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Salud
Adelaida Sarukhan, inmunóloga: “Si la incertidumbre está bien explicada, la sociedad la acepta”
La doctora en Inmunología Adelaida Sarukhan considera que el virus Sars-Cov2 es el resultado directo de una actividad humana acelerada y dañina. En un momento de dudas como este, Sarukhan apuesta por las explicaciones claras sobre lo que sabe y lo que no sabe acerca del coronavirus.
Después de su conferencia en streaming en el Palau Macaya titulada Virus, dentro de la programación de la Escola Europea de Humanidades (EEH), Adelaida Sarukhan, doctora en inmunologia por la Universidad de París VI, atiende a El Salto con exquisita amabilidad. Y no es fácil tras muchas semanas intensas atendiendo medios, tratando de explicar la aparición del SARS-Cov-2, el séptimo coronavirus que ha puesto la sociedad patas arriba. Hay mucho barullo informativo sobre el virus, pero los más de 20 años de investigación de Sarukhan permiten bajar el ruido que nos rodea, tratar de comprender dónde estamos, qué ha pasado y hacia dónde nos dirigimos. Un poco de sosiego a manos de la ciencia.
El SARS-CoV-2 es el séptimo coronavirus que conocemos. Y la enfermedad que provoca el covid-19. ¿Qué lo diferencia de los otros?
El SARS COV-02 es el séptimo, sí, pero el tercero que tiene una letalidad preocupante. Sobre todo, nos alerta su transmisibilidad, mucho mayor que la de los otros coronavirus. El SARS tenía una letalidad estimada del 10%; es decir, de cada cien infectados, morían diez. El MERS, una letalidad del 33%, aunque su transmisibilidad era difícil. Y este coronavirus es menos letal que sus primos hermanos, pero su letalidad es 10 veces mayor que la de la gripe estacional.
Y si multiplicas mucha gente infectada por una letalidad considerable…
El resultado es la pandemia que tenemos ahora
Pero ha comentado que con esta pandemia ha sucedido algo diferente.
Ha pasado lo contario a lo que sucede generalmente. Estamos acostumbrados a que, de repente, haya un brote de un virus emergente en África, o en algún país menos desarrollado, y que evolucione exclusivamente allí. Y hasta que no llega a nuestras fronteras, no actuamos. Pero esta vez fue al revés. Primero, empezó a propagarse en los países desarrollados.
Y que el virus haya aparecido primero en países desarrollados antes que en países menos desarrollados, ¿ha incrementado la sensación de alarma?
Sí. La letalidad del virus es la misma en cualquier lugar, pero será mayor en los países cuyo sistema de salud sea más frágil. Esto es preocupante. Al principio, surgió en China y nadie se alarmó demasiado. No fue hasta que llegó a Italia y ver cómo evolucionaba, que la gente empezó a alarmarse más. Yo diría que, antes de que saliera de China, eran pocos los que preveían que esto fuera a tomar esta magnitud.
Se dieron las condiciones perfectas de hacinamiento de especies, con una cantidad ingente de humanos alrededor, para que los virus adquirieran la capacidad de saltar de una especia a la otra
¿Quizá porque todavía nos cuesta entender que vivimos en un mundo global?
Sí, sin duda. Y no solo los gobiernos, también todos nosotros. Un problema de salud en un rincón del planeta, tarde o temprano, terminará afectándonos muy probablemente. Y no nos alarmamos ni hacemos nada hasta que el virus no llama a nuestra puerta.
Sabemos que el contagio se produjo de un murciélago a un mamífero, desconocido aún, previa mutación del virus. Y de este último al humano. Pero, ¿cuál fue la tormenta perfecta para la propagación tan rápida del virus? ¿qué condiciones propiciaron el contagio?
Hay varios factores que aumentan la probabilidad de que un virus pueda saltar de una especie a otra. Varios de estos factores entraron en juego al mismo tiempo. Para empezar, la deforestación en Malasia, después la caza ilegal de pangolinos, un mamífero que forma parte de un mercado ilícito de animales salvajes llegados a China, donde se hacinan conjuntamente animales salvajes y domésticos, que jamás convivirían entre ellos en la Naturaleza. Además, en estos mercados, se matan a estos animales ahí mismo, hay excreciones y secreciones, etc. En conclusión: se dieron las condiciones perfectas de hacinamiento de especies, con una cantidad ingente de humanos alrededor, para que los virus adquirieran la capacidad de saltar de una especia a la otra. Y finalmente, al humano.
Todo esto demuestra que la ciencia no es suficiente, sino que detrás hay un problema de gobernanza. Hay factores que van más allá de la ciencia.
Sí, en parte sí. La ciencia puede hacer que estemos mejor preparados ante estas situaciones. Los virus siempre van a querer infectar. La ciencia puede predecir los lugares donde hay más probabilidad que esto suceda, darnos herramientas para responder mejor cuando ocurre algo así. Pero la ciencia no puede evitar que esto ocurra. Para evitar que esto ocurra necesitamos legislación, regulación, que estos mercados no existan ni tampoco la venta ilícita de estos animales, que se prohíban estas actividades, que se regule la deforestación, etcétera.
¿Cómo pueden ayudar los gobiernos a los científicos?
Invirtiendo recursos y considerando que la ciencia es un bien público. Por ejemplo, desarrollando más plataformas de vacunas y diagnóstico para adaptarnos mejor a un nuevo virus emergente.
Varios organismos, distintas voces, científicos, ¿ya alertaron de una pandemia?
Sí, ya se había advertido. Y distintos organismos multilaterales advirtieron de que no estábamos preparados. Por ejemplo, Laurie Garret publicó The Comming Plague, un libro en el que ya avisaba de ello. Y su pregunta ya no era si iba a ocurrir o no una pandemia, sino cuándo iba a suceder. Los científicos alertaron, y muchos informes y artículos vaticinaron esto.
¿Y qué ha fallado?
Que no nos hemos preparado. En dos cosas: primero, en inversión científica, para conocer mejor la diversidad de virus y desarrollar vacunas que sirvan para cubrir otros patógenos. Y segundo, en inversión en sistemas de gobernanza.
La estrategia que se había utilizado con el SARS, que era detectar casos y aislaros para evitar el contagio, aquí ha sido más difícil llevarla a cabo
Póngame un ejemplo, por favor.
La Organización Mundial de la Salud es un claro ejemplo. No ha podido estar a la altura por falta de dinero. No posee suficiente autoridad, solo puede emitir recomendaciones. Ese es un problema. Y hay más organismos multilaterales que necesitan más financiación, que juegan roles importantísimos en vacunas y antivirales.
Hace unos días, Trump retiraba la financiación a la OMS.
Nadie se explica cómo este señor puede tomar una decisión así en este momento. La OMS tiene sus fallos y no es perfecta, pero ha sido una de las organizaciones líderes en la respuesta y se le debería dar todo el apoyo.
Parece que países con mujeres al frente han respondido a la pandemia de manera muy adecuada.
Nueva Zelanda lo ha hecho muy bien, realmente excelente.
Trump es más bien lo contario: el macho alfa.
Sí, la cabeza llena de testosterona y queriendo mostrar que solo él tiene la única respuesta.
¿Cómo lo ha hecho España en esta crisis?
Como muchos países, a España le ha cogido desprevenida. No esperaba que todo llegara con tanta fuerza. Hay también una razón más biológica: el virus se trasmite casi sin que aparezcan síntomas, porque incluso los asintomáticos ya contribuyen a la transmisión del virus. Por tanto, la estrategia que se había utilizado con el SARS, que era detectar casos y aislaros para evitar el contagio, aquí ha sido más difícil llevarla a cabo.
Es decir, que el virus estuvo diseminándose fuera del radar, pasando desapercibido.
Eso es, mucho antes de verse casos y muertes. Entonces, ya era demasiado tarde para hacer una contención.
Hemos hablado antes sobre cómo nos cuesta la política de la prevención. ¿Cree que ha cuajado la idea en los gobiernos de que invertir en ciencia, equivale a ahorrar dinero?
Sin duda, es menos costoso prevenir que tratar. Pero da la sensación de que estamos conectados de una manera que dificulta la prevención. Sin embargo, la política de la prevención es la más lógica y la más racional. Y finalmente es la que cuesta menos. Pero, no sé, esperamos hasta que no nos queda otra que lamentarnos… Por alguna razón, nos cuesta la prevención. Pero no es solo con la pandemia, nos pasa igual con la sanidad pública. Quizá porque el trabajo de la prevención es menos glamuroso, no se ve, no sé…
Se necesitan buenos sistemas de sanidad pública. Basta ver lo que está pasando en Estados Unidos, en donde las diferencias socioeconómicas se están reflejando muchísimo
En cualquier caso, la pandemia ha acaecido. Y resulta evidente. ¿Aprenderemos la lección?
Ojalá seamos más conscientes ahora, que nos demos cuenta de que la ciencia y la innovación son el pilar de una respuesta ante este tipo de crisis. Y que exija y se vote por gobiernos que inviertan en estas vertientes. Se necesitan buenos sistemas de sanidad pública. Basta ver lo que está pasando en Estados Unidos, en donde las diferencias socioeconómicas se están reflejando muchísimo. Hay una mortalidad desproporcionada en la población desfavorecida, afroamericana, personas socioeconómicamente vulnerables, que no tiene acceso a una salud como la que tenemos en Europa.
¿Podemos relacionar la pandemia con el fenómeno del cambio climático?
No creo que este virus sea un resultado directo del cambio climático, pero sí es el resultado directo de una actividad humana cada vez más acelerada y dañina para el planeta en general.
¿Una señal de alarma?
Sí, de que la salud humana y animal van de la mano. Y que se necesita una estrategia global, un enfoque como el que los científicos han bautizado con el nombre de ‘Una Salud’, un sistema de vigilancia de la salud humana y animal. Un paso más para comprender que nuestra salud depende de la salud de los ecosistemas en los que vivimos.
¿Podría poner un ejemplo de ello en relación con los virus?
Por ejemplo, la biodiversidad disminuye la probabilidad de estos saltos de virus de especies a humanos. También, los ecosistemas nos proporcionan servicios de filtración de agua y aire de los que nuestra salud depende, independientemente de los virus emergentes.
Esto que comenta se relaciona con lo que comentó antes de la ‘Tormenta Perfecta’, sobre los factores que favorecen el contagio del virus.
Sí, así es.
A lo largo de la historia se han registrado otras pandemias.
Sí, y más mortales como la Gripe Española o la Peste Bubónica.
Sin embargo, ¿por qué esta resulta tan impactante?
Primero, su alta transmisibilidad por vía aérea. Estamos en sociedades cada vez más globalizadas, que favorecen un contagio muy rápido, desbordando los sistemas sanitarios. Y segundo, que el SARS Cov-2 es un virus nuevo, contra el que no tenemos ni vacuna ni inmunidad ni tratamiento. Y esto nos sitúa en la vulnerabilidad.
¿De ahí las medidas restrictivas?
Sí, que han afectado a la economía mundial como nunca antes, porque todos estamos en plena interacción económica y social. El impacto que sentimos no es solo en el número de muertes, sino también a nivel socioeconómico. El distanciamiento social y el confinamiento acontecen porque no hay ni vacuna ni tratamiento.
¿Y cuáles son las incógnitas actuales ante el virus?
Una es saber el papel que juegan los niños en la transmisión. De ello depende en parte abrir las escuelas, o su contacto con los mayores. Y también su menor vulnerabilidad a la enfermedad. Otra incógnita trata sobre la inmunidad frente al virus. ¿Desarrollamos anticuerpos frente al virus? Todo parece que sí. ¿Los anticuerpos son protectores ante futuras exposiciones al virus? Parece que sí. ¿Cuánto tiempo durarán nuestros anticuerpos? No lo sabemos. Por ejemplo, hay personas que desarrollan síntomas, otras que no, y algunas otras solo síntomas leves. Visto este rango en personas diferentes, ¿desarrollan el mismo tipo de inmunidad? Todavía no se sabe.
Usted es científica. La ciencia investiga, está acostumbrada a la incertidumbre. ¿Cree que la sociedad está preparada para gestionar la incertidumbre de nuestros días?
Creo que cuesta, pero si la incertidumbre está bien explicada, la sociedad la acepta. Lo más importante es que los gobiernos logren comunicar esta incertidumbre de manera transparente y coherente. Y a partir de aquí, la gente acepta el grado de incertidumbre. Es un nuevo virus, es obvio que hay muchas preguntas. Pero si se explican los hechos, lo que sabemos y lo que no, la mayoría de la sociedad lo acepta y lo interioriza.
¿Cómo cree que deberíamos replantearnos lo sucedido una vez salgamos de la pandemia?
Ojalá nos ayude a replantear nuestra relación con la naturaleza. Y optar por un modelo social más sostenible y equitativo. Creo que son sueños de opio, pero espero que haya una tendencia de ir hacia esa dirección como sociedad.
El virus, ¿llegó para quedarse?
Creo que sí. Lo que no sabemos es si será estacional y reaparecerá en invierno, como la gripe, o si estará con nosotros durante todo el año. No tenemos respuesta. Todo parece indicar que puede trasmitirse en temperaturas elevadas. Por el momento, todos somos susceptibles, no tenemos inmunidad. Una vez se haya establecido un cierto grado de inmunidad en la población, sabremos si este virus será estacional o si estará todo el año
¿En qué fase está la vacuna?
Un tratamiento necesita una fase preclínica con animales. Y luego, pasar a otra, la fase clínica, ya con humanos. Hay vacunas que ya pasaron la fase clínica, aunque en su primera etapa. Primero, se prueba si la vacuna es segura o no. Una vez es segura, entramos en la etapa 2 y 3, donde se establece si la vacuna nos va a proteger o no.
¿Y este proceso cuánto tarda?
Varios meses. Además, luego hay que producirla a gran escala, organizar la maquinaria, los sistemas, etc. Podemos hablar entre 12 y 18 meses. Pero los científicos han tomado un atajo. En vez de desarrollar tratamientos desde cero, que también tendrían que pasar estas fases, están probando tratamientos ya existentes y seguros, pero que ahora deben ver si son eficaces contra el virus. Es el caso del fármaco Redemsivir, que ha dado algunos resultados alentadores.
Si se logra una vacuna, debería ser asequible para todos los países.
Sí. De hecho, muchos países de la ONU han firmado un manifiesto de que cualquier tratamiento o vacuna eficaz contra el covid-19, esté disponible para todos los países, independientemente de la renta del país.
Sería un gran paso.
Sí, sin duda.
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Muy interesante aunque por momentos parece ser totalmente cientifica, siempre van dirigidas sus respuestas a lo social. Pero definitivamente no creo que la culpa sea de los murcielagos, no, y la relación de los animales con los humanos de la que habla la Dra. no creo tampoco sea la que se solo para alimentarse, en los mercados por ejemplo. Si es la relación con los animales porque ambos somos animales, pero nosotros lo olvidamos muy seguido, no entendemos que los humanos si podemos ser y somos animales, pero los "animales", si pueden ser pero no son humanos: Las relaciones enfermizas entre animales y humanos, enfermizas en la tortura a los animales por creer que somos superiores y tratar a los animales como humanos.
¿Cree que la sociedad está preparada para gestionar la incertidumbre de nuestros días?
Creo que cuesta, pero si la incertidumbre está bien explicada, la sociedad la acepta. Lo más importante es que los gobiernos logren comunicar esta incertidumbre de manera transparente y coherente. Y a partir de aquí, la gente acepta el grado de incertidumbre. De que incertidumbre hablamos, mucha gente le importa mas su incertidumbre no ya de contagio, sino economica, y ahi los gobiernos estan fallando, no estan siendo trasparentes con lo que se nos viene encima, y no estan haciendo esfuerzos politicos y socioeconomicos para paliar la desigualdad que agrandara la brecha. Siguen defendiendo el capital y el capitalismo. Solo estan utilizando la info del covid, muertes y demas, para frenarlo con confinamiento irracional de amplio expectro, sin considerar a la gente, sin incentivar lo valioso, sino solo, poniendonos en primera linea de fuego, de su guerra. Mientras se pelean como parbulitos en los escaños y televisiones. Las elites se frotan las manos con el espectaculo y aprovechan para hacer banquetes ahora y venideros. El ciudadano ha caido eb las garras de Saturno, que se come a su hijo. Nos creímos el cuento y ahora no sabemos revertirlo, se nos olvido vivir mientras solo comprábamos, se nos olvidó el alma.
Vivimos en tiempos en que explicar las cosas de esta forma ya no vale,menos rizar el rizo y más mojarse el culo,y concienciar un poco a las personas,que es lo que toca.alargar paginas para parecer que se dice mucho,y que se sea correcto y dejar a la gente como está,ya no deberia servir en estos tiempos,hay que hablar claro.
Oms,gobiernos,ibex,FMI,banco mundial,vacunas,orden mundial.capitalismo...le suena de algo?o es políticamente incorrecto?..o contamos las cosas de manera incolora,para que no nos metan en el paquete,no vaya a ser que me tache,de subversivo,terrosista o vaya a perder mi brillante estatus..
Informar!!,que nos están manipulando y llevando a la ruina,la psicosis y la insollidaridad ciudadana.