Sevilla
Cumbre de la ONU en Sevilla: sin EEUU, sin hablar de Palestina y con poca ambición según las ONG

El contraste es absoluto. Durante la mañana del lunes 30 de junio, más de 70 dirigentes internacionales se hacían la foto de familia al inicio de la IV Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo de la ONU que ha comenzado en Sevilla, la mayoría con una manga larga protocolaria. Afuera del palacio de congresos FIBES, la ciudadanía sevillana afrontaba los más de 40 grados que marca el termómetro yendo a trabajar con abanico en mano y sudor en la frente.

Este encuentro se da en un contexto de aumento de gastos militares a nivel internacional. Los países de la OTAN pretenden subir hasta un 5% su presupuesto bélico mientras que en países como España la Ayuda Oficial al Desarrollo apenas supone un 0,25% del PIB

El orden y la meticulosidad con la que cada intervención se mide en este encuentro histórico también hace de contrapunto del caos; sevillanos y sevillanas, entre atascos, retrasos y cortes, intentan que la trascendental cumbre no les entorpezca la vida.

“Sevilla debe ser una oportunidad para corregir el rumbo”. Con estas palabras inauguraba Pedro Sánchez esta cumbre histórica, que tiene el objetivo de reforzar la multilateralidad internacional en un contexto donde las relaciones internacionales colaborativas están puestas en duda, como así demuestran las dos grandes ausencias: EEUU y China.  Al respecto de estas faltas, el Ministro de Asuntos Exteriores, José Luis Albares, ha señalado en su declaración: “No está quien cree que las soluciones pueden ser unilaterales; el plenario va a demostrar que somos más los que queremos actuar conjuntamente”.

Al inicio de esta cumbre, que durará hasta el próximo 3 de julio, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha insistido en la importancia de esta conferencia: “Estamos aquí en Sevilla para cambiar el rumbo” y ha hecho hincapié en que “la financiación es el motor del desarrollo y ahora mismo, ese motor se está ahogando”.

Al mismo tiempo que se realizaba la inauguración activistas de Greenpeace han desplegado una gran pancarta en las Setas de Sevilla con el mensaje “Se están cargando el clima y lo estás pagando tú”.

Un encuentro que promete pivotar sobre el debate en torno a cómo la comunidad internacional va a llevar a cabo los Objetivos de Desarrollo Sostenible a los que se comprometió para 2030, así como específicamente cómo se van a financiar estos y el desarrollo del Sur Global, a través de reformas del sistema financiero global. Este encuentro se da en un contexto de aumento de gastos militares a nivel internacional. Los países de la OTAN pretenden subir hasta un 5% sus inversión en ese sector, azuzados por EEUU, mientras que en países como España la Ayuda Oficial al Desarrollo apenas supone un 0,25% del PIB.

Otra de las grandes ausencias en el encuentro, esta vez temática, es Palestina. En ningún punto del organigrama se ha proyectado tratar el genocidio en Gaza por parte del Estado sionista de Israel ni la responsabilidad que organismos internacionales como la ONU tienen en este. Ninguno de los participantes ha hecho declaración oficial alguna al respecto en sus intervenciones. Antonio Guterres, al ser preguntado por Palestina, expuso que “el terror de Hamás es intolerable y el sufrimiento del pueblo palestino también” y se negó a utilizar el término genocidio, exponiendo que la Corte Penal Internacional está trabajando en considerar si es un genocidio o no. El inicio de la cumbre sevillana coincide también con la petición de Irán a la ONU de que declare a EEUU e Israel como agresores.

El Compromiso de Sevilla, un acuerdo con poca ambición según las ONG

El objetivo final de esta cumbre es la aprobación del denominado Compromiso de Sevilla, un acuerdo de 66 puntos elaborado por la comunidad internacional, y que podría variar levemente en el desarrollo de estos tres días de encuentro. El texto busca ser la hoja de ruta para la financiación al desarrollo y el cumplimiento de los ODS para la comunidad internacional. La ONU pretende que el acuerdo “sea la piedra angular de un marco mundial para financiar el desarrollo sostenible, en un momento en que los países en desarrollo enfrentan una brecha de financiación anual de 4 billones de dólares”.

Para diversos colectivos sociales y ONG, este acuerdo “es poco ambicioso” e incluso “hipócrita”. Desde Ecologistas en Acción, Carmen Duce, coordinadora de la organización, ha manifestado que el borrador es “un paso atrás en la vinculatoriedad y en las demandas de anteriores textos” y demanda que los países aumenten la financiación al desarrollo, que no llega al 0,7% en algunos territorios.

En el documento, donde no hay ninguna referencia explícita a Palestina ni a la inversión internacional creciente en la industria armamentística, se habla de una reforma en la arquitectura financiera internacional y habla de colaboración entre entidades públicas y privadas para conseguirlas: “Decidimos lanzar un ambicioso paquete de reformas y acciones para catalizar inversiones en desarrollo sostenible a gran escala“. Adoptaremos medidas concretas para mejorar el espacio fiscal, abordar los desafíos de la deuda de los países en desarrollo y reducir el costo del capital. Proporcionaremos y movilizaremos financiación adicional, innovadora, adecuada, asequible, predecible y accesible de todas las fuentes, reconociendo las ventajas comparativas de la financiación pública y privada”.

Para diversos colectivos sociales y ONG, este acuerdo “es poco ambicioso” e incluso “hipócrita”. Desde Ecologistas en Acción, Carmen Duce, coordinadora de la organización, ha manifestado que el borrador es “un paso atrás en la vinculatoriedad y en las demandas de anteriores textos” y demanda que los países aumenten la financiación al desarrollo, que no llega al 0,7% en algunos territorios. 

Duce expone que hay “una enorme brecha de financiación, pero sobre todo, incrementando la desconfianza entre un Sur global que demanda reparaciones históricas y un Norte global que es incapaz de cumplir con los compromisos”. Desde Oxfam Intermón, su coordinador para América Latina y vocal de la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, Carlos Botella, considera que el Compromiso de Sevilla “no cumple con las expectativas de la sociedad civil ni con el nivel de ambición” para resolver los problemas globales.

Programación social paralela

Organizaciones sociales y ONGs han organizado una programación paralela al encuentro internacional que arrancaba la pasada semana con la celebración de un Foro de la Sociedad Civil FfD4, un Foro Feminista y el Foro de jóvenes e infancias. El pasado domingo 29 de junio, estos colectivos organizaron una gran manifestación que congregó a miles de activistas para que sus peticiones de justicia económica sean escuchadas en la ONU.

Diversos colectivos han firmado una carta para impulsar transformaciones económicas más profundas para alcanzar la justicia social. Desde ActionAid, una de las organizaciones firmantes expone “la necesidad de abordar la crisis de la deuda soberana, establecer una cooperación fiscal justa e inclusiva y fortalecer la cooperación al desarrollo”, y para ello propone medidas como que el Norte Global reconozca y financie la deuda climática, la cancelación de la deuda externa del Sur Global y que se sustituya la austeridad económica por políticas fiscales progresivas con impuestos justos a las grandes fortunas.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Deuda x Clima Abya Yala | Latinoamérica (@deudaxclima)

Por su parte, la organización internacional Deuda por el Clima ha organizado una serie de debates diarios, Territorio Decolonial, hasta el 3 de julio en el espacio social sevillano La Anónima, donde participarán decenas de activistas del Sur Global bajo la pregunta “¿Por qué esperar a que nos escuchen en espacios corruptos por intereses corporativos, cuando podemos organizarnos en espacios alternativos?”.