Violencia machista
La escuela me silenció. Mi colegio fue cómplice de la violencia machista

Hay 1.315.000 niños y adolescentes cuya madre está sufriendo algún tipo de violencia machista (física, sexual, control, emocional, económica o miedo). De esos chavales, 210.356 (el 16%) sufre o ha sufrido violencia por parte de la pareja de la madre. Este artículo es un testimonio de uno de ellos.
niño infancia
29 oct 2021 18:56

La primera vez que me di cuenta de que había gente en este mundo que no deseaba morir, desaparecer con todas y cada de sus letras fue en Bachillerato. En general, mi grupo de amigas y yo vivíamos a no más de cinco minutos del colegio. Hago un inciso para aclarar que era un colegio y no un instituto porque el Bachillerato era privado (las gracietas de Doña Esperanza Aguirre) y a mí me habían dado una beca, no es que, por algún casual, mi madre pudiese pagarlo. Al vivir tan cerca nos solíamos acompañar en grupito hasta nuestras casas, yo iba siempre con una amiga, gran amiga, por cierto, y al ir a cruzar un paso de cebra nos detuvimos porque un coche pasó muy deprisa, tan rápido que si yo hubiese dado una zancada hacia adelante me hubiese arrastrado. Y en ese momento, me salió de dentro, realmente sin pensarlo, decir: yo, no me tiraría adrede a que me atropellasen, pero si estuviese cruzando y pasase un coche, no me apartaría. Mi amiga, me miró ojiplática, pero yo a ella también. ¿Eso querría decir que ella no quería morir? ¿Habría más gente así? ¿Qué tipo de vida debías tener o no tener para no desear la muerte?

Según la macroencuesta de Violencia sobre la Mujer de 2019, el 57,3% de las mujeres en el Estado Español han sufrido violencia machista de algún tipo. En el Estado español hay 232.818 niños o adolescentes cuya madre está sufriendo o ha sufrido violencia física o sexual de su pareja (de ellos 74.496, el 32%, sufre o ha sufrido algún tipo de violencia directa del agresor). Y en total hay 1.315.000 niños y adolescentes cuya madre está sufriendo o ha sufrido algún tipo de violencia machista (física, sexual, control, emocional, económica o miedo). De esos chavales, 210.356 (el 16%) sufre o ha sufrido violencia por parte de la pareja de la madre (sea su padre, como suele ocurrir en la mayoría de casos, o no).

Estos datos hay que bajarlos a la tierra, estamos hablando de que de uno de cada siete alumnos de un instituto tiene una madre que sufre o ha sufrido violencia machista, y 1 de cada 45 sufre o ha sufrido violencia de algún tipo por parte de la pareja de su madre, no ya como testigo, que son más, sino directamente. Estos datos, son oficiales y accesibles porque los actualiza cada dos años el Ministerio de Igualdad, pero lo más importante es que son públicos. Todo el mundo tiene acceso a ellos. El profesorado también. Mis profesores también.

Recuerdo dejar de acudir a clase, absentismo escolar lo llamarían, pero para mí era no poder más. Me hablaban sobre mitocondrias, placas tectónicas, metáforas, polinomios, y demás cuestiones que me daban y me dan igual. Yo quería no estar allí, no estar. Deseaba gritar, y lo tengo grabado en la memoria, como si fuesen mis propias tablas de Moisés, cuando la profesora de biología me atrapó disperso, realmente pensando en la tristeza y la desgracia que me acompañaban a todos lados y quise levantarme, tirarle el libro a la cara y bramarle: ¿ES QUE NO TE DAS CUENTA? Pero, claro, ¿de qué iba a darse cuenta? Yo tampoco sabía ponerle palabras y es algo que hubiese necesitado, para ello debería estar también el sistema educativo. Corazones, menos ecuaciones, menos ciclos del agua, y más contacto con la realidad social de este pueblo que es precaria, violenta y dura.

A mis profesores les di sobradas indicaciones y alertas como para que les hubiesen saltado las alarmas de que algo pasaba, de que algo me ocurría. Para no ir a las excursiones alegaba excusas a todas luces absurdas y falsas, no me implicaba en el centro, no me solía relacionar con el alumnado, muchas veces no acudía a clase, le pregunté en privado a la profesora de biología después de dar las Leyes de Mendel, esa gran bazofia, si el carácter de los padres necesariamente se heredaba, le expresé de forma literal que tenía verdadero pavor por tener la misma forma de ser que mi padre porque era violento. Únicamente me dijo que no, que eso era conductual, se aprendía, pero no era una cuestión genética. Cari, si hubiese llevado más luces habría parecido un coche de policía. Hay cosas que no se ven, pero otras que directamente no se quieren ver. Podría decir el nombre de la profesora, de los profesores, del colegio, pero ¿acaso sería diferente en otros lugares? O, ¿por el contrario es una cuestión generalizada? Sea como fuere, el personal docente tiene la obligación de notificar aquellos casos en los que sospechen que pueda estar habiendo violencia de género o maltrato infantil de algún tipo tal y como estipulan la ley.

Necesitamos llegar a rozar con las manos los datos que nos proporcionan las instituciones sobre violencia de género. Necesitamos tocarlos y manipularlos para poder, con ellos, saber quién lo sufre, quien nomás quiere morir porque su vida nada más siendo adolescente es ya un infierno. Ahora, sinceramente, con los años, un poco de perspectiva, mucha teoría leída y el sostén que me dan mis amigas y, por qué no decirlo, el vino, puedo decir que tanto a ese colegio como al sistema educativo en general les atribuyo una responsabilidad lo suficientemente grande como para sentir rabia ante su omisión e inacción con respecto a todo mi sufrimiento. Al mío, y al de más compañeros que no puedo nombrar porque, aunque sé que existen porque los datos nos lo dicen, nunca me lo han revelado. Pero no es asunto particular ni excepcional, yo tampoco se lo dije a nadie hasta al menos un lustro más tarde de dejar el colegio a los 18 años. Ojalá, poder decir, poder testimoniarnos lo que hemos vivido, ponernos nombres y mentar a los agresores.

Pero ya, dejando los deseos a un lado, hay que exigir perspectiva de género en la formación del profesorado. No puede ser que esto ocurra en nuestras aulas. Basta ya de tanto de discurso y pongámoslo en práctica. Casi sin voz puedo decir: que se acabe ya la complicidad de los centros educativos con la violencia machista.

Sobre este blog
Un blog contra el sistema educativo. El Sacapuntas es un lugar de encuentro donde coincidimos estudiantes a los que nos une no solo un sistema educativo en el cual nos toca trabajar y sobrevivir, sino también la voluntad de transformarlo desde abajo y entre iguales. Pretendemos que este blog sea un medio donde sacarle punta a temas que nos influyen de forma directa; ya sea como estudiantes (situación universidades e institutos, precariedad estudiantil, crítica al modelo educativo actual, propuestas y reflexiones para un movimiento estudiantil horizontal y sin jefes) o como vecinxs de las clases populares (migración, gentrificación, represión, luchas sindicales y sociales: vivienda, sanidad, clima, feminismo, etc.). Nuestro objetivo es "afilar" y profundizar en los debates y en la acción, más allá de los discursos reformistas y las temáticas preestablecidas, que solo buscan encajonar las luchas y fortalecer el mismo sistema capitalista que sufrimos diariamente.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Una entre tantas: los abusos sexuales contra la infancia
Claro y alto os lo digo: yo fui víctima de abusos sexuales cuando era niña y no soy un caso raro, soy una entre tantas, una entre cinco. ¿Se entiende? Y si se entiende, ¿qué pensamos hacer al respecto?
Madres protectoras
Convenio de La Haya Vivir “hagueada”: ocho horas de viaje para ver a su hija de 7 años una vez por semana tras dos años separadas
Laura comunicó las sospechas de que su hija podría estar sufriendo abusos sexuales por parte del progenitor y el abuelo a varias instituciones, pero ninguna actuó. Perdió la custodia de la niña y ahora espera un juicio por secuestro.
Violencia sexual
Violencia sexual en la infancia Los delitos de violencia sexual contra la infancia aumentan un 157% en seis años
Cada año la violencia sexual contra la infancia tiene un coste económico de casi 4.500 millones de euros, es decir, el 0,31% del PIB, según el último informe de Educo y la Universidad de Comillas '¿Cuánto cuesta mirar hacia otro lado?'.
Sobre este blog
Un blog contra el sistema educativo. El Sacapuntas es un lugar de encuentro donde coincidimos estudiantes a los que nos une no solo un sistema educativo en el cual nos toca trabajar y sobrevivir, sino también la voluntad de transformarlo desde abajo y entre iguales. Pretendemos que este blog sea un medio donde sacarle punta a temas que nos influyen de forma directa; ya sea como estudiantes (situación universidades e institutos, precariedad estudiantil, crítica al modelo educativo actual, propuestas y reflexiones para un movimiento estudiantil horizontal y sin jefes) o como vecinxs de las clases populares (migración, gentrificación, represión, luchas sindicales y sociales: vivienda, sanidad, clima, feminismo, etc.). Nuestro objetivo es "afilar" y profundizar en los debates y en la acción, más allá de los discursos reformistas y las temáticas preestablecidas, que solo buscan encajonar las luchas y fortalecer el mismo sistema capitalista que sufrimos diariamente.
Ver todas las entradas
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Más noticias
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.