Congreso de los Diputados
Podemos mantiene la apuesta y propone un salario mínimo de 1.200 euros para pactar con el PSOE
Pablo Iglesias ha comparecido para defender la necesidad de un Gobierno de coalición con el PSOE.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha cerrado la sesión de la mañana de la ronda de consultas con el jefe de Estado, Felipe VI. Con el recuerdo de la famosa comparecencia de 2016, cuando Iglesias ofreció un acuerdo de máximos a Sánchez, el secretario general ha enarbolado otro tono y ha situado en primer lugar un acuerdo de programa con el que pretende anclar al PSOE a un cambio de rumbo en políticas económicas: derogar la reforma laboral de 2012 e implementar una subida del salario mínimo interprofesional hasta 1.200 euros —el 60% del salario medio en España—.
No es una apuesta de máximos como la de hace tres años y medio, pero la exigencia sigue en todo lo alto. Unidas Podemos quiere entrar en el Gobierno, por la vía de un acuerdo programático. Si el PSOE no quiere, tendrá que buscar su apoyo en Ciudadanos.
Pablo Iglesias ha sorteado las preguntas incómodas —sobre nombres aún no hay nada escrito— y ha expuesto su convencimiento de que el Gobierno de coalición es el resultado de una “correlación” y no de deseos. Iglesias ha defendido que “desde fuera del Gobierno es imposible hacer valer un acuerdo programático” y ha pedido tiempo a la prensa ya que la negociación llevará días y semanas. El meme para Podemos se ha repetido varias veces: un “Gobierno de coalición progresista, en relación proporcional, que garantice estabilidad política y políticas progresistas”.
La táctica del grupo confederal ha sido plantear un proyecto de programa desde sus distintas vertientes: los territorios (Jaume Asens, Yolanda Díaz), la transición ecológica (López de Uralde) y la economía (Garzón e Iglesias). Al líder de la formación morada le ha tocado profundizar en los reclamos socioeconómicos de ese programa: inversiones “verdes” para frenar el cambio climático; inversiones “moradas” para atajar la brecha salarial, y un proceso de cambio y digitalización de la economía. En línea opuesta a las recomendaciones de Bruselas, aunque sin polemizar en la rueda de prensa, Podemos ha lanzado una oferta al PSOE para acabar con la precariedad mediante la citada subida del SMI, la rebaja de la semana laboral a 34 horas —y la racionalización de horarios— y la ampliación de los permisos de paternidad.
Iglesias ha devuelto algunas de las ideas de su campaña electoral para enmarcar ese pacto programático: subida de impuestos exclusiva al tramo más alto del IRPF —quienes declaran más de cien mil euros—, implantación del impuesto de transacciones financieras y de un impuesto a la banca. Bajada del IVA en compresas y otros productos de higiene femenina, bajada de los impuestos a usuarios en suministros (gas. electricidad) y reducción del impuesto de sociedades a empresas con facturación anual inferior a un millón de euros.
¿Carta a los reyes magos o esbozos para un principio de acuerdo? La tarde no arrojará demasiadas certezas, ya que Pedro Sánchez no tiene previsto comparecer después de despachar con Felipe VI. Sí lo harán Pablo Casado y Albert Rivera que, previsiblemente, presionarán a Sánchez negando cualquier posibilidad de diálogo para la investidura.
De este modo, y a falta de conocer las realidades de las posibles sumas que tiene el Gabinete de Sánchez en la cabeza, la opción de Podemos, es la única “oficial” en una ronda de negociaciones que se postergará al menos hasta que el 15 de junio se aclare el panorama de los municipios y comiencen a levantarse las cartas del escenario político para los próximos cuatro años después de más de un mes de tanteos.
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