimos en un ecosistema, el del consumo, hegemonizado por la mentira, pero en el que debemos desenvolvernos porque vivir en su afuera exige un esfuerzo que no se encuentra al alcance de la mayoría. Como decía José Luis Pardo a propósito de la publicidad, si el coche de nuestros sueños no colma nuestros sueños es problema nuestro, no del coche. Somos conscientes de que las prácticas del mercado desembocan en la mentira sobre los productos por este comercializados, incluso de que el mercado, en su concepción liberal, no cumple la función manifestada de asignar recursos adecuados a la sociedad. El par industria-mercado, bajo los parámetros del beneficio capitalista, se ha convertido, en algunos campos, en una máquina de encubierta adulteración de productos, cuyos efectos nocivos se van poniendo de manifiesto de manera progresiva. Ello es consecuencia de que la verdad del mercado, como muestra su práctica, no es la de responder a las necesidades sociales, sino la de producir beneficio a quienes lo controlan.

La industria alimenticia, controlada por grandes empresas, es uno de los ejemplos más evidentes en este sentido. Las necesidades de gestión de la comercialización y producción de los alimentos contribuyen a desnaturalizarlos y a provocar efectos perversos que influyen negativamente en la salud de quienes los consumen. La utilización masiva de antibióticos en muchas explotaciones de animales y sus huellas en los seres humanos a través del consumo es un dato suficientemente contrastado, así como los efectos perniciosos de muchos conservantes. De tal modo que lo que debiera ser un producto orientado al bienestar humano acaba convirtiéndose en un perjuicio para el consumidor. En la misma dirección podríamos hablar refiriéndonos a la industria farmacéutica y su enorme influencia en el establecimiento de parámetros médicos que redundarán en la mayor comercialización de sus productos. La extrema medicalización de la población, con el doble resultado de la inmunización a los efectos terapéuticos de los medicamentos y del sufrimiento de sus perjudiciales efectos secundarios, puede ser entendida como la consecuencia de una eficaz estrategia de ampliación de mercado por parte de esta industria. El sometimiento de la alimentación y la salud a los criterios del mercado acaba por generar prácticas muy alejadas de lo que cupiera esperar si ambas cuestiones quedaran sometidas al exclusivo interés de consumidores y pacientes, es decir, a lo que pudiéramos definir como la verdad social del mercado.

La verdad del mercado de la comunicación no radica en la elaboración de un producto ajustado a las demandas sociales de información sino en el formateado ideológico de la población.

El mercado de la comunicación y la producción de la mentira

Otro ámbito donde el mercado capitalista ha mostrado su eficacia en la producción de mentira es en el de la comunicación. Y hablamos de eficacia en la medida en que esa mentira no es detectada como tal y consigue así sus efectos de construcción de una subjetividad sometida a los intereses ideológicos del sistema. La evolución en este campo nos permite proponer como hipótesis que estamos viviendo, a pasos agigantados, la sustitución de los medios de comunicación por empresas de comunicación. Con ello queremos subrayar el hecho de la enorme dependencia de las plataformas informativas actuales de grandes empresas y bancos que constituyen lo fundamental de su accionariado y que delimitan de ese modo su línea política e ideológica. En el panorama mediático español, con leves y casi anecdóticas excepciones, solo es posible encontrar medios de comunicación independientes, no sometidos a los intereses del capital, en internet. De este modo, las empresas de comunicación, con sus terminales en formato papel, radio o televisión, elaboran sus productos mediáticos, ya sean de información o entretenimiento, con un objetivo muy marcado: la producción de una subjetividad ajustada a las necesidades –políticas, económicas- del sistema. La verdad del mercado de la comunicación no radica en la elaboración de un producto ajustado a las demandas sociales de información sino en el formateado ideológico de la población. En el contexto de los procesos de construcción de un sujeto político antagonista, las empresas de comunicación se han aplicado con denuedo a su erosión y a la promoción del descrédito de sus prácticas, aunque haya sido a costa de la elaboración de productos informativos carentes de todo sustento en la realidad. Ante, por ejemplo, la acción de los ayuntamientos del cambio, los poderes fácticos locales han desarrollado una intensísima labor a través de sus empresas de comunicación con el objeto de que sus tradicionales privilegios (en el ámbito del urbanismo, de los servicios públicos) no fueran puestos en cuestión. Aunque de hecho, cabe precisar que han utilizado a tal efecto, sin ningún pudor, todos sus terminales, políticos, mediáticos, empresariales, incluso judiciales. Quizá la preocupación que en los últimos tiempos manifiestan ciertos sectores del poder ante la proliferación de las noticias falsas, las conocidas como fake news, derive, en realidad, de su inquietud ante la pérdida del monopolio de producción de la mentira. En una fecha tan lejana como 1871, Marx ya escribía en una carta a Kugelmann: “La prensa cotidiana y el telégrafo que difunde sus inventos en un abrir y cerrar de ojos por todo el globo, fabrican más mitos en un día que lo que antaño se podría fabricar en un siglo”.

Retomando la reflexión con la que iniciábamos este texto, puede afirmarse que el criterio bajo el que actúa el mercado, la práctica del mercado capitalista, convierte sus productos en una mentira social. El neoliberalismo hegemónico carece de cualquier pudor y toda estrategia orientada a la que tiene como única máxima rectora del mercado, la consecución de beneficios por parte de productores y distribuidores, es considerada conveniente. Dicha práctica tiene como resultado, casi generalizado, el mayor de los desprecios por la adecuación entre lo que dice ofrecer el producto y su real rendimiento para el consumidor y para la ciudadanía en general. El mercado, extremado en su versión neoliberal, es productor de mentira pues su meta exclusiva es la colocación del producto, ya sea este material o ideológico, de tal manera que el testado social de dichos productos los rebela como auténticas falacias. Es en las prácticas del mercado capitalista donde podemos detectar la verdad del mismo, que no es otra que su sometimiento al interés egoísta, en ocasiones incluso criminal, de la clase dirigente, que no duda en sacrificar el bienestar y la salud de la mayoría para aumentar sus beneficios, lugar donde radica la verdad del mercado.

Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Oasis en directo y la melancolía
El anuncio de la vuelta de Oasis tiende a ser interpretado como la resurrección de un pasado heroico de la industria musical, menos algorítmico, más puro, donde los músicos tocaban de verdad y los conciertos eran de verdad.
Opinión
Opinión Razones para leer a Fredric Jameson
Gracias a las herramientas teóricas que desplegó Fredric Jameson es posible interpretar con acierto lo que sucede en las sociedades del capitalismo tardío.
Filosofía
Transmodernidad El último Dussel y el futuro de la Historia
El articulo que publicamos constituye el prólogo a la obra Al otro lado de la modernidad. Ensayos de filosofía de la Historia (Bellaterra, 2024)
Susana Espeleta
29/10/2018 14:45

Me pregunto cómo resultaría hablar del sistema desde el «nosotros», como un ejercicio de movilización emocional que a lo mejor nos revela algo. Ya sé que «ellos» existen pero..., sigo teniendo curiosidad.

0
0
#25027
26/10/2018 14:19

Reflexión sobre las multinacionales y como nos roban: https://www.youtube.com/watch?v=CfCtp4qmWk8

1
0
#25076
27/10/2018 14:56

Se ha caido el enlace o sea: ha dejado de estar disponible ese video. Quizas sabiendo el título...

0
0
Sobre este blog
La filosofía se sitúa en un contexto en el que el poder ha buscado imponerse incluso en los elementos más básicos de nuestro pensamiento, de nuestras subjetividades, expulsando así de nuestro campo de visión propuestas teóricas y prácticas diversas que no son peores ni menos interesantes sino ajenas o directamente contrarias a los intereses del sistema dominante.

En este blog trataremos de entender los acontecimientos del presente surcando –en ocasiones a contracorriente– la historia de la filosofía, con el objetivo de poner al descubierto los mecanismos que utiliza el poder para evitar cualquier tipo de cambio o de alternativa en la sociedad. Pero también de producir lo que Deleuze llamó líneas de fuga, movimientos concretos tanto del presente como del pasado que, escapando del espacio de influencia del poder, trazan caminos hacia otros mundos posibles.
Ver todas las entradas
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.