Oriente Próximo
El círculo vicioso de Egipto y el FMI que hunde a los egipcios

Un opaco acuerdo firmado entre El Cairo y el organismo internacional, junto a sus políticas neoliberales, sigue despojando a los egipcios de su antigua red de protección social y empuja a millones de personas a vivir por debajo del umbral de pobreza en solo un año.

Cairo pobreza
Una calle de El Cairo. Foto: Jim
El Cairo (Egipto)
10 feb 2018 08:00

Fatma es una vecina de 36 años de la ciudad portuaria de Suez, situada en el extremo sur del Canal bautizado con ese mismo nombre, que da clases particulares diez horas a la semana además de hacerse cargo de todas las tareas de su hogar. Casada y con cuatro hijos, en este último año se ha visto obligada a asumir más horas de trabajo y a cambiar la dieta de toda su familia para adaptarla a una cada día más mermada economía familiar.

“Ahora comemos poca fruta, hemos dejado de comprar verdura y reducido el consumo de carne de cinco veces a la semana a menos de la mitad”, explica Fatma antes de suspirar que si la crisis que atraviesa el país sigue aumentando dejará “de llevar a sus hijos a clases [particulares] después de la escuela y pasará a comprar solo lo esencial para la vida”.

A cien kilómetros de Fatma, en la ciudad de 6 de Octubre, cerca de El Cairo, Eman, una joven graduada de 23 años, se vio obligada a posponer su boda en varias ocasiones debido a la subida incesante de precios. Además, asegura que, tras el matrimonio y la inversión que les supuso, ella y su pareja han contraído ya algunas deudas y su marido se ha visto obligado a ir a trabajar a Hong Kong para tirar adelante. “La situación es cada día peor — comenta—, por lo que no quiero ni imaginarme una nueva subida de precios”.

Fatma y Eman son solo dos de los millones de personas en Egipto que se han visto duramente afectados por la nueva oleada de reformas que está llevando a cabo el país tras su último acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en noviembre de 2016 por un valor total de 12.000 millones de dólares repartidos en tres años.

Con el declarado objetivo de enderezar la economía egipcia y corregir algunos de sus problemas estructurales como el déficit del Gobierno, la deuda pública, el control sobre su moneda o un lento crecimiento económico, el paquete de ayudas desembolsado por el organismo internacional implicaba la implementación de múltiples políticas liberales que están asolando a marchas forzadas a unas clases bajas y medias cada vez más desprotegidas.

Acuerdo opaco, consecuencias claras

Con la firma del millonario acuerdo, Egipto se sumaba a la lista de países de Oriente Medio y el Norte de África que han llamado a las puertas del FMI para que intervenga en sus economías desde el estallido de las primaveras árabes en 2011. Sin embargo, el pacto entre El Cairo y el FMI suponía un préstamo de, como mínimo, el doble que aquellos firmados ese mismo año por Marruecos, Túnez, Jordania o Iraq, algo que no impidió a las partes implicadas jactarse de cocinar el polémico acuerdo a puerta cerrada.

“El préstamo fue concedido al Gobierno egipcio sin ser debatido en el Parlamento, a pesar de que la Constitución estipula que cualquier ley externa debe pasar por él”, critica Salma Hussein, investigadora en la unidad de Economía y Justicia Social de la Iniciativa Egipcia para los Derechos de las Personas (EIPR). “Además, todos los detalles del programa, que tienen muchas implicaciones sobre la economía y la sociedad, deberían anunciarse enteras, pero este no ha sido el caso”, sigue Salma, que añade: “También sabíamos por el Gobierno que había un plan de privatizaciones, pero no había ni una sola palabra sobre ello en el préstamo [del FMI] ni en su primera revisión. Si vamos a vender empresas que son públicas deberíamos saber lo que está ocurriendo”.

En este sentido, Omar Ghannam, coordinador del programa de Justicia Económica del Centro Egipcio para los Derechos Sociales y Económicos (ECESR), denuncia que tanto Egipto como el FMI han mantenido desde el principio un discurso basado en la sorpresa para justificar lo que estaban haciendo. “El Gobierno egipcio llevaba a cabo consultas anuales con el FMI”, recuerda, y ahora “ambos deben hacer ver que están sorprendidos para no llamar la atención sobre el hecho de que todos los indicadores decían que una crisis estaba en camino y no hicieron nada para evitarla”.

Contra las clases populares

Hesin es otro vecino de la ciudad de Suez que lucha para que la fuerte alza de los precios no golpee a sus tres hijas. A sus 47 años, trabaja entre 12 y 14 horas al día, algo que no ha impedido que tuviera que despedirse en tan solo un año de la clase media. “Durante el día [trabajo] en una escuela para carpinteros y por la noche haciendo muebles”, explica. La siguiente opción pasa ya por emigrar: “Si se agudiza la crisis voy a buscar otro país”.

Una de las peores consecuencias de las medidas adoptadas por el Gobierno han sido las tasas de inflación galopantes (más del 32% en 2017) que siguieron a la liberalización de la libra egipcia, un efecto que ha coincidido con subidas del IVA, de la electricidad y el transporte público o un plan de recortes de los subsidios sobre la comida y el combustible.

“La gente ha empezado a cambiar sus hábitos nutricionales por unos menos saludables; reducen [gastos] en educación y algunos niños dejan la escuela para empezar a trabajar; la sanidad se está deteriorando [y hay problemas] con medicinas esenciales”, repasa Heba el-Laithy, profesora en la Universidad de El Cairo e investigadora sobre pobreza en el Centro Egipcio de Estudios Económicos. “Esto es muy serio”, asevera.

En este sentido, según la Agencia Central para la Movilización Pública y las Estadísticas (CAPMAS), antes de la liberalización de su moneda el 90% de los egipcios gastaba menos de seis euros diarios, una cifra que se ha desplomado a menos de la mitad en solo un año.

Además, Laithy destaca que este proceso de deterioro se ensaña con las mujeres y los niños, sus blancos más vulnerables. “Algunas mujeres se ven forzadas a trabajar a causa de sus dificultades”, asegura antes de alertar de que “como tienden a no tener ningún tipo de experiencia se ven obligadas a aceptar cualquier trabajo”.

En esta línea, Laithy estima que desde 2015 la clase pobre en Egipto, referida a aquella que no puede cubrir sus necesidades básicas, se ha ensanchado del 30% a más del 35%, mientras que aquellos en situación de vulnerabilidad habrían aumentado del 20% a no menos del 25%. “[Estos] se encuentran en el borde y cualquier sacudida les haría caer” por debajo del umbral de la pobreza, calculado en un consumo de menos de un euro al día.

Para Hussein, investigadora del EIPR, el argumento del FMI, que asegura que no se esperaba que las tasas de inflación se disparasen tan alto, parece una broma pesada. “Son los mejores expertos en este campo —ironiza—, por lo que no puedes permitirte el lujo de sorprenderte cuando has puesto a millones de personas por debajo del umbral de la pobreza”. “Hay millones de personas que ahora son pobres y no pueden comer suficiente o enviar a sus hijos al colegio”, añade.

“Solo porque la gente no se queja no quiere decir que estén contentos con la situación y sean muy pacientes”, añade Laithy. “Si te preocupa el futuro de esta nación deberías mirarte todo esto”, continúa, en alusión a sus “consecuencias devastadoras”.

La sombra de Grecia

Omar Ghannam, investigador del ECESR, considera que tras el descrédito sufrido por el FMI a su paso por Atenas el organismo internacional “ha hecho algunos cambios cosméticos” que le permiten vender un discurso más social. Sin embargo, Ghannam asegura que se trata solo de cambios superficiales: “El marco de las políticas puede que sea más bonito, pero las políticas siguen siendo las mismas”.

En este sentido, incluso Alia al-Mahdy, profesora de Economía en la Universidad de El Cairo y favorable a las reformas exigidas por el FMI, considera que “el siguiente recorte en subsidios sobre los carburantes está de camino, y las tasas de inflación volverán a subir otra vez”. “No podremos hacer nada sustancial en el siguiente año y medio hasta que las reformas se hayan completado: o paramos el programa y empezamos a mirar seriamente a la situación o lo completamos y esperamos que vuelva [a subir] la inflación”, pronostica.

El día de la marmota

A partir de la primera mitad de los años setenta, el entonces presidente de Egipto Anwar al-Sadat decidió romper con el legado socialista de su predecesor, Gamal Abdel Nasser, y llevar a cabo una política de apertura económica (infitah, en árabe) que lo colocase en la órbita de los Estados Unidos. Este romance neoliberal entre El Cairo y Washington se acabaría de consumar durante el mandato de Hosni Mubarak, quien en 1991 firmaría el primer gran rescate del país con el FMI, perpetuando así un círculo vicioso de masivas privatizaciones, liberalizaciones o eliminación de subsidios que sigue beneficiando a una minoría muy bien conectada con los sucesivos regímenes en detrimento de la mayoría.

“El Gobierno de Nasser concedió muchos derechos económicos y sociales a los egipcios en materia de vivienda, educación o subsidios que aseguraban que los sectores más pobres de la sociedad podían cubrir sus necesidades básicas”, recuerda Ghannam, quien asegura que el descarado intento de desmantelar esta red de protección estuvo a punto de colapsar al régimen de Sadat: “Los egipcios son muy reticentes a renunciar a estos derechos”.

Sin embargo, Ghannam coincide con el resto de entrevistados en que la política económica del actual presidente egipcio, Abdel Fatah al-Sisi, ahonda aún más en esa misma dirección. “El caso de al-Sisi es aún peor porque [a diferencia de sus predecesores] al-Sisi culpa directamente al pueblo egipcio de la crisis que está atravesando el país”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ocupación israelí
Ocupación Israelí Israel da 24 horas para evacuar a más de un millón de personas que viven en el norte de la Franja de Gaza
El ejército israelí prepara una incursión terrestre en la Franja de Gaza mientras la ONU denuncia las “consecuencias calamitosas” que podría tener una evacuación de estas características en una población bloqueada.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí Hamás: “Nos hemos preparado para un escenario de guerra larga”
Un alto mando de Hamás en el exilio ha reconocido que emplearán a los rehenes israelíes para negociar la liberación de prisioneros palestinos, mientras el Gobierno de Netanyahu ha cortado los suministros de agua, alimentos y energía a la Franja.
Siria
Abdallah Wasel “Tras el terremoto en Siria, la respuesta de los países defensores de los derechos humanos fue decepcionante”
El presidente de la Asociación Hispano-Siria de Valencia, Abdallah Wassel, describe las consecuencias del terremoto en un país en guerra y denuncia la falta de solidaridad hacia su pueblo.
#8459
14/2/2018 14:44

DEBIERA LEERSE CON DETENIMIENTO, SOBRE TODO POR LOS LATINOAMERICANOS QUE ESTAMOS SUFRIENDO EL MISMO PLAN CRIMINAL SOLO PARA BENEFICIAR A LOS DUEÑOS DEL FMI. QUE SON LOS MISMOS SIEMPRE, PREGUNTEN A LOS GRIEGOS......

0
0
#8242
11/2/2018 14:56

No olvidemos que USA (Obama) tras lanzar la revolución de color, vendió como siempre, a los revolucionarios y apoyo' el golpe militar. Pequeño apunte sin importancia.

3
0
curromucho
10/2/2018 12:52

El FMI arrasa todo lo que toca.

5
1
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.

Últimas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”
América Latina
Caribe Haití: el fracaso neocolonial y el “eterno castigo de su dignidad”
La crisis de gobernabilidad que vive Haití después del alzamiento paramilitar que liberó a más de 3.600 presos y expulsó al primer ministro es un capítulo más de una historia colonialismo y dependencia.
Trabajo sexual
Estudio sobre trabajo sexual De la Policía, los dueños de locales y los clientes: así es la violencia que sufren las trabajadoras sexuales
Las trabajadoras sexuales sufren múltiples violencias y un estudio las recoge en sus propios términos. Las violencias más frecuentes por parte de los clientes consisten en la retirada del condón sin consentimiento o malos tratos verbales.
Urbanismo
Urbanismo La nueva Ley del Suelo va al Congreso bajo la acusación de fomentar pelotazos urbanísticos
Sumar y Podemos no garantizan el apoyo a la ley, que limita las posibilidades de declarar nulos los planes urbanísticos, así como la acción ciudadana contra las irregularidades urbanísticas.

Recomendadas

Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.
Cine
María Alché y Benjamín Naishtat “El cine puede proponer imágenes y reflexionar, y por eso Milei necesita destruirlo”
María Alché y Benjamín Naishtat dirigen ‘Puan’, una película optimista y amarga, entre la comedia y el cine social, que ofrece nuevas lecturas tras los primeros cien días de gobierno de Milei en Argentina.