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Pensamiento
¿La generación idiota?
Pensamos que la única ocasión en la que tenemos que protestar de manera más activa en el trabajo es para mejorar nuestras condiciones individuales, y no nos damos cuenta que si lo hacemos de manera colectiva las mejoramos para todos y de manera permanente.
En una conversación hace unos días con mi padre sobre la crisis actual, me dijo que los empresarios españoles eran conocidos fuera de nuestro país por ser unos tacaños, que estaban tan obsesionados con los beneficios que les daba igual cómo viviesen sus empleados. No hay que tener mucha experiencia para darse cuenta de esto, en mis primeros días como becaria, mientras estudiaba la carrera, ya noté que algo me chocaba, ¿por qué tenían a un becario cubriendo un puesto hecho para un empleado indefinido, si se iba a ir en cuanto pudiese y no iba a poner mucho esfuerzo debido a las condiciones laborales en las que estaba? ¿no era esto obvio para la empresa? Tras muchas más becas en otros tantos sitios, vi la respuesta muy clara, sí, eran plenamente conscientes, pero les daba igual.
Desde el colegio y la universidad, nos dicen que tenemos que tener un buen trabajo en una buena empresa, con un buen sueldo que nos permita tener una casa en la playa y otra en la ciudad, hacer viajes y tener, como mínimo, la vida que tuvieron nuestros padres, en muchos casos una mejor. Sin embargo, lo que se nos prometió nunca llega, los sueldos no dan para poder alquilar una casa sin depender de una pareja o de compañeros de piso, no digamos para pedir una hipoteca. Aun así, los más ricos de España se siguen haciendo más ricos y los que han sido siempre ricos lo siguen siendo. Nos metieron en la cabeza que el trabajar en una empresa nos iba a dar una buena vida y que ese debía ser nuestro objetivo. Los que han llegado a conseguir un empleo en una “buena empresa” se sienten orgullosos de ello y hablan de sus trabajos con sus amigos sacando pecho mientras la cuenta de ahorro sube tan lentamente que apenas se nota y duermen en sus habitaciones de sus casas compartidas.
En una entrevista de 2016 en El País, el filósofo George Steiner decía lo siguiente: “Cuando yo estudiaba la gente quería ser miembro del Parlamento, funcionario público, profesor… hoy incluso el niño huele el dinero, y el único objetivo ya parece que es ser rico.”1 Nuestro objetivo en la vida, una vez entendimos que teníamos todas las necesidades más primarias cubiertas y dimos por hecho que el Estado nos tenía que asegurar ciertas cosas, fue ser ricos, y nos olvidamos de lo público y de servir a la sociedad. También se nos olvidó pensar que no todos podíamos ser ricos y que, en ese proceso de ganar dinero ilimitadamente, se iba a quedar por el camino gran parte de la sociedad, y cada año que pasase esa parte abandonada iba a ser mayor, y que incluso nos podía tocar a nosotros.
En la crisis anterior se bajaron los sueldos, se disminuyeron los beneficios a los empleados y, sobre todo, aumentó el número de contratos temporales, con empresas de empleo temporal y becas2. Hay empresas en las que un gran porcentaje de la plantilla no tiene un contrato indefinido y no he conocido aun a un becario que no cubriese un puesto de trabajo que debiese ocupar un empleado indefinido. Ni hablemos de los sueldos3, que en un país en el que en una de sus principales ciudades, Madrid en este caso, y donde está una cantidad importante del empleo cualificado, el sueldo medio sea de 27.089 euros según datos del INE (que por cierto no corresponde con el salario más habitual) nos debería parecer indignante, sin embargo, no veo al empleado de entre 25 y 35 años con empleo cualificado cobrando 1.500 euros al mes organizándose para cambiar esto, ni siquiera haciendo nada de manera activa más que el lamento.
En reuniones con amigos que trabajan en consultoras y empresas de diversas índoles, me llevo fijando un tiempo que siempre que alguien se queja de sus condiciones laborales, o lo hace de manera personal contra algún superior (cobro poco porque mi jefa es muy pesetera) o simplemente lo justifican diciendo lo mal que están las cosas en España (hay otros que están peor). En la situación actual, con miles de empresas en ERTES, nos quejamos de trabajar más horas de las que se deben por la reducción de jornada por el ERTE o por trabajar estando en un ERTE del 100%, pero, ¿hablamos con nuestros compañeros para plantarnos ante la empresa? ¿hacemos algo para evitarlo? Siempre tendemos a pensar que al menos hemos podido mantener el trabajo, incluso que es el momento de dar un poco más por la empresa, pero, cuándo será el momento en que la empresa dé un poco más por sus empleados.
Nos creemos que las huelgas y la lucha laboral no va con nosotros, sentados en nuestras oficinas delante de un portátil con aire acondicionado en verano y calefacción en invierno. Pensamos que la única ocasión en la que tenemos que protestar de manera más activa en el trabajo es para mejorar nuestras condiciones individuales, y no nos damos cuenta que si lo hacemos de manera colectiva las mejoramos para todos y de manera permanente. Asociamos las luchas por los derechos laborales a generaciones anteriores vestidas con monos de fábrica y hasta nos puede parecer degradante, nos ensucia las manos.
Me pregunto en qué momento nos creímos que las empresas no iban a mirar solamente por sí mismas, en qué momento nos convencimos que nos iban a dar una vida acomodada y, sobre todo, qué más necesitamos que nos quiten para rebelarnos. ¿No seremos la generación idiota?
1 https://elpais.com/cultura/2016/06/29/babelia/1467214901_163889.html
2 https://www.eldiario.es/economia/bajada-temporalidad-temporal-contratos-precarios_1_1962657.html o https://www.lavozdegalicia.es/noticia/economia/2019/12/27/doble-contratos-temporales-crisis/0003_201912G27P25992.htm
3 https://www.abc.es/economia/abci-sueldos-acumulan-descenso-19-por-ciento-desde-inicio-crisis-201906281220_noticia.html
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En verdad que son idiotas. Las cosas no se merecen por igual para todos. Y parece que todos los consejos que recibiste entraron por una oreja y salieron por otra sin cambiarte nada. No solo basta hacer tu mejor esfuerzo. Sino que eso que hiciste siempre habrá otro que lo haga mejor que tú y muchos otros que lo hagan peor. No solo basta con tener el carton universitario. Sino que habrá un escalafon desde el peor hasta el mejor. Si te parecen las empresas abusadoras. Crea la tuya y no "abuses" de los demás. Si quieres ganar mas dinero siendo lo mismo, busca otro país cuya economía este mejor que el tuyo y mudate para allá que haciendo lo mismo recibirás más. Se les llama generación de idiotas porque alguien les engañó que piensan y que se esfuerzan mucho, y en verdad se lo creyeron!
Buen artículo, aunque se queda corto. El resultado lo vemos bien claro, paro juvenil record, con salarios muy bajos y contratos precarios. Si no luchan, esto es lo que van a conseguir.
En fin... ¿el autor en qué trabaja? Con un contrato de 6 meses, ¿qué se le está pidiendo al personal? La opción de lucha colectiva (en el trabajo) ha desaparecido porque los trabajos son líquidos. Mejor pensar cosas nuevas que repetir como loros discursos aprendidos contra el capitalismo de los años 60 cuando el actual tiene características completamente distintas. Artículo de chupatintas desconectado del mundo real - como de costumbre -