Cuidados
“Estoy cansada”: carta de una auxiliar de Geriatría
Una carta abierta sobre las precariedades y problemas derivados del trabajo de auxiliar de Geriatría.

Querid@s compañer@s, no se vosotras/os pero me siento muy cansada, y muy desilusionada.
Llevo 23 años en la profesión de Geriatría, soy una auxiliar de clínica más, de esas que empezaron cuando ni teníamos grúas y todo era fuerza fruta, ni teníamos jabonosas y más…, cuando administrábamos desde medicación básica, hasta intramusculares, incluso hacer curas, desbridar úlceras, colocar sondas. Calentábamos la comida de catering, colocábamos mesas y usuarios e incluso poníamos lavadoras, tendíamos, doblábamos y guardábamos ropa, tanto de cama como de uso.
Pues bien, estoy muy cansada de pelear en esta profesión, tanto en residencias privadas, como concertadas o municipales.
Ahora creía que por fin íbamos a cambiar, poco a poco entre todas/os, esta profesión tan bonita y a la vez tan dura.
Creía que con gobiernos del cambio por fin dejarían de hacerse las cosas solo para ganar dinero o para quedar bien, creía que por fin formaríamos parte la gente que estamos las 24 horas del día con ellas/os, porque somos quienes los levantamos, lavamos, afeitamos, cortamos uñas, limpiamos sus orinas y heces, vomitos, mocos, comida, babas, etc. Somos las que les damos de comer, pelamos su fruta, ayudamos en un atragantamiento, espesamos comida para que puedan comer, hidratamos, observamos cualquier anomalía, movilizamos, hacemos sus cambios posturales, acostamos, colocamos protecciones, hacemos bromas, les decimos palabras de cariño y renegamos si no comen.
Y cuando llega el relevo, crees que has hecho lo posible para que su día haya sido bueno y su final del camino digno.
Y seguro me dejo un montón de cosas más que hacemos, pero hasta de escribir estoy cansada.
También estoy cansada de ver en cada uno de los estilos de residencia para mayores, tanto desde empresa, dirección, coordinacion, fisios, incluso Tasoc, que las auxiliares y múltiples o limpiadoras no somos tenidas en cuenta para nada o casi nada, solo para buscar responsabilidades en caso de que suceda algún fallo.
Estoy cansada de ver inspecciones de gente muy bien arregladita, con carpetas y burocracia, cansada de ver que no han trabajado ni siquiera ocho horas cuatro días en cualquier modalidad de residencias. Se limitan a ir muy serios, pero seguimos igual, salvo por pequeños o grandes trastornos que sirven de muy poco.
Cansada de ver en todas ellas médicos/as que se limitan a atiborrar de laxantes, enemas (muchas veces me pregunto si no tendrán un contrato con estos laboratorios que los fabrican) y dolocatiles.
Cuando con dietas ricas en fibra y mas ejercicio sería posible reducir tanto medicamento, que encima pagamos todos/as. Bueno y darles palmaditas, o decir lo bellas y bellos que están.
Cansada de enchufadas/os, de un partido u otro. Evidentemente hasta hace bien poco era solo PP/PSOE.
Cansada de familiares que para limpiar sus conciencias ven mal hasta el color de la chaqueta que le ponemos.
Cansada de que nos deshumanicéis entre todos, de ser culpables de intentar trabajar para ellos/as en mejores condiciones.
Cansada de duchas que disparan el agua a todos los sitios menos donde deben, de pañales racionados, de cremas de mala calidad o inexistentes, de duchas donde no se ducharía ninguno de los que viene de inspección. Sea de usuarios o trabajadores/as…
Por eso yo pondría inspectoras/os y auxiliares (esas que trabajan en estos sitios) que de verdad inspeccionen. Y si hace falta más de cuatro días, pues más…
Estoy cansada de uniformes muy bonicos pero no prácticos, de ambientadores a tuti plen porque os molestan los olores de nuestros mayores.
De que mis compañeras sean agredidas tanto física como verbalmente por usuarios con solo minusvalías físicas, o familiares un poquito especiales.
Y que nunca se tomen medidas hasta que hay cientos de quejas.
Cansada de ver cómo pierdo compañeras/os y grandes profesionales, cansados/as de aguantar…..
Cansada de turnos horribles, de no cubrir bajas, de ser una o uno menos, y muy cansada de que me queme mi profesión.
Porque es estupenda, la elegí hace muchos años y espero no morirme sin intentar que por lo menos sea una décima parte de lo que mis sueños me llevan a desear, a que no sea una utopía sino un poquito de realidad.
Creo qur hablo por mucha gente de mi profesión, porque no soy una auxiliar solo, somos AUXILIARES EN GERIATRIA.
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