Opinión
La vida en juego

Las élites económicas y políticas están cómodas en este sistema, es el suyo. Y salvo, grandes declaraciones y pequeños retoques verdes, no están dispuestas a su transformación para salvar la crisis climática que ya golpea el planeta, pues esto supondría la pérdida de sus privilegios.
Asamblea por el clima, la protesta en imagenes - 1
Manifestación por el clima en Madrid, en abril de 2021. Álvaro Minguito

Mugarik Gabe

22 abr 2021 05:00

A partir del año 2000 en algunos ámbitos científicos y ecologistas se empieza a usar el término de Antropoceno para denominar la era geológica que vivimos. El nombre venía dado por reconocer lo determinante del impacto de las actividades humanas sobre los ecosistemas terrestres en los últimos dos siglos. Impacto que, estamos comprobando, es negativo en la práctica totalidad de ámbitos en que queramos medirlo. Resultado de ello la crisis ambiental, climática o como queramos denominarla, pero crisis de unas dimensiones que incluso llega a poner en cuestión el futuro de la vida en el planeta. Y crisis que además entra en relación directa con otras en ámbitos tales como el político, social, valores y los mismos derechos humanos, hasta tal punto que podemos hablar abiertamente, centrándonos en el presente, de crisis civilizatoria. 

Pero, una revisión más profunda sobre las responsabilidades de esos impactos sobre el planeta, sobre los ecosistemas, sobre la vida, nos llevarían a discutir la exactitud del término Antropoceno. El uso de este da entender que, siendo las actividades humanas las que definen los impactos, son la totalidad de las personas quienes los provocan. No negamos que todas las personas tenemos un parte de esa responsabilidad. Pero nos parece engañoso ya que visto así la mencionada responsabilidad se reparte, en gran medida, a partes iguales entre todos los seres humanos. 

Los impactos negativos de las actividades humanas sobre el planeta provienen de responder a los intereses de las élites económicas y políticas responden

Sin embargo, sostenemos que los impactos negativos de las actividades humanas sobre la tierra vienen dados, en primera instancia, por responder a los intereses de las élites económicas y políticas. Luego la responsabilidad máxima radica en éstas. Son ellas las que definen el sistema de relaciones y modos de producción, son las que se inclinan por extractivismos sin control que destruyen la naturaleza en aras del beneficio económico, son las que dan permanente cobertura a las actuaciones de las trasnacionales para que maximicen sus beneficios, son las que condicionan las decisiones políticas que pudieran atajar la situación. Son, en definitiva, quienes imponen un sistema que nos lleva a la crisis climática, a la crisis de derechos y a la crisis civilizatoria. 

De hecho, la defensa a ultranza de esos intereses es la razón primera por la que no se afrontan verdaderas medidas que enderecen un caminar torcido que nos lleva al desastre. Cierto es que se plantean continuas campañas y llamados a la responsabilidad colectiva y cierto es que la sociedad, en gran medida, responde a las mismas desde la creciente concienciación de que todos y todas debemos poner el granito de arena en esta lucha desigual. Cierto es que muchos de esos llamados se nos lanzan desde los escenarios locales e internacionales más importantes tratando con ello de plantear una visión local y global en la necesidad de intervenir. Pero, cierto es también que día a día comprobamos que no se toman las medidas realmente importantes, aquellas que en verdad pueden paliar la crisis; comprobamos así que los llamados de las grandes conferencias internacionales se quedan, en la mayoría de las ocasiones, en llamados y la realidad es que la crisis se agudiza. 

Y lo repetimos, todo ello tiene que ver con el hecho de que las élites económicas y políticas están cómodas en este sistema y, salvo pequeños retoques verdes, no están dispuestas a su transformación, pues esto supondría la pérdida de sus privilegios. Prácticamente nadie hoy cuestiona el hecho de que es el sistema dominante, el capitalismo desaforado, que solo piensa en la búsqueda del máximo de beneficios al precio que sea, lo que incluye al precio de destruir la naturaleza, el responsable de la crisis climática que ya vivimos. 

No se puede cuestionar ya el hecho de que el sistema dominante, el capitalismo desaforado, es el responsable de la crisis climática, de derechos y civilizatoria

Pero, además de los intereses materiales, influyen en esa pasividad elitistas convencimientos de que no serán nunca alcanzados por las consecuencias negativas; ideas interiorizadas por quienes siempre estuvieron en la cúspide de la pirámide social. Esas élites están convencidas de que los llamados desastres naturales, que no serán nada naturales pues vienen causados por ese impacto de las actividades humanas, no les afectarán ni a ellos ni a sus inmediatas generaciones. Saben, o creen saber, que una sequía brutal o deforestaciones inmensas como las que ya se producen, pueden traer consigo, por ejemplo, disminuciones evidentes en la producción de alimentos, con las consiguientes hambrunas; pero saben que sus mesas seguirán repletas de todo aquello que quieran. Saben que la subida del nivel de los océanos traerá consigo la desaparición de costas e islas, afectando a millones de personas pobres, pero saben que tendrán otras costas e islas para sus días de descanso. Saben que las privatizaciones de servicios sociales esenciales como la salud o la educación, entregado todo ello a buen precio al sector privado (empresas, fondos de inversión…), solo afecta a los sectores populares que ven limitadas sus posibilidades de acceder a estos. Saben que en la medida en que determinadas materias primas escaseen su precio, y el de sus productos derivados, se dispararán convirtiéndose en inalcanzables para millones de personas, pero saben también que ellas tendrán la riqueza suficiente para conseguirlas fácilmente si así lo quisieran. 

Por lo tanto, en la no adopción de medidas reales que enfrenten la crisis climática y derivadas tales como la destrucción de la naturaleza o la crisis de derechos humanos, inciden mecanismos ideológicos, como sostener el sistema, y psicológicos, como el convencimiento de sentirse a salvo de las posibles consecuencias. Esto es lo que lleva a las élites políticas y económicas a su modus operandi: llamamientos a la responsabilidad colectiva de las sociedades, a la asunción teórica de responsabilidades por parte de todos y todas, mientras mantienen la demora en la urgente toma de decisiones que, saben, cuestiona su sistema de privilegios. 

El problema es que, tal y como plantea la práctica totalidad de la comunidad científica y como la mayoría intuimos, el tiempo se agota. La época de la posible irreversibilidad de las crisis no será dentro de 20 o 30 años; es ya mismo. Lo estamos sintiendo ahora y sabemos que las generaciones que nos siguen lo sufrirán. Sabemos que la Vida, la Tierra y los Derechos están en juego. Por lo tanto, deberíamos aumentar la presión sobre esas élites para volver a conseguir que esta era geológica sea nuevamente de la naturaleza y de los seres humanos, consiguiendo que los impactos de estos últimos, de los hombres y mujeres sobre este planeta, sean positivos para afrontar un futuro tan inmediato que ya se hizo presente.  

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Con el hocico destruido: nombrar un mundo que se cae a pedazos
El libro de Calderas puede leerse como un cuerpo-territorio, un emplazamiento en el que lo individual se entrelaza con una historia familiar marcada por la herida migrante, por el expolio de la tierra, por la dominación cultural de la colonización.
Opinión socias
Opinión socias No me voy, estoy llegando
Que Uruguay sea hoy vanguardia en derechos sociales de América Latina tiene la firma de un presidente que durante su mandato vivía en una chacra y donaba el 90% de su sueldo a organizaciones sociales.
#88145
25/4/2021 15:16

Efectivamente.... Y NO hay una solución electoral/electoralista (Liberal/Democrática aka de Voto) a esto...

0
2
Energía
Energía El informe del Gobierno culpa del apagón a Red Eléctrica y a las empresas
Red Eléctrica falló a la hora de programar adecuadamente la demanda; plantas generadoras clave incumplieron la normativa al no absorber tensión o desconectarse del sistema demasiado pronto. El Gobierno descarta el ciberataque.
Justicia
Juana Rivas Francesco Arcuri, exmarido de Juana Rivas, irá a juicio en Italia por maltrato habitual a sus hijos
Arcuri ha perdido el último recurso previo a la vista oral en la audiencia celebrada esta mañana, el juez italiano competente ha fijado la fecha del juicio para el próximo 18 de septiembre.
Costas
Costas Las Banderas Negras 2025 señalan la sobreexplotación turística y la ocupación costera por parte de gente rica
Los infames premios de Ecologistas en Acción otorgan el dudoso honor de la bandera negra a 48 playas cada año. En esta edición se centran en el impacto negativo del turismo de masas y dan una bandera negra a Núñez Feijóo.
Irán
Conflicto Alemania y Francia compran los argumentos de Trump y de Israel contra Irán
El G7 coincide con los erráticos mensajes de Trump, que abandona la cumbre de Canadá y publica un post incendiario. El Pentágono sigue asegurando que no participarán directamente en los ataques. De momento.
Desastres ambientales
Crisis climática El negocio de la catástrofe en zonas azotadas por fenómenos extremos
Las entidades suben precios a la vez que intentan lavar su imagen presentándose como “sostenibles”. Mientras, muchas de ellas siguen invirtiendo miles de millones en industrias como el petróleo o el carbón.
Pobreza
IMV Europa admite a trámite la reclamación colectiva contra España por la ley del Ingreso Mínimo Vital (IMV)
El Comité Europeo de Derechos Sociales ha hecho público este lunes la admisión a trámite de la reclamación colectiva interpuesta por ATD Cuarto Mundo y otras organizaciones sociales.
Palestina
Palestina Detenidos y golpeados en El Cairo algunos de los activistas integrantes de la Marcha a Gaza
La Marcha Global a Gaza exige la liberación inmediata de Saif Abukeshek, su coordinador internacional, y el resto de activistas detenidos por la policía secreta egipcia el 16 de junio en El Cairo, actualmente en paradero desconocido.
LGTBIAQ+
Mes orgullo LGTBIQ+ Las ‘machorras’ del franquismo: habitar la disidencia sexual y de género en el régimen del miedo
Muchas mujeres lesbianas llegaron a construir vías de resistencia colectiva desde los márgenes del sistema, llegando a sostener en el tiempo vínculos románticos en la más absoluta clandestinidad.

Últimas

Mallorca
Llucmajor Imágenes inéditas de la macrogranja de Mallorca ratifican las malas condiciones de las gallinas
El vídeo difundido este martes confirma el pésimo estado de la explotación, con gallinas enfermas, telarañas o huevos arrugados. Un juzgado de Palma ha abierto diligencias contra la granja por presunto maltrato animal.
Alquiler
Alquiler Consumo abre un nuevo expediente sancionador a una segunda inmobiliaria
El Ministerio de Bustinduy señala a una agencia inmobiliaria por posibles cobros de comisiones ilegales y por obligar a contratar servicios no solicitados.
Oriente Próximo
Oriente Próximo Israel pone la región al borde del abismo
La región vive una escalada de la tensión tras el ataque de Israel a Irán y la respuesta de este. El intercambio de ataques no ha cesado en todo el fin de semana.
Opinión
Opinión Pedro Sánchez, final de partida
El presidente del Gobierno se irá sin haber hecho nada para evitar que el circuito que ya estaba ahí cuando llegó siga funcionando.
Opinión
CEOE Los corruptores condenan la corrupción
Desde la CEOE, lobby de los grandes empresarios implicados en tramas de corrupción durante décadas, han criticado a los políticos que han formado parte de dicha corrupción.
Más noticias
Ayuntamiento de Madrid
Derecho a la vivienda en Madrid El Ayuntamiento amenaza con el desalojo a los últimos cuatro jubilados de los Apartamentos San Francisco
Mayores y consistorio mantienen una disputa desde junio del año pasado por las obras de reforma de los apartamentos, de 1989 y muy deteriorados, con la sospecha por las asociaciones vecinales de un intento de cambio de uso del edificio.
Granada
Visibilidad lésbica Granada estrena en el Orgullo 2025 la bandera de visibilidad lésbica más grande del país
La asociación Arco Iris de Granada presenta la bandera lésbica de seis metros de longitud por tres metros de ancho y su ‘Carmen inclusiva’, una versión de la progres con una estrella de ocho puntas
Granada
Opinión ¿Y si lo eficaz frente a la desertificación fuera el riego a manta?
Ante la desertificación, reivindicamos los sistemas de regadío tradicional en contraste con los efectos perjudiciales de una agricultura intensiva que la acelera. El Documental “Vegas y Vida” se estrena con una presentación on-line el 2 de julio

Recomendadas

Feminismos
Chahim A’jam Vásquez Leal “Las mujeres indígenas no somos Pokahontas, hablamos en primera persona política”
Sanadora y defensora de los derechos de las mujeres indígenas y racializadas de Guatemala, la activista comparte su visión de la resistencia y los desafíos que enfrentan las comunidades en Guatemala.
Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.