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Machismo
‘Scream’, la serie que te llama sexista a la cara y no se equivoca
La serie desafía la velocidad del género 'slasher' y además contiene una fuerte crítica al sexismo cinematográfico.
Scream, la serie de Netflix que propone un 'reboot' sobre la cinta dirigida por Wes Craven, tendrá una tercera y posible última temporada. Aunque ya quede lejos, no hay que olvidar que la primera temporada dio una lección a todos sobre el sexismo que culturalmente llevamos dentro.
Scream (1996) fue aquella película dirigida por el genio Wes Craven que hablaba del cine de terror dentro de una película de terror. De género 'slasher', mucha sangre en pocos minutos, un apogeo de acontecimientos y un final intenso. La serie, que tuvo como productor ejecutivo al director, ya fallecido, pone sobre la mesa la cuestión del sexismo con mucho humor pero un poso de realidad.
CONTIENE SPOILER (pero si la serie no te interesa demasiado, disfrutarás leyendo esto).
A lo largo de una película, ¿alguien duda realmente si el asesino es hombre o mujer? La historia del cine nos dice que la inmensa mayoría van a ser psicópatas, diablos, monstruos o sueños, pero nunca mujeres. Scream le da la vuelta a la tortilla: Mujeres protagonistas, chicas lesbianas y villanas. A Scream los personajes masculinos le sirven de simple relleno, de ganchos a los que abrir las tripas de los cuales no hay que encariñarse.
Hay dos momentos de esa primera temporada que son críticos con ese espíritu sexista del cine – sería injusto atribuírselo solo al género de terror-. Uno de ellos es cuando las protagonistas barajan diferentes candidatos como el asesino que hay en el pueblo. Una de ellas empieza a decir nombres de chicos y la otra interrumpe asegurando que cualquiera podría ser el criminal.Y en cierto sentido no le falta razón. Bien es cierto que las cárceles están llenas de hombres en comparación con mujeres, pero a lo largo de la historia de las series y películas rara vez suele aparecer una psicópata sin razones aparentes descuartizando a los protas. El machismo hace que sea más fácil adivinar quien es el malo, porque se descarta a las mujeres. Por eso Scream termina fabulosamente ese primer bloque.
En el capítulo final se produce el definitivo desenlace y clásico cara a cara entre asesino y protagonistas, cuando resulta que tras la máscara se esconde la periodista que había llegado al pueblo para informarse sobre antiguos casos de asesinato (papel que en la película hace Courtney Cox). Las caras de sorpresa de todos son mayúsculas cuando entonces sorprende a todos diciendo lo que vemos en la imagen siguiente.No cabe duda de que esa frase es un mensaje dirigido más a los espectadores que a la propia protagonista. ¿En pleno 2015 vas a dudar entre hombres y mujeres? Las pistolas no entienden de género, los cuchillos se clavan igual y las máscaras no delatan el sexo. Scream sorprende, te hace sonreír y tiene toneladas de sangre para que también sacies eso que esperabas ver.