8 de marzo
La ola de los feminismos en red: contra el poder y por los mundos de vida

La extensión de las redes sociales coincide con una cuarta ola feminista. Pero si el feminismo quiere cambiar el mundo, tendrá que cambiar la red.
Profesora de la UAM, México. Becaria Marie Skłodowska-Curie de la Comisión Europea H2020 en la Universitat de Girona con el proyecto “Acciones feministas globales online. Oportunidades y problemas de la campaña del #MeToo”.
8 mar 2021 08:51

Desde hace unos años una ola global de movilizaciones feministas digitales sacude el mundo.  No es algo que le ocurre sólo al feminismo, sino que es un momento transversal híbrido, disperso y múltiple. Incluso se podría decir que es un cambio de sensibilidad tras el ciclo de las multitudes indignadas que se inició con la Primavera árabe. Aceitadas por la comunicación en redes digitales, las luchas de las mujeres, las protestas contra las violencias machistas y el feminicidio, interpelan el mundo desde su raíz, cuestionan los paradigmas de dominación e incluso plantean alternativas a la crisis civilizatoria, económica y ecológica. La interdependencia, la reivindicación de lo común, la lucha por la vida, su entorno ambiental y los cuidados están en el centro de los debates contra la violencia sistémica. 

La contradicción es que toda esa potencia de interconexión en redes de las luchas feministas pasa por las grandes plataformas tecnológicas y alimenta estos gigantes corporativos globales simplificados en el acróstico GAFAM. Y como señala la investigadora catalana Berta Flores: si el feminismo quiere cambiar el mundo, tiene que cambiar la red.

El activismo digital de las mujeres ha potenciado el feminismo, no sólo porque expande y visibiliza los temas feministas en la esfera pública sino también porque promueve una nueva dinámica de implicación. Las organizaciones formales ya no estructuran el movimiento feminista. La comunicación por sí misma, desde los blogs a los hashtags, se han convertido en la estructura de organización: las redes convocan y son la convocatoria.

Se habla de este fenómeno como una “cuarta ola feminista”, la que coincide con la extensión y uso de Internet. Pero el hecho tecnológico no puede ser central para nombrar esta constelación de feminismos que desordena todos los ámbitos.

No se puede desentrañar la dimensión in situ y on line de estos nuevos feminismos, los debates transnacionales gestados en red donde las discusiones son descorporeizadas e incluso anónimas, en contraste con las protestas que se autoconvocan en las calles o las asambleas presenciales, que exponen los rostros o que los tapan, y que en todo caso muestran la interpelación de los cuerpos femeninos o feminizados.

Las multitudes conectadas feministas se caracterizan entonces por poner en escena (física y digitalmente) el cuerpo. “La cuerpa”, como le dicen en América Latina, feministiza la política: es lo común, lo que borra dicotomías entre lo privado y público. Y a la vez es transnacional y onlife, a la vez figurativa y encarnada, singular y universal. De forma simbiótica, es cuerpo y máquina,  vulnerabilidad y expresión lanzada a las demás.

Las mujeres, la comunicación, Internet

La Conferencia Mundial de Mujeres de 1995 en Beijing fue la primera que pudo seguirse con detalle y a distancia por Internet. Desde los noventas, los movimientos sociales  actúan, se enlazan y organizan también en las redes. Los mismos medios alternativos devienen redes de medios.

Muchas activistas se especializan como comunicadoras eficaces e inmediatas de sus propias acciones, periodistas de su aparición pública, cronistas involucradas, narradoras situadas y fotógrafas capaces de denunciar, narrar y mostrar las violencias.

La politización feminista de mujeres comunicadoras será paulatina. Y también las periodistas cobrarán un papel cada vez más relevante en impulsar este devenir feminista, como se pudo apreciar en las convocatorias a las huelgas de mujeres para el 8 de marzo en los últimos años o en la incidencia del #MeToo. Pero no sólo ellas.

En el seno de las movilizaciones de los pueblos indígenas de América Latina, por ejemplo, desde los noventa las mujeres plantearán una denuncia incómoda contra sus propios compañeros, pueblos y costumbres, contra la violencia y la opresión patriarcal, mostrarán la urgente “lucha dentro de la lucha”. De las comunidades indígenas y de los espacios subalternos surgen interpelaciones desestabilizadoras para el feminismo. Y estos debates incursionan en las redes interpelando más allá de las fronteras.

La politización de las mujeres en las organizaciones populares y las comunidades indígenas será una revolución de las cosmovisiones. En el choque con las ONGs y con la academia, se muestran distancias ineludibles: el clasismo, el racismo, la colonialidad del género.  La vía de la autonomía, la complementariedad, la tierra y el medio ambiente, lo común serán algunas de las respuestas. La necesidad imperiosa de autorepresentación es el campo de intervención para cineastas, fotógrafas, radialistas, narradoras, grafiteras y creadoras.

En este florecimiento de vínculos de comunicación y distribución de voces en Internet, aparecen -porque siempre habían estado- las mujeres tejedoras de redes, enlazadoras de mundos. Todo tipo de formatos y géneros usarán el testimonio, la experiencia encarnada y la documentación de los agravios en primera persona. Expresar el daño y convertir el dolor en fuerza colectiva.

Ocurren procesos de indignación ante la violencia feminicida y espacios de reflexión desbordados e híbridos, en los territorios, las comunidades, las calles de las ciudades, las escuelas y universidades. Y a la vez, las mujeres ya no sólo pueden reunirse en un salón, alrededor del pozo de agua o en el mercado. A pesar de una brecha digital brutalmente feminizada, muchas se comunican sin mediar presencia, se contagian de indignación, se cuentan dolores y agravios, se transforman y reinventan. Las mujeres participan en reuniones en sus barrios o en sus pueblos, asisten a encuentros locales, regionales, nacionales, pero también juegan con los espejos del reconocimiento y el apoyo mutuo a distancia: en redes digitales. El contagio y la viralización de memes, la réplica y apropiación de formas de protesta, de lemas y carteles, de talleres y seminarios y materiales de todo tipo. Poner el cuerpo, defender el aire, la tierra y el agua. Tomar una cámara, un micrófono, una plancha de grabado, un hashtag, un canal de Youtube o  un rap. O convocar a una Agència 8M por Telegram y ver que acuden 400 comunicadoras dispuestas a documentar una Huelga internacional de mujeres.

Las hackfeministas: por una red libre

Contra esta capacidad de enunciación de las mujeres, la lluvia digital de insultos o “shitstorm” adquiere una agresividad brutal. La misma violencia disciplinadora en las calles y hogares se amplifica en las redes e intenta expulsar a las mujeres que incomodan del espacio digital. Son legiones de troles en defensa de la masculinidad. Ante esto, aparecen en los últimos años una miríada de grupos y colectivas destinadas al autocuidado en la red, la ciberseguridad y el apoyo mutuo en caso de ciberagresión.

 Pero la escasez de mujeres en los campos de la programación y de las ingenierías arroja nuevas preguntas sobre estos dispositivos digitales que no son neutrales, que traen su marca de origen con un poder devastador y colonizador. Las enormes masas de datos sobre los que hoy se construye la inteligencia artificial presentan sesgos aterradores que amplían exponencialmente la dominación, blanca, masculina, de clase, heteronormada, occidental.

Hackear el patriarcado, como dijo Montserrat Boix, es entonces un reto mayor, algo así como cambiar el sistema de raíz.

Aparecen en ese espacio las hackfeministas con la voluntad de romper y crear otra técnica, una que no esté capturada por el poder y el dinero, que revalorice la empatía y la diferencia, que abogue por las herramientas libres, la ecología y la autonomía, que esté al servicio de la vida y acabe con los monocultivos de las corporaciones tecnológicas que arrasan con la diversidad.

¿Es posible un Internet en código femenino, dice Graciela Natansohn en Brasil? Desde el TransHackFeminismo se ensayan prácticas y se desestructura un mundo binario y cerrado para encontrar nuevas terminaciones y potencias aún por escribir.

La captura neoliberal: la moda es feminista

De alguna manera, esta floreciente sensibilidad feminista contra el poder patriarcal y capitalista es capturada en un formato consumista neoliberal que se promociona y extiende como estilo.

La extensión de una moda feminista, despojada de sus elementos más subversivos, acaba haciendo apología de lo dado, donde lo femenino subordinado no es una interpelación contrahegemónica ni una exigencia de justicia, sino un recurso de marketing excéntrico, que refrenda el individualismo, la subjetividad emprendedora y el éxito a cualquier costo. Al invisibilizar las incomparables trayectorias de las mujeres, esta actitud postfeminista, post-raza, post-queer refrenda el ideal capitalista de una “self made (wo)man”. Si una mujer no es exitosa, es que no se esforzó lo suficiente. En la cultura de masas global, las “celebrities” se posicionan como feministas y animan a las mujeres a enfocarse sobre sí mismas y sus aspiraciones. 

La popularización del feminismo genera entonces un doble filo, por un lado jamás ha habido tantas mujeres exigiendo derechos y denunciando las violencias. Por otro, las mujeres son llamadas a construir sus aspiraciones dentro del sistema de méritos capitalista y patriarcal, reforzando el privilegio de raza, de clase y heteronormado, prestándose incluso a agendas neoconservadoras y xenófobas.

Paradógicamente, la frivolización del feminismo contrasta con la ineludible crítica interseccional de las mujeres afroamericanas y la reflexión sobre la colonialidad del género que hizo Maria Lugones desde América Latina. El tema del racismo, como el del ecologismo, son centrales en los nuevos feminismos.

Las paradojas

En este mundo impuro, enredado y complejo, esta contaminación entre el modelo neoliberal feminista y el feminismo como fuerza política disruptiva, puede apreciarse en muchos espacios, por ejemplo en las campañas de hashtags como el #MeToo, iniciado por las mujeres de Hollywood y extendido a 85 países, provocando reacciones en cadena en cada contexto y país. A partir de una plataforma corporativa como Twitter, se ha conseguido la mayor campaña global contra el acoso sexual en espacios laborales que jamás haya habido. Desde las actrices de Hollywood hasta las estudiantes en México y Chile.

Transversal, híbrida, impura, esta ola de feminismos en red muestra contradicciones continuamente. Y pone en escena no sólo nuevas potencias sino los puntos ciegos, los grandes problemas de desigualdad interseccional, el colonialismo de datos, la dependencia y el control, la definición misma del sujeto mujer y, en fin, la urgencia de acabar con las violencias que atraviesan y destruyen los mundos de vida.

Archivado en: Feminismos 8 de marzo
Sobre este blog
Atenea cyborg es un espacio de Tecnopolitica.net (red asociada al IN3 de la UOC) dedicado a explorar los conflictos y las contradicciones de nuestro tiempo, un tiempo marcado por la tecnopolítica y la tecnociencia. Es un lugar desde el que destejer la urdimbre de la ciencia, la tecnología y la sociedad contemporáneas para imaginar otros mundos y vidas posibles. Por un giro retrofuturista, aquí la vieja Atenea no es ya diosa sino cyborg y no es una sino muchas; ya no está sola, pero sigue en pie de guerra.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Racismo
Racismo Feministas antirracistas de la Comisión 8M denuncian actitudes xenófobas durante la manifestación de Madrid
Feministas migradas y antirracistas denuncian haber sufrido ataques e insultos el 8 de marzo y presentan una denuncia formal ante la Unidad de Gestión de la Diversidad de la policía municipal.
8 de marzo
8-M en Extremadura A pesar de la lluvia, el feminismo extremeño volvió a las calles el 8 de marzo
Se celebraron manifestaciones en las principales ciudades de la región, así como múltiples actos en distintas poblaciones. Las movilizaciones más numerosas se registraron en Mérida, Cáceres y Badajoz.
8 de marzo
8M Desborde en Madrid contra el patriarcado, los genocidios y los privilegios
La Comisión 8M de Madrid congrega a medio millón de mujeres, según sus cálculos, en una marcha para todas en las que gritos contra la violencia machista han convivido con banderas palestinas.
#84527
8/3/2021 19:43

No me han gustado algunas frases que se han dicho en la manifestación

0
0
Sobre este blog
Atenea cyborg es un espacio de Tecnopolitica.net (red asociada al IN3 de la UOC) dedicado a explorar los conflictos y las contradicciones de nuestro tiempo, un tiempo marcado por la tecnopolítica y la tecnociencia. Es un lugar desde el que destejer la urdimbre de la ciencia, la tecnología y la sociedad contemporáneas para imaginar otros mundos y vidas posibles. Por un giro retrofuturista, aquí la vieja Atenea no es ya diosa sino cyborg y no es una sino muchas; ya no está sola, pero sigue en pie de guerra.
Ver todas las entradas
Fake news
CyL Así se financia la desinformación: Castilla y León y los contratos menores de publicidad
Esta es la primera parte de una radiografía sobre cómo los gobiernos regionales de derechas han alimentado a los medios de desinformación, empezando por Castilla y León y su Gobierno de coalición de PP y Vox.
Elecciones
Elecciones Euskadi Sumar araña un escaño, pero la izquierda confederal se hunde en Euskadi
Elkarrekin Podemos desaparece del Parlamento Vasco tras perder seis escaños y casi 50.000 votos que Sumar no recoge al completo, pero que le permiten acceder a un acta de diputado por Araba.
Música
Música Aprendiendo filosofía con el punk patatero de La Polla Records
Los cáusticos esputos lanzados por Evaristo en las canciones de La Polla Records contenían materia adecuada para hablar de filosofía política en el instituto. Así lo entiende el profesor Tomás García Azkonobieta, autor de ‘La filosofía es La Polla’.
Melilla
Fronteras Denuncian expulsiones sin respaldo legal en el CETI de Melilla
La organización Solidary Wheels cuestiona las expulsiones recurrentes de solicitantes de asilo del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes en la ciudad autónoma.
Opinión
Opinión ¿Sirve de algo la condena internacional del genocidio?
Somos nosotros, países testigos de cuanto ocurre, los que somos juzgados con cada vida humana a la que negamos la justicia.
Elecciones
Análisis 21A País Vasco, donde gobiernan los hombres de la derecha vasca desde el nacionalismo español
El soberanismo es mayoría absoluta, también lo son los votos de izquierdas. La política vasca sigue anclada a viejos acuerdos de gobernabilidad, y alejada de unas calles feministas.
Gasto militar
Gasto militar El gasto militar mundial batió un nuevo récord en 2023 al aumentar un 6,8%
Crece en todas las regiones y alcanza la cifra de 2,44 billones, según el último informe del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI).

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas de Madrid entregan 5.000 reclamaciones a la Consejería de Sanidad
Ya son 9.000 las quejas recogidas en cuatro meses por el estado de la Atención Primaria. Una veintena de centros de salud se encuentran en estado crítico y un millón de madrileños y madrileñas no tienen médico asignado.
Más noticias
El Salto Radio
EL SALTO RADIO La biblioteca, siempre pública
Celebramos el día del libro reivindicando lo público y adentrándonos en el corazón de una biblioteca de barrio en Dos Hermanas.
El Salto Radio
¡Qué Grande Es El Cómic! Lecturas: ‘Aquí’
El programa ¡Qué Grande Es El Cómic! pone sobre la mesa de debate la revolucionaria obra de Richard McGuire, diez años después de su primera edición
Ecología
Medio Ambiente Grupos ecologistas se movilizan contra la reapertura de la mina de Aználcollar 26 años después del desastre
Los colectivos ecologistas llaman a la movilización ciudadana 26 años después del desastre de Aznalcóllar ante la próxima reapertura de la mina y la aprobación del vertido de 85.520 millones de litros de agua contaminada al Guadalquivir.
Palestina
Movimiento BDS El País Valencià sale a las calles por Palestina
Las marchas y concentraciones han exigido al estado español que interrumpa la venta de armamento al estado sionista y se detenga el genocidio palestino.
Palestina
Palestina La Flotilla de la Libertad se manifiesta en Estambul para acelerar su salida a Gaza
Miles de personas se manifiestan en la capital turca en apoyo al movimiento que quiere trasladar cinco mil toneladas de alimentos a Palestina.

Recomendadas

Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).
Catalunya
Antirracismo Las muchas voces de Catalunya: identidades diversas, segregación y más de 300 idiomas
En las últimas décadas la sociedad catalana se ha transformado con la llegada de personas migrantes, que ya suponen un 21% de la población. Aunque la exclusión y el racismo siguen ahí, en el día a día lenguas, experiencias e identidades se mezclan.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Acusan a una agencia pública catalana de complicidad con el apartheid y el genocidio en Palestina
Un reciente informe denuncia a ACCIÓ, la agencia gubernamental para la competitividad de las empresas catalanas, por impulsar relaciones económicas con Israel a pesar del “riesgo plausible de complicidad con genocidio y crímenes contra la humanidad”.