Ecofeminismo
Volvemos a ser brujas. Violencia contra las mujeres en el capitalismo ecocida

Vivimos una huida hacia adelante del capitalismo. Ante la creciente escasez de recursos, se sigue produciendo y sobreexplotando el planeta como si no existiesen los límites, con la seguridad de que siempre habrá unas élites que consuman, aunque sea a costa de la escasez de cada vez mayores sectores de la población mundial. 

Violencia machista 1
Concentración contra la violencia machista. David F. Sabadell
Miembra de Ecologistas en Acción y del colectivo feminista Las Tejedoras
25 nov 2017 10:00

Siempre que el capitalismo se recrudece, se genera otra vuelta de tuerca en la opresión de las mujeres de varias maneras. Por un lado, desarrollando guerras sobre sus cuerpos para romper la cohesión comunitaria (entre otros motivos) y por otro, multiplicando el trabajo de cuidados al que deben hacer frente en su labor asignada de cuidadoras de la vida, especialmente a las que habitan lugares cercados por la codicia extractiva.

En numerosos lugares del planeta las mujeres se defienden, se organizan y reclaman, no sólo una vida libre de violencia y un reparto equitativo del trabajo de cuidados, sino otro modelo, un modelo que redistribuya la riqueza, que no deteriore más los ecosistemas y que no dañe más sus condiciones de vida. Y, mientras algunos sectores de la población empiezan a incorporar algunas demandas del feminismo, el sistema contesta con represión y violencia. Muchos hombres también, acostumbrados a unos privilegios que cada vez están más cuestionados, y de los que no están dispuestos a deshacerse. Esta violencia pretende recordarnos a las mujeres que no podemos aspirar a vivir en libertad, a participar en las luchas que deseemos, a disponer de nuestro cuerpo y de nuestro tiempo y a elegir nuestras relaciones.

En esta coyuntura, los sectores más poderosos se refuerzan en su tradición patriarcal para intentar que nada cambie, que nos conformemos con nuestras funciones impuestas: seguir sosteniendo la vida en condiciones cada vez más precarias y en un entorno cada vez más degradado. Las instituciones, presionadas para avanzar, se muestran defendiendo sin tapujos el patriarcado más rancio.

Si aterrizamos esta realidad en nuestro país, a menudo nos vemos en una situación donde, cuando las mujeres denuncian la violencia sufrida por parte de hombres concretos, la violencia institucional del propio proceso judicial, a menudo iguala en daño a la que se ha sufrido y denunciado. Como muestra, los últimos procesos judiciales que se han hecho mediáticos y donde se ha revictimizado a las mujeres, el de Juana Rivas y el del juicio a la manada, en los que se ha hecho patente cuán vigente sigue el patriarcado en el ámbito judicial.

A las mujeres no se nos cree. No interesa creernos, porque hacerlo supondría asumir la necesidad de cambios estructurales que no se desea llevar a cabo.

En el caso de las denuncias por violencia de género, no importa que se repita hasta la saciedad que según la propia Fiscalía General del Estado, el porcentaje de denuncias falsas es de menos del 0,2% El mito de la mujer arpía, que goza haciendo el mal a algún inocente varón, sigue gozando de buena salud. De modo que somos las únicas víctimas que, tras denunciar, nos convertimos en acusadas, sufriendo duros interrogatorios que toman como prueba en contra mostrarse tanto demasiado entera (tan traumatizada no estarás) como mostrarse afectada y dañada (estás haciendo teatro). La judicatura, abogacía, etc. no han hecho habitualmente la reflexión necesaria para deshacer sus propios prejuicios machistas, ni parecen en general tener un gran interés en hacerla, de modo que su comportamiento reproduce la violencia hacia las mujeres. No se investiga el delito: la responsabilidad de encontrar pruebas recae en la mujer y, en demasiadas ocasiones, ni siquiera estas se admiten. Cuando el agresor, usando una estrategia que se recomiendan unos a otros en foros de Internet, hace una contradenuncia a la mujer, a menudo consigue que se considere una pelea de pareja y ella también salga condenada.

Por otro lado está el tema de las custodias y regímenes de visitas, en los que se prioriza el derecho del padre a ver a sus hijas e hijos sobre cualquier otra consideración, como si es una figura positiva para las criaturas, si estas están traumatizadas por las escenas de violencia presenciadas, etc. Los derechos del pater familias se ponen por encima de los de las mujeres y de la infancia.

En cuanto a la violencia sexual, hay que empezar señalando que, salvo que se produzca en el ámbito de la pareja o la expareja, no está considerada legalmente como violencia de género. Por otro lado, este tipo de violencia apenas se denuncia: solo un 16% de los casos, según la Federación de Asociaciones de Asistencia a Mujeres violadas. Por lo demás, en su tratamiento judicial sufre de los mismos sesgos que los que tiene en el tratamiento de los casos de violencia por parte de la pareja o expareja. Las mujeres mentimos para dañar a los hombres, por odio, por maldad, por conseguir compensaciones económicas, etc. Al punto de seducir a unos pobres muchachos y arrastrarles a unos actos que denunciamos cuando éramos nosotras quienes los deseábamos. En resumen, seguimos siendo brujas, tal y como se difundió el mito en la Edad Media: hacedoras del mal, manipuladoras, mentirosas. Y, como tales, hemos de ser llamadas al orden con la violencia que sea necesaria.

Pero ahora ya sabemos que las brujas somos en realidad mujeres que resistimos, que peleamos en nuestro día a día, que migramos, transitamos los géneros, reivindicamos el espacio público, las relaciones en libertad e incluso (¡osadas!) la diversión y la sexualidad diversa.

Ante esta nueva ola de neoliberalismo, extractivismo y patriarcado, hay resistencias por todas partes. A pesar de todo su poder, no logra imponerse completamente, gracias a la fuerza de los movimientos sociales, y especialmente, cada vez en más sitios, de las mujeres organizadas y del movimiento feminista.

El capitalismo y el patriarcado no conseguirán del todo sus objetivos, mientras, entre otras cosas, sigamos existiendo nosotras. Defendiendo el planeta, la vida, nuestros cuerpos. Defendiendo todo aquello por lo que merece la pena vivir. Por todas partes. Somos las brujas del siglo XXI y la violencia no nos detendrá.

Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Río Arriba
Río Arriba Yayo Herrero: “El holocausto nazi no es una excepcionalidad en la historia de Europa, es un modus operandi”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast y vídeo en el que hablamos de ecofeminismo, transiciones ecosociales justas, decrecimiento, colapso, poner la vida en el centro y mucho más.
Ecofeminismo
Desinversión fósil Haciendo fortuna con las olas de calor
El papel de los bancos en la financiación de la emergencia climática. El Banco Santander, el que más invierte en proyectos de hidrocarburos.
Ecofeminismo
Ecofeminismo Turistificación en clave ecofeminista
Con la llegada de los calores, a la mayoría nos entran ganas de “salir de casa”. ¿Cómo afecta el turismo capitalista al imaginario de las vacaciones?¿Y a los territorios?
#48156
27/2/2020 20:17

el sexo debería estar considerado legalmente como violencia de genero sin importar las circunstancias, pues rompes 2 escensiales reglas sociales, por un lado exibis tu cuerpo y eso debería ser un crimen sin importar las circunstancias porque hay un dicho que dice: para que algo sea justo tiene que ser para todos por igual, segundo te tiras encima de la otra persona y volvemos a lo mismo.

0
0
#3909
29/11/2017 20:26

Que vivan las mujeres que saben lo que quieren,un abrazo a todas ellas.

1
0
Sobre este blog
Saltamontes es un espacio ecofeminista para la difusión y el diálogo en torno al buen vivir. Que vivamos bien todas y todos y en cualquier lugar del mundo, se entiende. También es un espacio para reflexionar acerca de la naturaleza, sus límites y el modo en que nos relacionamos con nuestro entorno. Aquí encontrarás textos sobre economía, extractivismo, consumo, ciencia y hasta cine. Artículos sobre lugares desde donde se fortalece cada día el capitalismo, que son muchos, y sobre lugares desde donde se construyen alternativas, que cada vez son más. Queremos dialogar desde el ecofeminismo, porque pensamos que es necesario anteponer el cuidado de lo vivo a la lógica ecocida que nos coloniza cada día.
Ver todas las entradas
Genocidio
Genocidio La segunda consultora más importante del mundo es señalada por su papel en el despiece de Gaza
Boston Consulting Group está considerada una de las “big three” del sector. Ahora, una serie de informaciones señalan cómo ha estado detrás de la fundación antiUnrwa encargada de la distribución de ayuda y de los planes de expansión en la costa.
Unión Europea
Unión Europea La sociedad del miedo al declive
La angustia ante el futuro acompaña a las sociedades europeas desde hace tiempo y precede a la Unión Europea. Se manifiesta con mayor claridad en los períodos de declive económico y las turbulencias políticas y sociales que los acompañan.
Andalucía
Derechos Humanos Decenas de barrios en Sevilla, Granada y Almería viven otro verano récord en calor con cortes de luz diarios
Endesa mantiene a miles de vecinos de decenas de barrios populares en las ciudades de Granada, Sevilla y Almería sin electricidad. Las instituciones siguen sin atajar una situación que lleva enquistada más de una década en muchas zonas.
Opinión
Opinión Sindicatos estadounidenses en la larga lucha contra Amazon: ¿una luz al final del túnel?
Amazon es el paradigma de la política empresarial antisindical en Estados Unidos, pero su suerte puede cambiar en los próximos años. El movimiento sindical se juega su supervivencia en ello.
Opinión
Opinión Kneecap y Bob Vylan logran lo que el punk no pudo: aterrorizar a los medios británicos
Hasta ahora, que unos veinteañeros punkis dijeran un puñado de tacos se consideraba un escándalo, pero no un motivo para cambiar todo el modus operandi de una de las cadenas de televisión más importantes y prestigiosas del mundo.
Opinión
Opinión Archivo de gestos: lo mínimo como resistencia
Archivar no es solo conservar, es también decidir qué queda fuera. Todo archivo es una forma de poder, pero también puede ser —cuando se invierte desde los márgenes— una forma de desobediencia.

Últimas

Ocupación israelí
Israel Netanyahu viaja a Washington para reunirse con Trump y valorar una posible tregua en Gaza
Hamás ha dado el visto bueno al acuerdo; pero los israelíes quieren peinar algunos flecos pendientes. El grupo islamista pide garantías y la retirada de las FDI del enclave.
Estados Unidos
Estados Unidos Las inundaciones en Texas causan 80 muertos en el contexto de recortes a la lucha contra la crisis climática
Siguen los trabajos de rescate y localización de personas desaparecidas en Texas. La respuesta a las lluvias torrenciales dejan en evidencia los hachazos presupuestarios a los servicios de prevención y emergencias de la administración Trump.
Cooperación internacional
Tribuna Extremadura ante el espejo del rearme: ¿más tanques o más derechos?
Una reflexión, con mirada extremeña y desde el mundo de la cooperación, sobre el preocupante giro hacia la militarización de las políticas públicas y de la economía.
Francia
Francia ¿Unas primarias de la izquierda francesa? La idea seduce a socialistas y verdes pero Mélenchon la rechaza
El PS, los Ecologistas y sectores disidentes de la Francia Insumisa defienden recuperar el espíritu de la coalición unitaria del Frente Popular y presentar a un solo candidato en las elecciones presidenciales de 2027.
Cine
Cine Rezad por los viajeros
‘Les voyageurs’, ópera prima del camerunés David Bingong, es un retrato de la vida de los inmigrantes que esperan para cruzar la frontera que separa Marruecos de España.
Más noticias
Fútbol
Fútbol El equipo de fútbol femenino decidido a construir un nuevo Sudán desde el exilio
Un equipo de fútbol de desplazadas sudanesas en El Cairo lucha por continuar con el sueño de jugar. En el exilio, continúan entrenando.
Extrema derecha
Extrema derecha Estados Unidos declara la guerra contra los pobres con la ley “grande y bella” de Trump
VV.AA.
La norma presupuestaria, que contempla más de un centenar de disposiciones, convierte a ICE en el cuerpo de seguridad del Estado más financiado y es un cheque en blanco para las grandes contaminantes.
Obituario
Obituario Jane Lazarre (1943-2025)
La escritora neoyorquina, autora de ‘El nudo materno’, falleció el pasado mes de junio. Su obra conectó enseguida con entorno feministas por ofrecer un relato de la experiencia materna más allá de las estrechas paredes del hogar

Recomendadas

Laboral
Laboral Reivindicar los derechos laborales en microempresas, el reto de los sindicatos
Nuevas estrategias hacen frente a realidades como las de los falsos autónomos o los puestos en remoto, mientras el PP quiere restringir aún más los comités de empresa.
En el margen
En el margen Aisetou Kajakeh: “Nosotras no estamos rompiendo techos de cristal, sino sorteando muros”
Esta socióloga española asegura que las asociaciones gambianas en España mantienen un vínculo directo con el lugar de origen, lo que hace que nunca pierdan la conexión con las raíces.