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Coches
La DGT se muestra reticente ante los cambios de etiquetado de vehículos propuestos por entidades ecologistas
El feedback no ha sido bueno: “Nos impresionó la reunión con la DGT, fue una reunión dura”, resume Nuria Blázquez, de Ecologistas en Acción, sobre las reticencias de la Dirección General de Tráfico para la inclusión de las emisiones de CO2 en el nuevo sistema de etiquetado para clasificar los vehículos.
Cuatro entidades —Ecologistas en Acción, Greenpeace, Ecodes y Transport&Environment— les presentaron un plan que han dado a conocer hoy con una argumentación clara: para conseguir las Zonas de Bajas Emisiones en municipios de más de 50.000 habitantes, como requiere la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, es necesario poder distinguir fehacientemente cuánto contaminan los vehículos a través de un etiquetado que incluya las emisiones de CO2. Además, una etiquetas veraces informan mejor en el proceso de compra de vehículo nuevo, añaden.
“No entendemos cómo una herramienta de carácter ambiental está en manos de la DGT, debería ser liderada por el Ministerio de Transición Ecológica”
Las etiquetas actuales datan de 2016 y está previsto que se revisen en 2021. Por ello, las cuatro entidades ecologistas han mantenido encuentros para elaborar un plan común para los nuevos distintivos y presentárselo a la DGT. Sobre su interlocutor, lo cuestionan: “No entendemos cómo una herramienta de carácter ambiental está en manos de la DGT, debería ser liderada por el Ministerio de Transición Ecológica”.
Su propuesta propone sustituir la etiqueta ECO por una D y que el distintivo CERO solo se aplique a aquellos vehículos con emisiones nulas, como los coches eléctricos puros y de pila combustible (hidrógeno).
Recuerdan que vehículos como los SUV (Sport Utility Vehicle, en sus siglas en inglés) reciben actualmente el rango C, a pesar de las elevadas emisiones que tienen, debido a su mayor cilindrada y una forma poco aerodinámica.
“Tal y como están diseñados en la actualidad estos distintivos por parte de la DGT, hasta vehículos muy contaminantes pueden obtener una clasificación C o incluso ECO. Esto último resulta contraproducente para lograr la efectividad de las Zonas de Bajas Emisiones, pues el principal objetivo de la implantación generalizada de estas zonas es la reducción de emisiones de CO” a la atmósfera. Sin embargo, el sistema actual de etiquetas de la DGT no discrimina con respecto a los gases fósiles”, resumen.
Además de la etiqueta Cero, con solo vehículos 100% sin emisiones, las entidades plantean una etiqueta D para vehículos de combustión, incluidos híbridos y gas, gasolina euro 5/6 y diésel euro 6d, ya que consideran que a las emisones de NOx se deben añadir las emisiones reales de CO2, respetando los umbrales que fija la Unión Europea.
“Casi un 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España son ocasionadas por el transporte en las aglomeraciones urbanas, las ciudades tienen un papel fundamental que cumplir en la lucha contra el cambio climático”
La etiqueta C estaría reservada para la gasolina euro 4 y diésel euro 6a, b y c. La etiqueta B sería para gasolina euro 3 y diésel euro 4/5. La A para el resto (gasolina y diésel euro 0, 1, 2 y 3).
Carlos Bravo, representante de Transport&Environment, ha recordado que “casi un 10% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero en España son ocasionadas por el transporte en las aglomeraciones urbanas, por lo que es innegable que las ciudades tienen un papel fundamental que cumplir en la lucha contra el cambio climático y para ello es necesario contar con un sistema útil y coherente de etiquetas ambientales que contribuyan a la reducción de emisiones”.
Desde Greenpeace, Adrián Fernández ha añadido que la actual etiqueta ECO “es cualquier cosa menos ecológica, ya que incluye vehículos a gas, un combustible fósil que no contribuye a la descarbonización”.
Cristian Quílez, de Ecodes, puso el foco en la contaminación del aire en la ciudad, “las Zonas de Bajas Emisiones deben servir para reducir la contaminación, proteger la salud de los ciudadanos y estimular la movilidad activa”. Preguntados sobre las subvenciones públicas para la compra de vehículos nuevos a través de planes renove, las entidades recordaron que las ayudas deberían centrarse en los servicios públicos, como es el transporte público.