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Derecho a la ciudad
Una protesta vecinal en Pacífico aviva el debate sobre la tala de árboles
Más de cien vecinos se manifiestan para evitar que el Ayuntamiento de Madrid construya una dotación policial y un centro de Madrid Salud en un parque que utilizan niños y mayores. Aunque otra asociación del barrio defiende el proyecto, la polémica sirve para relanzar el debate sobre la tala de árboles y el escaso cuidado que ponen las constructoras a la hora de trasplantarlos.
En el madrileño distrito de Retiro hay un edificio de cinco plantas que luce dos grandes pancartas. Una lanza un reclamo: “No a la tala de árboles”; la otra, avisa desafiante: “Mentira. No es un centro de salud”. Ambos carteles aluden a un pequeño parque que se encuentra justo debajo. Está un tanto descuidado, pero sus más de 20 árboles dan cobijo a los niños del barrio de Pacífico y a los ancianos que viven en el centro de mayores contiguo. Al menos, de momento.
El Ayuntamiento ha proyectado la construcción de una Unidad de Policía y un centro de Madrid Salud en ese espacio y, por eso, más de cien vecinos se han concentrado para intentar salvarlo.
“Consideramos que hay otros solares donde no es necesario retirar una zona verde consolidada, talar 29 árboles y quitar columpios y bancos”, asegura a El Salto Juan Manuel Herrero, un hombre de mediana edad, entrecano y sonriente, que lleva de un lado a otro un amplio dossier con la documentación que ha facilitado el Ayuntamiento de Madrid sobre el proyecto. Recientemente, se ha reunido con el presidente de la Junta Municipal del Distrito de Retiro, Santiago Saura, y este le ha confirmado que las obras no tienen marcha atrás.
La parcela, denominada como ‘Cocheras EMT’, no cuenta con la calificación de ‘zona verde’ en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM), a pesar de que Herrero la defina de esta forma. Su uso es dotacional, es decir, es un suelo destinado a servicios públicos y, por eso, el Ayuntamiento destinará cuatro millones de euros para construir en ese espacio una Unidad de Policía y un centro de Madrid Salud. Este último punto ha ocasionado cierta confusión —a ello alude una de las pancartas—, pues no es lo mismo un Centro de Salud —un ambulatorio—, cuyas competencias dependen de la Comunidad de Madrid, que un centro de Madrid Salud —gestiona políticas relacionadas con las adicciones, la calidad del agua o la seguridad de los alimentos—, que está a cargo del Ayuntamiento. Al margen de esta puntualización, los vecinos replican que, después de más de 20 años de uso como parque de recreo, el área se ha consolidado como una zona verde.
Y dicen 20 años porque en 1999, poco antes de las elecciones, el exalcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inauguró una zona ajardinada en esta parcela, muy cercana a la ajetreada Avenida de Barcelona. Años más tarde, la titularidad del terreno, que colinda con el centro de mayores Pérez Galdós y la calle y el pasaje Hoyuelo, e inicialmente era del Ayuntamiento, pasó a la Comunidad de Madrid. Esta última planeaba construir un centro de salud pero no pudo hacerlo por las protestas vecinales y, posteriormente, los terrenos volvieron al Consistorio. De vuelta a la actualidad, en enero de este año, el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad el plan actual y en los próximos meses se licitarán las obras.
En la concentración hay asistentes de todo tipo. David y José, por ejemplo, son dos jóvenes que acuden con sus hijos. Llevan coloridos carteles con consignas de corte ecologista. “El parque es un desahogo; es aire puro y luz”, explica José. David, que encuentra el barrio “muy bien equipado”, reclama “más zonas verdes, o al menos que no nos quiten las que ya tenemos”. Ambos manifiestan la necesidad de “hacer más ruido” y animan a otros vecinos a que se impliquen. El movimiento, que ha reunido más de 4.500 firmas, no descarta conformarse como asociación para seguir protestando e interponer recursos judiciales que eviten que se lleve a cabo el proyecto aprobado por el Consistorio.
A unos metros de ellos, un grupo de señoras amenaza con encadenarse a los árboles si no se escuchan sus demandas. Los organizadores de la concentración han repartido silbatos y es complicado comunicarse, pero todas coinciden en que no están en contra de que la policía cuente con otras instalaciones —actualmente, están en unos barracones cercanos a las vías del tren— ni de que se construya un centro de Madrid Salud; eso sí, que no sea a costa del parque. “Llevo 30 años en el barrio y se necesitan zonas verdes. Que no les quiten este espacio a las personas mayores”, sentencia María José mientras los organizadores de la protesta leen un manifiesto.
La concentración transcurre ante la atenta mirada de esos mayores que habitan en el centro Pérez Galdós y a esta hora del día están sentados en los bancos cercanos. Marcelino, un anciano de rostro apergaminado, reconoce que “el barrio necesita más jardines” y pone de relieve que los árboles “son los que de verdad quitan la contaminación”. Varios de ellos lamentan la lejanía del parque del Retiro —a 1,5 kilómetros— y sostienen que “es una pena que quiten espacios verdes y que talen árboles”.
LOS ÁRBOLES, UN ESTORBO PARA LAS EMPRESAS
La tala de árboles o su trasplante descuidado es un problema con el que lleva años lidiando Ecologistas en Acción. Uno de sus miembros, Luciano Labajos, considera que “más allá de la ideología política que esté gobernando, los árboles son un estorbo para las empresas constructoras”.Un ejemplo claro son las obras de Plaza España. Cuando se iniciaron los trabajos de remodelación, Ecologistas alertó de que los árboles estaban en riesgo y no tardó en constatar que “hay decenas que, si no están muertos, han perdido todas sus hojas y se encuentran en muy malas condiciones”. Además, por mucho que desde la Administración competente se prometa que se van a plantar mil árboles más, “uno consolidado es más valioso que cien recién plantados, desde todos los puntos de vista”, según especifica el responsable de Ecologistas.
Otro de los problemas que enumera Labajos es que, en muchas ocasiones, no es hasta años después de trasplantar los árboles cuando se ven los daños. “A veces se caen, no sabemos por qué es, y resulta que al moverlos se les hizo daño en las raíces”, apunta, y subraya que “cuando los árboles manifiestan el problema, ya nadie es responsable”. La primavera pasada, relata, “hubo que hacer una tala de 750 árboles en el Paseo de la Castellana porque estaban en malas condiciones. Creemos que se debió a unas obras de remodelación que se ejecutaron hace 15 años, en las que se tocaron muchas raíces”.
Para evitar estas situaciones, Labajos reclama que “antes de empezar la obra se liciten los proyectos con medidas correctoras [acciones destinadas a reducir los impactos medioambientales] y que las empresas que no las cumplan, no puedan obtener la adjudicación”. En el anuncio sobre el proyecto del parque de Pacífico que aparece en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM), por ejemplo, un epígrafe refleja que “se prohíbe la tala y poda drástica indiscriminada”, así como que el trasplante “se realizará con las normas marcadas por la Dirección General de Patrimonio Verde y bajo su supervisión técnica”. Sin entrar en valoraciones sobre el caso concreto del parque de Pacífico, Labajos insiste en que este tipo de formulaciones deben ser más claras para que las empresas cumplan; es necesaria más formación, más voluntad y más conocimiento.
De vuelta a la manifestación de los vecinos de Pacífico, pocos conocen la polémica que ha suscitado el evento en la Asociación Vecinal de los Pinos del Sur, precisamente, por lo que consideran una “defensa acrítica de los árboles que encubre el interés de unos propietarios para que no les tapen las vistas con un equipamiento colectivo”. Respaldada por la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), ha emitido un comunicado en el que defienden el proyecto en base a que el Retiro es “un distrito muy consolidado urbanísticamente y cuenta con escasas parcelas de uso dotacional”. Una de ellas es la de ‘Cocheras EMT’ y otra está en la calle Pajaritos. “Ambas deben ser utilizadas para solventar carencias” del barrio, observan. Esas necesidades son, para Pinos del Sur, un centro de Madrid Salud, un centro de especialidades y ubicar el centro de salud de Adelfas en un local de propiedad pública.
El contundente comunicado acusa a los organizadores de la protesta de situar “los intereses particulares disfrazados de un interés por las zonas verdes por encima del bien común” y pone de manifiesto que “el desmantelamiento de la comisaría prefabricada liberaría una superficie superior a la que se pierde para plantar nuevos árboles”. Anochece y los manifestantes se dispersan. Al hilo de la polémica, surge una reflexión: ¿qué resulta más legítimo, defender un centro de Madrid Salud o un parque?, ¿quién sitúa por encima el interés general, el que quiere evitar la supresión de un espacio vecinal común o el que apuesta por la construcción de una dotación de policía?
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No todos los vecinos estamos con los manifestantes, somos muchos más los que no nos hemos manifestado y estamos de acuerdo con la propuesta del Ayuntamiento. Lo de los árboles solamente es coartada y el único interes que tienen los manifestantes es que no les quiten las vistas hacia el parque. Los árboles se pueden transplantar a los alcorques vacíos de la calle Cocheras y en los terrenos que ocupa ahora la actual Comisaria así como en la parcela contigua se pueden plantar muchísimos más.
Un artículo muy objetivo que muestra la preocupación de la gente del barrio
Soy vecina del barrio del Pacifico y socia del Salto.
Me ha extrañado e indignado la falta de información y de rigor de este artículo, en el que el autor,( que esta claro que no conoce el barrio), solo ha escuchado a una de las partes.
Desde mi punto de vista las protestas,(disfrazadas de ecologismo y de defensa de los árboles), responden a unos intereses puramente individuales e insolidarios (unos vecinos que no quieren que les quiten "las vistas" de sus viviendas), además están creando en el barrio una alarma social injustificada y totalmente desproporcionada, difundiendo informaciones falsas y demagógicas que rozan el racismo y la aporofobia.
La parcela es de uso dotacional y los vecinos llevamos mucho tiempo pidiendo que se cumpla con esta calificación, así que estamos encantados de que por fin se vayan a construir en la parcela instalaciones públicas: un Centro de Madrid Salud y otro para la policía municipal que lleva muchos años instalada en barracones, seguro que en la construcción de estos equipamientos se tienen en cuenta criterios ecológicos y se contemplan zonas verdes.
Como socia,agradecería que contrastaran sus informaciones y que no se dejen llevar por "protestas" y "consignas" que responden a unos intereses individuales y políticos muy concretos y bastante peligrosos.
Estoy totalmente de acuerdo contigo a estos vecinos que protestan lo único que les interesa es que no les quiten la luz a sus viviendas. No se acuerdan de cuando teníamos que ir a los barracones de la M 30 al Centro de Salud, entonces protestamos hasta que conseguimos traerlo al barrio. Afortunadamente el Ayuntamiento es consciente y esperemos que no les hagan caso pues hay muchos más vecinos que no nos manifestamos y si queremos que se construya la Nueva Comisaria y el Centro de Salud del Ayuntamiento y por supuesto que el SAMUR también. Los árboles se pueden transplantar a los alcorques vacíos de la calle Cocheras y plantar muchos más en los terrenos que ahora ocupa la Comisaria y en la parcela contigua a esta si esto se hace todos salimos ganando, tendríamos muchos mas árboles, la Comisaria no se iría del barrio y el Centro de Salud cumpliría con las necesidades del barrio .
Supongo los muebles de tu casa son de plástico, un material respetuoso con la naturaleza.
Magnifico artículo...confío que los vecinos consigan salvar esa zona verde
El artículo me parece muy positivo para que los dirigentes tengan más conciencia de no cortar por lo sano el proceso de la vida de un árbol,tan necesario para el bien estar físico y mental de la poblacion