Lety, un campo de concentración en República Checa para entender nuestra época

El olvidado campo de Lety en lo que fue el protectorado de Bohemia y Moravia (hoy República Checa) fue el escenario del exterminio de más del 90% de la población gitana de lo que posteriormente fue Checoslovaquia.

Grupo de niños romaníes internados en Lety.
Grupo de niños romaníes internados en Lety. Foto de la Academia de la Ciencias de la República Checa.
30 dic 2018 06:06

En el lugar donde entre agosto de 1942 y mayo de 1943 se encontraba el campo de concentración de Lety, a 70 kilómetros al sur de Praga, en el que fueron recluidas 1.309 personas de las cuales 327 murieron, hoy encontramos un enorme criadero de cerdos. Fue construido por el gobierno checoeslovaco en los años setenta —cuando la memoria del campo ya se había difuminado— y privatizado tras la caída del régimen en 1989. Desde los años setenta hasta hoy la granja ha estado activa y ha recibido fondos de la Unión Europea.

La razón del rápido difuminarse de la memoria del genocidio es debida a que en Lety se asesinaron a personas de etnia romaní, el pueblo que siempre ha ocupado y sigue ocupando el último escalón de la pirámide social, los márgenes invisibles de la historia.

En la actualidad el único elemento que recuerda el genocidio es un monumento insignificante construido en 1995 en un lugar cercano pero distinto al de la ubicación del campo y del cementerio

Tras más de cuatro décadas de funcionamiento, una resolución del Parlamento Europeo de 2005 que imponía el traslado de la granja a otro lugar y años de trabajo por parte de varios activistas para convertir Lety en un lugar de conmemoración, el 24 de junio de 2017 organizaciones de 15 países europeos participaron en Dignity For Lety, una campaña europea lanzada por EGAM —European Grassroots Antiracist Movement— en 2014 para conmemorar a las víctimas del Porrajmos, el Holocausto del pueblo romaní. Con la ayuda de la presión de las organizaciones internacionales, en agosto de 2017 el gobierno checo decidió finalmente, tras décadas de debates e infructuosas declaraciones en ocasión de las elecciones, comprar la granja, de propiedad de AGPI, para trasladarla a un lugar más oportuno. En la actualidad el único elemento que recuerda el genocidio es un monumento insignificante construido en 1995 en un lugar cercano pero distinto al de la ubicación del campo y del cementerio.

Mientras que en años recientes el estudio de la materialidad de la Shoah ha despertado el interés de numerosos estudiosos internacionales, muy raramente eso ha ocurrido con el estudio del Porrajmos. El primer estudio arqueológico sobre un campo de concentración gitano está siendo realizado en Lety por la Universidad de Bohemia Occidental, que está midiendo los límites del campo y del cementerio, relacionándolos con la ubicación del criadero de cerdos.

Genocidio gitano 

Antes de convertirse en 1942 en uno de los dos campos de concentración para romaníes del Protectorado de Bohemia y Moravia —siendo el otro el campo de Hodonín en Moravia, cuyo terreno está hoy ocupado por un hotel— Lety fue un campo de trabajo, construido por el gobierno checoeslovaco en 1939 antes de la ocupación de Checoeslovaquia, el mismo año, por parte de los alemanes y el nacimiento del Protectorado de Bohemia y Moravia. De las personas que no murieron en Lety más de 500 fueron enviadas —tras el cierre del campo en 1943— al campo de concentración de Terezín, en Bohemia del Norte, para luego ser transferidas a Auschwitz, donde la mayoría murieron. Alrededor del 90% de la población gitana de Checoeslovaquia no sobrevivió al Holocausto.

Al inicio de los años noventa el escritor estadounidense Paul Polansky halló en el archivo de estado de Třeboň, en el curso de una investigación para conocer sus propios orígenes familiares, unos 40.000 documentos relativos al olvidado campo de Lety. En la época de su construcción el campo se encontraba en terrenos de propiedad de la familia Schwartzenberg, una de las más antiguas y poderosas familias aristocráticas centroeuropeas, cuyos orígenes remontan a la época medieval.

Lety se convirtió en un campo de concentración de personas de etnias romaní y sinti, consideradas más fuertes y aptas para trabajos pesados

Según la investigación de Polansky, quien me confirmó recientemente sus afirmaciones, fue a petición de la propia familia Schwartzenberg que el campo fue construido, en 1939, en sus terrenos, para poder disponer de mano de obra gratuita. A partir de 1942 la familia aristocrática solicitó el envío al campo de personas gitanas, ya que los judíos no eran muy eficientes en los trabajos físicos. Se convirtió, pues, en un campo de concentración de personas de etnias romaní y sinti, consideradas más fuertes y aptas para trabajos pesados.

El campo era gestionado por un comandante y guardias checos —bajo supervisión del régimen nazi— cuya crueldad y brutalidad son descritas por Polansky en su libro de poesía Living Through It Twice: Poems Of The Romany Holocaust [1940-1997] y en el libro de entrevistas a los supervivientes de Lety que Polansky buscó a lo largo de los años noventa Black Silence: The Lety Survivors Speak. La historia de la relación entre la familia Schwartzenberg y el campo de concentración es el tema de la novela The Storm [libros no traducidos al castellano].

Las razones por las que después de la guerra las atrocidades perpetradas en el campo cayeron en el olvido fueron principalmente dos: la primera es la etnia de las víctimas, como decíamos, la segunda la corresponsabilidad de los checos en la gestión extremadamente cruel del campo, un hecho que todavía no ha sido ni asumido ni reconocido.

Tras la caída del régimen comunista, al príncipe Karl VII von Schwarzenberg —hijo del beneficiario de la fuerza de trabajo del campo y director entre 1990 y 1992 de la oficina presidencial del presidente Vaclav Havel— se le devolvieron muchas de las tierras y casas que el régimen comunista le había confiscado, convirtiéndolo en la persona más rica de República Checa. En la década siguiente será dos veces ministro de relaciones exteriores y en 2013 fue candidato a presidente de República Checa. En la actualidad es diputado del Parlamento checo.

Al trasladar la granja a otro lugar, es indudable que se podrá finalmente honrar la memoria del genocidio en el lugar en el que ocurrió. Sin embargo, el desplazamiento físico del edificio debería ser acompañado por una transformación sustancial, infinitamente más difícil y laboriosa, de la manera de pensar y vivir las relaciones entre culturas distintas.

El racismo hacia los romaníes en República Checa sigue estando hoy en día muy presente, su discriminación es un sentimiento muy frecuente en la sociedad, desde el ámbito educativo hasta el ámbito laboral. Las poesías de Polansky, escritas en los años noventa —en la época del presidente Havel— ofrecen una imagen de los niveles dramáticos a los que llegó la discriminación. En junio de 2018 el monumento de Lety, el simulacro de memoria construido en 1995 en una zona distinta a la del campo, fue atacado por grupos de extrema derecha. Algunos políticos han recientemente negado la existencia del Holocausto romaní.

Honrar la memoria del campo de concentración de Lety significa también recordar que el Holocausto es una posibilidad, presente y futura, de nuestra modernidad

El traslado del criadero y la organización de un lugar de conmemoración representará un maquillaje de la realidad, una operación de estética política. Sólo un cambio profundo en las relaciones humanas junto con un cambio radical a nivel educativo que alimente el diálogo y la cooperación en lugar de la discriminación y la competición, representaría un verdadero cambio hacia otra forma de relacionarse, más allá de (y olvidando) las etnias. Una vez realizada esta transformación profunda se podrá realmente honrar la memoria del holocausto romaní. Al contrario, la presencia del criadero de cerdos en el lugar donde ocurrió el genocidio es la representación material de las actuales relaciones entre checos y romaníes.

Vivirlo dos veces 

Hoy en día en República Checa
ocurre precisamente lo mismo
que Hitler hizo en 1939.

Nuevas leyes de ciudadanía, apaleamientos,
asesinatos, mutilaciones, skinheads.
Solíamos llamarlos Juventud Hitleriana.

En el mercado de Brno
he visto a los skinheads agredir
a los romaníes que vendían fruta.

Esos skinheads llegan en silencio
con cadenas y bolas
con púas y los golpean.

He visto a un romaní perder
tres o cuatro dientes por culpa de esta nueva
Juventud Hitleriana este verano en Brno.

A veces desearía no haber
sobrevivido a Lety. ¿Por qué Dios
me obliga a vivirlo dos veces?

Paul Polansky | Living through it twice [1997]
traducción del inglés de Massimo Paolini

En Modernidad y Holocausto Zygmunt Bauman expone con claridad la conciencia de la urgencia de ver en el Holocausto una de las posibilidades de nuestra época, debido a que existe una relación no sólo superficial entre la tecnología de producción de masas y la ‘visión serial de la muerte’ del campo de concentración. “La máquina de la destrucción ‘era’ la comunidad organizada en uno de sus roles específicos”. “Buchenwald pertenece a Occidente tanto como Detroit: resulta imposible rechazar Buchenwald en cuanto aberración casual de un mundo occidental fundamentalmente sano”. Honrar la memoria del campo de concentración de Lety significa también recordar que el Holocausto es una posibilidad, presente y futura, de nuestra modernidad.

Barracones Lety
Barracones en Lety. Foto de la Academia de la Ciencias de la República Checa.

Además de no cuestionar la actual discriminación, el traslado de la granja no capta el hilo sutil que une espacial y temporalmente a los presos del campo de trabajo (luego de concentración) con los trabajadores modernos, explotados en todo el planeta a pesar de la fictio juris del contrato de trabajo. La periodista checa Saša Uhlová experimentó en persona durante seis meses las condiciones de trabajo en los puestos retribuidos con el salario mínimo en República Checa (de poco más de 400 euros mensuales), trabajando en la lavandería de un hospital, en un supermercado, en una planta de clasificación de residuos o en lo que llaman ‘planta de procesamiento de carne de pollo’. Su experiencia ha sido relatada en el documental The Limits of Work. Un trabajo similar al realizado por Barbara Ehrenreich entre 1998 y 2000 y descrito en el libro Por cuatro duros. Cómo (no) apañárselas en Estados Unidos.

El gobierno checo ha justificado la ausencia de los nombres diciendo que “estropearían el diseño artístico del monumento”

En Lety la familia aristocrática que explota a personas sin poder ha sido sustituida por una grande empresa que recibe fondos europeos para transformar a los animales en máquinas de producir beneficio. En su lugar podría haber una multinacional del textil o de aparatos electrónicos de cualquier parte del mundo que explota a personas sin nombre, de alguna etnia minoritaria, pobres, sin poder, o bien podría ser la minería a gran escala que devasta la naturaleza en algún lugar lejano, o un grupo financiero que intercambia vidas por beneficio: seres humanos, animales, naturaleza ya no existen, todo es indiferente y transformado en valor de cambio. Significativo resulta el hecho de que el monumento construido en 1995 en Lety sea un monumento sin nombres: los romaníes muertos no son considerados personas, son invisibles, sus vidas caen en el olvido, como las de los trabajadores que cada día mueren por las condiciones de esclavitud de la economía neoliberal. El gobierno checo ha justificado la ausencia de los nombres diciendo que “estropearían el diseño artístico del monumento”.

A 70 kilómetros al sur de Praga, allí donde se intentó ocultar un campo de concentración romaní con un criadero de cerdos, se esconden y revelan los fundamentos de nuestra época.

Cargando valoraciones...
Ver comentarios 2
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Málaga
Málaga, el punto de inversión para los fondos israelíes a pie de playa
Diversos fondos de origen israelí están presentes en proyectos urbanísticos de Málaga influyendo en la turistificación de la provincia mientras se enriquecen con la ocupación de Palestina
Región de Murcia
Belinda Ntutumu
“La violencia racista no parará mientras Vox pueda presentarse a elecciones”
La cofundadora de Afromurcia señala a los discursos de Vox como causantes de la violencia racista de Torre Pacheco y califica de “laxa” la respuesta institucional: “Deberían haber impedido que los disturbios continuaran durante tres días”.
Palestina
La coordinadora europea contra el antisemitismo dice que los informes sobre la hambruna en Gaza “son rumores”
Katharina von Schnurbein es la encargada de proteger a Israel en las discusiones que esta semana tienen lugar sobre el acuerdo preferencial que la UE tiene con el Estado sionista.
Palestina
Más de mil caras conocidas de la cultura exigen al Gobierno que cese la venta de armas a Israel
Una carta dirigida al presidente del Gobierno por más de mil profesionales de la cultura considera que “mantener los negocios armamentísticos con Israel es complicidad activa con el genocidio”.
El Salto n.79
La celulosa o la vida: periodismo situado y lucha social para frenar un ecocidio
El jueves 17 de julio os esperamos en el CS “A Nubeira” de Vigo para presentar el último número de la revista El Salto.
Castellón
El BDS Castelló pide al FIB que facilite la devolución de entradas por su vinculación con KKR
El BDS y la Plataforma Castelló per Palestina piden al festival que se desvincule del fondo y que adopte un compromiso público para incluir el respeto por los derechos humanos palestinos en sus protocolos éticos.
Opinión
Torre Pacheco: el síntoma de un sistema agroexportador podrido
Se podría hacer un mapa de la llamada conflictividad social migrante y coincidiría, casi matemáticamente, con el de los polos agroexportadores.
Comunidad El Salto
El Salto estrena nueva página: una web como una casa
Después de un año de trabajo, lanzamos en julio la nueva web de El Salto, con un nuevo diseño, pero, sobre todo, con una nueva Zona Socias llena de ventajas para las personas que hacen posible El Salto con su apoyo.
Violencia machista
El 30% de los feminicidios íntimos se producen en verano pero no es el calor, es el patriarcado
El Ministerio de Igualdad convocó la semana pasada un comité de crisis tras los nueve asesinatos de mujeres por sus parejas o exparejas en junio. ¿Qué pistas da este dato sobre cómo orientar las políticas públicas?

Últimas

Opinión
Cuando una huertana llora: saquen sus racistas manos de nuestra región
Me aterra pensar que lo que ha sucedido en Torre Pacheco es el comienzo de algo peor, que es el primer síntoma de una enfermedad que hemos permitido que campe a sus anchas por nuestras regiones.
Análisis
La crisis por el ‘caso Cerdán’ empuja al PP y Vox por encima de los 200 escaños
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) señala una caída del PSOE, que apenas aprovechan los partidos a su izquierda, y un aumento de votos en la mayoría de PP y Vox
Cómic
Gotham como estado mental
Que Batman es el personaje del cómic de superhéroes más icónico del último medio siglo es algo a lo que también contribuye una iconografía del mal como forma urbana a la que responde la ciudad de Gotham, un estado mental en sí mismo.
Opinión
Día Internacional de las Personas No Binarias: no pedimos nuevos derechos, exigimos los que tenemos
Varios tratados internacionales permiten una interpretación favorable a reconocer a las personas no binarias. El Estado español incumple su deber de protección de estas personas.
Estados Unidos
Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Más noticias
Murcia
Colectivos antirracistas denuncian la impunidad de la ultraderecha en Torre Pacheco, donde sigue la violencia
En la localidad murciana se ha producido una segunda jornada de violencia racista, ultraderechistas de otros territorios se han unido a las “patrullas” para “limpiar España”.
Economía social y solidaria
¿Dónde está la juventud en la Economía Social y Solidaria? Un relevo que se teje entre retos y oportunidades
Cada vez más jóvenes se acercan buscando formas de vida y empleos coherentes con sus valores. Sin embargo, su participación sigue enfrentando barreras: precariedad, estructuras poco flexibles y falta de relevo real.
Río Arriba
Javier Guzmán: “Desde la izquierda falta la visión de que el derecho a la alimentación es un tema básico”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast donde hablamos de soberanía alimentaria, políticas públicas relacionadas con la alimentación, tratados de libre comercio y sus efectos sobre la agricultura, ganadería y alimentación.

Recomendadas

Feminismos
Patricia Reguero
“Mis relatos están escritos al lado de otras, arropada por la escucha de otras”
Patricia Reguero Ríos, redactora de El Salto, presenta ‘Todo lo que pasó el día que me mordió mi hija’ (La Imprenta, 2025), un conjunto de relatos que desde lo individual apelan a lo colectivo y que se devoran con una mezcla entre ansiedad y placer.
LGTBIAQ+
Mana Muscarsel
“La amistad da más juego para salir de la lógica de la familia porque tiene menos reglas"
La autora y psicóloga argentina pone en valor la amistad frente a los modelos relacionales centrados en la pareja y la familia. Tampoco le interesa la familia elegida: “Marca una línea muy clara entre lo que pertenece y lo que no”.
Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Medios de comunicación
El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.
Comentarios 2

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...