Coronavirus
Las trabajadoras del hogar recuerdan que no son inmunes al covid-19

Su jefe dio positivo en el test de covid-19, y la empresa le mandó a casa. La Comunidad de Madrid cerró el instituto de su hija y también la mandaron a casa. Ante esta doble situación, Martina —nombre ficticio— fue la que tuvo que pedir, casi exigir, que ella también debería regresar a su propio hogar y dejar de realizar las 8 horas semanales de trabajo doméstico que tiene por contrato con su empleador, “aunque en realidad son diez y media”, matiza esta trabajadora doméstica externa.
“No sé qué me da más miedo, si el coronavirus o no llegar a fin de mes”
“Me costó que lo entendiera”, sostiene con miedo a perder el trabajo. Debido al positivo de su empleador, Martina ha tenido que suspender los otros trabajos de cuidado a ancianos que realiza cada semana. “No sé qué me da más miedo, si el coronavirus o no llegar a fin de mes”.
A pesar de que el Gobierno aseguró que todas las bajas obligadas por el coronavirus contarán como accidente laboral para que los trabajadores puedan ser retribuidos adecuadamente, no es el caso de esta trabajadora externa, que ya no sabe adónde ir para que conste formalmente su situación. “Mi jefe me ha dicho que ya iremos hablando, y en Sanidad no me aclaran nada, que pida cita con mi médico de cabecera”.
“No ven la vida que nosotras también tenemos, que está ahí, como la de todo el mundo”
Martina considera que los empleadores de las trabajadores domésticas “no ven la vida que nosotras también tenemos, que está ahí, como la de todo el mundo”. “Tengo una hija a la que cuidar, una madre que corre el mismo riesgo de contagio que los abuelos españoles y, como trabajadora, debería tener los mismos derechos que cualquier otro”, recuerda.
A pesar de su situación, Martina se considera “afortunada, ya que tengo papeles y sé que si pierdo un trabajo, encontraré otro, pero hay compañeras internas que lo van a pasar especialmente mal, ya que les han pedido que no salgan de las casas, sin ofrecerles horas extra remuneradas ni tampoco tiempo para el descanso”. Simplemente, que se arremanguen aún más.
Menos derechos, más precariedad
Desde la asociación Servicio Doméstico Activo (Sedoac), Edith Espinola reclama que “las prestaciones que se han decretado para las y los trabajadores en el régimen general, también sean aplicadas a las empleadas de hogar y cuidados en el sistema especial”, como solicitar bajas por cuidado de menores y recibir exenciones fiscales como población especialmente afectada por el coronavirus.
La asociación recuerda que esta cepa de gripe se ceba especialmente con la población adulta mayor, a las que habitualmente ellas cuidan. Alertan de que en el Estado hay más de 630.000 trabajadoras domésticas, por lo que es necesario poner el foco en este sector privado y precarizado.
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La ausencia de derechos laborales de las trabajadoras domésticas, que siguen sin poder atenerse al Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se ha agravado con los efectos del coronavirus y el anuncio de medidas que no las contemplan. La Asociación de Abogados y Abogadas Libres (ALA) ha trabajado un documento que da respuestas a algunas de las preguntas de este colectivo ante la crisis del covid19.
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