Palestina: el lado correcto de la historia

Córdoba es el único colegio público que se encuentra en Tel Rumeida, un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera, de no ser por el destino que la ocupación israelí le ha reservado a sus habitantes.

Militares israelíes
Julia Rodríguez Todos los hombres y mujeres israelíes están obligados a realizar el servicio militar durante dos años. Las prácticas militares las realizan con los propios habitantes de los territorios palestinos, poniendo a prueba la eficacia de sus armas.

El nombre de Córdoba resuena en la ciudad palestina de Hebrón. Es el nombre del único colegio público que se encuentra en Tel Rumeida, un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera, de no ser por el destino que la ocupación israelí le ha reservado a los habitantes de este barrio. Los niños que acuden a este colegio tienen que enfrentarse cada día a la cara más dura de la ocupación, tratar con soldados extranjeros fuertemente armados y jugarse la vida para asistir a las clases. Dicen los libros de historia que en Hebrón (Al-Jalil) se cerraron las primeras transacciones comerciales y que sus fábricas y telares eran famosas en todo el mundo. Un ciudad dividida en un país no reconocido, donde si las paredes hablaran contarían historias de dolor y heroicidad casi diarias. Hebrón, una localidad al sur de Cisjordania con 4.000 años de historia, es un microcosmos de lo peor de la ocupación israelí.

Colegio Córdoba, en Hebrón
El colegio Córdoba es el único centro escolar público en la colonia ilegal Tel Rumeida, en el centro de Hebrón. Para asistir a clase, los niños y niñas tienen que cruzar el checkpoint y enfrentarse a los soldados armados cada día. Julia Rodríguez
Un año después de la Guerra de los Seis Días, en 1968, se instaló el primer asentamiento israelí en Hebrón. Desde entonces, sus calles son testigo de la impotencia, lucha por la tierra, violencia y contradicciones de la ocupación. En la actualidad, 800 colonos israelíes, la mayoría provenientes de Estados Unidos y todos muy violentos, son escoltados por más de 2.000 soldados. Según los Acuerdos de Oslo, la ciudad está teóricamente dividida en dos partes: la H1, que está bajo control de la Autoridad Palestina, y la H2, bajo control militar israelí. Pero nada más lejos de la realidad. Israel controla los accesos y dicta caprichosamente la vida diaria de todos sus habitantes. 

Nisreen Hashem Azzeh es una artista y activista palestina que resiste con sus hijos en Tel Rumeida, una colonia ilegal, según el derecho internacional, en el centro histórico de la ciudad. Malvive en una ladera rodeada por colonos israelíes, amenazada de forma constante y con el miedo de posibles agresiones, como ya ha sufrido repetidas veces. “Estudié Artes en la Universidad de Jordania, hago pinturas para ganarnos la vida y aprovecho para evadirme de todo”, relata Nisreen en el salón de su casa. Su historia es la de una heroína, una historia que bien pudiera repetir cualquiera de los habitantes de esta ladera de Hebrón.

Nos recibe con una sonrisa honesta y, por ello, con mirada triste. Desde que murió su marido, el doctor Hashem Azzeh, el 21 de octubre de 2015, tras inhalar gases lacrimógenos lanzados por el Ejército de ocupación israelí, ella ha ocupado su lugar.

Hebrón militarizado
La militarización de las calles oprime a la población. Desde el inicio de las protestas ha habido más de 1.700 heridos, nueve fallecidos y decenas de detenciones. Julia Rodríguez
El doctor Azzeh se dedicaba en su tiempo libre a mostrar a periodistas y activistas la crudeza de la ocupación. Ahora su hogar ya no tiene la privacidad deseada. Los periodistas y activistas la visitan casi a diario para conocer su historia. “Es nuestra obligación mostrar nuestra angustia para que todo el mundo sepa lo que aquí está pasando y lo detenga”, subraya.

Desde el sitio a la ciudad, puerta a puerta, los colonos asaltan su casa, envenenan sus parras y sus olivos y golpean las ventanas con el único objetivo de echarlos de sus casas. “Una noche sentimos mucho miedo porque intentaron romper las ventanas, desde entonces hemos puesto unas rejas para evitarlo”, confiesa Nisreen mientras muestra una precaria reja colocada en su ventana.

Nisreen vive junto a sus cuatro hijos, y trabaja en la ciudad de Hebrón, por lo que cada día tiene que cruzar el checkpoint que bloquea la calle Shuhada, que da acceso a la colonia, y enfrentarse a la caprichosa voluntad de los soldados. Cuando llega a casa, hace repaso de todas las tareas del hogar, pero ya no sube a la terraza a tender la ropa: una torre militar se encuentra a escasos diez metros de su tejado con soldados apuntándole. La vida aquí es angustiosa, casi un castigo.

La calle comercial, Al-Shuhada, está siempre desierta, excepto cuando los niños y niñas palestinos salen del colegio Córdoba, el único colegio palestino dentro del asentamiento colono. “Intentamos mantenerlos alejados del ambiente de violencia y opresión que conlleva la ocupación”, explica Nora, directora del colegio. Todo alumno o alumna que viva fuera de la colonia tiene que pasar diariamente por el conocido Check­point 56. Nisreen solo puede acompañar a sus hijos hasta la puerta del puesto de control por miedo a alguna agresión. “Tratamos psicológicamente a los niños con juegos psicosociales e intentamos celebrar actividades más entretenidas para que olviden la situación por un tiempo”, dice Nora.

La Asociación Al-Quds de Solidaridad con los Pueblos del Mundo Árabe lleva desde 1999 realizando labores de denuncia y apoyo internacional en toda Palestina. Desde Málaga, ofrecen apoyo al Centro de Información Alternativa, que se dedica al monitoreo y denuncia de la situación en Hebrón. Desde la asociación dan cuenta de cómo la impunidad de los israelíes ante la ley es latente en los asentamientos ilegales. Tel Rumeida, en la parte oeste de Hebrón, fue ocupado en 1984, violando la Resolución 446 de la ONU, aprobada en 1979. Es uno de los asentamientos ilegales existentes en Cisjordania, en los que, según el censo israelí de 2012, vive más de medio millón de colonos judíos.

Mientras, los palestinos y palestinas ven cómo su futuro y sus tierras son robados sin que la comunidad internacional haga nada para impedirlo. Issa Amro, conocido activista palestino, nos habla de un sistema de apartheid y recuerda las resoluciones de Naciones Unidas incumplidas, así como las constantes violaciones del derecho internacional y de los derechos humanos por parte de Israel. “Tenemos a la ley de nuestro lado, tenemos la razón de nuestro lado, el derecho a permanecer en nuestra tierra. Estamos en el lado correcto de la historia”, subraya.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 12
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Asturias
Las Seis de la Suiza consiguen el tercer grado penitenciario a la espera del indulto prometido por el Gobierno
Las sindicalistas podrán cumplir su condena en régimen de semilibertad y durmiendo en la cárcel. Se prevé que las manifestaciones continúan a la espera del indulto prometido por la vicepresidenta Yolanda Díaz, aún sin fecha de posible aprobación.
Laboral
Legislación laboral en condiciones de calor extremo: existe pero ¿se aplica?
Los sindicatos y expertos demandan mejoras en los reglamentos, que muchas veces dejan en manos de la buena voluntad de las empresas aplicar medidas de protección en alertas meteorológicas.
Portugal
La derecha y la extrema derecha portuguesas acuerdan una ley antimigrantes sin precedentes
El Parlamento luso aprueba una ley que endurece los requisitos para la obtención de nacionalidad a los extranjeros, incluyendo a los lusófonos, y limita extraordinariamente los supuestos de reagrupación familiar.
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
Euskal Herria
La transferencia a Euskadi de los subsidios de desempleo se atasca
La reunión entre Pradales y Sánchez ha servido para pactar el traspaso de algunas prestaciones familiares, pero aún no ha prosperado la negociación sobre los subsidios de desempleo con el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Incendios
El vecindario de la Cañada responsabiliza del incendio a Ayuso y denuncia la actuación de Emergencias
Un total de 19 dotaciones de Bomberos acudió a sofocar un incendio en el sector 6, afectado por cortes de luz desde 2020, como vienen denunciado vecinos y organizaciones.
Grecia
Grecia muestra su peor cara ante el aumento de llegadas de personas migrantes a Creta
El país heleno suspende, durante los próximos tres meses, los procedimientos de asilo para las personas migrantes que lleguen por mar desde el norte de África.
Torrejón de Ardoz
Torrejón clama justicia por Abderrahim un mes después de que muriera asfixiado por un policía de Madrid
La plataforma Justicia por Abderrahim ha querido sacar músculo en las calles de la ciudad y honrar la memoria del vecino magrebí fallecido estrangulado por el agente municipal.
Palestina
El ataque de Israel a una iglesia indigna al Gobierno francés, que sigue sin hacer nada contra el genocidio
Eslovenia se convierte en el primer país europeo en prohibir la entrada y en imponer sanciones contra jerarcas del régimen de Tel Aviv.

Últimas

Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Cómic
Simon Hanselmann y el arte de lo obsceno
Simon Hanselmann se ha convertido en el verdadero ‘enfant terrible’ del mundo del cómic ‘underground’. Un artista de lo obsceno, titiritero del universo gestado en torno a los incorregibles Megg, Mogg y Búho.
Región de Murcia
Más de mil organizaciones piden que se castiguen los discursos de odio que incentivan las agresiones racistas
Colectivos sociales, migrantes y antirracistas convocan concentraciones en decenas de ciudades para mostrar el rechazo ante las agresiones racistas y xenófobas en Torre Pacheco y exigir responsabilidades a los incitadores.
El Salto Radio
Yupanqui, la música en colectivo
Jóvenes con raíces latinoamericanas generan espacios de encuentros y formación en Madrid.
Región de Murcia
Bulos y algaradas: la estrategia internacional para promocionar el supremacismo
La campaña en redes de Torre Pacheco ha replicado el modus operandi que instigó los disturbios racistas de Inglaterra el pasado verano.
Estados Unidos
No es una guerra de Trump contra el fentanilo, es una guerra contra los pobres
Donald Trump revive la War On Drugs firmando una nueva ley que establece penas mínimas de diez años contra los traficantes del opiáceo.
Más noticias
Justicia
Organizaciones civiles y de derechos humanos piden protección para el hijo menor de Juana Rivas
Consideran la orden de entrega del hijo menor de Juana al padre como una grave desprotección infantil al ignorar el proceso penal italiano por presunto maltrato contra Arcuri y la minimización previa de las denuncias de violencia del hijo mayor
Francia
Francia se ensaña con los más desfavorecidos con su nueva batería de recortes
El primer ministro galo, François Bayrou, quiere congelar pensiones, ayudas sociales y salarios de funcionarios con un agresivo plan de austeridad que deja indemnes a los más ricos.

Recomendadas

Pensamiento
Nuria Romo
“Los procesos de medicalización no son neutros, se hacen sobre todo hacia las mujeres”
Catedrática de Antropología Social y Cultural, Nuria Romo Avilés lleva más de dos décadas compaginando la investigación con perspectiva de género acerca de drogodependencia con la docencia en la Universidad de Granada.
Comunismo
Jodi Dean
“Sin organización, los movimientos surgen y desaparecen como setas”
La politóloga e historiadora Jodi Dean ha estado en Barcelona para reivindicar el poder de las organizaciones políticas y de la camaradería. En la actualidad trabaja sobre el neofeudalismo y la reconfiguración de la clase trabajadora.
Arte contemporáneo
Palabras contra el poder: la vigencia radical de Barbara Kruger
La primera retrospectiva completa de Barbara Kruger en España presenta los distintos formatos y soportes con los que ha trabajado en las últimas cinco décadas: ‘paste-up’, instalaciones de vídeo, obras en LED y vinilos murales.
Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Comentarios 12

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...