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Sisi Cáceres Rojo es una activista lesbiana y feminista, así se define ella como sujeto político y como mujer. Con ganas de seguir luchando por los derechos del colectivo lbt en Extremadura y de sumar aliadas. Es la presidenta de Extremadura Entiende y una mujer que pone el foco en la visibilización y la interseccionalidad del colectivo de lesbianas, transexuales y bisexuales de la región.
¿Cuándo y cómo nace Extremadura Entiende?
Extremadura Entiende es una asociación de personas lesbianas, trans y bisexuales que llevamos once años aquí en Extremadura. Y nos conformamos un poco por esa necesidad que tienen las mujeres de buscar nuestros propios espacios.
Es verdad que hace once años la situación en Extremadura era totalmente diferente, las mujeres que lo conformaron eran totalmente diferentes a las que estamos ahora. Y hemos evolucionado dándole más sentido feminista. Incorporando nuevos enfoques sobre la transversalidad que nos atraviesa a las mujeres. La mayoría somos mujeres blancas, cis-sexuales, sin diversidad funcional, no estamos racializadas, y a pesar de que esas características no son muy habituales, llevamos un tiempo trabajando esa necesidad. Y llevamos un tiempo uniéndonos a los enfoques feministas y al tratamiento de cómo nos identificamos como mujeres y políticamente como lesbianas para transformar un poco la sociedad.
¿Qué tipo de recursos ofrecéis desde Extremadura Entiende?
Tenemos varios pilares en los que basamos nuestra intervención, tenemos una sede física en Mérida y estamos buscando espacio en Cáceres para ofrecer también atención directa. Aunque la mayoría de las mujeres nos realizan consultas vía redes sociales y email. Es poco habitual que las mujeres se acerquen hasta nuestra oficina, al menos de manera abierta, sobre todo cuando tienen un problema de visibilidad. Otra cosa es cuando tienen alguna consulta sobre legislación.
Nunca es tarde, aunque yo creo que salir sola del armario es bastante más difícil
Ahora mismo, además de la atención individual solemos hacer también actividades de empoderamiento grupal, como incorporar el feminismo con el lesbianismo, porque es verdad que ahí creemos que el movimiento feminista está un poco cojo. Porque nosotras apoyamos las reivindicaciones feministas pero muchas veces nos hace falta el apoyo de las compañeras feministas que no son del colectivo. Entonces trabajamos la deconstrucción de todo el amor romántico, el sistema patriarcal, también nosotras hemos sido educadas y queremos que las mujeres que pertenezcan a EE sepan relacionarse consigo mismas y con otras mujeres de una manera más sana. Menos constreñida sobre el cuerpo, las costumbres y lo que se espera de nosotras.
Luego tenemos un trabajo muy interesante con menores de hasta diez años, ahí queríamos incidir desde hace mucho tiempo, lo que pasa que la falta de recursos muchas veces te limita. Porque aunque trabajamos con secundaria, creemos que la intervención debe ser desde mucho antes. Porque la verdad que ya en secundaria los y las jóvenes tienen una estructura mental que es difícilmente moldeable.
Orgullo
Discretamente homosexuales
Ansiamos, como el poeta, “una verdadera revolución. Una nueva moral, una moral de libertad entera”, que permita desarrollarnos íntegramente como personas. Un amor sin límites que rompa los diques de contención que pretenden imponernos los intolerantes.
Ahora también tenemos un proyecto con el Instituto de la Juventud para trabajar con jóvenes de hasta 30 años. Porque además este año, como nosotras somos parte de la FELGTB, estamos trabajando con personas mayores y en recuperar un poco toda esa lucha y hacer un poco de agradecimiento a todas las personas que nos precedieron y que gracias a ellas estamos aquí hoy. Y aprovechando este proyecto queremos trabajar con jóvenes, pero de una manera intergeneracional. Porque pensamos que es una manera mucho más rica de ver cómo chicas muchos más jóvenes viven ahora una situación que yo cuando tenía 18 no vivía.
¿Dentro del marco de Extremadura Entiende, quién es Sisi Cáceres Rojo y cómo has vivido toda esa transformación personal desde que comienza tu andadura en la asociación hasta ahora y en una ciudad de valores tan estructurales como Cáceres? Una retrospectiva.
A mí el activismo me ha dado todo lo que soy, porque yo salí de una relación muy larga con otra mujer. Prácticamente seguíamos en el armario, pero yo no era capaz de nombrarme lesbiana con 41 años. El proceso ha sido duro, en el sentido de que tienes que cambiar muchas cosas. A veces te sientes con pocas fuerzas y te preguntas por qué habré conocido el feminismo, con lo cansada que estoy (risas).
Pero realmente el feminismo y el activismo en Extremadura Entiende es lo que me ha dado la libertad que tengo hoy en día. Quisiera hacer una llamada a las chicas y mujeres que todavía piensan que es tarde, que se enfrentan a unos miedos, que son reales porque son suyos, pero que nunca es tarde, que al final encontrarán el momento en el que tengan que salir y que yo creo que el ser capaz y sola es bastante más difícil sino buscas el apoyo de una entidad, en este caso de mujeres que hayan vivido una experiencia similar. Que nos arropemos un poco entre todas.
Es más difícil si una quiere hacer una transformación sola, pero es imprescindible que busquen apoyo de Extremadura Entiende, si es posible, o de cualquier otra entidad que pueda ayudar. Yo ahora mismo me siento una mujer mucho más libre, más comprometida, con un aprendizaje brutal, con una diversidad y apertura mental. Yo, cuando llegué al colectivo, no entendía nada de la transexualidad y me costaba entenderla y me consideraba lesbiana.
Entonces, yo creo que eso también nos permite ser mucho más respetuosas con todas las diferencias de las mujeres que nos rodean.
¿Se podría decir entonces que las dos piezas claves de esta cuarta ola feminista serían el empoderamiento de la mujer y la sororidad como cauce?
Sí, sin lugar a dudas. Siempre he pensando que los cambios en una misma tienen que venir sobre todo de una necesidad personal, porque, si a ti no te fluye esa necesidad, nadie te puede empujar a hacer nada. Pero luego tienes que buscar ese camino con la sororidad de otras mujeres, en este caso. Porque esa sororidad es la que te va a fortalecer en los momentos en los que te sientes mucho más débil, que los hay, pero no hay que desesperarse. Incluso algunas veces hay que dejarse llevar y no hacer nada, pero al final a partir de ahí se construye una con muchos más recursos y más herramientas para fortalecerse de manera más segura.
En una ciudad con valores tan conservadores como Cáceres y con un resurgir de los discursos del odio, ¿cuál ha sido el capítulo más duro que te ha tocado vivir aquí y si eso lo has podido transformar de alguna manera?
No es una anécdota concreta, pero de las cosas más duras que me pasó aquí, en Cáceres, es oír como chichas que son lesbianas no son capaces de nombrarse como tal. Chicas formadas, que son feministas, sin embargo a la hora de reconocer su orientación sexual no son capaces de superar esos miedos. Y esto, como mujer lesbiana e integrante de una asociación como Extremadura Entiende, me quita mucho el sueño y pienso qué podemos hacer para eliminar ese miedo. Y es verdad que aquí hay mucho conservadurismo y se mantienen mucho las formas y hay muchas mujeres que dicen que no necesitan decirlo. Me duele enormemente y es muy duro.
¿La visibilización de las minorías dentro de las minorías es imprescindible? ¿Cómo condiciona esto a nivel personal?
Creo que la visibilidad es la herramienta más importante, aunque es verdad que es difícil. A mí me ha costado poco porque yo creo que soy una inconsciente. Pero, si tú vas de la mano por la calle con tu chica, la gente te mira, y no te digo ya si te das un beso. Entonces, si tu pones el foco de atención en que la gente te está mirando, te sueltas de la mano porque te sale solo. Yo lo que hice fue intentar no mirar a la gente a la cara, para empoderarme. Porque al principio es duro saber que te miran porque vas de la mano con alguien.
El feminismo y el activismo en Extremadura Entiende es lo que me ha dado la libertad que tengo hoy en día
Yo, políticamente, y antes que nada, me defino como lesbiana. Mi vida ahora mismo está atravesada por mi orientación sexual más que por mi género, entonces es importante esa exposición. En mi caso, yo pasé tanto tiempo escondida porque mi pareja no quería salir que, cuando lo hice, aquello fue una explosión. Y hay mujeres lesbianas muy activistas que no tienen tampoco porque exponerse públicamente, porque a los pequeños activismos de cada día no hay que restarle valor y también empoderan. No hay que pensar que porque no estoy todo el día con la bandera no es importante.
Lo que sí es cierto es que no hay que mentir por omisión, y me explico. Mi opinión personal es que creo que es necesario decirlo. Porque, si tú no hablas de algo de una manera natural, decidiendo en qué contextos, nos hace parapetarnos detrás de una mentira o de una verdad oculta y creo que eso no es sano para los procesos personales. Pero, bueno, entiendo que cada cual tiene sus tiempos.
¿Quiénes son vuestras aliadas en esta lucha, o quiénes creéis que deberían estar en el mapa de la lucha ltb y no están?
Nosotras llevamos un tiempo trabajando con la Asamblea Feminista de Cáceres, y estamos muy contentas y ha sido la mejor alianza que hemos hecho en muchos años. Nos ha fortalecido mucho como asociación también. Y hemos llevado la visión aquí para que nos tengan en cuenta en ciertos momentos. Es muy importante debatir y tratar el tema de la transexualidad, yo creo que un tema muy controvertido que muchas personas no entienden, y esto es algo que nos afecta mucho como colectivo. Y lo que no hay aquí, en la Asamblea Feminista, son mujeres trans que estén hablando sin embargo del tema de la prostitución. Sí que se han traído a prostitutas que son las que tienen que hablar. Nos ayudaría mucho como colectivo de todas las mujeres para construir un discurso mucho más potente.
¿Qué estereotipo vende la sociedad de cara a todo el colectivo ltb y que están enfocados al hetero-patriarcado, cuáles queréis desterrar y cuáles están en auge y cómo trabajáis en ese sentido?
Nosotras queremos trabajar lo primero con las mujeres de Extremadura Entiende, trabajando en contra de todo lo que nos han enseñado hasta ahora del hetero-patriarcado. Como las relaciones personales o el cuidado de nosotras mismas, al final nos han educado a todas de la misma manera, eso de enfrentarnos a las mujeres, de que nuestros cuerpos tienen que ser tal y el demostrar los celos. Y queremos trabajar todas estas cosas con las mujeres que están dentro.
¿Cuáles son los cambios que reclamáis en los diferentes ámbitos de la salud, la educación y en el ámbito jurídico en cuanto a políticas locales y regionales?
A nivel de sanidad, se necesita una campaña de formación para los profesionales ginecológicos, porque no nos enseñan a protegernos a las mujeres que tenemos sexo con mujeres y se nos presupone la heterosexualidad en una consulta ginecológica.
A nivel de deporte, es fundamental hacer campañas, en los deportes de base, sobre la diversidad. Hay que hacer una campaña sobre la visibilidad y el respeto y hay que incluir el concepto de diversidad.
A nivel educativo, en lo local se puede hacer poco, pero se está intentando que salga adelante un plan integral de educación que incluye todas las etapas y a toda la comunidad educativa. Con el ayuntamiento anterior ha sido más complicado, a ver si con la nueva alcaldía nos podemos sentar a realizar un análisis.
¿Cuáles son las barreras invisibles con las que convive el colectivo ltb?
Hay una pirámide de privilegios también para las mujeres, por eso hay que visibilizar los discursos de las compañeras que se juegan la vida, poniendo el foco en nuestro privilegios. Por ejemplo, en los trabajos no se suele decir si se tiene pareja masculina o femenina, y también hay muchas empresas en las que la orientación sexual, por ley, no debe influir, pero no es así. Y más con las nuevas ideologías que están volviendo a ponerse de moda. O el hecho de no poder filiar al hijo de una de las dos mamas si no está casada, es gravísimo. En el caso hetero, sí se puede, pero en el caso de la mujer hay que casarse previamente y luego demostrar que ese hijo has consentido tú que la otra mujer se quede embarazada.
¿Un llamamiento a la esperanza de cambios?
Yo sí que haría un llamamiento a la unión. Para ir hacia atrás, aunque tengamos miedo, nos van a tener que encarcelar para que suceda. No creo que la ciudadanía de Cáceres permita un paso atrás en los derechos de la lucha de las mujeres ni del colectivo lgtb.
Nos vemos todas en la manifestación de este sábado 28 de junio en Mérida por los derechos lgtb.