La mirada rosa
Los de los balcones también son maricones

Hemos sabido que se aplaza la manifestación del Orgullo de Madrid, y es un acto de responsabilidad. Lesbianas, gais, personas trans y bisexuales volverán a salir a las calles y nos preguntarán que hemos estado haciendo además de dar palmas y de cancelar eventos.

Aplausos a la sanidad pública en Madrid.
Un clamor de aplausos en reconocimiento de la labor de la sanidad pública se escuchó en todo Madrid y muchas ciudades españolas. Álvaro Minguito

Vivimos días extraños. La urgencia de dar respuesta a una pandemia ha transformado completamente nuestros hábitos, pero también está modificando sensiblemente nuestra manera de pensar. Después de más de una semana de encierro parece que nuestra principal prioridad es salir a los balcones a las ocho de la tarde a aplaudir al personal sanitario. Incluso todas aquellas personas que durante años han venido votando a quienes tanto se han esforzado por tratar de desmontar el sistema público de salud ocupan hoy, siempre a las ocho, terrazas y ventanas con sus aplausos. Uno se plantea que quizá antes de esa salida para dar las gracias debieran asomarse para pedir perdón, pero, por otra parte, no dejo de darle vueltas a la idea de qué sucede con el resto de nuestras preocupaciones, qué será de todas nuestras reivindicaciones cuando todo haya pasado, que pasará, como siempre.

Hemos sabido que se aplaza la manifestación del Orgullo de Madrid, y es un acto de responsabilidad que agradecer a FELGTB y Cogam, que año tras año lo convocan. Así lo ha manifestado la Fundación Triángulo, una de las entidades de mayor relevancia en nuestro estado que ha sido tradicionalmente apartada de la gestión del evento. Y así también lo secunda, aunque en primera persona, el conglomerado de empresas que organiza las diferentes fiestas que se convocan en torno a nuestra marcha.

Hemos sabido que se ha aplazado la manifestación del Orgullo en Madrid, y tal vez se oportuno preguntarnos si de verdad queremos mantener el modelo de Orgullo mercantilizado

Para ese futuro primer fin de semana de julio es posible que queramos celebrar haber vencido al virus, pero es igualmente probable que aún no sea seguro desplegar nuestra cercanía sin las debidas protecciones. Por eso es esta una decisión responsable, pero que también puede quedar abierta a mayores reflexiones. ¿Cómo y cuándo será el Orgullo? ¿Aprovecharemos la oportunidad de disponer de algunas semanas más para plantearnos de verdad si queremos, como sociedad civil, como lesbianas, gais, trans y bisexuales de a pie, mantener ese modelo de Orgullo mercantilizado?

Y, mientras tanto, mientras llega la manifestación de este año, ¿qué haremos para seguir avanzando en nuestro proyecto para erradicar la discriminación? ¿Ha pensado alguien en cómo afecta esta reclusión a las personas no heterosexuales?

Orgullo
Orgullo Crítico, reflexiones a un año después del World Pride
VV.AA.

Varios colectivos plantean los retos que enfrenta el Orgullo un año después de que el capitalismo rosa arrasara en el World Pride Madrid. Nuevas formas de activismo que integren las disidencias se hacen más necesarias que nunca.

Sería bonito imaginar que tras estas semanas de extraña inmovilidad cambiarán nuestras formas de relacionarnos, que muchas de esas personas e instituciones que llevan siglos persiguiéndonos encontrarán por fin un modo de encajar nuestra existencia en el limitado marco de su pensamiento. Pero parece que no será así: ya son varios los altos dignatarios de la Iglesia Católica los que, como cómplices de la muerte que tanto han renegado del preservativo para combatir otro virus, siguen arrojando sobre nuestra existencia la responsabilidad de todos los males que caminan por la tierra y culpan al feminismo y la visibilidad de las sexualidades heterodoxas de la aparición del virus en nuestras vidas. Sería bonito pensar que cambiarán su forma de tratarnos, pero sería necesario seguir haciendo cosas, como fuera, para avanzar, quizá más rápido ahora que todo se detiene, hasta alcanzar nuestros objetivos.

Como cantamos en las manifestaciones desde hace ya varias décadas,  “los de los balcones también son maricones” y “tras las ventanas también hay lesbianas” que volverán a salir, todos volveremos

Porque, como cantamos en las manifestaciones desde hace ya varias décadas, los de los balcones también son maricones” y tras las ventanas también hay lesbianas. Y esas lesbianas, esos gais, esas trans y bisexuales, siguen teniendo problemas sobre los que quizá no estemos parándonos a pensar. ¿Qué puede suceder cuando un chico de 17 años sale del armario, por decisión propia u obligado, en un entorno homófobo donde debe quedar confiando durante un mes? ¿Qué ocurre con nuestras parejas de mujeres lesbianas que quizá dejen de vivir juntas porque el ERTE de una y el despido de otra no les permiten una vida en común? Esas lesbianas, esos gais, esas trans y bisexuales, volverán a salir a las calles y nos preguntarán que hemos estado haciendo además de dar palmas, de cancelar eventos, de hacer videollamadas y directos en Instagram. Todas ellas volverán. Todas volveremos. ¿Tendremos preparadas las respuestas para todas las preguntas que nos harán, que quizá ahora mismo nos hacen sin que sepamos escucharlas?

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La mirada rosa
Opinión Leer a cara des-cubierta
Roca Editorial acaba de publicar un libro de temática LGTBI... pero no quiere que lo sepas.
La mirada rosa
La mirada rosa Faltan activistas
Nos faltan activistas; nos sobran fascistas. El amor que defendía Roberta en su última nota —“I love you all”— corre un serio peligro, aunque aún no queramos admitirlo.
#53845
29/3/2020 14:22

Sois homofobos

0
1
#53688
28/3/2020 14:15

Yo la verdad el titular sobra, maricones nos llaman a trans a gays y a busex los hetero, por que no decir lgtbi por qué es lo que somos todo un colectivo no sólo hay gays. Y por último yo no aplaudo prefiero aplaudir a organizaciones que apoyan una ley trans estatal o lgtbi estatal. También habemos sanitarios lgtbi que estamos curando a enfermos fascistas que hace unas semanas atrás preferían vernos asesinadxs.

0
2
#53459
27/3/2020 15:43

Dentro del colectivo hay personas heterosexuales, friendly reminder.

1
3
#53687
28/3/2020 14:12

El colectivo lgtbi no es para cis heterosexuales a ver si te enteras ya que nunca vas a saber lo que sufrimos

0
1
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
PSOE
Crisis de Gobierno “El Gobierno está en la UCI”: los aliados de Sánchez afilan el discurso en clave electoral
A la espera de nuevas pruebas que puedan afectar directamente al presidente del Gobierno o algún indicio de financiación ilegal del PSOE, Podemos radicaliza su crítica al bipartidismo y Sumar habla de “un cambio de 180 grados”.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Opinión
Opinión Amor, alienación y nostalgia en la obra de Wong Kar Wai
El cine de Wong Kar Wai logró captar la avalancha de nostalgia que florecía en el capitalismo tardío frente a la desorientación y la enajenación de los propios sujetos sociales.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.

Últimas

Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Tribuna
Tribuna Almacenamiento energético de Enlight Renewable Energy en Huesca: lavado verde de la imagen de Israel
VV.AA.
La empresa israelí Enlight Renewable Energy tiene intención de construir un parque de baterías para energías renovables en el pirineo oscense. Operación que el Gobierno debería prohibir por la contribución de la compañía a la ocupación ilegal israelí
Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Más noticias
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.
Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.