Abusos a la infancia
Una vida “segura”: violencia sexual de Estado y políticas feministas en Guatemala

Un incendio el 8 de marzo causó la muerte directa a al menos 41 niñas que vivían en el Hogar Seguro, un albergue estatal Guatemala. ¿Qué “vida segura” es la que ofrecen los Estados y cuál es el papel de las leyes y las políticas de infancia?

Hogar Seguro Guatemala 1
Familiares de las menores del centro guatemalteco Hogar Seguro. Cristina Chiquin
27 mar 2017 14:40

Un incendio el 8 de marzo, Día internacional de las Mujeres, causó la muerte directa a al menos 41 niñas que vivían en el Hogar Seguro de la Virgen de la Asunción, un albergue estatal infantil y juvenil en Ciudad de Guatemala. Este suceso nos hace preguntarnos qué “vida segura” es la que ofrecen los Estados y cuál es el papel de las leyes y las políticas de infancia. ¿Ofrecen soluciones a los problemas cotidianos de violencia sexual, racismo y empobrecimiento que viven niños y niñas de nuestros países? Las inadecuadas condiciones en las que vivían las niñas los maltratos que recibían de trabajadores del centro fueron denunciados en el sistema de justicia guatemalteco desde 2015.

Esta situación llevó a varias niñas, de entre 14 y 16 años, a intentar fugarse del centro el día 7 de marzo; a ser recapturadas por la Policía Nacional Civil de Guatemala, castigadas con agresiones sexuales, golpes brutales y encerradas bajo llave en un aula. Tal como narran los testimonios de las sobrevivientes, ante la desesperación del encierro, una de ellas prendió fuego a una colchoneta, lo que propagó rápidamente las llamas. Varias lograron escapar pero a otras se les negó la posibilidad de huir y fueron condenadas a morir calcinadas.Yoselin Yamilet Barahona Beltrán ha sido la última niña identificada. “Yami” como la conocía su familia tenía 15 años, estaba en segundo básico y entró a este hogar después de que sus familiares pusieron una alerta Alba Keneth (protocolo de acción para localizar y poner a resguardo a niños y niñas desaparecidos), para protegerla. Días antes había sido víctima de violencia sexual. La mamá de Yamilet murió en un accidente sobre la calzada San Juan hace 14 años, Yamilet tenía tan solo un año de edad cuando eso ocurrió y no tiene papá, por lo que su reconocimiento por medio de ADN fue difícil. Tiene dos hermanos Brandon de 19 años y Bryan de 22 años. Daily Analí Domingo Martínez se fue a vivir con su tía para evitar los malos tratos por parte de su padre. En enero, su padre la denunció y Daily fue a parar al Hogar Seguro. Su madre lo llama Casa Criminal: “Quiero que se haga justicia, no sólo por mi hija o las otras niñas que ya murieron, sino también por las que están luchando por sobrevivir. Esa tragedia la provocó una mano criminal”. 

El viernes 24, Prensa Comunitaria informaba del hallazgo de un nuevo cuerpo. La víctima 41 del incendio. Murió en un hospital de Cincinnati (Estados Unidos) donde permanecen otras tres niñas, en situación grave. Falta información sobre estos y otros casos. El Estado guatemalteco no informa tampoco del estado de las jóvenes que fueron a parar a hogares públicos y privados tras el incendio. El Ministerio de Salud no ha emitido un informe sobre la atención que dieron a las 41 víctimas oficiales. La Procuraduría General de la Nación no atiende a las familias de las víctimas y el Estado no se hace cargo de los gastos de los entierros de Rosa Julia, Indira, Skarlet, Ana o Yoselín.

Hasta el 27 de marzo, la cifra oficial de fallecidas era de 41. Foto de Cristina Chiquin.

Las historias de las niñas del Hogar de la Virgen de la Asunción son muy diversas. Algunas de las niñas que vivían en el “hogar seguro” eran huérfanas, algunas con diversidades funcionales, venían de familias pobres, y al menos nueve estaban embarazadas. Otras eran jóvenes indígenas, con historias de violencia sexual, abortos forzados, embarazos por violación sexual. Otras huían del reclutamiento forzado de las maras o del crimen organizado. En un contexto de neoliberalismo como el de Guatemala y otros países de la región, las niñas y adolescentes, identificadas como incapaces de cumplir con las normas, son perseguidas y sus cuerpos criminalizados.

En Guatemala, dos mujeres son asesinadas diariamente por el hecho de ser mujeres. Las políticas siguen criminalizando a personas precarizadas (pobres, indígenas, mujeres, niñas y niños, homosexuales, hombres y mujeres trans, trabajadoras sexuales, personas no binarias). La violencia sexual es cotidiana en las calles y en los centros administrados por el Estado. Los testimonios de las supervivientes del incendio han vuelto a poner en el centro del debate cómo el derecho ordinario considera algunas vidas como “humanas”, frente a otras como las de las niñas quemadas, cuyos cuerpos son borrados y criminalizados en un sistema de justicia ordinaria que no alcanza para todos.

Velatorio de una de las niñas fallecidas en Ciudad de Guatemala. Imagen de Cristina Chiquin.

La criminalización incluye persistentes imágenes de hipersexualización infantil que sirven para justificar la violencia sexual tanto fuera como dentro de las prisiones y de los centros estatales de menores. Fuera de los albergues juveniles estatales, las agresiones sexuales contra las niñas, que son perseguidas como “delincuentes”, es un castigo sobre el cuerpo de las adolescentes que combina racismo, clasismo, misoginia y capacitismo. Además, la situación de desalojo, despojo y desposesión que viven en las calles, provoca que aproximadamente 50.000 menores no acompañados/as centroamericanos/as migren forzadamente cada año a los Estados Unidos en condiciones de extremo riesgo constante.

Dentro de los centros de menores como “hogar seguro”, administrados por los servicios sociales del Estado guatemalteco, la violencia sexual es un abuso permanente, aunque no reconocido. Tal como narran los testimonios de “hogar seguro”, el abuso sexual es así una forma de castigo a las mujeres menores “encarceladas” que, en ocasiones como en el caso mencionado, llega a institucionalizarse clandestinamente. 

Esto nos hace preguntarnos hasta qué punto los servicios sociales para la infancia sirven para prevenir violencias sexuales, si estos centros juveniles siguen funcionando en detrimento de las niñas. Los marcos legales que centran la discriminación individual desde la “perspectiva del menor infractor” y de los que son considerados como “imposibles” de existir, no solo fracasan sino que encierran racismo y sexismo estructural.

Límites del derecho ordinario

En el caso de “Hogar seguro” (un hogar de muerte segura) las constantes violaciones sexuales a las niñas por trabajadores, monitores del centro y otras autoridades nos hablan de los límites del Estado y del derecho en la administración cotidiana de programas, políticas e instituciones destinadas a la infancia. 

Algunas de las negligencias del estado Guatemalteco que se manejan en el caso, señaladas como inoperancia e incapacidad por parte del gobierno del presidente guatemalteco Jimmy Morales y del sistema de justicia son las siguientes: que 1) la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de Guatemala no acató, sino que apeló la orden judicial de 2016 que exigía una transformación del “Hogar Seguro”. 2) No se financiaron los funerales de las niñas y 3) a las personas supervivientes las enviaron a sus casas, en donde previamente muchas habían vivido abusos y maltrato. 4) El control de información sobre los menores en este y otros albergues juveniles no se resguardó adecuadamente, por lo que no existen cifras exactas sobre los y las niñas que vivían en el centro.

¿Vida segura?

En un mundo en el que cada vez más la idea de “seguridad” se asocia al encarcelamiento de la gente más pobre y más frágil de la sociedad, es urgente explorar algunos terrenos nuevos de justicia. Aunque las cárceles para mujeres, las instalaciones juveniles, los centros de menores y de detención de migrantes sean obsoletos, la desaparición del sistema punitivo carcelario aún es una utopía que merece ser repensada. 

La violenta sexualización de la infancia en los “hogares seguros”, que también son cárceles, trae un sin número de problemas, lo que motiva a hacer una crítica al sistema de prisiones. Estos “hogares seguros” funcionan como espacios arquitectónicos de disciplinamiento y normativización corporal de la infancia en los que se les educa como potenciales “criminales”. En las calles, la policía condena con perfiles raciales a la infancia y adolescencia y en los “hogares seguros” como el de este caso, ellas fueron “encarceladas” y privadas de su derecho más fundamental, su derecho a tener derechos. Para las niñas es aún más complicado, debido a que enfrentan violencias que ya han confrontando previamente en sus hogares y en sus relaciones íntimas.

Los imaginarios que existen en torno a la sexualidad, particularmente la intersección de “raza”, color de piel y clase, crean efectos en el tratamiento que reciben las niñas empobrecidas, algunas de ellas de familias indígenas, tanto dentro como fuera de estas prisiones. 

Pensar los albergues estatales para estos niños y niñas como espacios “seguros” es atractivo en la cara del miedo. Sin embargo, la hipervigilancia y el duro disciplinamiento corporal y emocional en estos centros sólo ha alimentado los voraces sistemas punitivos con constantes torturas, golpes brutales, abusos, violaciones sexuales por trabajadores, monitores y otras autoridades y denunciadas por las niñas. 

Políticas feministas: por un modelo alternativo de justicia

En los últimos días se han producido, una y otra vez, vigilias, concentraciones y protestas multitudinarias en calles y plazas de Guatemala, México, El Salvador y en otras partes. Han sido motivadas por la rabia, la ira y el dolor que produce la acción (o inacción) los agentes de Estado (Policía Nacional Civil y otros actores). La indignación de que la policía y otros agentes de Estado sean cómplices de este crimen y de que sus informes se conviertan en plataformas de ellos mismos (que son quienes hablan), ha traído de nuevo la tensión entre la administración de justicia y los límites del derecho así como entre proponer reformar los “hogares seguros” o abolirlos definitivamente.

Las reformas sugeridas apuntan a exigir el no hacimiento de niños y niñas en estos centros; brindarles acompañamiento emocional que respete su intimidad y su situación personal; generar un trato no-criminalizante, invertir en aumentar la remuneración de las plantillas del centro así como contratar personal con mayor formación en infancias y juventudes, con experiencia y sensibilidad comprometida.

Más allá de que el Estado guatemalteco cumpla con el arresto de los responsables, para las feministas y la gente que ha salido a manifestarse a las calles, esto no implica que no puedan pervivir formas alternativas de justicia que denuncien públicamente a través de escraches a los responsables o que acompañen y respalden a las familias en las frías salas de los tribunales.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Abusos a la infancia
Pau Lluc “La casa no es un lugar seguro para muchos niños y niñas”
Pau Lluc (Alboraia, 1974) sufrió violencia sexual cuando era pequeña por parte de su padre. Asegura que necesitamos relatos para que la sociedad tome conciencia de que ella no es la excepción.
Desastres ambientales
Crisis climática El negocio de la catástrofe en zonas azotadas por fenómenos extremos
Las entidades suben precios a la vez que intentan lavar su imagen presentándose como “sostenibles”. Mientras, muchas de ellas siguen invirtiendo miles de millones en industrias como el petróleo o el carbón.
LGTBIAQ+
Mes orgullo LGTBIQ+ Las ‘machorras’ del franquismo: habitar la disidencia sexual y de género en el régimen del miedo
Muchas mujeres lesbianas llegaron a construir vías de resistencia colectiva desde los márgenes del sistema, llegando a sostener en el tiempo vínculos románticos en la más absoluta clandestinidad.
Mallorca
Llucmajor Imágenes inéditas de la macrogranja de Mallorca ratifican las malas condiciones de las gallinas
El vídeo difundido este martes confirma el pésimo estado de la explotación, con gallinas enfermas, telarañas o huevos arrugados. Un juzgado de Palma ha abierto diligencias contra la granja por presunto maltrato animal.
Opinión
Opinión Pedro Sánchez, final de partida
El presidente del Gobierno se irá sin haber hecho nada para evitar que el circuito que ya estaba ahí cuando llegó siga funcionando.
Opinión
CEOE Los corruptores condenan la corrupción
Desde la CEOE, lobby de los grandes empresarios implicados en tramas de corrupción durante décadas, han criticado a los políticos que han formado parte de dicha corrupción.
Oriente Próximo
Oriente Próximo Israel pone la región al borde del abismo
La región vive una escalada de la tensión tras el ataque de Israel a Irán y la respuesta de este. El intercambio de ataques no ha cesado en todo el fin de semana.
Opinión
Opinión La Argentina de Milei: la nueva derecha avanza motosierra en mano
La prensa de derecha ensalza los éxitos económicos del Gobierno de Javier Milei, sin contemplar las consecuencias sociales ni las resistencias que está provocando.

Últimas

Ayuntamiento de Madrid
Derecho a la vivienda en Madrid El Ayuntamiento amenaza con el desalojo a los últimos cuatro jubilados de los Apartamentos San Francisco
Mayores y consistorio mantienen una disputa desde junio del año pasado por las obras de reforma de los apartamentos, de 1989 y muy deteriorados, con la sospecha por las asociaciones vecinales de un intento de cambio de uso del edificio.
Granada
Visibilidad lésbica Granada estrena en el Orgullo 2025 la bandera de visibilidad lésbica más grande del país
La asociación Arco Iris de Granada presenta la bandera lésbica de seis metros de longitud por tres metros de ancho y su ‘Carmen inclusiva’, una versión de la progres con una estrella de ocho puntas
Granada
Opinión ¿Y si lo eficaz frente a la desertificación fuera el riego a manta?
Ante la desertificación, reivindicamos los sistemas de regadío tradicional en contraste con los efectos perjudiciales de una agricultura intensiva que la acelera. El Documental “Vegas y Vida” se estrena con una presentación on-line el 2 de julio
Alicante
Alacant Martín Villa y el expolicía Daniel Aroca irán a juicio por un asesinato político durante la transición
El exministro y empresario será investigado por crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura franquista. Se trata del primer caso de estas características dirigido desde un juzgado español.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.

Recomendadas

Consumo
David Sánchez “Shein está diseñado para crear adicción a través de patrones muy oscuros”
David Sánchez Carpio es director de la Federación de Consumidores y Usuarios (CECU), una de las organizaciones que han denunciado al gigante chino de venta de ropa por internet ante la Comisión Europea. “No hay que culpabilizar a los consumidores".
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Rap
Los Chikos del Maíz “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.