Coronavirus
Clase obrera

La fuerza de trabajo sigue siendo el eje fundamental, por eso la clase obrera sigue siendo el motor de todo. Como no hay reconstrucción sin el obrero, esta vez hay que exigir que se cuente de verdad con la clase obrera.

Limpieza Ifema
Personal de limpieza en el Pabellón 7 del Hospital de Ifema. Álvaro Minguito
5 may 2020 05:29

Hemos pasado un Primero de Mayo atípico. La pandemia del coronavirus ha provocado la cancelación de todas las manifestaciones y actos públicos que las diferentes fuerzas sindicales realizan todos los años. Ha sido un 1 de Mayo en casa, donde algunas de esas centrales, como la CNT, ha realizado actos online que han servido para que no olvidásemos en qué fecha estábamos. Sin embargo, a pesar de los inconvenientes y de la excepcionalidad, este Primero de Mayo ha podido ser reflexivo sobre el sujeto en el que pivota la fecha en cuestión: la clase obrera.

No quiero realizar un análisis sobre la posición o lugar de la clase obrera en la actualidad. No quiero entrar en las valoraciones de un liberalismo que durante décadas lleva negando su existencia a pesar de la explotación abusiva. Aunque las condiciones materiales en occidente hayan cambiado respecto a 1800, la base de explotadores y explotados sigue existiendo, por lo que los obreros, como clase, también. Si el análisis del neoliberalismo lo llevamos a otros rincones del mundo —África, Asia o gran parte de América Latina—, todo el discurso de un modelo que pretende vivir de la explotación ajena cae por su propio peso.

Sin embargo, ya pasado este Primero de Mayo y azotados por la pandemia que padecemos, la revalorización de la clase obrera es otra. Hay que poner en valor lo que de verdad lo tiene y darnos cuenta dónde esta el motor de una sociedad, a pesar de que desde las altas estancias nos hablen de macroeconomía y de números donde parecen que son otros y en otros lugares los que generan la riqueza. Por eso vamos a mirar un poco a nuestro alrededor y vamos a ver dónde está el banquero, la patronal y todos aquellos que reclaman mucho y aportan nada.

Cada mañana nos levantamos en este confinamiento y, cuando vamos a comprar, vemos en el súper de nuestro barrio a cajeros y cajeras y a los reponedores trabajando sin descanso para colocar los productos que necesitamos. Todo ello con sus medidas de protección precarias, solo conseguidas cuando las circunstancias se han tornado difíciles.

En las residencias de ancianos la política del neoliberalismo se ha mostrado como lo que es: nuestros mayores, para ellos, no son personas, sino clientes de un sistema donde quieren sacar el mejor rédito al menor coste. Se llama capitalismo y siempre fue criminal.

Encomiables los dependientes y trabajadores de los pequeños comercios de proximidad (carnicerías, pescaderías, fruterías, etcétera) que también han mantenido el tipo, han reorganizado sus horarios laborales, los han adaptados a unas circunstancias complicadas y han sabido estar cercanos a sus vecinos, trabajadores también como ellos.

Magnífica labor del personal de limpieza de las calles y recogidas de basuras, que han trabajado sin descanso, muy cerca de los focos infecciosos, para que las calles tuvieran el mejor aspecto posible y esta pandemia no se convirtiera en algo peor.

Qué vamos a decir de los sanitarios. Su labor ha salvado vidas y han estado cerca de los nuestros cuando no han podido superar la epidemia. Han redoblado sus esfuerzos, se ha jugado el tipo con equipo de seguridad precarios, en muchas ocasiones, y han estado ahí siempre. Se han prestado voluntarios a doblar turnos. Otros han aceptado contratos de miseria solo por seguir un código deontológico, llevado hasta sus últimas consecuencias. Sanitarios contratados en condiciones ínfimas y exprés que, en la Comunidad de Madrid —esa gran triturada de nuestros derechos— no han dudado en despedir a las primeras de cambio.

La política de recortes del liberalismo ha sido el mejor aliado de una pandemia que ha mostrado la cara más terrible de un sistema que solo se sustenta sobre las bases del egoísmo y del enriquecimiento. Un factor que ha llegado al paroxismo con la situación de las residencias de ancianos, donde la política del neoliberalismo se ha mostrado como lo que es: nuestros mayores, para ellos, no son personas, sino clientes de un sistema donde quieren sacar el mejor rédito al menor coste. Se llama capitalismo y siempre fue criminal.

Ha sido realmente extraordinario ver cómo miles de profesores han adaptado su día a día en el aula al ámbito online, bajo diversas fórmulas, para que el alumnado no perdiese materia. Una conversión en tiempo récord. Mientras el profesorado de todos los niveles se esforzaba y se adaptada a la situación, las estancias educativas jugaban con fechas y con la salud pública. Han permitido que miles de alumnos y alumnas no puedan seguir las clases al no dotarles de medios necesarios para su seguimiento (Internet, ordenadores...), lo que ha servido para destapar, una vez más, las vergüenzas de nuestro sistema educativo.

Comunidades como la de Madrid, que llevan años nutriendo de dinero público y prebendas a la educación concertada y privada, han negado la misma a la pública precarizándola. Los gobernantes defensores del liberalismo no solo han esquilmado el sistema público, sino que durante años han montado una campaña de desprestigio contra el profesorado, presentándolo como demasiado caro, con demasiados derechos y que aportaba poco. Algo que, a través de sus voceros, al final ha calado en la sociedad en la idea del profesor que no hace nada y vive muy bien. Sin embargo, hace falta  una crisis como la actual para darse cuenta y poner en valor esta profesión frente a aquellos que lo único que han hecho es favorecer a unos pocos amigos para beneficiarse de lo que es de todos.

Una vez más, en los momentos de adversidad, ha sido la clase trabajadora, los obreros y obreras, los productores y productoras, lo que han estado a la altura de las circunstancias.

Hay que poner en valor, y en primer lugar, a la gran cantidad de repartidores que, en las condiciones más precarias, se han jugado la vida por salarios míseros. Todo ello añadiendo que en muchas ocasiones sus repartos eran cosas insustanciales que no tenían nada que ver con las primeras necesidades que podríamos tener. Lejos de darles unas condiciones dignas de trabajo, han seguido teniendo condiciones precarias y agudizadas por las circunstancias.

También Multitud de trabajadores de la empresa privada que, a regañadientes, debido a sus jefes y bajo la sospecha, han seguido cumpliendo su jornada laboral con el teletrabajo bajo todas las presiones, medidas ilógicas y sospechas, dando palos de ciego en un modelo que sobrepasa a una patronal española y formado bajo unos cánones anticuados de modelo productivo.

Todos los sectores laborales han tenido un protagonismo de la clase trabajadora y por eso hay que poner en valor el cometido que ha tenido. Sin ellos la producción no habría salido adelante. Sin ellos nuestra atención no habría existido. Sin ellos la educación no se habría reordenado en estas circunstancias de excepcionalidad. Son muchos, pues aquí solo se ha consignado unos pocos. En realidad, esto es extensivo a todas y todos.

Lo peor de todo es que, cuando esto pase, serán los primeros olvidados, volverán a sufrir los recortes y la precariedad, las críticas abusivas y sin sentido. Pero se ha demostrado lo que ya algunos decían hace siglo y medio: sin la clase obrera no hay producción posible por muchos los créditos y macroeconomía que nos quieran vender.

La fuerza de trabajo sigue siendo el eje fundamental y por eso la clase obrera sigue siendo el motor de todo. Y, como no hay reconstrucción sin el obrero, esta vez hay que exigir que se cuente de verdad con la clase obrera. Cuando se hablan de nuevos Pactos de la Moncloa, sin entrar a analizar lo que aquellos de 1977 significaron para los trabajadores y para algunas organizaciones sindicales que se opusieron al mismo, lo cierto es que si se vuelven a hacer bajo el prisma de la patronal y del acuerdo interparlamentario van a carecer de lo mismo que aquellos: del concurso principal de la clase trabajadora.

Sin embargo, la clase patronal no solo se ha acogido a una política de ERTE, sino que en medio de todo este lodazal quiere aprovechar para abaratar el despido, precarizando nuestras condiciones de trabajo. La banca quiere volver a hacerse con el crédito y presentándose como “perjudicada” en una situación en la que van a buscar sacar partido. Como decía hace poco un famoso comunicador de televisión, quien quiera sacar “partido” y “oportunidad” de una situación extrema no es más que un miserable.

Y una vez más, en los momentos de adversidad, ha sido la clase trabajadora, los obreros y obreras, los productores y productoras, lo que han estado a la altura de las circunstancias. Una vez más, lo mejor de la sociedad.

Archivado en: Laboral Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Madrid
Corrupción El novio de Ayuso, a un paso del banquillo por fraude fiscal y falsificación de documentos
La jueza que instruye la causa propone el procesamiento de Alberto González Amador, de uno de sus testaferros y de los tres presuntos colaboradores en el caso del fraude a Hacienda.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Suspendidas las declaraciones de los cabecillas de los protocolos de la ‘vergüenza’
Reclaman que no han sido llamados en tiempo y forma. Los familiares de los 7219 residentes fallecidos denuncian denegación de servicios por motivos discriminatorios a tres altos cargos de Isabel Díaz Ayuso.
Chernóbil
Cuba y Chernóbil Cuba, Chernóbil y COVID-19
Los médicos cubanos ya acudieron al rescate de los niños de Chernóbil.
#59514
6/5/2020 10:13

Genial! Gracias por el artículo.

0
0
#59456
5/5/2020 14:46

Por qué seguimos con la matraca de que los obreros son los trabajadores manuales? En el siglo XXI un ordenador personal es la herramienta de trabajo de la clase trabajadora. Que el trabajo requiera esfuerzo físico o mental es una cuestión no secundaria, sino terciaria. TODOS SOMOS CLASE OBRERA.

1
0
#59443
5/5/2020 12:33

Lúcida reflexión, y homenaje, a los constructores del mundo.

0
0
Economía social y solidaria
Cultura Censura, recortes, cierres y debates ideológicos alrededor de la cultura comunitaria en España
Muchos de estos proyectos se han cerrado ante la deriva política a la derecha. El principal instrumento de cambio es el silencio y la expiración de convenios y contratos.
Drogas
Drogas Regular la cocaína para frenar el dolor y la sangre en América Latina
En una Conferencia Internacional sobre Políticas de Drogas celebrada en Barcelona, organizaciones de base, ONG y representantes de instituciones han dibujado consensos hacia la regularización de substancias actualmente ilegalizadas
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Argentina
Argentina La oposición a Milei tacha de decisión política la condena contra la expresidenta Cristina Fernández
La ratificación de la condena a la expresidenta argentina de seis años de prisión domiciliaria e inhabilitación de por vida sacude la vida política argentina. Una condena leída por la oposición peronista como un nuevo episodio de ‘lawfare’.

Últimas

Hazlo Posible
Hazlo posible Un año de investigaciones en El Salto: más impacto y visitas que nunca
En el último año El Salto ha publicado decenas de trabajos de investigación, con más impacto y visitas que nunca: desde la exclusiva de los festivales de KKR a la foto manipulada de Mazón, pasando por los agentes infiltrados en colectivos sociales.
Málaga
Orgullo Queer Disidencia serrana: el orgullo rural de Málaga
En el Burgo, Sierra de las Nieves (Málaga), el fin de semana del 13 y 14 de junio tendrá lugar el orgullo rural de la provincia
Derechos Humanos
Genocidio El activista de la Flotilla Thiago Ávila está aislado en huelga de hambre y sed en una cárcel israelí
Ocho participantes de la Flotilla de la Libertad siguen detenidos. Uno está en huelga de hambre. Más de 55.000 personas han sido asesinadas desde el 7 de octubre de 2023.
Comunidad de Madrid
Nueva ley Un borrador de Ayuso contempla multas de hasta 100.000 euros por manifestarse en universidades
La Ley de Enseñanzas Superiores, Universidades y Ciencia lleva meses en negociación. Además de las manifestaciones, el texto considera como infracción grave acampadas como las de los últimos meses en apoyo a Palestina.
Océanos
Ecosistemas La Tierra sobrepasa otro límite planetario: la acidificación de los océanos supera niveles críticos
Un estudio publicado este lunes indica que este indicador clave del cambio climático se superó en 2020 en algunas zonas del planeta. La acidificación supone un riesgo grave para la vida marina y amenaza la sostenibilidad de la pesca.
Granada
Juana Rivas La Audiencia confirma que España remite la denuncia de malos tratos del hijo de Juana Rivas a Italia
La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado el envío del expediente judicial del hijo menor de Juana Rivas a la Corte de Cagliari (Italia) por una denuncia de presuntos malos tratos paternos. El menor sigue en España por una medida cautelar
Más noticias
Tribuna
Tribuna Decrecimiento azul: un enfoque necesario para mares al límite
Mientras se celebra la UNOC3 y en el contexto de cambio climático y pérdida de biodiversidad al que nos enfrentamos se necesita —también en el mar— un cambio de paradigma donde el crecimiento y la ausencia de límites dejen de ser la norma.
Euskal Herria
BDS Israel CAF: ¡Bájense del tren del apartheid israelí!
80 coaliciones, instituciones, grupos y organizaciones de base de 26 países envían un mensaje nítido a sus Estados y autoridades locales: otorgar un contrato a CAF es ilegal e inmoral.
Bilbao
Educación pública Crónica del abandono institucional de la escuela pública de Atxuri
VV.AA.
El edificio de la escuela se cae a cachos y su comunidad lleva años sufriendo un maltrato estructural, mientras lucha por unas condiciones dignas para el desarrollo de la función educativa.

Recomendadas

Literatura
María Agúndez “El trabajo de limpiadora es muy digno, pero nadie quiere hacerlo”
La escritora retrata en ‘Casas limpias’ las contradicciones de quienes considerándose personas igualitarias y progresistas delegan los cuidados y la limpieza para evitar el conflicto y sostener su comodidad.
Educación pública
Alimentación Comedores escolares saludables que no llegan a todo el alumnado
La apuesta por una dieta equilibrada de la mano de un nuevo Real Decreto impulsado por el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo no va a llegar a todos los niños y niñas: solo el 36% de las familias que necesitan beca comedor la consiguen.
Filosofía
Laura Llevadot “En este retorno al fascismo hay una nostalgia de la ley”
Su escritura no elude el desgarro, la herida, la vida. Apuesta, en tiempos de una promesa constante de felicidad y autorrealización, por la negatividad. Su posición filosófica es la de quién piensa que “la lengua que hemos heredado nos impide pensar.
Fronteras
Migraciones La patria efímera del metro
Cada día, el metro de Madrid ofrece un espacio para buscarse la vida a cientos de personas que recorren sus vagones vendiendo caramelos y pañuelos, o haciendo música entre los pasajeros.