Opinión
Amaba la vida sin dejarse atenazar por la muerte: hasta siempre, Luis Montes

Luis Montes amaba radicalmente la vida. La amaba hasta el punto de estar decidido a prescindir de ella en el momento en que dejase de ser una vida digna. La asociación Derecho a Morir Dignamente despide este sábado a Luis Montes en el Auditorio Marcelino Camacho.

Asociación Derecho a Morir Dignamente

2 jun 2018 06:00

El 19 de abril, Luis Montes –el doctor Montes– se encontró por sorpresa con la muerte mientras atravesaba La Mancha, camino de Molina del Segura donde hubiera dado una charla sobre la libertad para tomar las decisiones fundamentales sobre la propia muerte: el cuándo y el cómo hacerlo. Hubiera hablado sobre el modo en que las leyes deberían garantizar este derecho. Al menos en sociedades verdaderamente democráticas cuyas leyes no sirven para poner límites sino para garantizar derechos de ciudadanía.

Luis Montes estaba seguro de que conocería anticipadamente el día e incluso la hora de su muerte. No porque fuera adivino, que no lo era, sino porque tenía la firme decisión de que sería él quien elegiría ese día y esa hora. Centenares de veces repitió en público: “Mi vida es mía y me apearé de ella cuando yo decida”.

Es posible que alguno de sus enemigos –a Luis se le podía conocer tanto por la entrega de sus amigos cuanto por la maldad de sus enemigos. Esos que hoy se abaten en retirada– alguno, digo, considere que la vida le dio una bofetada porque la muerte se presentó por sorpresa y sin pedirle permiso. Se equivocan. La determinación de decidir el momento de su muerte era su plan B. Para el caso de que la muerte se olvidara de él y la vida llegase a hacérsele recalcitrante.

Montes sabía que el miedo y el sufrimiento son los enemigos naturales de la libertad porque oprimen el ánimo y llegan a apoderarse del núcleo central de la persona hasta esclavizarla

Porque Luis Montes amaba radicalmente la vida. La amaba hasta el punto de estar decidido a prescindir de ella en el momento en que dejase de ser una vida digna. El sentido de la dignidad de Luis Montes, percibido nítidamente por lo mejor de nuestra sociedad, le encumbró en la consideración ciudadana hasta identificarle con la idea misma de la dignidad.

Amaba la vida sin dejarse atenazar por el miedo a la muerte. Montes se había liberado de ese yugo del miedo a morir hace mucho. Sabía que el miedo y el sufrimiento son los enemigos naturales de la libertad porque oprimen el ánimo y llegan a apoderarse del núcleo central de la persona hasta esclavizarla. Nadie es completamente libre si está sometido al miedo o al sufrimiento. La decisión de hacerse anestesista no fue ajena a su aversión al sufrimiento del otro, de los demás. Su empatía con el sufriente era percibida inmediatamente por cualquiera que se acercara a él. Miles de personas, de toda condición, en toda la geografía española, han tenido esa experiencia al conocer a Luis: la certeza de estar ante una buena persona, un amigo.

Su aspecto frágil, como abatido, escondía una fortaleza de ánimo muy singular. Aguantó, sin quebrarse, todo el sufrimiento que supuso la persecución inclemente del PP, con Esperanza Aguirre y Manuel Lamela al frente, cuando lo acusaron de haber asesinado a 400 personas en la Urgencia del Severo Ochoa de Leganés, de la que era coordinador. Quisieron terminar no solo con él sino con su forma de entender la obligación como médico en la asistencia a la muerte y con su reivindicación de la sanidad pública como un derecho fundamental. Su ejemplo de compromiso resultaba muy pernicioso para la derecha política, siempre dispuesta a utilizar los miedos, especialmente los de naturaleza religiosa, para frenar los avances de la libertad.

Como para la inmensa mayoría hoy, la muerte ideal es rápida, fulminante incluso, sin percepción de agonía y, preferentemente, junto a alguien querido. Así la tuvo.

Luis Montes amaba la libertad, incluso más que a la propia vida. Empeñó la suya en luchar contra el sufrimiento y por la libertad. Su militancia a favor de la muerte digna en DMD le permitió aunar ambos objetivos y en ello se dejó literalmente la vida. El 19 de abril no fracasó su plan B sobre su muerte; triunfó el plan A. Para Montes, como para la inmensa mayoría hoy, la muerte ideal es rápida, fulminante incluso, sin percepción de agonía y, preferentemente, junto a alguien querido. Así la tuvo. En una generación la sociedad española ha rechazado el sufrimiento como necesario y merecido. Este rechazo incomoda y asusta a quienes nos han impuesto durante siglos su moral, basada en la sumisión, la culpa y el miedo a la muerte. Por eso Luis Montes ha sido el enemigo a batir para los fundamentalistas de todo pelaje.

Por suerte, tuvo la muerte benigna y pacífica que ayudó a tener a tantas personas durante su vida y que luchó por extender a todas. Una muerte demasiado temprana para quienes nos sentimos hoy un poco más huérfanos sin Luis Montes. Nos deja un camino avanzado que recorrer y el mapa para recorrerlo: su ejemplo de dignidad y sacrificio.

Hasta siempre, compañero.

[La asociación Derecho a Morir Dignamente despide este sábado a Luis Montes en el Auditorio Marcelino Camacho a las 17.30h]

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Vivienda De cómo cobrando el salario mínimo nunca tendrás una casa
La especulación inmobiliaria y los pisos turísticos son los grandes culpables de que alquileres y precio de venta de la vivienda se hayan disparado en los últimos tiempos.
Genocidio
Opinión No lo soportamos más: un alarido por Gaza
Mientras la complicidad con Israel es abierta, obscena y militante, levantarse contra el genocidio es un gesto que a tantas les está costando el futuro y la libertad en cada vez más sitios. Ya no sabemos ni qué escribir al respecto.
Kabilas de mesa camilla
Kábilas de mesa camilla Delivery identitario, etiquetas take away
Porque el capitalismo sabe que el consumo identitario (yo, mi colectivo, mi comunidad, mi tribu urbana) fagotiza la resistencia ante el orden establecido de parir con dolor y trabajar con placer
Anónimo
7/6/2018 16:08

Gracias por el artículo

1
0
#18107
5/6/2018 17:32

Murió en medio de su batalla por la dignidad. Gracias por tu integridad y hasta siempre, querido Luis!

1
0
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.