El Coronavirus, mi experiencia

¿De qué sirvió que compañeras que pudieron quedarse en sus casas con su familia, y la tranquilidad de saber que los suyos estaban a salvo y disfrutar de ellos, decidieran arriesgarse y venir a cuidar a las personas residentes y estar al pie del cañón, ahorrando un montón de dinero a las arcas del estado al incorporarse?

Residencia de ancianos
Álvaro Minguito Personal de una residencia de mayores sale a aplaudir a la calle en defensa y apoyo de la sanidad pública, Madrid.
14 jul 2020 17:20

Soy aquella Tcaes (Técnico de cuidados de enfermería), que sigue Cansada de estar Cansada.

Os explico lo que me ha aportado el Coronavirus.

Me ha confirmado que desde arriba no se piensa ni se actúa para hacer las cosas bien.

Trabajo en una residencia pública 100%, y qué triste que no pueda decir que allí se hacen las cosas bien. Siendo un sitio donde se tienen muchos más medios que en ninguna de las privadas y donde ejercen miles de compañeras (hablo en femenino, porque como sabéis bien, somos mayoría mujeres las que estamos empleadas en el sector de la dependencia).

En marzo, al principio del Coronavirus, se decidió, desde sindicatos (UGT y CSIF) a Dirección, que las jornadas laborales serían de 11 y 13 horas, aun cuando no teníamos ni tuvimos ni un solo caso de covid-19.

Se decidió aislar a los pacientes en sus habitaciones y llegaron las jornadas interminables de trabajo ya que al solo estar Tcaes, suplíamos funciones del resto de los gremios que trabajan en una residencia.

La dirección evidentemente se fue a su casa a teletrabajar. Nos mandaban montones de Wasaps a cualquier hora, planillas que cambiaban en dos días tres veces, reglamentos, protocolos sobre el uso y la cantidad de tipos de mascarillas que existen —para en los primeros tiempos tener solo la mascarilla quirúrgica—. Después ya, llegó el pack para aislamiento, guardado en enfermería, por si fuese necesario.

Total, allí quedamos Tcaes, Dues (enfermeras diplomadas) y servicios, apechugando con lo que pasara.

Pobres gentes de coordinación de lunes a domingo trabajando desde sus casas, en pleno confinamiento, agobiadísimos por las miles de cosas que debían hacer (me río por no gritar).

Hubo compañeras, que pese a que cumplían los requisitos para quedarse en su casa, decidieron pedir la alta voluntaria y estar al pie del cañón.

En pleno confinamiento, hubo compañeras, que pese a que cumplía los requisitos para quedarse en su casa, cobrando, tranquilas (porque tenían algunas de las enfermedades o patologías que la Generalitat consideraba de riesgo), decidieron pedir la alta voluntaria y estar al pie del cañón.

Y llegó la desescalada, en la que había caído alguna que otra compañera con ataques de ansiedad.

Con la desescalada, llegaron los del teletrabajo, y parecía que les molestase que nos paráramos a beber agua, comer o descansar. Les parecería que en 11 o 13 horas no hacíamos bastante.

Eso sí, muchas palabritas de agradecimiento y lo bien que estaban los residentes, pese a no haber estado ellos.

Continuamos con la desescalada, y se da permiso a residentes a salir a las calles, bares etc. porque son libres.

Señores y señoras, en casi todas las residencias tenemos gente que viene de los Servicios Sociales, ingresada por un juez, gente que entra por ser un peligro para ellos mismos (tienen problemas de adicciones y/o mentales). Porque a algunos nunca les importó la sociedad en la que vivimos y, si además, sumamos la edad avanzada que tienen estos pacientes, aun les importan menos.

Y sí, son libres, lo triste es que su libertad comienza cuando acaba la del resto de residentes y trabajador@s.

De hecho, nada más lejos de cuestionar su libertad, solo quiero matizar que en una convivencia, como es una residencia, se tiene que valorar el bien colectivo sobre el bien individual.

Y dejar que gente, que se puede contagiar porque lo de la mascarilla es muy agobiante y quieren saludar a sus amigotes, entren y salgan por la puerta continuamente, porque son libres, es desentenderse del bien colectivo. 

Pero ahí van: libres de contagiar, libres de hacer lo que les venga en gana, poniendo en peligro al resto de personas que residen o trabajan en los centros. Y yo con más miedo que en plena pandemia.

Y ahora ya estamos en el punto, en donde me pregunto:

¿De qué sirvió el esfuerzo de las trabajadoras (reales, no los del teletrabajo)?

¿De qué sirvió que compañeras que pudieron quedarse en sus casas con su familia, y la tranquilidad de saber que sus hijos, parejas etc… estaban a salvo y disfrutar de ellos, decidieran arriesgarse y venir a cuidar a l@s residentes y estar al pie del cañón, ahorrando un montón de dinero a las arcas del estado al incorporarse?

¿De qué sirvió el miedo a abrazar a mi pareja e hijo, si ahora todo puede irse al traste, por quedar bien?

¿Saben para que? Para que ahora nos obliguen a decidir en cuatro días las vacaciones, sin opción a guárdanos algo para navidad o para cuando queramos, porque si viene otro brote tenemos que volver a tirar del carro, desde luego asesoradas por wasap por nuestros queridos teletrabajadores.

Y el rebrote que amenaza, con lo inconscientes que son algunos de los residentes, como la población en general.

Temo lo peor y es que el rebrote venga antes de lo esperado.

No contentos con todo esto a mis compañeras de reducción, esas que cobran menos que una renta mínima, las obligan a coger todas sus vacaciones, gente que dio y da el 100% , que pidió el alta voluntaria para trabajar en plena pandemia.

Y luego nos hacen reuniones en las que explican que nadie es responsable. Todo lo decide un comité, no sabemos exactamente quién lo forma pero sí que algunos de sus componentes acaban de aterrizar en dependencia, pero tienen mucha voluntad de hacerlo bien.

Pues bien, háganlo, déjense de tanta burocracia y busquen soluciones y entendimiento, independiente de quien gestione cada cosa, si personal, concejalía, Generalitat, técnicos administrativos etc...

Comiencen a gestionar los centros desde sus diferencias no desde una generalidad, cada centro es diferente, porque varía en usuarios, modelo arquitectónico, gestión etc...

Igual que se habla de atención personalizada, hay que trabajar desde la personalidad que presenta cada centro, no desde la generalidad.

Déjense de tanta palabrería y trabajen con sentido común, no con burocracia, si se quiere se puede, solo hay que echarle ganas y tiempo.

Atentamente; La Cansada.

Cansada de hablar, pelear, explicar que mientras en las mesas de comisiones que gestionan, no estén las que trabajan directamente frente a la pandemia, no avanzaremos, ni se podrán hacer los cambios útiles y reales que la Geriatría necesita.

Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver listado completo
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Sobre este blog
El espacio para la libre expresión de los socios y las socias de El Salto. Si quieres participar sigue los pasos que encontrarás en Cómo publicar en el Blog de las Socias. El Salto no se responsabiliza de las opiniones que sus socios/as expongan en este blog.
Ver listado completo

Aborto
Gritos de “asesina” y citación en comisaría: así es abortar cuando te acosan grupos antielección
A finales de junio, una mujer fue increpada al entrar en la clínica a la que acudió para someterse a una IVE. Su caso no es una excepción. La reforma aprobada en 2022 para castigar estas conductas no ha frenado los hostigamientos.
Siria
La justicia, el gran reto de la transición siria
Con más de 100.000 personas desaparecidas y decenas de miles de muertos, la población siria busca justicia mientras el país echa a andar.
Opinión
Con todos ustedes: España
Os vengo a presentar a vuestra España racista, esa que no habéis querido ver y lleváis ignorando demasiado tiempo.
Murcia
Extrema derecha
La Fiscalía de Murcia investigará si el presidente de Vox Murcia ha incurrido en delitos de odio
El órgano judicial responde a las denuncias de PSOE, Izquierda Unida y Podemos que apuntan a José Ángel Antelo como instigador de las razzias que se están llevando a cabo en Torre Pacheco.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
México
Si México fuera verde: niñas madres, leyes muertas y la lucha por decidir
La viralización de la información sobre partos infantiles revela la realidad de una violencia ignorada en un marco legislativo que obliga a actuar
Análisis
La carrera que nunca termina: una respuesta a Quinn Slobodian
La continuidad del pensamiento neoliberal se sostiene en que las sociedades solo sobreviven ganando carreras competitivas.
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
La primera retrospectiva completa de Barbara Kruger en España presenta los distintos formatos y soportes con los que ha trabajado en las últimas cinco décadas: ‘paste-up’, instalaciones de vídeo, obras en LED y vinilos murales.
Opinión
Superman y el ‘reset’ de los superhéroes en crisis
‘Superman’ no es una película de Costa-Gavras, pero ya las declaraciones de Gunn durante la promoción, destacando que es la historia de “un inmigrante”, soliviantaron al trumpismo.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Comunidad de Madrid
Los bomberos forestales madrileños inician una huelga de un mes
Cerca de 80 trabajadores se han encerrado en la sede de Tragsa a la que acusan de no negociar mejoras laborales y ante la “desidia” de la Comunidad de Madrid.
Opinión
Lo de Torre Pacheco tiene un nombre: terrorismo supremacista blanco
Lo que está pasando en la localidad de Murcia es responsabilidad de una narrativa supremacista blanca alimentada por políticas migratorias racistas y por la criminalización y estigmatización que sufren las poblaciones migrantes y racializadas.
Opinión
Integración, valores europeos, y otros grandes chistes racistas
El poder ha sabido rentabilizar bien las migraciones: se explota su fuerza de trabajo para engordar las sacas del capital, se explota su alteridad para que la gente no piense en la desposesión que sufren por culpa de este régimen de la avaricia.
Economía
¿Cómo funciona el mecanismo de defensa que Europa podría activar contra los aranceles de Trump?
Varios gobiernos europeos apuestan y presionan a la Comisión Europea para que active el Instrumento contra la coerción económica contra las amenazas estadounidenses.
Más noticias
Maternidad
La discriminación de las familias monoparentales por los permisos de nacimiento llega al TEDH
Una familia monoparental demanda al Estado español por entender que se ha vulnerado su derecho a la no discriminación.
Fronteras
Las devoluciones en caliente de solicitantes de asilo pasan a ser política oficial en Alemania
La Alemania de Friedrich Merz consagra una política de mano dura y devolución en caliente de solicitantes de asilo que las ONG de apoyo a migrantes denuncian como ilegal.

Recomendadas

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...